tag:blogger.com,1999:blog-39551981678348034722024-03-13T11:14:26.786-07:00Sinaloa leeUnknownnoreply@blogger.comBlogger374125tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-88453081089793838572019-09-19T13:41:00.000-07:002019-09-19T18:16:21.371-07:00Vendrán lluvias suaves. Ray Bradbury<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiM7MLOgALZ3e2qkJfDeqJyCIIWSMHtZCjoAAQ5ko05QKNW6ij46WxtCcbfI2ZCgmdk4VOW0QtkNJaxVH_hwURds6fNdhGTZ7E52S8cJdZEoMpFf80eTPpL3AOWflFbYDZJD6Hu8DPv5EBH/s1600/105273281.jpg" imageanchor="1" style="background-color: #93c47d; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="339" data-original-width="580" height="233" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiM7MLOgALZ3e2qkJfDeqJyCIIWSMHtZCjoAAQ5ko05QKNW6ij46WxtCcbfI2ZCgmdk4VOW0QtkNJaxVH_hwURds6fNdhGTZ7E52S8cJdZEoMpFf80eTPpL3AOWflFbYDZJD6Hu8DPv5EBH/s400/105273281.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">La voz del
reloj cantó en la sala: tictac, las siete, hora de levantarse, hora de
levantarse, las siete, como si temiera que nadie se levantase. La casa estaba
desierta. El reloj continuó sonando, repitiendo y repitiendo llamadas en el
vacío. Las siete y nueve, hora del desayuno, ¡las siete y nueve!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">En la cocina el
horno del desayuno emitió un siseante suspiro, y de su tibio interior brotaron
ocho tostadas perfectamente doradas, ocho huevos fritos, dieciséis lonjas de
jamón, dos tazas de café y dos vasos de leche fresca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">-Hoy es cuatro
de agosto de dos mil veintiséis -dijo una voz desde el techo de la cocina- en
la ciudad de Allendale, California -Repitió tres veces la fecha, como para que nadie
la olvidara-. Hoy es el cumpleaños del señor Featherstone. Hoy es el
aniversario de la boda de Tilita. Hoy puede pagarse la póliza del seguro y
también las cuentas de agua, gas y electricidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">En algún sitio
de las paredes, sonó el clic de los relevadores, y las cintas magnetofónicas se
deslizaron bajo ojos eléctricos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">-Las ocho y
uno, tictac, las ocho y uno, a la escuela, al trabajo, rápido, rápido, ¡las
ocho y uno!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Pero las
puertas no golpearon, las alfombras no recibieron las suaves pisadas de los tacones
de goma. Llovía fuera. En la puerta de la calle, la caja del tiempo cantó en
voz baja: “Lluvia, lluvia, aléjate… zapatones, impermeables, hoy.”. Y la lluvia
resonó golpeteando la casa vacía. Afuera, el garaje tocó unas campanillas,
levantó la puerta, y descubrió un coche con el motor en marcha. Después de una
larga espera, la puerta descendió otra vez.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">A las ocho y
media los huevos estaban resecos y las tostadas duras como piedras. Un brazo de
aluminio los echó en el vertedero, donde un torbellino de agua caliente los
arrastró a una garganta de metal que después de digerirlos los llevó al océano
distante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Los platos
sucios cayeron en una máquina de lavar y emergieron secos y relucientes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">“Las nueve y
cuarto”, cantó el reloj, “la hora de la limpieza”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">De las guaridas
de los muros, salieron disparados los ratones mecánicos. Las habitaciones se
poblaron de animalitos de limpieza, todos goma y metal. Tropezaron con las
sillas moviendo en círculos los abigotados patines, frotando las alfombras y
aspirando delicadamente el polvo oculto. Luego, como invasores misteriosos,
volvieron de sopetón a las cuevas. Los rosados ojos eléctricos se apagaron. La
casa estaba limpia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Las diez. El
sol asomó por detrás de la lluvia. La casa se alzaba en una ciudad de escombros
y cenizas. Era la única que quedaba en pie. De noche, la ciudad en ruinas
emitía un resplandor radiactivo que podía verse desde kilómetros a la redonda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Las diez y
cuarto. Los surtidores del jardín giraron en fuentes doradas llenando el aire
de la mañana con rocíos de luz. El agua golpeó las ventanas de vidrio y
descendió por las paredes carbonizadas del oeste, donde un fuego había quitado
la pintura blanca. La fachada del oeste era negra, salvo en cinco sitios. Aquí
la silueta pintada de blanco de un hombre que regaba el césped. Allí, como en
una fotografía, una mujer agachada recogía unas flores. Un poco más lejos -las
imágenes grabadas en la madera en un instante titánico-, un niño con las manos
levantadas; más arriba, la imagen de una pelota en el aire, y frente al niño,
una niña, con las manos en alto, preparada para atrapar una pelota que nunca
acabó de caer. Quedaban esas cinco manchas de pintura: el hombre, la mujer, los
niños, la pelota. El resto era una fina capa de carbón. La lluvia suave de los surtidores
cubrió el jardín con una luz en cascadas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Hasta este día,
qué bien había guardado la casa su propia paz. Con qué cuidado había
preguntado: “¿Quién está ahí? ¿Cuál es el santo y seña?”, y como los zorros
solitarios y los gatos plañideros no le respondieron, había cerrado
herméticamente persianas y puertas, con unas precauciones de solterona que
bordeaban la paranoia mecánica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Cualquier
sonido la estremecía. Si un gorrión rozaba los vidrios, la persiana chasqueaba
y el pájaro huía, sobresaltado. No, ni siquiera un pájaro podía tocar la casa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><!--[if gte vml 1]><v:shapetype id="_x0000_t75" coordsize="21600,21600"
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</v:shapetype><v:shape id="Imagen_x0020_1" o:spid="_x0000_i1033" type="#_x0000_t75"
alt="Cuento de Ray Bradbury" style='width:244.5pt;height:256.5pt;visibility:visible;
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o:title="Cuento de Ray Bradbury"/>
</v:shape><![endif]--><!--[if !vml]--><img alt="Cuento de Ray Bradbury" height="342" src="file:///C:\Users\ALFONS~1\AppData\Local\Temp\msohtmlclip1\01\clip_image002.jpg" v:shapes="Imagen_x0020_1" width="326" /><!--[endif]--></span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La casa era un altar con diez mil acólitos, grandes,
pequeños, serviciales, atentos, en coros. Pero los dioses habían desaparecido y
los ritos continuaban insensatos e inútiles.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">El mediodía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Un perro aulló,
temblando, en el porche.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">La puerta de
calle reconoció la voz del perro y se abrió. El perro, en otro tiempo grande y
gordo, ahora huesudo y cubierto de llagas, entró y se movió por la casa dejando
huellas de lodo. Detrás de él zumbaron unos ratones irritados, irritados por
tener que limpiar el lodo, irritados por la molestia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Pues ni el
fragmento de una hoja se escurría por debajo de la puerta sin que los paneles
de los muros se abrieran y los ratones de cobre salieran como rayos. El polvo,
el pelo o el papel ofensivos, hechos trizas por unas diminutas mandíbulas de
acero, desaparecían en las guaridas. De allí unos tubos los llevaban al sótano,
y eran arrojados a la boca siseante de un incinerador que aguardaba en un
rincón oscuro como un Baal maligno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">El perro corrió
escaleras arriba y aulló histéricamente, ante todas las puertas, hasta que al
fin comprendió, como ya comprendía la casa, que allí no había más que silencio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Olfateó el aire
y arañó la puerta de la cocina. Detrás de la puerta el horno preparaba unos
pancakes que llenaban la casa con un aroma de jarabe de arce. El perro, tendido
ante la puerta, olfateaba con los ojos encendidos y el hocico espumoso. De
pronto, echó a correr locamente en círculos, mordiéndose la cola, y cayó
muerto. Durante una hora estuvo tendido en la sala.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Las dos, cantó
una voz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Los regimientos
de ratones advirtieron al fin el olor casi imperceptible de la descomposición,
y salieron murmurando suavemente como hojas grises arrastradas por un viento
eléctrico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Las dos y cuarto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">El perro había
desaparecido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">En el sótano,
el incinerador se iluminó de pronto y un remolino de chispas subió por la
chimenea.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Las dos y
treinta y cinco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Unas mesas de
bridge surgieron de las paredes del patio. Los naipes revolotearon sobre el
tapete en una lluvia de figuras. En un banco de roble aparecieron martinis y
sándwiches de tomate, lechuga y huevo. Sonó una música.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Pero en las
mesas silenciosas nadie tocaba las cartas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">A las cuatro,
las mesas se plegaron como grandes mariposas y volvieron a los muros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Las cuatro y
media.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Las paredes del
cuarto de los niños resplandecieron de pronto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Aparecieron
animales: jirafas amarillas, leones azules, antílopes rosados, panteras lilas
que retozaban en una sustancia de cristal. Las paredes eran de vidrio y mostraban
colores y escenas de fantasía. Unas películas ocultas pasaban por unos piñones
bien aceitados y animaban las paredes. El piso del cuarto imitaba un ondulante
campo de cereales. Por él corrían escarabajos de aluminio y grillos de hierro,
y en el aire caluroso y tranquilo unas mariposas de gasa rosada revoloteaban
sobre un punzante aroma de huellas animales. Había un zumbido como de abejas
amarillas dentro de fuelles oscuros, y el perezoso ronroneo de un león. Y había
un galope de okapis y el murmullo de una fresca lluvia selvática que caía como
otros casos, sobre el pasto almidonado por el viento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">De pronto las
paredes se disolvieron en llanuras de hierbas abrasadas, kilómetro tras
kilómetro, y en un cielo interminable y cálido. Los animales se retiraron a las
malezas y los manantiales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Era la hora de
los niños.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Las cinco. La
bañera se llenó de agua clara y caliente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Las seis, las
siete, las ocho. Los platos aparecieron y desaparecieron, como manipulados por
un mago, y en la biblioteca se oyó un clic. En la mesita de metal, frente al
hogar donde ardía animadamente el fuego, brotó un cigarro humeante, con media
pulgada de ceniza blanda y gris.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Las nueve. En
las camas se encendieron los ocultos circuitos eléctricos, pues las noches eran
frescas aquí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Las nueve y
cinco. Una voz habló desde el techo de la biblioteca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">-Señora
McClellan, ¿qué poema le gustaría escuchar esta noche?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">La casa estaba
en silencio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">-Ya que no
indica lo que prefiere -dijo la voz al fin-, elegiré un poema cualquiera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Una suave
música se alzó como fondo de la voz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">-Sara Teasdale.
Su autor favorito, me parece…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Vendrán lluvias
suaves y olores de tierra,</span></i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">y golondrinas
que girarán con brillante sonido;</span></i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">y ranas que
cantarán de noche en los estanques</span></i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">y ciruelos de
tembloroso blanco</span></i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">y petirrojos
que vestirán plumas de fuego</span></i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">y silbarán en
los alambres de las cercas;</span></i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">y nadie sabrá
nada de la guerra,</span></i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">a nadie le
interesara que haya terminado.</span></i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">A nadie le
importará, ni a los pájaros ni a los árboles,</span></i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">si la humanidad
se destruye totalmente;</span></i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">y la misma
primavera, al despertarse al alba,</span></i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 12pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">apenas sabrá
que hemos desaparecido.</span></i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">El fuego ardió
en el hogar de piedra y el cigarro cayó en el cenicero: un inmóvil montículo de
ceniza. Las sillas vacías se enfrentaban entre las paredes silenciosas, y sonaba
la música.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">A las diez la
casa empezó a morir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Soplaba el
viento. La rama desprendida de un árbol entró por la ventana de la cocina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">La botella de
solvente se hizo trizas y se derramó sobre el horno. En un instante las llamas
envolvieron el cuarto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">-¡Fuego! –
gritó una voz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Las luces se
encendieron, las bombas vomitaron agua desde los techos. Pero el solvente se
extendió sobre el linóleo por debajo de la puerta de la cocina, lamiendo,
devorando, mientras las voces repetían a coro:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">– ¡Fuego,
fuego, fuego!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">La casa trató
de salvarse. Las puertas se cerraron herméticamente, pero el calor había roto
las ventanas y el viento entró y avivó el fuego.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">La casa cedió
terreno cuando el fuego avanzó con una facilidad llameante de cuarto en cuarto
en diez millones de chispas furiosas y subió por la escalera. Las escurridizas
ratas de agua chillaban desde las paredes, disparaban agua y corrían a buscar
más. Y los surtidores de las paredes lanzaban chorros de lluvia mecánica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Pero era
demasiado tarde. En alguna parte, suspirando, una bomba se encogió y se detuvo.
La lluvia dejó de caer. La reserva del tanque de agua que durante muchos días
tranquilos había llenado bañeras y había limpiado platos estaba agotada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">El fuego
crepitó escaleras arriba. En las habitaciones altas se nutrió de Picassos y de
Matisses, como de golosinas, asando y consumiendo las carnes aceitosas y
encrespando tiernamente los lienzos en negras virutas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Después el
fuego se tendió en las camas, se asomó a las ventanas y cambió el color de las
cortinas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">De pronto,
refuerzos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">De los
escotillones del desván salieron unas ciegas caras de robot y de las bocas de
grifo brotó un líquido verde.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">El fuego
retrocedió como un elefante que ha tropezado con una serpiente muerta. Y fueron
veinte serpientes las que se deslizaron por el suelo, matando el fuego con una
venenosa, clara y fría espuma verde.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Pero el fuego
era inteligente y mandó llamas fuera de la casa, y entrando en el desván llegó
hasta las bombas. ¡Una explosión! El cerebro del desván, el director de las
bombas, se deshizo sobre las vigas en esquirlas de bronce.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">El fuego entró
en todos los armarios y palpó las ropas que colgaban allí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">La casa se
estremeció, hueso de roble sobre hueso, y el esqueleto desnudo se retorció en
las llamas, revelando los alambres, los nervios, como si un cirujano hubiera
arrancado la piel para que las venas y los capilares rojos se estremecieran en
el aire abrasador. ¡Socorro, socorro! ¡Fuego! ¡Corred, corred! El calor rompió
los espejos como hielos invernales, tempranos y quebradizos. Y las voces
gimieron: fuego, fuego, corred, corred, como una trágica canción infantil; una
docena de voces, altas y bajas, como voces de niños que agonizaban en un
bosque, solos, solos. Y las voces fueron apagándose, mientras las envolturas de
los alambres estallaban como castañas calientes. Una, dos, tres, cuatro, cinco
voces murieron.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">En el cuarto de
los niños ardió la selva. Los leones azules rugieron, las jirafas moradas
escaparon dando saltos. Las panteras corrieron en círculos, cambiando de color,
y diez millones de animales huyeron ante el fuego y desaparecieron en un lejano
río humeante…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Murieron otras
diez voces. Y en el último instante, bajo el alud de fuego, otros coros
indiferentes anunciaron la hora, tocaron música, segaron el césped con una
segadora automática, o movieron frenéticamente un paraguas, dentro y fuera de
la casa, ante la puerta que se cerraba y se abría con violencia. Ocurrieron mil
cosas, como cuando en una relojería todos los relojes dan locamente la hora,
uno tras otro, en una escena de maniática confusión, aunque con cierta unidad;
cantando y chillando los últimos ratones de limpieza se lanzaron valientemente
fuera de la casa ¡arrastrando las horribles cenizas!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Y en la
llameante biblioteca una voz leyó un poema tras otro con una sublime
despreocupación, hasta que se quemaron todos los carretes de película, hasta
que todos los alambres se retorcieron y se destruyeron todos los circuitos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">El fuego hizo
estallar la casa y la dejó caer, extendiendo unas faldas de chispas y de humo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">En la cocina,
un poco antes de la lluvia de fuego y madera, el horno preparó unos desayunos
de proporciones psicopáticas: diez docenas de huevos, seis hogazas de tostadas,
veinte docenas de lonjas de jamón, que fueron devoradas por el fuego y
encendieron otra vez el horno, que siseó histéricamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">El derrumbe. El
altillo se derrumbó sobre la cocina y la sala. La sala cayó al sótano, el
sótano al subsótano. La congeladora, el sillón, las cintas grabadoras, los
circuitos y las camas se amontonaron muy abajo como un desordenado túmulo de
huesos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Humo y
silencio. Una gran cantidad de humo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">La aurora asomó
débilmente por el este. Entre las ruinas se levantaba sólo una pared. Dentro de
la pared una última voz repetía y repetía, una y otra vez, mientras el sol se
elevaba sobre el montón de escombros humeantes:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: 150%; margin-bottom: 10.8pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">-Hoy es cinco
de agosto de dos mil veintiséis hoy es cinco de agosto de dos mil veintiséis,
hoy es…</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-35644470980702792292019-09-09T08:52:00.001-07:002019-09-19T13:41:22.489-07:00Una señora. José Donoso<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0mB9m3J57rF2n_jJcbOcRVdkswJr6lgpEIum36n5zQJuGAwjD7x-QA8kJlOI0HV0rpR07OpTgH8fNn8cmc3apc5pDveK3N3CqftazyiwkuhvlSpCV4wzrIIAoFDLTOqpDOxf0UWJp3rLp/s1600/4981241-XQHUGUFV-6.jpg" imageanchor="1" style="background-color: #f4cccc; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="507" data-original-width="375" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0mB9m3J57rF2n_jJcbOcRVdkswJr6lgpEIum36n5zQJuGAwjD7x-QA8kJlOI0HV0rpR07OpTgH8fNn8cmc3apc5pDveK3N3CqftazyiwkuhvlSpCV4wzrIIAoFDLTOqpDOxf0UWJp3rLp/s400/4981241-XQHUGUFV-6.jpg" width="295" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 13.5pt; text-align: center;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: #f4cccc; font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> </span></span><span style="background-color: #f4cccc;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;">No recuerdo con</span> certeza cuándo fue
la primera vez que me di cuenta de su existencia. </span></span><span style="background-color: #f4cccc; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Pero si no me equivoco, fue
cierta tarde de invierno en un tranvía que atravesaba un barrio popular. </span><span style="background-color: #f4cccc; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Cuando me aburro de mi pieza y de mis
conversaciones habituales, suelo tomar algún tranvía cuyo recorrido desconozca
y pasar así por la ciudad. Esa tarde llevaba un libro por si se me antojara
leer, pero no lo abrí. Estaba lloviendo esporádicamente y el tranvía avanzaba
casi vacío. Me senté junto a una ventana, limpiando un boquete en el vaho del
vidrio para mirar las calles.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 13.5pt; text-align: left;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="background-color: #f4cccc;"> </span> No recuerdo el momento exacto en que ella
se sentó a mi lado. Pero cuando el tranvía hizo alto en una esquina, me invadió
aquella sensación tan corriente y, sin embargo, misteriosa, que cuanto veía, el
momento justo y sin importancia como era, lo había vivido antes, o tal vez
soñado. La escena me pareció la reproducción exacta de otra que me fuese
conocida: delante de mí, un cuello rollizo vertía sus pliegues sobre una camisa
deshilachada; tres o cuatro personas dispersas ocupaban los asientos del
tranvía; en la esquina había una botica de barrio con su letrero luminoso, y un
carabinero bostezó junto al buzón rojo, en la oscuridad que cayó en pocos
minutos. Además, vi una rodilla cubierta por un impermeable verde junto a mi
rodilla.</span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Conocía la sensación, y más que turbarme
me agradaba. Así, no me molesté en indagar dentro de mi mente dónde y cómo
sucediera todo esto antes. Despaché la sensación con una irónica sonrisa
interior, limitándome a volver la mirada para ver lo que seguía de esa rodilla
cubierta con un impermeable verde.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Era una señora. Una señora que llevaba un
paraguas mojado en la mano y un sombrero funcional en la cabeza. Una de esas
señoras cincuentonas, de las que hay por miles en esta ciudad: ni hermosa ni
fea, ni pobre ni rica. Sus facciones regulares mostraban los restos de una
belleza banal. Sus cejas se juntaban más de lo corriente sobre el arco de la
nariz, lo que era el rasgo más distintivo de su rostro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Hago esta descripción a la luz de hechos
posteriores, porque fue poco lo que de la señora observé entonces. Sonó el
timbre, el tranvía partió haciendo desvanecerse la escena conocida, y volví a
mirar la calle por el boquete que limpiara en el vidrio. Los faroles se
encendieron. Un chiquillo salió de un despacho con dos zanahorias y un pan en
la mano. La hilera de casas bajas se prolongaba a lo largo de la acera:
ventana, puerta, ventana, puerta, dos ventanas, mientras los zapateros,
gasfíteres y verduleros cerraban sus comercios exiguos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Iba tan distraído que no noté el momento
en que mi compañera de asiento se bajó del tranvía. ¿Cómo había de notarlo si
después del instante en que la miré ya no volví a pensar en ella?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> No volví a pensar en ella hasta la noche
siguiente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Mi casa está situada en un barrio muy
distinto a aquel por donde me llevara el tranvía la tarde anterior. Hay árboles
en las aceras y las casas se ocultaban a medias detrás de rejas y matorrales.
Era bastante tarde, y yo ya estaba cansado, ya que pasara gran parte de la
noche charlando con amigos ante cervezas y tazas de café. Caminaba a mi casa
con el cuello del abrigo muy subido. Antes de atravesar una calle divisé una
figura que se me antojó familiar, alejándose bajo la oscuridad de las ramas. Me
detuve observándola un instante. Sí, era la mujer que iba junto a mí en el
tranvía de la tarde anterior. Cuando pasó bajo un farol reconocí inmediatamente
su impermeable verde. Hay miles de impermeables verdes en esta ciudad, sin
embargo no dudé de que se trataba del suyo, recordándola a pesar de haberla
visto sólo unos segundos en que nada de ella me impresionó. Crucé a la otra
acera. Esa noche me dormí sin pensar en la figura que se alejaba bajo los
árboles por la calle solitaria.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Una mañana de sol, dos días después, vi a
la señora en una calle céntrica. El movimiento de las doce estaba en su apogeo.
Las mujeres se detenían en las vidrieras para discutir la posible adquisición
de un vestido o de una tela. Los hombres salían de sus oficinas con documentos
bajo el brazo. La reconocí de nuevo al verla pasar mezclada con todo esto,
aunque no iba vestida como en las veces anteriores. Me cruzó una ligera
extrañeza de por qué su identidad no se había borrado de mi mente, confundiéndola
con el resto de los habitantes de la ciudad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> En adelante comencé a ver a la señora
bastante seguido. La encontraba en todas partes y a toda hora. Pero a veces
pasaba una semana o más sin que la viera. Me asaltó la idea melodramática de
que quizás se ocupara en seguirme. Pero la deseché al constatar que ella, al
contrario que yo, no me identificaba en medio de la multitud. A mí, en cambio,
me gustaba percibir su identidad entre tanto rostro desconocido. Me sentaba en
un parque y ella lo cruzaba llevando un bolsón con verduras. Me detenía a
comprar cigarrillos, y estaba ella pagando los suyos. Iba al cine, y allí
estaba la señora, dos butacas más allá. No me miraba, pero yo me entretenía
observándola. Tenía la boca más bien gruesa. Usaba un anillo grande, bastante
vulgar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Poco a poco la comencé a buscar. El día no
me parecía completo sin verla. Leyendo un libro, por ejemplo, me sorprendía
haciendo conjeturas acerca de la señora en vez de concentrarme en lo escrito.
La colocaba en situaciones imaginarias, en medio de objetos que yo desconocía.
Principié a reunir datos acerca de su persona, todos carentes de importancia y
significación. Le gustaba el color verde. Fumaba sólo cierta clase de
cigarrillos. Ella hacía las compras para las comidas de su casa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> A veces sentía tal necesidad de verla, que
abandonaba cuanto me tenía atareado para salir en su busca. Y en algunas
ocasiones la encontraba. Otras no, y volvía malhumorado a encerrarme en mi
cuarto, no pudiendo pensar en otra cosa durante el resto de la noche.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Una tarde salí a caminar. Antes de volver
a casa, cuando oscureció, me senté en el banco de una plaza. Sólo en esta
ciudad existen plazas así. Pequeña y nueva, parecía un accidente en ese barrio
utilitario, ni próspero ni miserable. Los árboles eran raquíticos, como si se
hubieran negado a crecer, ofendidos al ser plantados en terreno tan pobre, en
un sector tan opaco y anodino. En una esquina, una fuente de soda oscura
aclaraba las figuras de tres muchachos que charlaban en medio del charco de
luz. Dentro de una pileta seca, que al parecer nunca se terminó de construir,
había ladrillos trizados, cáscaras de fruta, papeles. Las parejas apenas
conversaban en los bancos, como si la fealdad de la plaza no propiciara mayor
intimidad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Por uno de los senderos vi avanzar a la
señora, del brazo de otra mujer. Hablaban con animación, caminando lentamente.
Al pasar frente a mí, oí que la señora decía con tono acongojado:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> —¡Imposible!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> La otra mujer pasó el brazo en torno a los
hombros de la señora para consolarla. Circundando la pileta inconclusa se
alejaron por otro sendero.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Inquieto, me puse de pie y eché a andar
con la esperanza de encontrarlas, para preguntar a la señora qué había
sucedido. Pero desaparecieron por las calles en que unas cuantas personas
transitaban en pos de los últimos menesteres del día.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> No tuve paz la semana que siguió de este
encuentro. Paseaba por la ciudad con la esperanza de que la señora se cruzara
en mi camino, pero no la vi. Parecía haberse extinguido, y abandoné todos mis
quehaceres, porque ya no poseía la menor facultad de concentración. Necesitaba
verla pasar, nada más, para saber si el dolor de aquella tarde en la plaza
continuaba. Frecuenté los sitios en que soliera divisarla, pensando detener a
algunas personas que se me antojaban sus parientes o amigos para preguntarles
por la señora. Pero no hubiera sabido por quién preguntar y los dejaba seguir.
No la vi en toda esa semana.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Las semanas siguientes fueron peores. Llegué
a pretextar una enfermedad para quedarme en cama y así olvidar esa presencia
que llenaba mis ideas. Quizás al cabo de varios días sin salir la encontrara de
pronto el primer día y cuando menos lo esperara. Pero no logré resistirme, y
salí después de dos días en que la señora habitó mi cuarto en todo momento. Al
levantarme, me sentí débil, físicamente mal. Aun así tomé tranvías, fui al
cine, recorrí el mercado y asistí a una función de un circo de extramuros. La
señora no apareció por parte alguna.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Pero después de algún tiempo la volví a
ver. Me había inclinado para atar un cordón de mis zapatos y la vi pasar por la
soleada acera de enfrente, llevando una gran sonrisa en la boca y un ramo de
aromo en la mano, los primeros de la estación que comenzaba. Quise seguirla,
pero se perdió en la confusión de las calles.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Su imagen se desvaneció de mi mente
después de perderle el rastro en aquella ocasión. Volví a mis amigos, conocí
gente y paseé solo o acompañado por las calles. No es que la olvidara. Su
presencia, más bien, parecía haberse fundido con el resto de las personas que
habitan la ciudad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Una mañana, tiempo después, desperté con
la certeza de que la señora se estaba muriendo. Era domingo, y después del
almuerzo salí a caminar bajo los árboles de mi barrio. En un balcón una anciana
tomaba el sol con sus rodillas cubiertas por un chal peludo. Una muchacha, en
un prado, pintaba de rojo los muebles del jardín, alistándolos para el verano.
Había poca gente, y los objetos y los ruidos se dibujaban con precisión en el
aire nítido. Pero en alguna parte de la misma ciudad por la que yo caminaba, la
señora iba a morir.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Regresé a casa y me instalé en mi cuarto a
esperar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Desde mi ventana vi cimbrarse en la brisa
los alambres del alumbrado. La tarde fue madurando lentamente más allá de los
techos, y más allá del cerro, la luz fue gastándose más y más. Los alambres
seguían vibrando, respirando. En el jardín alguien regaba el pasto con una
manguera. Los pájaros se aprontaban para la noche, colmando de ruido y
movimiento las copas de todos los árboles que veía desde mi ventana. Rió un
niño en el jardín vecino. Un perro ladró.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Instantáneamente después, cesaron todos
los ruidos al mismo tiempo y se abrió un pozo de silencio en la tarde apacible.
Los alambres no vibraban ya. En un barrio desconocido, la señora había muerto.
Cierta casa entornaría su puerta esa noche, y arderían cirios en una habitación
llena de voces quedas y de consuelos. La tarde se deslizó hacia un final
imperceptible, apagándose todos mis pensamientos acerca de la señora. Después
me debo de haber dormido, porque no recuerdo más de esa tarde.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Al día siguiente vi en el diario que los
deudos de doña Ester de Arancibia anunciaban su muerte, dando la hora de los
funerales. ¿Podría ser?… Sí. Sin duda era ella.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Asistí al cementerio, siguiendo el cortejo
lentamente por las avenidas largas, entre personas silenciosas que conocían los
rasgos y la voz de la mujer por quien sentían dolor. Después caminé un rato bajo
los árboles oscuros, porque esa tarde asoleada me trajo una tranquilidad
especial.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Ahora pienso en la señora sólo muy de
tarde en tarde.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> A veces me asalta la idea, en una esquina
por ejemplo, que la escena presente no es más que reproducción de otra, vivida
anteriormente. En esas ocasiones se me ocurre que voy a ver pasar a la señora,
cejijunta y de impermeable verde. Pero me da un poco de risa, porque yo mismo
vi depositar su ataúd en el nicho, en una pared con centenares de nichos todos iguales.</span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-19075222515897472942019-08-20T10:38:00.000-07:002019-08-20T10:38:00.255-07:00Último hombre. Eduardo Sacheri.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJetewNICsI3CWYvWbn9Y-9hM7EZPR3-5kArnNLYPjKVne3qBAxG4jW-HyFvK4HCW1aTiuMrB_Q97jn5cWwFLOvWc7thw2CpfvlYhGUezoxA9ngGc0E2Fu5g_kOsjnoJyxpbjBCHX5O8Gr/s1600/off_1283233081726balon-futbol-pg.jpg" imageanchor="1" style="background-color: #b6d7a8; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="350" data-original-width="590" height="236" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJetewNICsI3CWYvWbn9Y-9hM7EZPR3-5kArnNLYPjKVne3qBAxG4jW-HyFvK4HCW1aTiuMrB_Q97jn5cWwFLOvWc7thw2CpfvlYhGUezoxA9ngGc0E2Fu5g_kOsjnoJyxpbjBCHX5O8Gr/s400/off_1283233081726balon-futbol-pg.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">
López había cumplido siempre. Había ganado y perdido, cosa por cierto evidente.
Pero jamás había abandonado su puesto. Jamás había sacado el cuerpo por
cobardía. Jamás había temido hacer un sacrificio.<br />
<a href="https://www.blogger.com/null" name="more"></a>Era un back enérgico y silencioso, lector de buenos libros. No
le molestaba jugar de último hombre. Ni que la pelota estuviese, en sus pies,
eternamente de paso. Hacía el quite, buscaba con la mirada a los vociferantes
mediocampistas, y se la sacaba de encima con algo de premura y una cierta
mácula de torpeza. No se sentía menos por ello. Sabía que, sin su presencia
allí, en el fondo, el equipo podía venirse en picada, por más que los
delanteros se florearan con toques y gambetas. ¿No había sido una catástrofe,
acaso, aquella segunda rueda el otro año, cuando él había estado parado por la
operación de meniscos? Al técnico casi lo internan del disgusto: los contrarios
se hicieron festines memorables. La defensa, sin él, era un colador endemoniado,
un puente cándido por el que podía pasar hasta una anciana en muletas y llegar
cara a cara con el arquero. De modo que, aunque a veces le produjera cierto
hastío el desdén de los volantes, la cómoda pereza de los delanteros, la
pegajosa y algo inútil admiración de los laterales, López era un hombre en paz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">La
noche definitiva era una de esas noches en las que llueven lluvias mansas,
parsimoniosas, leves y frías. Irían, cuanto mucho, veinte minutos del segundo
tiempo. Cero a cero, trabado en el medio, cosa natural en dos equipos jugados
al empate en el afán de sacarle el cuello a la guillotina del descenso. López
hacía lo suyo. Trababa. Ordenaba. Sometía al árbitro al consabido rosario de
jeringueos y reproches.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">La
hecatombe no se anunció a través se señales contundentes. Simplemente se inició
cuando López salió a cortar una pelota dividida con el siete contrario, un
jovencito rápido y atrevido, que siempre amagaba por adentro y salía por
afuera. López no se inquietó, aunque su rival llegó a bajar la pelota un
segundo antes que él cortara. Lo dejó en cambio detenerse en seco, hamacarse,
sobrarlo. Y cuando el otro por fin disparó por afuera, López se lanzó a la
pileta húmeda del lateral con la certeza de que sus 95 kilos serían suficientes
para trabar el balón y proyectar al jovencito hacia los carteles del costado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Cuando
se incorporó, la pelota descansaba junto a su botín izquierdo. El otro yacía,
aturdido, en un charco cercano al banderín del córner. Había cumplido según el
manual del perfecto zaguero, y algunos aplausos regados desde la grada
semidesierta le entibiaron el alma. Faltaba únicamente buscar con la mirada al
tres o a algún volante, para que abrieran el juego. Pero entonces pasó lo que
nunca había pasado antes. López bajó de nuevo los ojos. Vio sus pies
embarrados, su rodilla raspada, sus medias bajas, y la pelota brillante,
reluciente. Los gritos desde el medio le llegaron de inmediato, pero López
decidió que debía esperar a que algo terminase de tomar forma dentro suyo. Tal
vez el nueve contrario advirtió sus vacilaciones, porque se le vino al humo con
la lengua afuera para atorarlo en su torpeza. López llegó a oír que el técnico
le gritaba que la colgara, que la colgara, pero en lugar de obedecer no pudo
evitar bajar de nuevo la cabeza y volver a verla, como nunca hasta entonces,
hasta enamorarse de ella hasta el último rincón de su alma. Entrecerró los
ojos. Inspiró profundamente. Oyó con una nitidez absoluta el galope tendido del
delantero, notó su respiración agitada, le vio la codicia ególatra que siempre
llevan en el rostro los delanteros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Nunca
supe lo que López sintió en ese momento. Yo supongo que fue una súbita
intuición de la negritud insoslayable de la muerte. De hecho, cuando el
contrario se le tiró a los pies, López hamacó sus 95 kilos, balanceó su cadera
inexperta, y dejó que el botín acariciara levísimamente la pelota. A los
treinta y tres años Juan López acababa de tirar un caño en el borde del área.
El técnico escupió el pucho y le gritó que la largase. López lo contempló sin
prisa y sin cariño. Cuando adelantó el balón y se lanzó tras él al trote, lo
había olvidado para siempre. Llegó hasta el mediocampo sin que le salieran al
cruce. El único estorbo eran los gritos de los suyos, que sin comprender el
milagro se la pedían como si tal cosa, como si él no fuese capaz de avanzar con
la cabeza en alto, con el gesto sereno, con una libertad indómita que le nacía
en el vientre y lo invitaba a seguir yendo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">El
técnico, fuera ya de sus cabales, lo insultaba en escalas polícromas y lo
conminaba a largarla y a volverse. El iluso no sabía que López corría
irrevocable a su destino, o al menos a uno de todos los destinos que habitan la
vida de un hombre. Cuando al fin le salió el volante central López le amagó por
dentro y se le escabulló por el callejón del diez. Pero en su apuro inexperto la
tiró algo larga, de modo que el ocho de ellos se le vino al humo, seguro de
llegar primero. Para entonces el técnico acababa de cruzar el umbral del
desconsuelo. López había pasado a dos contrarios, pero había metido tal
desbarajuste en los relevos que nadie sabía donde cuernos pararse. No estaban
listos para eso. López nunca había subido. Retacón como era, no servía para ir
a buscar los centros. De modo que el otro central trataba de acomodar a los dos
laterales, en la seguridad de que el contraataque era inminente y los iba a
agarrar papando moscas; mientras los volantes chillaban pidiendo una pelota ya
definitivamente perdida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Pese
a todo, y cuando el marcador se lanzaba con los botines de punta, López
adelantó la diestra con la presteza de un delantero consumado y empujó con lo
justo el balón un metro escaso. Sintió el dolor inconfundible de un tobillo
aplastado bajo los tapones del rival, pero ni siquiera sopesó la posibilidad de
detenerse. Ahora corría cerca de la raya, y de vez en cuando la alejaba de la
línea con sutiles toques de una zurda que hasta entonces le había servido sólo
para apretar el embrague. Eufórico, seguro de sí, estiró el brazo derecho,
señalando la extensa pampa abierta a las espaldas del marcador de punta.
«Carucha» Pontón, el win izquierdo, le entendió la seña y salió disparado.
López, sin mirarlo, le puso una pelota inaudita con la cara externa del pie
derecho, para que la bola pasase por fuera del marcador e hiciese la comba
volviendo hacia la cancha, justo a tiempo para que Carucha la cazara, al vuelo,
y picara hasta el fondo bien habilitado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Por
primera vez en su vida, López encorvó el cuerpo y se lanzó en velocidad hacia
el área. Uno de los centrales le hizo el honor de pretender sacarlo con el
cuerpo. Pero López no era uno de esos contrahechos que suelen jugar de nueve
para no transpirar ni despeinarse. Se lo sacó de encima con un par de forcejeos
del brazo izquierdo. Mientras seguía lanzado en su carrera entendió que había
elegido bien a quién lanzar el pelotazo: Carucha, Dios lo bendiga, estaba
llegando al banderín y sacudiendo la cabeza buscándolo a él, a López, al seis,
al último hombre de toda la vida, para que la mandara guardar de una buena vez
por todas. No buscaba a esos amargos pseudo infalibles de corazón tibio que se
consideran elegidos para el terso destino de la delantera. No, nada de eso. Lo
buscaba a él, a López, al burro de carga, al percherón del lechero, para que
tentara el destino de convertir un gol de hazaña.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Deslumbrado,
como un recién nacido, López cruzó como una exhalación la medialuna del área.
Dio dos pasos y se elevó en el aire. Sintió las gotas de lluvia en el rostro.
Sintió la luz de los flashes. Sintió la bocina de un tren que pasaba por detrás
de la popular visitante. Y sintió la caricia abrupta del balón impactándole en
la frente, abandonándolo rumbo al arco, dejándole una mancha de barro sobre la
ceja, cerrándole para siempre la puerta al miedo y al olvido. Termino mi relato
aquí, temiendo que algún lector futbolero se sienta defraudado al desconocer el
destino final del cabezazo. No voy a rematar la historia apuntando si el balón
se colgó de un ángulo, o si salió ocho metros por encima del travesaño. Si me
explayo en esa materia estaré distrayendo la atención hacia un detalle
intrascendente. Lo inolvidable, lo sagrado para mí, que estuve presente en la
noche final en que López decidió cortar la soga, es su imagen al volver desde
el área contraria. Sereno. Feliz. Altivo. La camiseta fuera del pantalón. Las
medias bajas. El barro en las pantorrillas. Y una mirada absorta, emocionada,
enternecida en la intuición de su libertad recién alumbrada. Una mirada sin
destino fijo, apoyada en todo caso en un punto cualquiera del horizonte; de
esas que los hombres sólo usan para mirarse a sí mismos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<br /><br />
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-58498524702230640302019-08-08T15:38:00.000-07:002019-08-08T15:38:07.740-07:00El hombre. Juan Rulfo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjr5RIqPwSZrbzb0fY5VRfw_AVCqX6B90R72I78Q1J3CDKslNKNfB9VvhHI18crQdoz_A7hZrCC7ulThOhpIlXZEGeu6Pvie01Tc6RA8wFQuYvLo7AgWo866SeJFl135u8TvX97FbB62UGO/s1600/Pedro-Paramo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="322" height="298" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjr5RIqPwSZrbzb0fY5VRfw_AVCqX6B90R72I78Q1J3CDKslNKNfB9VvhHI18crQdoz_A7hZrCC7ulThOhpIlXZEGeu6Pvie01Tc6RA8wFQuYvLo7AgWo866SeJFl135u8TvX97FbB62UGO/s320/Pedro-Paramo.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 12.0pt; mso-margin-top-alt: auto; text-align: center;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18.0pt; margin-bottom: 12.0pt; margin-left: 21.6pt; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> <span style="font-variant: small-caps;">Los pies del</span> hombre se hundieron en
la arena dejando una huella sin forma, como si fuera la pezuña de algún animal.
Treparon sobre las piedras, engarruñándose al sentir la inclinación de la
subida; luego caminaron hacia arriba, buscando el horizonte.<br />
“Pies planos —dijo el que lo
seguía—. Y un dedo de menos. Le falta el dedo gordo en el pie izquierdo. No
abundan fulanos con estas señas. Así que será fácil.”<br />
La vereda subía, entre yerbas,
llena de espinas y de malas mujeres. Parecía un camino de hormigas de tan
angosta. Subía sin rodeos hacia el cielo. Se perdía allí y luego volvía a
aparecer más lejos, bajo un cielo más lejano.<br />
Los pies siguieron la vereda,
sin desviarse. El hombre caminó apoyándose en los callos de sus talones,
raspando las piedras con las uñas de sus pies, rasguñándose los brazos,
deteniéndose en cada horizonte para medir su fin: <i>“No el mío sino el de
él”</i>, dijo. Y volvió la cabeza para ver quién había hablado.<br />
Ni una gota de aire, sólo el
eco de su ruido entre las ramas rotas. Desvanecido a fuerza de ir a tientas,
calculando sus pasos, aguantando hasta la respiración: <i>“Voy a lo que
voy”</i>, volvió a decir. Y supo que era él el que hablaba.<br />
“Subió por aquí, rastrillando
el monte —dijo el que lo perseguía—. Cortó las ramas con un machete. Se conoce
que lo arrastraba el ansia. Y el ansia deja huellas siempre. Eso lo perderá.”<br />
Comenzó a perder el ánimo cuando
las horas se alargaron y detrás de un horizonte estaba otro y el cerro por
donde subía no terminaba. Sacó el machete y cortó las ramas duras como raíces y
tronchó la yerba desde la raíz. Mascó un gargajo mugroso y lo arrojó a la
tierra con coraje. Se chupó los dientes y volvió a escupir. E1 cielo estaba
tranquilo allá arriba, quieto, trasluciendo sus nubes entre la silueta de los
palos guajes, sin hojas. No era tiempo de hojas. Era ese tiempo seco y roñoso
de espinas y de espigas secas y silvestres. Golpeaba con ansia los matojos con
el machete: <i>“Se amellará con este trabajito, más te vale dejar en paz
las cosas”</i>.<br />
Oyó allá atrás su propia voz.<br />
“Lo señaló su propio coraje
—dijo el perseguidor—. Él ha dicho quién es, ahora sólo falta saber dónde está.
Terminaré de subir por donde subió, después bajaré por donde bajó, rastreándolo
hasta cansarlo. Y donde yo me detenga, allí estará. Se arrodillará y me pedirá
perdón. Y yo le dejaré ir un balazo en la nuca... Eso sucederá cuando yo te
encuentre.”<br />
Llegó al final. Sólo el puro
cielo, cenizo, medio quemado por la nublazón de la noche. La tierra se había
caído para el otro lado. Miró la casa enfrente de él, de la que salía el último
humo del rescoldo. Se enterró en la tierra blanda, recién removida. Tocó la
puerta sin querer, con el mango del machete. Un perro llegó y le lamió las
rodillas, otro más corrió a su alrededor moviendo la cola. Entonces empujó la
puerta sólo cerrada a la noche.<br />
E1 que lo perseguía dijo: “Hizo
un buen trabajo. Ni siquiera los despertó. Debió llegar a eso de la una, cuando
el sueño es más pesado; cuando comienzan los sueños; después del ‘Descansen en
paz’, cuando se suelta la vida en manos de la noche con el cansancio del cuerpo
raspa las cuerdas de la desconfianza y las rompe”.<br />
<i>“No debí matarlos a todos</i> —dijo
el hombre—. <i>”Al menos no a todos”.</i> Eso fue lo que dijo.<br />
La madrugada estaba gris, llena
de aire frío. Bajó hacia el otro lado, resbalándose por el zacatal. Soltó el
machete que llevaba todavía apretado en la mano cuando el frío le entumeció las
manos. Lo dejó allí. Lo vio brillar como un pedazo de culebra sin vida, entre
las espigas secas.<br />
El hombre bajó buscando el río,
abriendo una nueva brecha entre el monte.<br />
Muy abajo el río corre mullendo
sus aguas entre sabinos florecidos; meciendo su espesa corriente en silencio.
Camina y da vuelta sobre sí mismo. Va y viene como una serpentina enroscada
sobre la tierra verde. No hace ruido. Uno podría dormir allí, junto a él, y
alguien oiría la respiración de uno, pero no la del río. La hiedra baja desde
los altos sabinos y se hunde en el agua, junta sus manos y forma telarañas que
el río no deshace en ningún tiempo.<br />
El hombre encontró la línea del
río por el color amarillo de los sabinos. No lo oía. Sólo lo veía retorcerse
bajo las sombras. Vio venir las chachalacas. La tarde anterior se habían ido
siguiendo, el sol, volando en parvadas detrás de la luz. Ahora el sol estaba
por salir y ellas regresaban de nuevo.<br />
Se persignó hasta tres veces.
“Discúlpenme”, les dijo. Y comenzó su tarea. Cuando llegó al tercero, le salían
chorretes de lágrimas. O tal vez era sudor. Cuesta trabajo matar. El cuero es
correoso. Se defiende aunque se haga a la resignación y el machete estaba mellado:
“Ustedes me han de perdonar”, volvió a decirles.<br />
“Se sentó en la arena de la
playa —eso dijo el que lo perseguía—. Se sentó aquí y no se movió por un largo
rato. Esperó a que despejaran las nubes. Pero el sol no salió ese día, ni al
siguiente. Me acuerdo. Fue el domingo aquel en que se me murió el recién nacido
y fuimos a enterrarlo. No teníamos tristeza, sólo tengo memoria de que el cielo
estaba gris y de que las flores que llevamos estaban desteñidas y marchitas
como si sintieran la falta del sol.”<br />
“E1 hombre ese se quedó aquí,
esperando. Allí estaban sus huellas: el nido que hizo junto a los matorrales;
el calor de su cuerpo abriendo un pozo en la tierra húmeda.”<br />
<i>“No debí haberme salido de
la vereda</i> —pensó el hombre. <i>Por allá hubiera llegado. Pero es
peligroso caminar por donde todos caminan, sobre todo llevando este peso que yo
llevo. Este peso se ha de ver por cualquier ojo que me mire; se ha de ver como
si fuera una hinchazón rara. Yo así lo siento. Cuando sentí que me había
cortado un dedo, la gente lo vio y yo no, hasta después. Así ahora, aunque no
quiera, tengo que tener alguna señal. Así lo siento, por el peso, o tal vez el
esfuerzo me cansó”.</i> Luego añadió: <i>“No debí matarlos a todos;
me hubiera conformado con el que tenía que matar; pero estaba oscuro y los
bultos eran iguales... Después de todo, así de a muchos les costará menos el
entierro.”</i><br />
“Te cansarás primero que yo.
Llegaré a donde quieres llegar antes que tú estés allí —dijo el que iba detrás
de él—. Me sé de memoria tus intenciones, quién eres y de dónde eres y adónde
vas. Llegaré antes que tú llegues.”<br />
<i>“Este no es el lugar</i> —dijo
el hombre al ver el río—.<i>“Lo cruzaré aquí y luego más allá y quizá salga a
la misma orilla. Tengo que estar al otro lado, donde no me conocen, donde nunca
he estado y nadie sabe de mí; luego caminaré derecho, hasta llegar. De allí
nadie me sacará nunca”.</i><br />
Pasaron más parvadas de
chachalacas, graznando con gritos que ensordecían.<br />
<i>“Caminaré más abajo. Aquí el
se hace un enredijo y puede devolverme a donde no quiero regresar.”</i><br />
“Nadie te hará daño nunca,
hijo. Estoy aquí para protegerte. Por eso nací antes que tú y mis huesos se
endurecieron antes que los tuyos”.<br />
Oía su voz, su propia voz,
saliendo despacio de su boca. La sentía sonar como una cosa falsa y sin
sentido.<br />
¿Por qué habría dicho aquello?
Ahora su hijo se estaría burlando de él. O tal vez no. “Tal vez esté lleno de
rencor conmigo por haberlo dejado solo en nuestra última hora”. Porque era
también la mía; era únicamente la mía. É1 vino por mí. No los buscaba a
ustedes, simplemente era yo el final de su viaje, la cara que él soñaba ver
muerta, restregada contra el lodo, pateada y pisoteada hasta la desfiguración.
Igual que lo que yo hice con su hermano; pero lo hice cara a cara, José
Alcancía, frente a él y frente a ti y tú nomás llorabas y temblabas de miedo.
Desde entonces supe quién eras y cómo vendrías a buscarme. Te esperé un mes,
despierto de día y de noche, sabiendo que llegarías a rastras, escondido como
una mala víbora. Y llegaste tarde. Y yo también llegué tarde. Llegué detrás de
ti. Me entretuvo el entierro del recién nacido. Ahora entiendo. Ahora entiendo
por qué se me marchitaron las flores en la mano.”<br />
<i>“No debí matarlos a todos</i> —iba
pensando el hombre—. <i>No valía la pena echarme ese tercio tan pesado en
mi espalda. Los muertos pesan más que los vivos; lo aplastan a uno. Debía de
haberlos tentaleado de uno por uno hasta dar con él; lo hubiera conocido por el
bigote; aunque estaba oscuro hubiera sabido dónde pegarle antes que se
levantara... Después de todo, así estuvo mejor. Nadie los llorará y yo viviré
en paz. La cosa es encontrar el paso para irme de aquí antes que me agarre la
noche.”</i><br />
El hombre entró a la angostura
del río por la tarde. E1 sol no había salido en todo el día, pero la luz se
había borneado, volteando las sombras; por eso supo que era después del
mediodía.<br />
“Estás atrapado —dijo el que
iba detrás de él y que ahora estaba sentado a la orilla del río—. Te has metido
en un atolladero. Primero haciendo tu fechoría y ahora yendo hacia los cajones,
hacia tu propio cajón. No tiene caso que te siga hasta allá. Tendrás que
regresar en cuanto te veas encañonado. Te esperaré aquí. Aprovecharé el tiempo
para medir la puntería, para saber dónde te voy a colocar la bala. Tengo
paciencia y tú no la tienes, así que ésa es mi ventaja. Tengo mi corazón que
resbala y da vueltas en su propia sangre, y el tuyo está desbaratado, revenido
y lleno de pudrición. Esa es también mi ventaja. Mañana estarás muerto, o tal
vez pasado mañana o dentro de ocho días. No importa el tiempo. Tengo
paciencia.”<br />
E1 hombre vio que el río se
encajonaba entre altas paredes y se detuvo. <i>“Tendré que regresar”</i>,
dijo.<br />
E1 río en estos lugares es
ancho y hondo y no tropieza con ninguna piedra. Se resbala en un cauce como de
aceite espeso y sucio. Y de vez en cuando se traga alguna rama en sus
remolinos, sorbiéndola sin que se oiga ningún quejido.<br />
“Hijo —dijo el que estaba
sentado esperando—: no tiene caso que te diga que el que te mató está muerto
desde ahora”. ¿Acaso yo ganaré algo con eso? La cosa es que yo no estuve
contigo. ¿De qué sirve explicar nada? No estaba contigo. Eso es todo. Ni con
ella. Ni con él. “No estaba con nadie; porque el recién nacido no me dejó
ninguna señal de recuerdo.”<br />
El hombre recorrió un largo
tramo río arriba.<br />
En la cabeza le rebotaban
burbujas de sangre. <i>“Creí que el primero iba a despertar a los demás
con su estertor, por eso me di prisa.”</i> “Discúlpenme la apuración”, les
dijo. Y después sintió que el gorgoreo aquel era igual al ronquido de la gente
dormida; por eso se puso tan en calma cuando salió a la noche de afuera, al
frío de aquella noche nublada.<br />
<br />
<br />
Parecía venir huyendo. Traía
una porción de lodo en las zancas, que ya ni se sabía cuál era el color de sus
pantalones.<br />
Lo vi desde que se zambulló en
el río. Apechugó el cuerpo y luego se dejó ir corriente abajo, sin manotear,
como si caminara pisando el fondo. Después rebasó la orilla y puso sus trapos a
secar. Lo vi que temblaba de frío. Hacía aire y estaba nublado.<br />
Me estuve asomando desde el
boquete de la cerca donde me tenía el patrón al encargo de sus borregos. Volvía
y miraba a aquel hombre sin que él se maliciara que alguien lo estaba espiando.<br />
Se apalancó en sus brazos y se
estuvo estirando y aflojando su humanidad, dejando orear el cuerpo para que se
secara. Luego se enjaretó la camisa y los pantalones agujerados. vi que no
traía machete ni ningún arma. Sólo la pura funda que le colgaba de la cintura,
huérfana.<br />
Miró y remiró para todos lados
y se fue. Y ya iba yo a enderezarme para arriar mis borregos, cuando lo volví a
ver con la misma traza de desorientado.<br />
Se metió otra vez al río, en el
brazo de en medio, de regreso.<br />
“¿Qué traerá este hombre?”, me
pregunté.<br />
Y nada. Se echó de vuelta al
río y la corriente se soltó zangoloteándolo como un reguilete, y hasta por poco
y se ahoga. Dio muchos manotazos y por fin no pudo pasar y salió allá a bajo,
echando buches de agua hasta desentriparse.<br />
Volvió a hacer la operación de
secarse en pelota y luego arrendó río arriba por el rumbo de donde había
venido.<br />
Que me lo dieran ahorita. De
saber lo que había hecho lo hubiera apachurrado a pedradas y ni siquiera me
entraría el remordimiento.<br />
Ya lo decía yo que era un
juilón. Con sólo verle la cara. Pero no soy adivino, señor licenciado. Sólo soy
un cuidador de borregos y hasta sí usted quiere algo miedoso cuando da la
ocasión. Aunque, como usted dice, lo pude muy bien agarrar desprevenido y una
pedrada bien dada en la cabeza lo hubiera dejado allí bien tieso. Usted ni
quien se lo quite que tiene la razón.<br />
Eso que me cuenta de todas las
muertes que debía y que acababa de efectuar, no me lo perdono. Me gusta matar
matones, créame usted. No es la costumbre; pero se ha de sentir sabroso
ayudarle a Dios a acabar con esos hijos del mal.<br />
La cosa es que no todo quedó
allí. Lo vi venir de nueva cuenta al día siguiente. Pero yo todavía no sabía
nada. ¡De haberlo sabido!<br />
Lo vi venir más flaco que el
día antes con los huesos afuerita del pellejo, con la camisa rasgada. No creí
que fuera él, así estaba de desconocido.<br />
Lo conocí por el arrastre de
sus ojos: medio duros, como que lastimaban. Lo vi beber agua y luego hacer
buches como quien está enjuagándose la boca; pero lo que pasaba era que se
había tragado un buen puño de ajolotes, porque el charco donde se puso a sorber
era bajito y estaba plagado de ajolotes. Debía de tener hambre.<br />
Le vi los ojos, que eran dos
agujeros oscuros como de cueva.<br />
Se me arrimó y me dijo: “¿Son
tuyas esas borregas?” Y yo le dije que no. “Son de quien las parió”, eso le
dije.<br />
No le hizo gracia la cosa. Ni
siquiera peló el diente. Se pegó a la más hobachona de mis borregas y con sus
manos como tenazas le agarró las patas y le sorbió el pezón. Hasta acá se oían
los balidos del animal; pero él no la soltaba, seguía chupe y chupe hasta que
se hastió de mamar. Con decirle que tuve que echarle creolina en las ubres para
que se le desinflamaran y no se le fueran a infestar los mordiscos que el
hombre les había dado.<br />
¿Dice usted que mató a toditita
la familia de los Urquidi? De haberlo sabido lo atajo a puros leñazos.<br />
Pero uno es ignorante. Uno vive
remontado en el cerro, sin más trato que los borregos, y los borregos no saben
de chismes.<br />
Y al otro día se volvió a
aparecer. Al llegar yo, llegó él. Y hasta entramos en amistad.<br />
Me contó que no era de por
aquí, que era de un lugar muy lejos; pero que no podía andar ya porque le
fallaban las piernas: “Camino y camino y ando nada. Se me doblan las piernas de
la debilidad. Y mi tierra está lejos, más allá de aquellos cerros.” Me contó
que se había pasado dos días sin comer más que puros yerbajos. Eso me dijo.
¿Dice usted que ni piedad le entró cuando mató a los familiares de los Urquidi?
De haberlo sabido se habría quedado en juicio y con la boca abierta mientras estaba
bebiéndose la leche de mis borregas.<br />
Pero no parecía malo. Me
contaba de su mujer y de sus chamacos.<br />
Y de lo lejos que estaban de
él. Se sorbía los mocos al acordarse de ellos.<br />
Y estaba reflaco, como
trasijado. Todavía ayer se comió un pedazo de animal que se había muerto del
relámpago. Parte amaneció comida de seguro por las hormigas arrieras y la parte
que quedó él la tatemó en las brasas que yo prendía para calentarme las
tortillas y le dio fin. Ruñó los huesos hasta dejarlos pelones.<br />
“El animalito murió de
enfermedad”, le dije yo.<br />
Pero como si ni me oyera. Se lo
tragó enterito. Tenía hambre.<br />
Pero dice usted que acabó con
la vida de esa gente. De haberlo sabido. Lo que es ser ignorante y confiado. Yo
no soy más que borreguero y de ahí en más no se nada. ¡Con decirles que se
comía mis mismas tortillas y que las embarraba en mi mismo plato!<br />
¿De modo que ahora que vengo a
decirle lo que sé, yo salgo encubridor? Pos ahora sí. ¿Y dice usted que me va a
meter a la cárcel por esconder a ese individuo? Ni que yo fuera el que mató a
la familia esa. Yo sólo vengo a decirle que allí en un charco del río está un
difunto. Y usted me alega que desde cuándo y cómo es y de qué modo es ese
difunto. Y ahora que yo se lo digo, salgo encubridor. Pos ahora sí.<br />
Créame usted, señor licenciado,
que de haber sabido quién era aquel hombre no me hubiera faltado el modo de
hacerlo perdidizo. ¿Pero yo qué sabía? Yo no soy adivino. Él sólo me pedía de
comer y me platicaba de sus muchachos, chorreando lágrimas.<br />
Y ahora se ha muerto. Yo creí
que había puesto a secar sus trapos entre las piedras del río; pero era él,
enterito, el que estaba allí boca abajo, con la cara metida en el agua. Primero
creí que se había doblado al empinarse sobre el río y no había podido ya
enderezar la cabeza y que luego se había puesto a resollar agua, hasta que le
vi la sangre coagulada que le salía por la boca y la nuca repleta de agujeros
como si lo hubieran taladrado.<br />
Yo no voy a averiguar eso. Sólo
vengo a decirle lo que pasó, sin quitar ni poner nada. Soy borreguero y no sé
de otras cosas.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-89484254311829867802019-07-01T17:51:00.004-07:002019-07-01T17:51:59.202-07:00El milagro secreto. Jorge Luis Borges<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhXApJxIaGFR1VQrCjqUSh-YO8eIur5qWavTOhRAIH3rcq-RLWZPskJMvQZDylL7YRez9iw58KblFH0MJCfJUlClrdDJmfoIcpUhjFAMB3O3v2Rp3adT7E7j2j4MD8g-5gvsVGRk06Ucee/s1600/milagro-secreto.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="367" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhXApJxIaGFR1VQrCjqUSh-YO8eIur5qWavTOhRAIH3rcq-RLWZPskJMvQZDylL7YRez9iw58KblFH0MJCfJUlClrdDJmfoIcpUhjFAMB3O3v2Rp3adT7E7j2j4MD8g-5gvsVGRk06Ucee/s320/milagro-secreto.jpg" width="260" /></a></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 14pt; margin: 3pt 0in 0.0001pt 3.4in; text-indent: 0in;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;"> Y Dios lo hizo morir durante cien años y luego lo animó y le dijo:<br /> —¿Cuánto tiempo has estado aquí?<br /> —Un día o parte de un día, respondió.<br /><br /> Alcorán, <span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;">ii</span>, 261.</span></div>
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br style="text-align: -webkit-center;" /></span></span><span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; text-indent: 0in;">La noche del</span><span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; text-indent: 0in;"> </span><span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; text-indent: 0in;">catorce de marzo de 1939, en un departamento de la Zeltnergasse de Praga, Jaromir Hladík, autor de la inconclusa tragedia</span><span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; text-indent: 0in;"> </span><i style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; text-indent: 0in;">Los enemigos, </i><span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; text-indent: 0in;">de una</span><span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; text-indent: 0in;"> </span><i style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; text-indent: 0in;">Vindicación de la eternidad y </i><span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; text-indent: 0in;">de un examen de las indirectas fuentes judías de Jakob Boehme, soñó con un largo ajedrez. No lo disputaban dos individuos sino dos familias ilustres; la partida había sido entablada hace muchos siglos; nadie era capaz de nombrar el olvidado premio, pero se murmuraba que era enorme y quizá infinito; las piezas y el tablero estaban en una torre secreta; Jaromir (en el sueño) era el primogénito de una de las familias hostiles; en los relojes resonaba la hora de la impostergable jugada; el soñador corría por las arenas de un desierto lluvioso y no lograba recordar las figuras ni las leyes del ajedrez. En ese punto, se despertó. Cesaron los estruendos de la lluvia y de los terribles relojes. Un ruido acompasado y unánime, cortado por algunas voces de mando, subía de la Zeltnergasse. Era el amanecer, las blindadas vanguardias del Tercer Reich entraban en Praga.</span><br />
<div align="left" class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 3pt 0in 0.0001pt 0.3in; text-indent: 0in;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="color: black; font-size: small;"> El diecinueve, las autoridades recibieron una denuncia; el mismo diecinueve, al atardecer, Jaromir Hladík fue arrestado. Lo condujeron a un cuartel aséptico y blanco, en la ribera opuesta del Moldau. No pudo levantar uno solo de los cargos de la Gestapo: su apellido materno era Jaroslavski, su sangre era judía, su estudio sobre Boehme era judaizante, su firma delataba el censo final de una protesta contra el Anschluss. En 1928, había traducido el <i>Sepher Yezirah </i>para la editorial Hermann Barsdorf; el efusivo catálogo de esa casa había exagerado comercialmente el renombre del traductor; ese catálogo fue hojeado por Julius Rothe, uno de los jefes en cuyas manos estaba la suerte de Hladík. No hay hombre que, fuera de su especialidad, no sea crédulo; dos o tres adjetivos en letra gótica bastaron para que Julius Rothe admitiera la preeminencia de Hladík y dispusiera que lo condenaran a muerte, <i>pour encourager les autres. </i>Se fijó el día veintinueve de marzo, a las nueve a.m. Esa demora (cuya importancia apreciará después el lector) se debía al deseo administrativo de obrar impersonal y pausadamente, como los vegetales y los planetas.<br /> El primer sentimiento de Hladík fue de mero terror. Pensó que no lo hubieran arredrado la horca, la decapitación o el degüello, pero que morir fusilado era intolerable. En vano se redijo que el acto puro y general de morir era lo temible, no las circunstancias concretas. No se cansaba de imaginar esas circunstancias: absurdamente procuraba agotar todas las variaciones. Anticipaba infinitamente el proceso, desde el insomne amanecer hasta la misteriosa descarga. Antes del día prefijado por Julius Rothe, murió centenares de muertes, en patios cuyas formas y cuyos ángulos fatigaban la geometría, ametrallado por soldados variables, en número cambiante, que a veces lo ultimaban desde lejos; otras, desde muy cerca. Afrontaba con verdadero temor (quizá con verdadero coraje) esas ejecuciones imaginarias; cada simulacro duraba unos pocos segundos; cerrado el círculo, Jaromir interminablemente volvía a las trémulas vísperas de su muerte. Luego reflexionó que la realidad no suele coincidir con las previsiones; con lógica perversa infirió que prever un detalle circunstancial es impedir que éste suceda. Fiel a esa débil magia, inventaba, <i>para que no sucedieran</i>, rasgos atroces; naturalmente, acabó por temer que esos rasgos fueran proféticos. Miserable en la noche, procuraba afirmarse de algún modo en la sustancia fugitiva del tiempo. Sabía que éste se precipitaba hacia el alba del día veintinueve; razonaba en voz alta: <i>Ahora estoy en la noche del veintidós; mientras dure esta noche (y seis noches más) soy invulnerable, inmortal. </i>Pensaba que las noches de sueño eran piletas hondas y oscuras en las que podía sumergirse. A veces anhelaba con impaciencia la definitiva descarga, que lo redimiría, mal o bien, de su vana tarea de imaginar. El veintiocho, cuando el último ocaso reverberaba en los altos barrotes, lo desvió de esas consideraciones abyectas la imagen de su drama <i>Los enemigos</i>.<br /> Hladík había rebasado los cuarenta años. Fuera de algunas amistades y de muchas costumbres, el problemático ejercicio de la literatura constituía su vida; como todo escritor, medía las virtudes de los otros por lo ejecutado por ellos y pedía que los otros lo midieran por lo que vislumbraba o planeaba. Todos los libros que había dado a la estampa le infundían un complejo arrepentimiento. En sus exámenes de la obra de Boehme, de Abnesra y de Flood, había intervenido esencialmente la mera aplicación; en su traducción del <i>Sepher Yezirah, </i>la negligencia, la fatiga y la conjetura. Juzgaba menos deficiente, tal vez, la <i>Vindicación de la eternidad</i>: el primer volumen historia las diversas eternidades que han ideado los hombres, desde el inmóvil Ser de Parménides hasta el pasado modificable de Hinton; el segundo niega (con Francis Bradley) que todos los hechos del universo integran una serie temporal. Arguye que no es infinita la cifra de las posibles experiencias del hombre y que basta una sola “repetición” para demostrar que el tiempo es una falacia... Desdichadamente, no son menos falaces los argumentos que demuestran esa falacia; Hladík solía recorrerlos con cierta desdeñosa perplejidad. También había redactado una serie de poemas expresionistas; éstos, para confusión del poeta, figuraron en una antología de 1924 y no hubo antología posterior que no los heredara. De todo ese pasado equívoco y lánguido quería redimirse Hladík con el drama en verso <i>Los enemigos.</i>(Hladík preconizaba el verso, porque impide que los espectadores olviden la irrealidad, que es condición del arte.)<br /> Este drama observaba las unidades de tiempo, de lugar y de acción; transcurría en Hradcany, en la biblioteca del barón de Roemerstadt, en una de las últimas tardes del siglo diecinueve. En la primera escena del primer acto, un desconocido visita a Roemerstadt. (Un reloj da las siete, una vehemencia de último sol exalta los cristales, el aire trae una arrebatada y reconocible música húngara.) A esta visita siguen otras; Roemerstadt no conoce las personas que lo importunan, pero tiene la incómoda impresión de haberlos visto ya, tal vez en un sueño. Todos exageradamente lo halagan, pero es notorio—primero para los espectadores del drama, luego para el mismo barón— que son enemigos secretos, conjurados para perderlo. Roemerstadt logra detener o burlar sus complejas intrigas; en el diálogo, aluden a su novia, Julia de Weidenau, y a un tal Jaroslav Kubin, que alguna vez la importunó con su amor. Éste, ahora, se ha enloquecido y cree ser Roemerstadt... Los peligros arrecian; Roemerstadt, al cabo del segundo acto, se ve en la obligación de matar a un conspirador. Empieza el tercer acto, el último. Crecen gradualmente las incoherencias: vuelven actores que parecían descartados ya de la trama; vuelve, por un instante, el hombre matado por Roemerstadt. Alguien hace notar que no ha atardecido: el reloj da las siete, en los altos cristales reverbera el sol occidental, el aire trae la arrebatada música húngara. Aparece el primer interlocutor y repite las palabras que pronunció en la primera escena del primer acto. Roemerstadt le habla sin asombro; el espectador entiende que Roemerstadt es el miserable Jaroslav Kubin. El drama no ha ocurrido: es el delirio circular que interminablemente vive y revive Kubin.<br /> Nunca se había preguntado Hladík si esa tragicomedia de errores era baladí o admirable, rigurosa o casual. En el argumento que he bosquejado intuía la invención más apta para disimular sus defectos y para ejercitar sus felicidades, la posibilidad de rescatar (de manera simbólica) lo fundamental de su vida. Había terminado ya el primer acto y alguna escena del tercero; el carácter métrico de la obra le permitía examinarla continuamente, rectificando los hexámetros, sin el manuscrito a la vista. Pensó que aun le faltaban dos actos y que muy pronto iba a morir. Habló con Dios en la oscuridad. <em>Si </em><i>de algún modo existo, si no soy una de tus repeticiones y erratas, existo como autor de </i>Los enemigos. <i>Para llevar a término ese drama, que puede justificarme y justificarte, requiero un año más. Otórgame esos días, Tú de Quien son los siglos y el tiempo. </i>Era la última noche, la más atroz, pero diez minutos después el sueño lo anegó como un agua oscura.<br /> Hacia el alba, soñó que se había ocultado en una de las naves de la biblioteca del Clementinum. Un bibliotecario de gafas negras le preguntó: <em>¿Qué </em><i>busca? </i>Hladík le replicó: <i>Busco a Dios. </i>El bibliotecario le dijo: <i>Dios está en una de las letras de una de las páginas de uno de los cuatrocientos mil tomos del Clementinum. Mis padres y los padres de mis Padres han buscado esa letra; yo me he quedado ciego, buscándola. </i>Se quito las gafas y Hladík vio los ojos, que estaban muertos. Un lector entró a devolver un atlas. <i>Este atlas es inútil, </i>dijo, y se lo dio a Hladík. Éste lo abrió al azar. Vio un mapa de la India, vertiginoso. Bruscamente seguro, tocó una de las mínimas letras. Una voz ubicua le dijo: <i>El tiempo de tu labor ha sido otorgado. </i>Aquí Hladík se despertó.<br /> Recordó que los sueños de los hombres pertenecen a Dios y que Maimónides ha escrito que son divinas las palabras de un sueño, cuando son distintas y claras y no se puede ver quien las dijo. Se vistió; dos soldados entraron en la celda y le ordenaron que los siguiera.<br /> Del otro lado de la puerta, Hladík había previsto un laberinto de galerías, escaleras y pabellones. La realidad fue menos rica: bajaron a un traspatio por una sola escalera de fierro. Varios soldados—alguno de uniforme desabrochado—revisaban una motocicleta y la discutían. El sargento miró el reloj: eran las ocho y cuarenta y cuatro minutos. Había que esperar que dieran las nueve. Hladík, más insignificante que desdichado, se sentó en un montón de leña. Advirtió que los ojos de los soldados rehuían los suyos. Para aliviar la espera, el sargento le entregó un cigarrillo. Hladík no fumaba; lo aceptó por cortesía o por humildad. Al encenderlo, vio que le temblaban las manos. El día se nubló; los soldados hablaban en voz baja como si él ya estuviera muerto. Vanamente, procuró recordar a la mujer cuyo símbolo era Julia de Weidenau...<br /> El piquete se formó, se cuadró. Hladík, de pie contra la pared del cuartel, esperó la descarga. Alguien temió que la pared quedara maculada de sangre; entonces le ordenaron al reo que avanzara unos pasos. Hladík, absurdamente, recordó las vacilaciones preliminares de los fotógrafos. Una pesada gota de lluvia rozó una de las sienes de Hladík y rodó lentamente por su mejilla; el sargento vociferó la orden final.<br /> El universo físico se detuvo.<br /> Las armas convergían sobre Hladík, pero los hombres que iban a matarlo estaban inmóviles. El brazo del sargento eternizaba un ademán inconcluso. En una baldosa del patio una abeja proyectaba una sombra fija. El viento había cesado, como en un cuadro. Hladík ensayó un grito, una sílaba, la torsión de una mano. Comprendió que estaba paralizado. No le llegaba ni el más tenue rumor del impedido mundo. Pensó <i>estoy en el infierno, estoy muerto. </i>Pensó <i>estoy loco. </i>Pensó <i>el tiempo se ha detenido. </i>Luego reflexionó que en tal caso, también se hubiera detenido su pensamiento. Quiso ponerlo a prueba: repitió (sin mover los labios) la misteriosa cuarta égloga de Virgilio. Imaginó que los ya remotos soldados compartían su angustia: anheló comunicarse con ellos. Le asombró no sentir ninguna fatiga, ni siquiera el vértigo de su larga inmovilidad. Durmió, al cabo de un plazo indeterminado. Al despertar, el mundo seguía inmóvil y sordo. En su mejilla perduraba la gota de agua; en el patio, la sombra de la abeja; el humo del cigarrillo que había tirado no acababa nunca de dispersarse. Otro “día” pasó, antes que Hladík entendiera.<br /> Un año entero había solicitado de Dios para terminar su labor: un año le otorgaba su omnipotencia. Dios operaba para él un milagro secreto: lo mataría el plomo alemán, en la hora determinada, pero en su mente un año transcurría entre la orden y la ejecución de la orden. De la perplejidad pasó al estupor, del estupor a la resignación, de la resignación a la súbita gratitud.<br /> No disponía de otro documento que la memoria; el aprendizaje de cada hexámetro que agregaba le impuso un afortunado rigor que no sospechan quienes aventuran y olvidan párrafos interinos y vagos. No trabajó para la posteridad ni aun para Dios, de cuyas preferencias literarias poco sabía. Minucioso, inmóvil, secreto, urdió en el tiempo su alto laberinto invisible. Rehizo el tercer acto dos veces. Borró algún símbolo demasiado evidente: las repetidas campanadas, la música. Ninguna circunstancia lo importunaba. Omitió, abrevió, amplificó; en algún caso, optó por la versión primitiva. Llegó a querer el patio, el cuartel; uno de los rostros que lo enfrentaban modificó su concepción del carácter de Roemerstadt. Descubrió que las arduas cacofonías que alarmaron tanto a Flaubert son meras supersticiones visuales: debilidades y molestias de la palabra escrita, no de la palabra sonora... Dio término a su drama: no le faltaba ya resolver sino un solo epíteto. Lo encontró; la gota de agua resbaló en su mejilla. Inició un grito enloquecido, movió la cara, la cuádruple descarga lo derribó.<br /> Jaromir Hladík murió el veintinueve de marzo, a las nueve y dos minutos de la mañana.</span><br /><br /><br /><span style="color: black; font-size: x-small;"><i>1943</i></span></span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-70574249217704544952019-06-14T09:27:00.005-07:002019-06-14T09:29:05.118-07:00El matadero Esteban Echevarría<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjzQUAuKOWjf5BGYuvdOBiFUjgpGGynqpvJk7YaWiWaEMwJpyAoeyUI-wgm21BdsUS_vD8oWW39ql-_AV8GFASB5X3B4y-VLRbu9vp1CfCIGC9TAWT3IDPKNmlFjYvDkY5t7brD4N_1L2u/s1600/El-Pilar-Madrid-e1527769227756.jpg" imageanchor="1" style="background-color: #b6d7a8; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="567" data-original-width="850" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjzQUAuKOWjf5BGYuvdOBiFUjgpGGynqpvJk7YaWiWaEMwJpyAoeyUI-wgm21BdsUS_vD8oWW39ql-_AV8GFASB5X3B4y-VLRbu9vp1CfCIGC9TAWT3IDPKNmlFjYvDkY5t7brD4N_1L2u/s400/El-Pilar-Madrid-e1527769227756.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
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<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">A pesar de que la mía es historia, no la empezaré por el
arca de Noé y la genealogía de sus ascendientes como acostumbraban hacerlo los
antiguos historiadores españoles de América, que deben ser nuestros prototipos.
Tengo muchas razones para no seguir ese ejemplo, las que callo por no ser
difuso. Diré solamente que los sucesos de mi narración, pasaban por los años de
Cristo del 183… Estábamos, a más, en cuaresma, época en que escasea la carne en
Buenos Aires, porque la Iglesia, adoptando el precepto de Epicteto, <i>sustine,
abstine</i>(sufre, abstente), ordena vigilia y abstinencia a los estómagos de
los fieles, a causa de que la carne es pecaminosa, y, como dice el proverbio,
busca a la carne. Y como la Iglesia tiene<i>ab initio</i>y por delegación
directa de Dios, el imperio inmaterial sobre las conciencias y estómagos, que
en manera alguna pertenecen al individuo, nada más justo y racional que vede lo
malo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Los abastecedores, por otra parte, buenos federales, y por
lo mismo buenos católicos, sabiendo que el pueblo de Buenos Aires atesora una
docilidad singular para someterse a toda especie de mandamiento, sólo traen en
días cuaresmales al matadero, los novillos necesarios para el sustento de los
niños y de los enfermos dispensados de la abstinencia por la Bula y no con el
ánimo de que se harten algunos herejotes, que no faltan, dispuestos siempre a
violar las mandamientos carnificinos de la Iglesia, y a contaminar la sociedad
con el mal ejemplo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Sucedió, pues, en aquel tiempo, una lluvia muy copiosa. Los
caminos se anegaron; los pantanos se pusieron a nado y las calles de entrada y
salida a la ciudad rebosaban en acuoso barro. Una tremenda avenida se precipitó
de repente por el Riachuelo de Barracas, y extendió majestuosamente sus turbias
aguas hasta el pie de las barrancas del Alto. El Plata creciendo embravecido
empujó esas aguas que venían buscando su cauce y las hizo correr hinchadas por
sobre campos, terraplenes, arboledas, caseríos, y extenderse como un lago
inmenso por todas las bajas tierras. La ciudad circunvalada del Norte al Este
por una cintura de agua y barro, y al Sud por un piélago blanquecino en cuya
superficie flotaban a la ventura algunos barquichuelos y negreaban las
chimeneas y las copas de los árboles, echaba desde sus torres y barrancas
atónitas miradas al horizonte como implorando la misericordia del Altísimo.
Parecía el amago de un nuevo diluvio. Los beatos y beatas gimoteaban haciendo
novenarios y continuas plegarias. Los predicadores atronaban el templo y hacían
crujir el púlpito a puñetazos. Es el día del juicio, decían, el fin del mundo
está por venir. La cólera divina rebosando se derrama en inundación. ¡Ay de
vosotros, pecadores! ¡Ay de vosotros unitarios impíos que os mofáis de la
Iglesia, de los santos, y no escucháis con veneración la palabra de los ungidos
del Señor! ¡Ah de vosotros si no imploráis misericordia al pie de los altares!
Llegará la hora tremenda del vano crujir de dientes y de las frenéticas
imprecaciones. Vuestra impiedad, vuestras herejías, vuestras blasfemias,
vuestros crímenes horrendos, han traído sobre nuestra tierra las plagas del
Señor. La justicia del Dios de la Federación os declarará malditos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Las pobres mujeres salían sin aliento, anonadadas del
templo, echando, como era natural, la culpa de aquella calamidad a los
unitarios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Continuaba, sin embargo, lloviendo a cántaros, y la
inundación crecía acreditando el pronóstico de los predicadores. Las campanas
comenzaron a tocar rogativas por orden del muy católico Restaurador, quien
parece no las tenía todas consigo. Los libertinos, los incrédulos, es decir,
los unitarios, empezaron a amedrentarse al ver tanta cara compungida, oír tanta
batahola de imprecaciones. Se hablaba ya, como de cosa resuelta, de una
procesión en que debía ir toda la población descalza y a cráneo descubierto,
acompañando al Altísimo, llevado bajo palio por el obispo, hasta la barranca de
Balcarce, donde millares de voces conjurando al demonio unitario de la
inundación, debían implorar la misericordia divina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Feliz, o mejor, desgraciadamente, pues la cosa habría sido
de verse, no tuvo efecto la ceremonia, porque bajando el Plata, la inundación
se fue poco a poco escurriendo en su inmenso lecho sin necesidad de conjuras ni
plegarias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Lo que hace principalmente a mi historia es que por causa de
la inundación estuvo quince días el matadero de la Convalecencia sin ver una
sola cabeza vacuna, y que en uno o dos, todos los bueyes de quinteros y<i>aguateros</i>se
consumieron en el abasto de la ciudad. Los pobres niños y enfermos se alimentaban
con huevos y gallinas, y los gringos y herejotes bramaban por el<i>beefsteak</i>y
el asado. La abstinencia de carne era general en el pueblo, que nunca se hizo
más digno de la bendición de la Iglesia, y así fue que llovieron sobre él
millones y millones de indulgencias plenarias. Las gallinas se pusieron a seis
pesos y los huevos a cuatro reales y el pescado carísimo. No hubo en aquellos
días cuaresmales promiscuaciones ni excesos de gula; pero en cambio se fueron
derecho al cielo innumerables ánimas, y acontecieron cosas que parecen soñadas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">No quedó en el matadero ni un solo ratón vivo de muchos
millares que allí tenían albergue. Todos murieron o de hambre o ahogados en sus
cuevas por la incesante lluvia. Multitud de negras rebusconas de<i>achuras</i>,
como los caranchos de presa, se desbandaron por la ciudad como otras tantas
arpías prontas a devorar cuanto hallaran comible. Las gaviotas y los perros
inseparables rivales suyos en el matadero, emigraron en busca de alimento
animal. Porción de viejos achacosos cayeron en consunción por falta de
nutritivo caldo; pero lo más notable que sucedió fue el fallecimiento casi
repentino de unos cuantos gringos herejes que cometieron el desacato de darse
un hartazgo de chorizos de Extremadura, jamón y bacalao y se fueron al otro
mundo a pagar el pecado cometido por tan abominable promiscuación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Algunos médicos opinaron que si la carencia de carne
continuaba, medio pueblo caería en síncope por estar los estómagos
acostumbrados a su corroborante jugo; y era de notar el contraste entre estos
tristes pronósticos de la ciencia y los anatemas lanzados desde el púlpito por
los reverendos padres contra toda clase de nutrición animal y de promiscuación
en aquellos días destinados por la Iglesia al ayuno y 1a penitencia. Se originó
de aquí una especie de guerra intestina entre los estómagos y las conciencias,
atizada por el inexorable apetito y las no menos inexorables vociferaciones de
los ministros de la Iglesia, quienes, como es su deber, no transigen con vicio
alguno que tienda a relajar las costumbres católicas: a lo que se agregaba el
estado de flatulencia intestinal de los habitantes, producido por el pescado y
los porotos y otros alimentos algo indigestos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Esta guerra se manifestaba por sollozos y gritos
descompasados en la peroración de los sermones y por rumores y estruendos
subitáneos en las casas y calles de la ciudad o dondequiera concurrían gentes.
Alarmóse un tanto el gobierno, tan paternal como previsor, del Restaurador,
creyendo aquellos tumultos de origen revolucionario y atribuyéndolos a los
mismos salvajes unitarios, cuyas impiedades, según los predicadores federales,
habían traído sobre el país la inundación de la cólera divina; tomó activas
providencias, desparramó sus esbirros por la población, y por último, bien informado,
promulgó un decreto tranquilizador de las conciencias y de los estómagos,
encabezado por un considerando muy sabio y piadoso para que a todo trance y
arremetiendo por agua y todo, se trajese ganado a los corrales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">En efecto, el decimosexto día de la carestía, víspera del
día de Dolores, entró a nado por el paso de Burgos al matadero del Alto una
tropa de cincuenta novillos gordos; cosa poca por cierto para una población
acostumbrada a consumir diariamente de 250 a 300, y cuya tercera parte al menos
gozaría del fuero eclesiástico de alimentarse con carne. ¡Cosa extraña que haya
estómagos privilegiados y estómagos sujetos a leyes inviolables y que la
Iglesia tenga la llave de los estómagos!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Pero no es extraño, supuesto que el diablo con la carne
suele meterse en el cuerpo y que la Iglesia tiene el poder de conjurarlo: el
caso es reducir al hombre a una máquina cuyo móvil principal no sea su voluntad
sino la de la Iglesia y el gobierno. Quizá llegue el día en que sea prohibido
respirar aire libre, pasearse y hasta conversar con un amigo, sin permiso de
autoridad competente. Así era, poco más o menos, en los felices tiempos de
nuestros beatos abuelos que por desgracia vino a turbar la revolución de Mayo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Sea como fuere; a la noticia de la providencia gubernativa,
los corrales del Alto se llenaron, a pesar del barro, de carniceros,<i>achuradores</i>y
curiosos, quienes recibieron con grandes vociferaciones y palmoteos los
cincuenta novillos destinados al matadero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Chica, pero gorda —exclamaban—. ¡Viva la Federación! ¡Viva
el Restaurador!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Porque han de saber los lectores que en aquel tiempo la
Federación estaba en todas partes, hasta entre las inmundicias del matadero, y
no había fiesta sin Restaurador como no hay sermón sin San Agustín. Cuentan que
al oír tan desaforados gritos las últimas ratas que agonizaban de hambre en sus
cuevas, se reanimaron y echaron a correr desatentadas conociendo que volvían a
aquellos lugares la acostumbrada alegría y la algazara precursora de
abundancia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">El primer novillo que se mató fue todo entero de regalo al
Restaurador, hombre muy amigo del asado. Una comisión de carniceros marchó a
ofrecérselo a nombre de los federales del matadero, manifestándole<i>in voce</i>su
agradecimiento por la acertada providencia del gobierno, su adhesión ilimitada
al Restaurador y su odio entrañable a los salvajes unitarios, enemigos de Dios
y de los hombres. El Restaurador contestó a la arenga,<i>rinforzando</i>sobre
el mismo tema y concluyó la ceremonia con los correspondientes vivas y
vociferaciones de los espectadores y actores. Es de creer que el Restaurador
tuviese permiso especial de su Ilustrísima para no abstenerse de carne, porque
siendo tan buen observador de las leyes, tan buen católico y tan acérrimo
protector de la religión, no hubiera dado mal ejemplo aceptando semejante
regalo en día santo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Siguió la matanza y en un cuarto de hora cuarenta y nueve
novillos se hallaban tendidos en la playa del matadero, desollados unos, los
otros por desollar. El espectáculo que ofrecía entonces era animado y
pintoresco aunque reunía todo lo horriblemente feo, inmundo y deforme de una
pequeña clase proletaria peculiar del Río de la Plata. Pero para que el lector
pueda percibirlo a un golpe de ojo preciso es hacer un croquis de la localidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">El matadero de la Convalecencia o del Alto, sito en las
quintas al Sud de la ciudad, es una gran playa en forma rectangular colocada al
extremo de dos calles, una de las cuales allí se termina y la otra se prolonga
hacia el Este. Esta playa con declive al Sud, está cortada por un zanjón labrado
por la corriente de las aguas pluviales en cuyos bordes laterales se muestran
innumerables cuevas de ratones y cuyo cauce, recoge en tiempo de lluvia, toda
la sangraza seca o reciente del matadero. En la junción del ángulo recto hacia
el Oeste está lo que llaman la casilla, edificio bajo, de tres piezas de media
agua con corredor al frente que da a la calle y palenque para atar caballos, a
cuya espalda se notan varios corrales de palo a pique de ñandubay con sus
fornidas puertas para encerrar el ganado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Estos corrales son en tiempo de invierno un verdadero
lodazal en el cual los animales apeñuscados se hunden hasta el encuentro y
quedan como pegados y casi sin movimiento. En la casilla se hace la recaudación
del impuesto de corrales, se cobran las multas por violación de reglamentos y
se sienta el juez del matadero, personaje importante, caudillo de los
carniceros y que ejerce la suma del poder en aquella pequeña república por
delegación del Restaurador. Fácil es calcular qué clase de hombre se requiere para
el desempeño de semejante cargo. La casilla, por otra parte, es un edificio tan
ruin y pequeño que nadie lo notaría en los corrales a no estar asociado su
nombre al del terrible juez y a no resaltar sobre su blanca pintura los
siguientes letreros rojos: “Viva la Federación”, “Viva el Restaurador y la
heroína doña Encarnación Ezcurra”, “Mueran los salvajes unitarios”. Letreros
muy significativos, símbolo de la fe política y religiosa de la gente del
matadero. Pero algunos lectores no sabrán que la tal heroína es la difunta
esposa del Restaurador, patrona muy querida de los carniceros, quienes, ya
muerta, la veneraban como viva por sus virtudes cristianas y su federal
heroísmo en la revolución contra Balcarce. Es el caso que un aniversario de
aquella memorable hazaña de la mazorca, los carniceros festejaron con un
espléndido banquete en la casilla a la heroína, banquete al que concurrió con
su hija y otras señoras federales, y que allí en presencia de un gran concurso
ofreció a los señores carniceros en un solemne brindis, su federal patrocinio,
por cuyo motivo ellos la proclamaron entusiasmados patrona del matadero,
estampando su nombre en las paredes de la casilla donde se estará hasta que lo
borre la mano del tiempo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">La perspectiva del matadero a la distancia era grotesca,
llena de animación. Cuarenta y nueve reses estaban tendidas sobre sus cueros y
cerca de doscientas personas hollaban aquel suelo de lodo regado con la sangre
de sus arterias. En torno de cada res resaltaba un grupo de figuras humanas de
tez y raza distinta. La figura más prominente de cada grupo era el carnicero
con el cuchillo en mano, brazo y pecho desnudos, cabello largo y revuelto,
camisa y chiripá y rostro embadurnado de sangre. A sus espaldas se rebullían
caracoleando y siguiendo los movimientos, una comparsa de muchachos, de negras
y mulatas achuradoras, cuya fealdad trasuntaba las arpías de la fábula, y
entremezclados con ellas algunos enormes mastines, olfateaban, gruñían o se
daban de tarascones por la presa. Cuarenta y tantas carretas toldadas con
negruzco y pelado cuero se escalonaban irregularmente a lo largo de la playa y
algunos jinetes con el poncho calado y el lazo prendido al tiento cruzaban por
entre ellas al tranco o reclinados sobre el pescuezo de los caballos echaban ojo
indolente sobre uno de aquellos animados grupos, al paso que más arriba, en el
aire, un enjambre de gaviotas blanquiazules que habían vuelto de la emigración
al olor de carne, revoloteaban cubriendo con su disonante graznido todos lo
ruidos y voces del matadero y proyectando una sombra clara sobre aquel campo de
horrible carnicería. Esto se notaba al principio de la matanza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Pero a medida que adelantaba, la perspectiva variaba; los
grupos se deshacían, venían a formarse tomando diversas actitudes y se desparramaban
corriendo como si en el medio de ellos cayese alguna bala perdida o asomase la
quijada de algún encolerizado mastín. Esto era, que ínter el carnicero en un
grupo descuartizaba a golpe de hacha, colgaba en otro los cuartos en los
ganchos a su carreta, despellejaba en éste, sacaba el sebo en aquél, de entre
la chusma que ojeaba y aguardaba la presa de achura salía de cuando en cuando
una mugrienta mano a dar un tarazón con el cuchillo al sebo o a los cuartos de
la res, lo que originaba gritos y explosión de cólera del carnicero y el
continuo hervidero de los grupos, dichos y gritería descompasada de los
muchachos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Ahí se mete el sebo en las tetas, la tía —gritaba uno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Aquél lo escondió en el alzapón —replicaba la negra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Che, negra bruja, salí de aquí antes de que te pegue un
tajo —exclamaba el carnicero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¿Qué le hago, ño Juan? ¡No sea malo! Yo no quiero sino la
panza y las tripas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Son para esa bruja: a la m…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¡A la bruja! ¡A la bruja! —repitieron los muchachos—: ¡Se
lleva la riñonada y el tongorí! — Y cayeron sobre su cabeza sendos cuajos de
sangre y tremendas pelotas de barro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Hacia otra parte, entretanto, dos africanas llevaban
arrastrando las entrañas de un animal; allá una mulata se alejaba con un ovillo
de tripas y resbalando de repente sobre un charco de sangre, caía a plomo,
cubriendo con su cuerpo la codiciada presa. Acullá se veían acurrucadas en
hilera cuatrocientas negras destejiendo sobre las faldas el ovillo y arrancando
uno a uno los sebitos que el avaro cuchillo del carnicero había dejado en la
tripa como rezagados, al paso que otras vaciaban panzas y vejigas y las
henchían de aire de sus pulmones para depositar en ellas, luego de secas, la
achura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Varios muchachos gambeteando a pie y a caballo se daban de
vejigazos o se tiraban bolas de carne, desparramando con ellas y su algazara la
nube de gaviotas que columpiándose en el aire celebraban chillando la matanza.
Oíanse a menudo a pesar del veto del Restaurador y de la santidad del día,
palabras inmundas y obscenas, vociferaciones preñadas de todo el cinismo
bestial que caracteriza a la chusma de nuestros mataderos, con las cuales no
quiero regalar a los lectores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">De repente caía un bofe sangriento sobre la cabeza de
alguno, que de allí pasaba a la de otro, hasta que algún deforme mastín lo
hacía buena presa, y una cuadrilla de otros, por si estrujo o no estrujo,
armaba una tremenda de gruñidos y mordiscones. Alguna tía vieja salía furiosa
en persecución de un muchacho que le había embadurnado el rostro con sangre, y
acudiendo a sus gritos y puteadas los compañeros del rapaz, la rodeaban y
azuzaban como los perros al toro y llovían sobre ella zoquetes de carne, bolas
de estiércol, con groseras carcajadas y gritos frecuentes, hasta que el juez
mandaba restablecer el orden y despejar el campo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Por un lado dos muchachos se adiestraban en el manejo del
cuchillo tirándose horrendos tajos y reveses; por otro cuatro ya adolescentes
ventilaban a cuchilladas el derecho a una tripa gorda y un mondongo que habían
robado a un carnicero; y no de ellos distante, porción de perros flacos ya de
la forzosa abstinencia, empleaban el mismo medio para saber quién se llevaría
un hígado envuelto en barro. Simulacro en pequeño era éste del modo bárbaro con
que se ventilan en nuestro país las cuestiones y los derechos individuales y
sociales. En fin, la escena que se representaba en el matadero era para vista,
no para escrita.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Un animal había quedado en los corrales de corta y ancha
cerviz, de mirar fiero, sobre cuyos órganos genitales no estaban conformes los
pareceres porque tenía apariencias de toro y de novillo. Llególe su hora. Dos
enlazadores a caballo penetraron al corral en cuyo contorno hervía la chusma a
pie, a caballo y horquetada sobre sus ñudosos palos. Formaban en la puerta el
más grotesco y sobresaliente grupo varios pialadores y enlazadores de a pie con
el brazo desnudo y armado del certero lazo, la cabeza cubierta con un pañuelo
punzó y chaleco y chiripá colorado, teniendo a sus espaldas varios jinetes y
espectadores de ojo escrutador y anhelante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">El animal prendido ya al lazo por las astas, bramaba echando
espuma furibundo y no había demonio que lo hiciera salir del pegajoso barro
donde estaba como clavado y era imposible pialarlo. Gritánbanlo, lo azuzaban en
vano con las mantas y pañuelos los muchachos prendidos sobre las horquetas del
corral, y era de oír la disonante batahola de silbidos, palmadas y voces tiples
y roncas que se desprendía de aquella singular orquesta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Los dicharachos, las exclamaciones chistosas y obscenas
rodaban de boca en boca y cada cual hacía alarde espontáneamente de su ingenio
y de su agudeza excitado por el espectáculo o picado por el aguijón de alguna
lengua locuaz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Hi de p… en el toro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Al diablo los torunos del Azul.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Malhaya el tropero que nos da gato por liebre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Si es novillo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¿No está viendo que es toro viejo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Como toro le ha de quedar. ¡Muéstreme los c… si le parece,
c…o!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Ahí los tiene entre las piernas. ¿No los ve, amigo, más
grandes que la cabeza de su castaño; ¿o se ha quedado ciego en el camino?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Su madre sería la ciega, pues que tal hijo ha parido. ¿No
ve que todo ese bulto es barro?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Es emperrado y arisco como un unitario. —Y al oír esta
mágica palabra todos a una voz exclamaron—: ¡Mueran los salvajes unitarios!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Para el tuerto los h…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Sí, para el tuerto, que es hombre de c… para pelear con los
unitarios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—El matahambre a Matasiete, degollador de unitarios. ¡Viva
Matasiete!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¡A Matasiete el matahambre!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Allá va —gritó una voz ronca, interrumpiendo aquellos desahogos
de la cobardía feroz—. ¡Allá va el toro!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¡Alerta! ¡Guarda los de la puerta! ¡Allá va furioso como un
demonio!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Y en efecto, el animal acosado por los gritos y sobre todo
por dos picanas agudas que le espoleaban la cola, sintiendo flojo el lazo,
arremetió bufando a la puerta, lanzando a entre ambos lados una rojiza y
fosfórica mirada. Dióle el tirón el enlazador sentando su caballo, desprendió
el lazo del asta, crujió por el aire un áspero zumbido y al mismo tiempo se vio
rodar desde lo alto de una horqueta del corral, como si un golpe de hacha la
hubiese dividido a cercén, una cabeza de niño cuyo tronco permaneció inmóvil
sobre su caballo de palo, lanzando por cada arteria un largo chorro de sangre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Se cortó el lazo —gritaron unos—: ¡allá va el toro!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Pero otros deslumbrados y atónitos guardaron silencio porque
todo fue como un relámpago.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Desparramóse un tanto el grupo de la puerta. Una parte se
agolpó sobre la cabeza y el cadáver palpitante del muchacho degollado por el
lazo, manifestando horror en su atónito semblante, y la otra parte compuesta de
jinetes que no vieron la catástrofe se escurrió en distintas direcciones en pos
del toro, vociferando y gritando:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¡Allá va el toro! ¡Atajen! ¡Guarda!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¡Enlaza, Siete pelos!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¡Que te agarra, botija!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¡Va furioso; no se le pongan delante!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¡Ataja, ataja, morado!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¡Déle espuela al mancarrón!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¡Ya se metió en la calle sola!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¡Que lo ataje el diablo!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">El tropel y vocifería era infernal. Unas cuantas negras
achuradoras sentadas en hilera al borde del zanjón oyendo el tumulto se
acogieron y agazaparon entre las panzas y tripas que desenredaban y devanaban
con la paciencia de Penélope, lo que sin duda las salvó, porque el animal lanzó
al mirarlas un bufido aterrador, dio un brinco sesgado y siguió adelante perseguido
por los jinetes. Cuentan que una de ellas se fue de cámaras; otra rezó diez
salves en dos minutos, y dos prometieron a San Benito no volver jamás a
aquellos malditos corrales y abandonar el oficio de achuradoras. No se sabe si
cumplieron la promesa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">El toro entretanto tomó hacia la ciudad por una larga y
angosta calle que parte de la punta más aguda del rectángulo anteriormente
descripto, calle encerrada por una zanja y un cerco de tunas, que llaman<i>sola</i>por
no tener más de dos casas laterales y en cuyo apozado centro había un profundo
pantano que tomaba de zanja a zanja. Cierto inglés, de vuelta de su saladero
vadeaba este pantano a la sazón, paso a paso, en un caballo algo arisco, y sin
duda iba tan absorto en sus cálculos que no oyó el tropel de jinetes ni la
gritería sino cuando el toro arremetía al pantano. Azoróse de repente su
caballo dando un brinco al sesgo y echó a correr dejando al pobre hombre
hundido media vara en el fango. Este accidente, sin embargo, no detuvo ni
refrenó la carrera de los perseguidores del toro, antes al contrario, soltando
carcajadas sarcásticas:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Se amoló el gringo; levántate, gringo —exclamaron, y
cruzando el pantano amasando con barro bajo las patas de sus caballos, su
miserable cuerpo. Salió el gringo, como pudo, después a la orilla, más con la
apariencia de un demonio tostado por las llamas del infierno que un hombre
blanco pelirrubio. Más adelante al grito de ¡al toro, al toro! cuatro negras
achuradoras que se retiraban con su presa se zambulleron en la zanja llena de agua,
único refugio que les quedaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">El animal, entretanto, después de haber corrido unas veinte
cuadras en distintas direcciones azorando con su presencia a todo viviente, se
metió por la tranquera de una quinta donde halló su perdición. Aunque cansado,
manifestaba bríos y colérico ceño; pero rodeábalo una zanja profunda y un
tupido cerco de pitas, y no había escape. Juntáronse luego sus perseguidores
que se hallaban desbandados y resolvieron llevarlo en un señuelo de bueyes para
que expiase su atentado en el lugar mismo donde lo había cometido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Una hora después de su fuga el toro estaba otra vez en el
Matadero donde la poca chusma que había quedado no hablaba sino de sus
fechorías. La aventura del gringo en el pantano excitaba principalmente la risa
y el sarcasmo. Del niño degollado por el lazo no quedaba sino un charco de
sangre: su cadáver estaba en el cementerio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Enlazaron muy luego por las astas al animal que brincaba
haciendo hincapié y lanzando roncos bramidos. Echáronle, uno, dos, tres piales;
pero infructuosos: al cuarto quedó prendido en una pata: su brío y su furia
redoblaron; su lengua estirándose convulsiva arrojaba espuma, su nariz humo,
sus ojos miradas encendidas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¡Desjarreten ese animal! —exclamó una voz imperiosa.
Matasiete se tiró al punto del caballo, cortóle el garrón de una cuchillada y
gambeteando en torno de él con su enorme daga en mano, se la hundió al cabo
hasta el puño en la garganta mostrándola en seguida humeante y roja a los
espectadores. Brotó un torrente de la herida, exhaló algunos bramidos roncos,
vaciló y cayó el soberbio animal entre los gritos de la chusma que proclamaba a
Matasiete vencedor y le adjudicaba en premio el matambre. Matasiete extendió,
como orgulloso, por segunda vez el brazo y el cuchillo ensangrentado y se agachó
a desollarlo con otros compañeros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Faltaba que resolver la duda sobre los órganos genitales del
muerto, clasificado provisoriamente de toro por su indomable fiereza; pero
estaban todos tan fatigados de la larga tarea que la echaron por lo pronto en
olvido. Mas de repente una voz ruda exclamó: aquí están los huevos, sacando de
la barriga del animal y mostrándolos a los espectadores, dos enormes
testículos, signo inequívoco de su dignidad de toro. La risa y la charla fue
grande; todos los incidentes desgraciados pudieron fácilmente explicarse. Un
toro en el Matadero era cosa muy rara, y aún vedada. Aquél, según reglas de
buena policía debió arrojarse a los perros; pero había tanta escasez de carne y
tantos hambrientos en la población, que el señor Juez tuvo a bien hacer ojo
lerdo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">En dos por tres estuvo desollado, descuartizado y colgado en
la carreta el maldito toro. Matasiete colocó el matambre bajo el pellón de su
recado y se preparaba a partir. La matanza estaba concluida a las doce, y la
poca chusma que había presenciado hasta el fin, se retiraba en grupos de a pie
y de a caballo, o tirando a la cincha algunas carretas cargadas de carne.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Mas de repente la ronca voz de un carnicero gritó:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¡Allí viene un unitario! —y al oír tan significativa
palabra toda aquella chusma se detuvo como herida de una impresión subitánea.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¿No le ven la patilla en forma de U? No trae divisa en el
fraque ni luto en el sombrero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Perro unitario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Es un cajetilla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Monta en silla como los gringos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—La mazorca con él<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¡La tijera!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Es preciso sobarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Trae pistoleras por pintar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Todos estos cajetillas unitarios son pintores como el
diablo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¿A que no te le animás, Matasiete?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¿A qué no?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—A que sí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Matasiete era hombre de pocas palabras y de mucha acción.
Tratándose de violencia, de agilidad, de destreza en el hacha, el cuchillo o el
caballo, no hablaba y obraba. Lo habían picado: prendió la espuela a su caballo
y se lanzó a brida suelta al encuentro del unitario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Era éste un joven como de veinticinco años de gallarda y
bien apuesta persona que mientras salían en borbotón de aquellas desaforadas
bocas las anteriores exclamaciones trotaba hacia Barracas, muy ajeno de temer
peligro alguno. Notando empero, las significativas miradas de aquel grupo de
dogos de matadero, echa maquinalmente la diestra sobre las pistoleras de su
silla inglesa, cuando una pechada al sesgo del caballo de Matasiete lo arroja
de los lomos del suyo tendiéndolo a la distancia boca arriba y sin movimiento
alguno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¡Viva Matasiete! —exclamó toda aquella chusma cayendo en
tropel sobre la víctima como los caranchos rapaces sobre la osamenta de un buey
devorado por el tigre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Atolondrado todavía el joven, fue, lanzando una mirada de
fuego sobre aquellos hombres feroces, hacia su caballo que permanecía inmóvil
no muy distante a buscar en sus pistolas el desagravio y la venganza. Matasiete
dando un salto le salió al encuentro y con fornido brazo asiéndolo de la
corbata lo tendió en el suelo tirando al mismo tiempo la daga de la cintura y
llevándola a su garganta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Una tremenda carcajada y un nuevo viva estentóreo volvió a
vitorearlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">¡Qué nobleza de alma! ¡Qué bravura en los federales! siempre
en pandillas cayendo como buitres sobre la víctima inerte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Degüéllalo, Matasiete: quiso sacar las pistolas. Degüéllalo
como al toro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Pícaro unitario. Es preciso tusarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Tiene buen pescuezo para el violín.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Tocale el violín<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Mejor es la resbalosa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Probemos, dijo Matasiete y empezó sonriendo a pasar el filo
de su daga por la garganta del caído, mientras con la rodilla izquierda le comprimía
el pecho y con la siniestra mano le sujetaba por los cabellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—No, no lo degüellen, exclamó de lejos la voz imponente del
Juez del Matadero que se acercaba a caballo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—A la casilla con él, a la casilla. Preparen la mazorca y
las tijeras. ¡Mueran los salvajes unitarios! ¡Viva el Restaurador de las leyes!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¡Viva Matasiete!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">¡Mueran! ¡Vivan! repitieron en coro los espectadores y
atándolo codo con codo, entre moquetes y tirones, entre vociferaciones e
injurias, arrastraron al infeliz joven al banco del tormento como los sayones
al Cristo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">La sala de la casilla tenía en su centro una grande y
fornida mesa de la cual no salían los vasos de bebida y los naipes sino para
dar lugar a las ejecuciones y torturas de los sayones federales del Matadero.
Notábase además en un rincón otra mesa chica con recado de escribir y un
cuaderno de apuntes y porción de sillas entre las que resaltaba un sillón de
brazos destinado para el Juez. Un hombre, soldado en apariencia, sentado en una
de ellas cantaba al son de la guitarra la resbalosa, tonada de inmensa
popularidad entre los federales, cuando la chusma llegando en tropel al
corredor de la casilla lanzó a empellones al joven unitario hacia el centro de
la sala.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—A ti te toca la resbalosa —gritó uno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Encomienda tu alma al diablo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Está furioso como toro montaraz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Ya le amansará el palo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Es preciso sobarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Por ahora verga y tijera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Si no, la vela.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Mejor será la mazorca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Silencio y sentarse —exclamó el Juez dejándose caer sobre
su sillón. Todos obedecieron, mientras el joven de pie encarando al juez
exclamó con voz preñada de indignación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Infames sayones, ¿qué intentan hacer de mí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¡Calma! —dijo sonriendo el juez—; no hay que encolerizarse.
Ya lo verás.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">El joven, en efecto, estaba fuera de sí de cólera. Todo su cuerpo
parecía estar en convulsión. Su pálido y amoratado rostro, su voz, su labio
trémulo, mostraban el movimiento convulsivo de su corazón, la agitación de sus
nervios. Sus ojos de fuego parecían salirse de la órbita, su negro y lacio
cabello se levantaba erizado. Su cuello desnudo y la pechera de su camisa
dejaban entrever el latido violento de sus arterias y la respiración anhelante
de sus pulmones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¿Tiemblas? —le dijo el juez.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—De rabia porque no puedo sofocarte entre mis brazos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¿Tendrías fuerza y valor para eso?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Tengo de sobra voluntad y coraje para ti, infame.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—A ver las tijeras de tusar mi caballo: túsenlo a la
federala.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Dos hombres le asieron, uno de la ligadura del brazo, otro
de la cabeza y en un minuto cortáronle la patilla que poblaba toda su barba por
bajo, con risa estrepitosa de sus espectadores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—A ver —dijo el Juez—, un vaso de agua para que se
refresque.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Uno de hiel te haría yo beber, infame.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Un negro petiso púsosele al punto delante con un vaso de
agua en la mano. Dióle el joven un puntapié en el brazo y el vaso fue a
estrellarse en el techo salpicando el asombrado rostro de los espectadores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Este es incorregible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Ya lo domaremos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Silencio —dijo el juez—, ya estás afeitado a la federala,
sólo te falta el bigote. Cuidado con olvidarlo. Ahora vamos a cuentas. ¿Por qué
no traes divisa?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Porque no quiero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¿No sabes que lo manda el Restaurador?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—La librea es para vosotros esclavos, no para los hombres
libres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—A los libres se les hace llevar a la fuerza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Sí, la fuerza y la violencia bestial. Esas son vuestras
armas; infames. El lobo, el tigre, la pantera también son fuertes como
vosotros. Deberíais andar como ellas en cuatro patas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¿No temes que el tigre te despedace?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Lo prefiero a que maniatado me arranquen como el cuervo,
una a una las entrañas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¿Por qué no llevas luto en el sombrero por la heroína?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Porque lo llevo en el corazón por la Patria, ¡por la Patria
que vosotros habéis asesinado, infames!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¿No sabes que así lo dispuso el Restaurador?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Lo dispusísteis vosotros, esclavos, para lisonjear el
orgullo de vuestro señor y tributarle vasallaje infame.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—¡Insolente! Te has embravecido mucho. Te haré cortar la
lengua si chistas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Abajo los calzones a ese mentecato cajetilla y a nalga
pelada dénle verga, bien atado sobre la mesa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Apenas articuló esto el Juez, cuatro sayones salpicados de
sangre, suspendieron al joven y lo tendieron largo a largo sobre la mesa
comprimiéndole todos sus miembros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Primero degollarme que desnudarme; infame canalla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Atáronle un pañuelo a la boca y empezaron a tironear sus
vestidos. Encogíase el joven, pateaba, hacía rechinar los dientes. Tomaban ora
sus miembros la flexibilidad del junco, ora la dureza del fierro y su espina
dorsal era el eje de movimiento parecido al de la serpiente. Gotas de sudor
fluían por su rostro grandes como perlas; echaban fuego sus pupilas, su boca
espuma, y las venas de su cuello y frente negreaban en relieve sobre su blanco
cutis como si estuvieran repletas de sangre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Atenlo primero —exclamó el Juez.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Está rugiendo de rabia —articuló un sayón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">En un momento liaron sus piernas en ángulo a los cuatro pies
de la mesa volcando su cuerpo boca abajo. Era preciso hacer igual operación con
las manos, para lo cual soltaron las ataduras que las comprimían en la espalda.
Sintiéndolas libres el joven, por un movimiento brusco en el cual pareció
agotarse toda su fuerza y vitalidad, se incorporó primero sobre sus brazos,
después sobre sus rodillas y se desplomó al momento murmurando:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Primero degollarme que desnudarme, infame, canalla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Sus fuerzas se habían agotado. Inmediatamente quedó atado en
cruz y empezaron la obra de desnudarlo. Entonces un torrente de sangre brotó
borbolloneando de la boca y las narices del joven, y extendiéndose empezó a
caer a chorros por entrambos lados de la mesa. Los sayones quedaron inmóviles y
los espectadores estupefactos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Reventó de rabia el salvaje unitario —dijo uno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Tenía un río de sangre en las venas —articuló otro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">—Pobre diablo: queríamos únicamente divertirnos con él y
tomó la cosa demasiado a lo serio —exclamó el Juez frunciendo el ceño de
tigre—. Es preciso dar parte, desátenlo y vamos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Verificaron la orden; echaron llave a la puerta y en un
momento se escurrió la chusma en pos del caballo del Juez cabizbajo y
taciturno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Los federales habían dado fin a una de sus innumerables
proezas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">En aquel tiempo los carniceros degolladores del Matadero
eran los apóstoles que propagaban a verga y puñal la federación rosina, y no es
difícil imaginarse qué federación saldría de sus cabezas y cuchillas. Llamaban
ellos salvaje unitario, conforme a la jerga inventada por el Restaurador,
patrón de la cofradía, a todo el que no era degollador, carnicero, ni salvaje,
ni ladrón; a todo hombre decente y de corazón bien puesto, a todo patriota
ilustrado amigo de las luces y de la libertad; y por el suceso anterior puede
verse a las claras que el foco de la federación estaba en el Matadero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-88818766048244135472019-04-01T12:48:00.000-07:002019-04-01T13:48:43.109-07:00Semejante a los dioses Sergio Pitol<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnXp9nJce5qD07KaRXZK1uw-eC3D1_c8I2W0LFQvTI5WK4EKNSXuulmcLGStUYy3yyW1lu_xWp-Mw_yJzGYoVRl7i6q70FH224tMPa1Vd7upGabeTMpY1diqZXrGvOIWelmspP04ZkQVj0/s1600/597ccb5a08f3d9bd118b4567.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="422" data-original-width="750" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnXp9nJce5qD07KaRXZK1uw-eC3D1_c8I2W0LFQvTI5WK4EKNSXuulmcLGStUYy3yyW1lu_xWp-Mw_yJzGYoVRl7i6q70FH224tMPa1Vd7upGabeTMpY1diqZXrGvOIWelmspP04ZkQVj0/s400/597ccb5a08f3d9bd118b4567.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"> <span style="background-color: #b6d7a8;"> para José Emilio Pacheco<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">La celadora observó que sus ojos —¡y acostumbrada como
estaba al paciente e incesante escrutinio del fluir de la descomposición, no
logró reprimir la mueca de repugnancia que invariablemente le producían!— se
posaban en la hoja amarillenta y sucia de un periódico dificultosamente
levantado de la banca sobre la cual yacía. La vacilante mirada pareció
prenderse de un trozo de papel entre cuyas arrugas, manchones y demás
deterioros, destacaban unos signos que aprehendieron y unificaron los dispersos
destellos de su atención, como si en cierta zona remota de la conciencia, se
hubiera registrado una ligera fisura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Sorprendida, la celadora llegó a considerar la posibilidad
de que dentro de aquella carne blancuzca hubiese surgido al fin un impulso que
desde hacía tres años (desde aquella noche alucinante y trágica en que todo lo
que bullía dentro de él se había cumplido, en la que su ser había sido colmado
en toda la capacidad que le estaba permitido) tanteaba sorda e infructuosamente
por emerger a la luz. Mas el impulso, si es que alguno hubo, se detuvo sin
llegar a plasmarse en ningún movimiento determinado, vencido ante el primer
obstáculo de los muchos que interrumpían una larga jornada. La incapacidad para
sobrepasarlos explicaba el que ahora, a los trece años de edad, se encontrase
allí, detenido, cercado, derrotado por un sino que lo había manejado desde que
tenía uso de razón y cuya manifestación primera había sido ese desbordado,
abominable empleo de la memoria con que había logrado hacer que sus padres y
correligionarios lo confundiesen con el portador del Milagro. (El número de
versículos monótonamente recitados era para su madre motivo de un siempre
renovado asombro.) Pero la raíz de su orgullo personal no estribaba en el
amplio conocimiento que podía ostentar de las Escrituras, sino en el cúmulo de
oraciones y plegarias prohibidas, cuyo arduo aprendizaje sus padres ignoraban,
y en el acervo de rencor y de contenida violencia que supo ocultar bajo la máscara
de una mirada sumisa y de una sonrisa un tanto servil cuya bondad se hubiese
juzgado aborrecible poner en duda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Y no era del todo errado pensar que algo se había sacudido
en él ante aquella borrosa fotografía contemplada en una deteriorada página de
periódico, cuyas palabras impresas no le transmitían ya mensaje alguno, pero en
la que se aplicaba hechizado y absorto para inspeccionar una boca abierta,
donde dientes como granos de mazorca se erigían y acentuaban un gesto de
impotencia, y también unos fusiles que apuntaban al cuerpo de la mujer que
poseía esa boca, y además, un pequeño bulto sostenido por los brazos exangües,
marchitos, de la mujer portadora de esa estúpida boca delirante, en que se
exhibían sin recato alguno, despiadadamente, unos granos de maíz implorantes y
una lengua aguda, estéril, paralizada ante la perspectiva de aquellos negros
caños de acero que le apuntaban y cuyo vómito de fuego le haría arrojar aquel
bulto arrebujado en su manta, que seguramente sollozaría al caer, con un llanto
amargo y estridente, para después permanecer ya inmóvil, sin que el menor
gemido denunciara su existencia, en la espera de que una bota llegase a
oprimirlo y el casco de un caballo enloquecido por el humo y el crepitar del
fuego lo penetrara para teñirse de un color guinda violento y espeso que el
polvo inmediatamente convertiría, para deleite de las moscas, en una costra
áspera y viscosa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Un grupo de imágenes sueltas y confusas buscaban dura,
torpe, empecinadamente, el camino que las llevara al exterior, logrando tan
sólo producir un estupor imbécil, una rapaz perplejidad dentro de aquella
amorfa mole de carne incolora en cuyo interior uno se imaginaría que los huesos
se mantenían flotando sin orden ni concierto en un líquido espeso (imposible
pensar en sangre, sino en un agua ponzoñosa y repugnante), sin que a sus ojos
lograra transminarse algo distinto de su habitual idiotez; pleno de incomprensión
y de temor ante aquel mundo de bocas violentas y agitadas que de vez en vez,
ante un estímulo externo, lograba fugazmente vislumbrar, de gentes en
desbandada, de cascos de caballos en que la sangre, la carne y la sangre de sus
hermanos se adherían para prestarle ese color rojizo que obsesivamente lo
atormentaría en los días que sucedieron al desastre. (El mundo comenzó a tomar
un color carmesí y la desolación, el horror y los gritos estridentes que
precedieron a su noche, se hicieron acompañar siempre por las más trepidantes
tonalidades del púrpura.) Cuando aún no lo intentaba en su presente morada y
vivía en una choza mínima de techos de paja, al cuidado de una sucia y anciana
mujeruca que lloraba con la misma frecuencia con que le pasaba una mano
descarnada y áspera por el cabello, insistiendo en su invitación a dormir, a
comer, hasta hacerse entender, pues ya para entonces él comenzaba a no
comprender, a perderse en un laberinto intrincadísimo en el cual se sabía vivir
a la vez el papel de mosca y el de araña; sin lograr siquiera transmitir la
urgencia de un consuelo que no le podían prestar las lágrimas y caricias de la
vieja, sino que tenía que provenir del Verbo mismo, transferido y reflejado por
Él a la conciencia de alguno de sus siervos, aunque sería necesario que le
repitieran una y mil veces cada frase (no obstante que en un tiempo, un
entonces apenas pasado inmediato o un presente que no acababa de desvanecerse
del todo, él había sabido de memoria más salmos que cualquier otro miembro de la
comunidad, además de infinidad de oraciones del credo que no era el suyo ni el
de sus padres, sino el de aquellos que habían logrado su expulsión de las
escuelas, de las madres de sus compañeros que con turbias palabras lo arrojaban
de sus casas, y el de los hombres y mujeres que una noche de octubre impelidos
por la demencia, el calor, la urgencia de imponer sobre el suelo que pisaban
una ley y un castigo que estuviese más cerca de sus convicciones y protegieran
lo que ellos consideraban sus derechos, y posiblemente por una buena dosis de
aguardiente, habían dado cauce a sus pasiones, conjugándose con él y su
ilimitado rencor para proceder a que aquel pequeño grupo que envenenaba con sus
cánticos de perdición y su soberbia humilde el aire de San Rafael expiara sus
pecados). Él, que usufructuó una memoria prodigiosa, él, que sabía idear los
más sutiles ropajes con que revestir la humillación y la perfidia, se daba
cuenta de que los datos más sencillos se le escapaban velozmente, de que algo
en él negábase a retener los elementos que la realidad le ofrecía, y antes de
entrar en esa noche total que presentía le estaba destinada y suponía próxima,
necesitaba la caricia, no la que entregaba ese mimo de las manos que se le
ensortijaban en el cabello, sino una que debía provenir de la voz, una voz que
alguien (que cualquiera) emitiese y lograra persuadirlo (la noche avanzaba con
una celeridad que no podía, o él no quería, o sencillamente no le importaba,
disminuir) de que el único culpable, y por ser Él no se le podía llamar
culpable, era el Señor. Pero el relámpago de gracia de la palabra redentora no
apareció jamás, a no ser en su propia boca, mascullando hacia adentro, sin
despegar apenas los labios, constituyéndolo en actor y escucha a la vez para
que si se produjera el error fuese únicamente él quien pudiese advertirlo, pues
ni aun entonces lo abandonó el orgullo, y no se hubiera perdonado —aunque el
perdón y la soberbia y en última instancia el mismo preponderante orgullo
pudiesen en tales circunstancias, frente a la sangre derramada y el llanto de
los suyos, y la ira que su acto desencadenara, y las cenizas de las paredes
violentas por el rencor de Aquel que está desde siempre y para siempre en las
alturas, parecer pueriles— ninguna equivocación que mancillara, a los ojos de
los demás, su reputación de precoz genialidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Así, prefirió no hablar, mantener ese mutismo alerta en la
espera del mensaje furtivo que le otorgaría la redención y el perdón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Posiblemente ese desesperado acecho a la esperanza fue el
que dilató su agonía y retardó su ingreso al mundo de las sombras, en el cual
ahora, casi inerte, yacía bovinamente frente a las imágenes sueltas que
arrojaba un diario y que pugnaban por introducírsele y proporcionarle el hilo
con que atar unos recuerdos borrosos de los cuales, de la misma manera que
había olvidado qué efecto correspondía a qué causa, qué momento era resultado
fatal e ineludible de otro, tampoco llegaba a distinguir si debían producirle
alegría o temor. Aun en el instante en que lo recogieron de en medio de la
calle aquella medianoche maldecida en que arrastrado por un frenesí que le
relampagueaba en la boca del estómago, en el corazón, en el cerebro, en las
entrañas todas, vociferaba injurias a los suyos y clamaba a los otros y los
urgía para que hicieran correr la sangre hasta que los crímenes cometidos
contra la fe hubiesen sido enteramente lavados, hasta que la purificación se
cumpliera, él ya no podía reconstruir del todo los hechos; cuando de la sangre
y las cenizas y las llamas a través de las cuales había creído distinguir la
mirada tremenda de su madre lo vinieron a rescatar los fuertes brazos de un
hombre que lo entregó a otros brazos, que lo depositaron en otros, que a su vez
transmitieron a otros la encomienda, para venir al fin a interrumpirse la
cadena en una casucha miserable de las orillas de San Rafael, donde una mujer
sucia y triste, tan sucia como los tablones de su mezquino jacal, cuya tristeza
la asemejaba a su árida parcela, le pasaba una mano por los cabellos, mientras
sus ojos secos y hundidos lo miraban sin amor y su voz, en lugar de emitir el
perdón, lo instaba a menesteres de un contenido moral nulo, tales como el
comer, el dormir, el tratar de cortar los sutiles hilos de la memoria, ¡como si
aquello fuese tan sencillo, que uno sólo necesitase proponérselo para que una
vida, años enteros con sus meses, sus semanas, sus días y sus horas entregados
a la exaltación y al logro de una idea que con fijeza le obedecía, quedasen
total y definitivamente borrados! Porque no era solamente un acto, el de la
delación, el que había necesariamente que olvidar para quedar en paz con uno
mismo (un momento que en sí a la gente podría parecerle monstruoso, porque no
lo relacionaba con la idea absoluta de la Gloria de Dios, frente a la cual toda
pequeñez humana venía a resultar insignificante, banal), sino un conjunto
infinito y complejo de momentos casados entre sí, que surgía desde el instante
mismo en que nacía su conciencia, ya que el germen habitaba en él desde un
principio, desde que trataron de introducirlo a los elementos de la fe, e
iluminado puso en duda, y ya para siempre, no sólo su grandeza sino también su
veracidad. Así, cuando más tarde, llegado el momento de asistir a la escuela,
sus compañeros comenzaron a señalarlo y hacerlo víctima de tan inimaginable
variedad de injurias que el propio director, llegándolo a considerar como la
fuente del desorden, se negó a tenerlo más en la escuela, no les guardó rencor,
ya que por el contrario cualquier otra actitud más conciliadora o fraternal le
hubiese parecido de una tibieza repulsiva; y después, cuando la palabra
persecución aplicada a los otros (a los hasta entonces sujetos activos de toda
relación en que tal término entrara en juego) adquirió un sentido palpable e
inequívoco, y aquellos que antes lo repudiaron sentían el temor de la
humillación de ser vigilados, y los templos ofrendados al culto fueron
convertidos en cuarteles o simplemente cerrados, y los santísimos corazones de
Jesús se retiraron a los escondrijos y ahuyentados, y a algunos muñecos
grotescos se les vistió con sotanas y casullas para exhibirlos
desvergonzadamente a la mofa pública, y el escarnio se ciñó sobre iglesias y
santuarios, y las viejas chillaron en las plazas y mercados, y las actividades
de su padre crecieron intempestivamente, y sus visitas a celebrar el servicio
en los pueblos vecinos, Peñuela, Amatlán, Coscomatepec, San Rafael, con la
complicidad de las autoridades y los ojos acechantes de los fieles del culto
perseguido, y la cárcel y el paredón fueron la diaria ración del dolor y
sacrificio para un clero que él veía demasiado sumiso y abnegado, y frente a él
y su pretendido candor recayó lo más acerbo que guardaban las miradas, y se le
escupió y vejó por considerarlo enemigo de Dios, cuando en verdad era su instrumento,
su fórmula de castigo, su flamígera espada, el ángel portador de su venganza,
sintió deseos de confesar su amor, decantado a través de tantos años de
almacenaje clandestino, por el credo en desgracia, pero el sentimiento de que
ello hubiese sido obrar con alocada precipitación lo detuvo justo a tiempo;
tenía que soportar la máscara hasta que el momento señalado se acercara;
seguro, confiado en resultar invicto sobre el temor o el remordimiento que tal
acción pudiera producirle, pues no contaba entonces sobre su conciencia la
abrumadora dolencia que produce la duda; y fue por eso, por no estar más tarde
seguro de la bondad de un acto cuya consumación había propiciado, que exigía
(sin que nadie respondiera a su ardorosa súplica), aunque fuese sólo en
murmullos, la palabra redentora. Sumido en el fuego de su duda, atenazado por
la brasa que lo consumió hasta su entrada en las tinieblas, donde
paulatinamente el miedo, la duda, los colores, las imágenes fueron diluyéndose,
borrándose, hasta dejar escapar el recuerdo siniestro de aquel tiempo de
exaltación y cólera en que una tarde, con las entrañas incendiadas y la orina
paralizada en los riñones escribió con su letra firme de colegial aplicado, a
las personas a quien convenía, unos renglones donde hacía constar que habían
sido los suyos los que denunciaron a las autoridades el escondite del padre
Crespo (a quien apenas capturado habían colgado de un árbol en la alameda), y
al día siguiente la casa fue seleccionada con gran cuidado y el servicio religioso
hubo de hacerse más en secreto que nunca porque su padre sentía que el clima
era propicio a los desórdenes y él pudo comprobar que su carta había surtido
efecto, y ellos aparecían en la boca y en la conciencia de todos como los
victimarios del sacerdote ahorcado. Después, cuando aún podía hacerlo, recordó
que esa noche había dado voces en la calle, pidiendo que prendieran fuego a la
casa de Serafín Naranjo donde su padre celebraba el servicio, y habían llegado
unos con fusiles, otros con antorchas y otros con piedras, y otros con nada,
con sólo una boca vociferante y recios puños, dispuestos a que nadie saliera de
la casa, en tanto que él, con voz que la pasión le había vuelto poderosa y que
sobresalía de entre el rugido general, clamaba justicia para los sacerdotes
asesinados, de cuyo martirio, juraba, eran responsables esas casi veinte
personas reunidas para entonar en voz baja sus cánticos y plegarias. Y luego ya
todo se volvió fuego, que de las antorchas pasó a las paredes y que convirtió
los ojos de los hombres en un espejo cobrizo del incendio, y tres señores
rubios, de pesadas botas, dispararon sus fusiles contra las puertas cuando los
fieles intentaban escapar del humo y de las llamas, y la multitud crecía y el
odio se agigantaba, se reforzaba, corría fraternalmente de una mano a otra, de
una boca a la siguiente, y una mujer, tal vez Ignacia, desesperadamente intentó
salir con un pequeño bulto que lloraba entre sus manos, y se oyó una descarga y
el bulto cayó y luego uno de los tres hombres rubios al correr lo aplastó, y un
caballo de pronto ya tenía un casco rojo, mientras él, desde la acera de
enfrente, hincadas las rodillas, en las duras baldosas, inmutable al estruendo
que lo cercaba, pedía que el Señor reforzara el castigo a los impíos, rogaba que
el fuego los cubriera, cuando la cara de su madre emergió de entre una ventana
en llamas y una piedra la golpeó en la frente y su mirada se fijó aterrorizada
en él que exaltado acogía con unción profunda la agonía de los pecadores, la
purificación del pueblo. Presenció todavía el derrumbe de los techos y sintió
la ceniza quemante en la cara y aspiró con horrorizado deleite el vaho que
aquel hacinamiento de escombros humeantes y cuerpos carbonizados desprendía, y
ya no pudo ver más porque un hombre lo arrebató de su delirio y luego de rodar
por varias manos, ásperas y extrañas, fue depositado en la choza de una anciana
mentecata en donde la comunicación con el Señor se interrumpió del todo, y de
allí lo habían conducido a aquel edificio en una de cuyas bancas yacía ahora,
contemplando embelesado la fotografía borrosa de un viejo periódico, sin
siquiera saber por qué, golpeando con furia a la celadora cada vez que
intentaba quitárselo, sumido en una nada total a la que obstinadamente trataba
de incorporar esa boca que veía enfrentarse a un fusil.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">México, 1958<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-52285018864965560242019-03-16T10:40:00.003-07:002019-03-16T10:41:03.087-07:00La llovizna de Juan de la Cabada<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7o5kWIsZfVGqgML1UdEXdOqWuqSa-uM3N1NFWXOiBWFo-YA_OPBkeT7K9bpJOVNvyhAmw-HcMVgFWr8Q7NYfeUP8RgcSHQfW_A9NJ8Fe_hEl6eyBR2pYjUVroQolSrBmw-CkKCN9_tX6E/s1600/xw85bp.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7o5kWIsZfVGqgML1UdEXdOqWuqSa-uM3N1NFWXOiBWFo-YA_OPBkeT7K9bpJOVNvyhAmw-HcMVgFWr8Q7NYfeUP8RgcSHQfW_A9NJ8Fe_hEl6eyBR2pYjUVroQolSrBmw-CkKCN9_tX6E/s400/xw85bp.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 12.0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Desde hace algún tiempo, desde que me
enriquecí con la dichosa guerra mundial y me casé y vinieron los hijos, no
puedo ya contar un cuento. Antes solía contarlos bien. ¡ Ay, entonces era libre
!. Ahora, en cambio: ¡ los hijos !¡ Miedo me da que cunda el mal ejemplo !¿Por
qué no acierto a decidirme? Quizá porque los negocios me acostumbraron a los
testimonios del señor cura, del notario, de un juez o de cualquier otra
persona. " Ahí está don fulano que lo diga ".</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Empero, solo, sin testigos, venía yo una
de estas noches de niebla y menuda llovizna, corriendo sobre la oscura
carretera.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Sí: al timón de mi automóvil, fijos los
ojos en los haces de luz que derramaban los fanales del vehículo, traía yo
prisa y una rabia contenida, cierto temor inexplicable y muy malos
pensamientos, al ver que las luces opacas de unas linternas, como de gentes que
con sus manos las moviesen a todo lo ancho del camino, me obstruían el paso.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Ni pitos ni sirenas, ni voces que
detonaran el hecho de que acabase de ocurrir un accidente desgraciado. "
No será que tratan de asaltarme ?¿ Y quién dice que sean solamente ésos? Habrán
de tener cómplices, ocultos a lado y lado. Entonces, entonces....si no paro y
los atropello, me disparan los otros por la espalda. Pero, ¡qué demontre !, si
aquí traigo cargado mi revolver. ¿ A qué; pues, miedo y tales aflicciones ?
Alguna vez tengo que usarlo "-- pensé; apronté el arma, y paré el auto.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
-¡ Qué hay!-dije brusco y en voz alta.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Los de las linternas se acercaron.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Me parecieron cuatro infelices indios, de
esos que uno enseguida reconoce como el prototipo de nuestros albañiles, mitad
obreros industriales y mitad hombres de campo. A la luz de mis reflectores vi
los ocho guaraches de sus pies, mientras se aproximaban. El resto de sus
indumentarias eran overoles azules, sombreros de petate y un paliacate colorado
al cuello.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
--¿Qué hubo ?- volví a gritarles.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Entretanto llegaban, con sus linternas en
alto, me aguardé la pistola debajo de pretina del pantalón, y para ganar
facilidad de movimiento a la hora aviada, desabroché los tres botones
inferiores de mi chaleco, prevenido, por si acaso.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">--¿ Qué hubo ?- volví a gritarles
cuando los tuve cerca y pude verles las caras. </span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Uno de ellos, el de mayor edad, ya
vejancón, usaba grandes bigotes caídos; dos aparentaban unos treinta años, y el
último, el más joven, menos de veinte.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Patrón--dijo el viejo, tenemos de
precisión que dir a México, porque debemos dentrar tempranito, mañana lunes, al
trabajo.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">¿Acaso me olvidé ?. ¿No dije al comienzo
que aquella moche de marzo, cuando regresaba de repone las fuerzas con mi paseo
de fin de semana, era la de un domingo? Creo que sí, ¿ o no?</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">A las palabras del viejo, ardido yo por el
miedo que me habían hecho pasar y animado de un puntilloso, muy lógico, deseo
de venganza, modulé ciertos ruiditos de chistante desdén al par que meneaba en
igual manera de significación negativa la cabeza.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"> --Se nos hizo tarde, jefe--agregó
uno de los indios. Era bueno tomarse tiempo de pensar, a la vez que
atormentarlos un poco, y así, yo ni aceptaba ni decidía negarme de palabra.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">--Por favor, patrón, como ya no pasan
camiones...y como usted lleva nuestro mismo rumbo.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Intervino el más joven:</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">--Solo semos albañiles...-y sonrió,
inocente, o malicioso en alusión velada.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Observé su vista socarrona en su rostro
demasiado perspicaz, y tan claro fue para mí lo que insinuaba, que negarme
sería como demostrar señales de aquel miedo y rebajarme. ¡ Y esto no !</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">--¡ Acomódense ustedes tres en el
asiento de atrás !-dispuse-. </span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Tú, viejo, ven adelante conmigo.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Al punto apagaron las linternas, y a la
carrera cumplieron mis órdenes.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">No cesaba la llovizna.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Libré del freno mi automóvil, aceleré y
seguí la marcha. Los de atrás, sólo dijeron unas cuatro frases que recuerdo
bien:</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">--¿ Cómo estará Usebita?</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">--Pos ya ves.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">--Tan bonita.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">--Tan luciditos sus siete años.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y en adelante se pertrecharon en un
mutismo empecinado. Nada de una risa, ni la menor muestra de expansión, de
franqueza propia de habitantes de otras tierras, sino el mutismo ese que impone
zozobras, desconfianzas, sospechas o doblega, deprime, aplasta el ánimo. Además
la oscuridad al filo de continuos precipicios...las circunstancias...esa tenaz
llovizna fúnebre y hasta las linternas, cuya visión, con sus opacas luces
agitándose en la bruma, estaba todavía en mi retina...</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">De lejos, ya el aliento del viejo despedía
tufos de un alcohol tan malo que sentí, ahora de cerca, al volver la cara y
hablarme, un asco insoportable."Indio borracho".</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">--Esta agüita no entrará ni siquiera
cuatro dedos dentro de la tierra, ¿verdad, patrón?</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-¡Ujú!.-respondí, conteniendo el resuello.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 12pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"> Tras breve silencio, insistió:</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-- Ni dos dedos, ni dos dedos, ¿ no cree, patrón?</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">"Indio borracho "- pensé de nuevo y no le contesté.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">¿No cree, patrón?</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Sí, claro--dije. Había que armarse de paciencia.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Otro intervalo, y lomismo:</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Ni tantito así, ¿eh patroncito?</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y luego, a cada rato:</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Pos ni tantito, ni tantito puede ser...¿verdad, siñor?</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Corría el coche a toda su marcha y volví a sentir miedo. ¡ Esas cosas del
instinto! Ya se sabe lo que son los indios con su lenguaje de retruécanos , y
con la misma cantaleta ¿qué querría decir éste, o dar a entender a los otros,
que continuaban clavados, fijos en su mutismo empecinado?.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">¡ Si fuesen, de veras, inofensivas piedras...pero son seres humanos !</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Por cierto que aún lloviznaba y la carretera estaba desierta, dentro de un
negror frío de neblina espesa.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Mis temores venían a ráfagas; mas lograba disiparlos el pensamiento en la
seguridad de mi revólver.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Ni dos dedos, ¿eh jefe?</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-¡Ajá!</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Ni uno...</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-¡Ujú!</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y persistía:</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Ni siquiera uno. Ni siquiera un dedo, ni tanto así....</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Claro.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Porque esta agüita sólo la manda Dios para refrescar las siembritas...</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Naturalmente.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Para refrescar las siembritas y no para que entre mucho en la
tierra...¿verdad?</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Verdad.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">¿Verdad?¿Verdad que sí, patrón?.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">De pronto el motor del automóvil empezó a mostrar síntomas de haberse
calentado con exceso.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En cuanto llegamos al primer pueblo, paré y dije a los hombres lo que
pasaba.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El viejo se ofreció a ir a una tienda próxima para traer una cubeta de
agua.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y entonces, mientras una luz fuerte destacaba su lejana figura frente al
marco de la tienda, el más joven de los tres que se quedaron, acercó su rostro
a mis espaldas y dijo desde atrás:</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-¡Patrón!</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Volví la cabeza.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Es mi padre, patrón.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Se detuvo como hace todo indio para tomar resuello, y otro dijo:</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-El padre está bebido.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El más joven continuó:</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Perdone, pos dice todo porque venimos de nuestro pueblo adonde juimos a
enterrar a mi hermanita...La mera verdá, patrón, que semos albañiles.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Yo no </span><span style="color: black; font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt;">pedía</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"> ninguna explicación; pero el tercero
añadió aún:</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-No quiere que l´almita se moje allí abajo, dentro, el cuerpecito.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Continuaron la oscuridad, el misterio y la llovizna, la llovizna, el
misterio y la oscuridad en el camino...</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">¿Dije que tenía yo dos hijos: una niña y un niño? Pues la niña enfermó.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br />
<br />
</span><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y ahora, duro como soy de corazón, así que ha muerto ella, me pongo blando
a veces en el auto. Llueve y recuerdo tal soplo:</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">--¿ Cómo estará Usebita?</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">--Pos ya ves.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">--Tan bonita.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="color: black; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">--Tan luciditos sus siete años.</span><span style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-88862712783681701472019-03-10T12:52:00.001-07:002019-03-10T12:52:03.206-07:00La culpa es de los tlaxcaltecas de Elena Garro <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyBhIRgyBidW3Ft9hbBnRdJGvNSY9ZLJNI3h4x2s3eLou_6bzKC3U74Y0yzL6Zmvu-GetcXxq4f7dLK8a4Gpn3nphkLqjOR9JSwKNQip5-YgPQnQWb4ELD06WxAfoHHTlqVRDxQzASGXmr/s1600/super-agenda-del-arte_20100224063312.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><img border="0" data-original-height="315" data-original-width="420" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyBhIRgyBidW3Ft9hbBnRdJGvNSY9ZLJNI3h4x2s3eLou_6bzKC3U74Y0yzL6Zmvu-GetcXxq4f7dLK8a4Gpn3nphkLqjOR9JSwKNQip5-YgPQnQWb4ELD06WxAfoHHTlqVRDxQzASGXmr/s320/super-agenda-del-arte_20100224063312.jpg" width="320" /></span></a></div>
<div class="text-justify" style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-size: 16px; text-align: justify;">
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nacha oyó que llamaban en la puerta a la puerta de la cocina y se quedó quieta. Cuando volvieron a insistir abrió con sigilo y miró la noche. La señora Laura apareció con un dedo en los labios en señal de silencio. Todavía llevaba el traje blanco quemado y sucio de tierra y sangre.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—¡Señora!… —suspiró Nacha.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La señora Laura entró de puntillas y miró con ojos interrogantes a la cocinera. Luego, confiada, se sentó junto a la estufa y miró su cocina como si no la hubiera visto nunca.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Nachita, dame un cafecito… Tengo frío.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Señora, el señor… el señor la va a matar. Nosotros ya la dábamos por muerta.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—¿Por muerta?</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Laura miró con asombro los mosaicos blancos de la cocina, subió las piernas sobre la silla, se abrazó las rodillas y se quedó pensativa. Nacha puso a hervir el agua para hacer el café y miró de reojo a su patrona; no se le ocurrió ni una palabra más. La señora recargó la cabeza sobre las rodillas, parecía muy triste.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—¿Sabes, Nacha? La culpa es de los tlaxcaltecas.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nacha no contestó, prefirió mirar el agua que no hervía.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Afuera la noche desdibujaba a las rosas del jardín y ensombrecía a las higueras. Muy atrás de las ramas brillaban las ventanas iluminadas de las casas vecinas. La cocina estaba separada del mundo por un muro invisible de tristeza, por un compás de espera.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—¿No estás de acuerdo, Nacha?</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Sí, señora…</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Yo soy como ellos: traidora… —dijo Laura con melancolía.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La cocinera se cruzó de brazos en espera de que el agua soltara los hervores.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—¿Y tú, Nachita, eres traidora?</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La miró con esperanzas. Si Nacha compartía su calidad traidora, la entendería, y Laura necesitaba que alguien la entendiera esa noche.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nacha reflexionó unos instantes, se volvió a mirar el agua que empezaba a hervir con estrépito, la sirvió sobre el café y el aroma caliente la hizo sentirse a gusto cerca de su patrona.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Sí, yo también soy traicionera, señora Laurita.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Contenta, sirvió el café en una tacita blanca, le puso dos cuadritos de azúcar y lo colocó en la mesa, frente a la señora. Esta, ensimismada, dio unos sorbitos.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—¿Sabes, Nachita? Ahora sé por qué tuvimos tantos accidentes en el famoso viaje a Guanajuato. En Mil Cumbres se nos acabó la gasolina. Margarita se asustó porque ya estaba anocheciendo. Un camionero nos regaló una poquita para llegar a Morelia. En Cuitzeo, al cruzar el puente blanco, el coche se paró de repente. Margarita se disgustó conmigo, ya sabes que le dan miedo los caminos vacíos y los ojos de los indios. Cuando pasó un coche lleno de turistas, ella se fue al pueblo a buscar un mecánico y yo me quedé en la mitad del puente blanco, que atraviesa el lago seco con fondo de lajas blancas. La luz era muy blanca y el puente, las lajas y el automóvil empezaron a flotar en ella. Luego la luz se partió en varios pedazos hasta convertirse en miles de puntitos y empezó a girar hasta que se quedó fija como un retrato. El tiempo había dado la vuelta completa, como cuando ves una tarjeta postal y luego la vuelves para ver lo que hay escrito atrás. Así llegué en el lago de Cuitzeo, hasta la otra niña que fui. La luz produce esas catástrofes, cuando el sol se vuelve blanco y uno está en el mismo centro de sus rayos. Los pensamientos también se vuelven mil puntitos, y uno sufre vértigo. Yo, en ese momento, miré el tejido de mi vestido blanco y en ese instante oí sus pasos. No me asombré. Levanté los ojos y lo vi venir. En ese instante, también recordé la magnitud de mi traición, tuve miedo y quise huir. Pero el tiempo se cerró alrededor de mí, se volvió único y perecedero y no pude moverme del asiento del automóvil. “Alguna vez te encontrarás frente a tus acciones convertidas en piedras irrevocables como esa”, me dijeron de niña al enseñarme la imagen de un dios, que ahora no recuerdo cuál era. Todo se olvida, ¿verdad Nachita?, pero se olvida solo por un tiempo, En aquel entonces también las palabras me parecieron de piedra, solo que de una piedra fluida y cristalina. La piedra se solidificaba al terminar cada palabra, para quedar escrita para siempre en el tiempo. ¿No eran así las palabras de tus mayores?</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nacha reflexionó unos instantes, luego asintió convencida.</span></div>
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<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Así eran, señora Laurita.</span></div>
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<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Lo terrible es, lo descubrí en ese instante, que todo lo increíble es verdadero. Allí venía él, avanzando por la orilla del puente, con la piel ardida por el sol y el peso de la derrota sobre los hombros desnudos. Sus pasos sonaban como hojas secas. Traía los ojos brillantes. Desde lejos me llegaron sus chispas negras y vi ondear sus cabellos negros en medio de la luz blanquísima del encuentro. Antes de que pudiera evitarlo lo tuve frente a mis ojos. Se detuvo, se cogió de la portezuela del coche y me miró. Tenía una cortada en la mano izquierda, los cabellos llenos de polvo, y por la herida del hombro le escurría una sangre tan roja, que parecía negra. No me dijo nada. Pero yo supe que iba huyendo, vencido. Quiso decirme que yo merecía la muerte, y al mismo tiempo me dijo que mi muerte ocasionaría la suya. Andaba malherido, en busca mía.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—La culpa es de los tlaxcaltecas —le dije. Él se volvió a mirar al cielo. Después recogió otra vez sus ojos sobre los míos.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¿Qué te haces? —me preguntó con su voz profunda. No pude decirle que me había casado, porque estoy casada con él. Hay cosas que no se pueden decir, tú lo sabes, Nachita.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¿Y los otros? —le pregunté.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Los que salieron vivos andan en las mismas trazas que yo—. Vi que cada palabra le lastimaba la lengua y me callé, pensando en la vergüenza de mi traición.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Ya sabes que tengo miedo y que por eso traiciono…</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Ya lo sé —me contestó y agachó la cabeza. Me conoce desde chica, Nacha. Su padre y el mío eran hermanos y nosotros primos. Siempre me quiso, al menos eso dijo y así lo creímos todos. En el puente yo tenía vergüenza. La sangre le seguía corriendo por el pecho. Saqué un pañuelito de mi bolso y sin una palabra, empecé a limpiársela. También yo siempre lo quise, Nachita, porque él es lo contrario de mí: no tiene miedo y no es traidor. Me cogió la mano y me la miró.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Está muy desteñida, parece una mano de ellos — me dijo.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Hace ya tiempo que no me pega el sol—. Bajó los ojos y me dejó caer la mano: Estuvimos así, en silencio, oyendo correr la sangre sobre su pecho. No me reprochaba nada, bien sabe de lo que soy capaz. Pero los hilitos de su sangre escribían sobre su pecho que su corazón seguía guardando mis palabras y mi cuerpo. Allí supe, Nachita, que el tiempo y el amor son uno solo.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¿Y mi casa? —le pregunté.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Vamos a verla—. Me agarró con su mano caliente, como agarraba a su escudo y me di cuenta de que no lo llevaba. “Lo perdió en la huida”, me dije, y me dejé llevar. Sus pasos sonaron en la luz de Cuitzeo iguales que en la otra luz: sordos y apacibles. Caminamos por la ciudad que ardía en las orillas del agua. Cerré los ojos. Ya te dije, Nacha, que soy cobarde. O tal vez el humo y el polvo me sacaron lágrimas. Me senté en una piedra y me tapé la cara con las manos.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Ya no camino… —le dije.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Ya llegamos —me contestó. Se puso en cuclillas junto a mí y con la punta de los dedos acarició mi vestido blanco.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Si no quieres ver cómo quedó, no lo veas —me dijo quedito.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“Su pelo negro me hacía sombra. No estaba enojado, nada más estaba triste. Antes nunca me hubiera atrevido a besarlo, pero ahora he aprendido a no tenerle respeto al hombre, y me abracé a su cuello y lo besé en la boca.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Siempre has estado en la alcoba más preciosa de mi pecho —me dijo. Agachó la cabeza y miró la tierra llena de piedras secas. Con una de ellas dibujó dos rayitas paralelas, que prolongó hasta que se juntaron y se hicieron una sola.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Somos tú y yo —me dijo sin levantar la vista. Yo, Nachita, me quedé sin palabras.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Ya falta poco para que se acabe el tiempo y seamos uno solo… por eso te andaba buscando—. Se me había olvidado, Nacha, que cuando se gaste el tiempo, los dos hemos de quedarnos el uno en el otro, para entrar en el tiempo verdadero convertidos en uno solo.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Cuando me dijo eso lo miré a los ojos. Antes solo me atrevía a mirárselos cuando me tomaba, pero ahora, como ya te dije, he aprendido a no respetar los ojos del hombre. También es cierto que no quería ver lo que sucedía a mi alrededor… soy muy cobarde. Recordé los alaridos y volví a oírlos: estridentes, llameantes en mitad de la mañana. También oí los golpes de las piedras y las vi pasar zumbando sobre mi cabeza. Él se puso de rodillas frente a mí y cruzó los brazos sobre mi cabeza para hacerme un tejadito.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Este es el final del hombre —dije.<br style="box-sizing: border-box;" />“—Así es —contestó con su voz encima de la mía. Y me vi en sus ojos y en su cuerpo. ¿Sería un venado el que me llevaba hasta su ladera? ¿O una estrella que me lanzaba a escribir señales en el cielo? Su voz escribió signos de sangre en mi pecho y mi vestido blanco quedó rayado como un tigre rojo y blanco.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—A la noche vuelvo, espérame… —suspiró. Agarró su escudo y me miró desde muy arriba.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Nos falta poco para ser uno —agregó con su misma cortesía.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Cuando se fue, volví a oír los gritos del combate y salí corriendo en medio de la lluvia de piedras y me perdí hasta el coche parado en el puente del Lago de Cuitzeo.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¿Qué pasa? ¿Estás herida? —me gritó Margarita cuando llegó. Asustada, tocaba la sangre de mi vestido blanco y señalaba la sangre que tenía en los labios y la tierra que se había metido en mis cabellos. Desde otro coche, el mecánico de Cuitzeo me miraba con sus ojos muertos.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¡Estos indios salvajes!… ¡No se puede dejar sola a una señora! —dijo al saltar de su automóvil, dizque para venir a auxiliarme. Al anochecer llegamos a la ciudad de México. ¡Cómo había cambiado, Nachita, casi no puede creerlo! A las doce del día todavía estaban los guerreros y ahora ya ni huella de su paso. Tampoco quedaban escombros. Pasamos por el Zócalo silencioso y triste; de la otra plaza, no quedaba ¡nada! Margarita me miraba de reojo. Al llegar a la casa nos abriste tú. ¿Te acuerdas?</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nacha asintió con la cabeza. Era muy cierto que hacía apenas dos meses escasos que la señora Laurita y su suegra habían ido a pasear a Guanajuato. La noche en que volvieron, Josefina la recamarera y ella, Nacha, notaron la sangre en el vestido y los ojos ausentes de la señora, pero Margarita, la señora grande, les hizo señas de que se callaran. Parecía muy preocupada. Más tarde Josefina le contó que en la mesa el señor se le quedó mirando malhumorado a su mujer y le dijo:</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—¿Por qué no te cambiaste? ¿Te gusta recordar lo malo?</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La señora Margarita, su mamá, ya le había contado lo sucedido y le hizo una seña como diciéndole: “¡Cállate, tenle lástima!”. La señora Laurita no contestó; se acarició los labios y sonrió ladina. Entonces el señor, volvió a hablar del presidente López Mateos.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Ya sabes que ese nombre no se le cae de la boca —había comentado Josefina,<br style="box-sizing: border-box;" />desdeñosamente.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En sus adentros ellas pensaban que la señora Laurita se aburría oyendo hablar siempre del señor presidente y de las visitas oficiales.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—¡Lo que son las cosas, Nachita, yo nunca había notado lo que me aburría con Pablo hasta esa noche! —comentó la señora abrazándose con Pablo hasta esa noche dándoles súbitamente la razón a Josefina y Nachita.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La cocinera se cruzó de brazos y asintió con la cabeza.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Desde que entré a la casa, los muebles, los jarrones y los espejos se me vinieron encima y me dejaron más triste de lo que venía. ¿Cuántos días, cuántos años tendré que esperar todavía para que mi primo venga a buscarme? Así me dije y me arrepentí de mi traición. Cuando estábamos cenando me fijé en que Pablo no hablaba con palabras sino con letras. Y me puse a contarlas mientras le miraba la boca gruesa y el ojo muerto. De pronto se calló. Ya sabes que se le olvida todo. Se quedó con los brazos caídos. “Este marido nuevo, no tiene memoria y no sabe más que las cosas de cada día.”</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Tienes un marido turbio y confuso —me dijo él volviendo a mirar las manchas de mi vestido. La pobre de mi suegra se turbó y como estábamos tomando el café se levantó a poner un twist.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Para que se animen —nos dijo, dizque sonriendo, porque veía venir el pleito.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“Nosotros nos quedamos callados. La casa se llenó de ruidos. Yo miré a Pablo. “Se parece a…” y no me atreví a decir su nombre, por miedo a que me leyeran el pensamiento. Es verdad que se le parece, Nacha. A los dos les gusta el agua y las casas frescas. Los dos miran al cielo por las tardes y tienen el pelo negro y los dientes blancos. Pero Pablo habla a saltitos, se enfurece por nada y pregunta a cada instante: “¿En qué piensas?” Mi primo marido no hace ni dice nada de eso.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—¡Muy cierto! ¡Muy cierto que el señor es fregón! —dijo Nacha con disgusto.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Laura suspiró y miró a su cocinera con alivio. Menos mal que la tenía de confidente.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Por la noche, mientras Pablo me besaba, yo me repetía: “¿A qué horas vendrá a buscarme?”. Y casi lloraba al recordar la sangre de la herida que tenía en el hombro. Tampoco podía olvidar sus brazos cruzados sobre mi cabeza para hacerme un tejadito. Al mismo tiempo tenía miedo de que Pablo notara que mi primo me había besado en la mañana. Pero no notó nada y si no hubiera sido por Josefina que me asustó en la mañana, Pablo nunca lo hubiera sabido.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nachita estuvo de acuerdo. Esa Josefina con su gusto por el escándalo tenía la culpa de todo. Ella, Nacha, bien se lo dijo: “¡Cállate! ¡Cállate por el amor de Dios, si no oyeron nuestros gritos por algo sería!”. Pero, qué esperanzas, Josefina apenas entró a la pieza de los patrones con la bandeja del desayuno, soltó lo que debería haber callado.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¡Señora, anoche un hombre estuvo espiando por la ventana de su cuarto! ¡Nacha y yo gritamos y gritamos!</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—No oímos nada… —dijo el señor asombrado.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¡Es él…! —gritó la tonta de la señora.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¿Quién es él? —preguntó el señor mirando a la señora como si la fuera a matar. Al menos eso dijo Josefina después.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La señora asustadísima se tapó la boca con la mano y cuando el señor le volvió a hacer la misma pregunta, cada vez con más enojo, ella contestó:</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—El indio… el indio que me siguió desde Cuitzeo hasta la ciudad de México…</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Así supo Josefina lo del indio y así se lo contó a Nachita.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“— ¡Hay que avisarle inmediatamente a la policía! —gritó el señor.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Josefina le enseñó la ventana por la que el desconocido había estado fisgando y Pablo la examinó con atención: en el alféizar había huellas de sangre casi frescas.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Está herido… —dijo el señor Pablo preocupado. Dio unos pasos por la recámara y se detuvo frente a su mujer.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Era un indio, señor —dijo Josefina corroborando las palabras de Laura.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pablo vio el traje blanco tirado sobre una silla y lo cogió con violencia.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¿Puedes explicarme el origen de estas manchas?</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La señora se quedó sin habla, mirando las manchas de sangre sobre el pecho de su traje y el señor golpeó la cómoda con el puño cerrado. Luego se acercó a la señora y le dio una santa bofetada. Eso lo vio y lo oyó Josefina.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Sus gestos son feroces y su conducta es tan incoherente como sus palabras. Yo no tengo la culpa de que aceptara la derrota —dijo Laura con desdén.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Muy cierto —afirmó Nachita.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Se produjo un largo silencio en la cocina. Laura metió la punta del dedo hasta el fondo de la taza, para sacar el pozo negro del café que se había quedado asentado, y Nacha al ver esto volvió a servirle un café calientito.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Bébase su café, señora —dijo compadecida de la tristeza de su patrona. ¿Después de todo de qué se quejaba el señor? A leguas se veía que la señora Laurita no era para él.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Yo me enamoré de Pablo en una carretera, durante un minuto en el cual me recordó a alguien conocido, a quien yo no recordaba. Después, a veces, recuperaba aquel instante en el que parecía que iba a convertirse en ese otro al cual se parecía. Pero no era verdad. Inmediatamente volvía a ser absurdo, sin memoria, y solo repetía los gestos de todos los hombres de la ciudad de México. ¿Cómo querías que no me diera cuenta del engaño? Cuando se enoja me prohíbe salir. ¡A ti te consta! ¿Cuántas veces arma pleitos en los cines y en los restaurantes? Tú lo sabes, Nachita. En cambio mi primo marido, nunca, pero nunca, se enoja con la mujer.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nacha sabía que era cierto lo que ahora le decía la señora, por eso aquella mañana en que Josefina entró a la cocina espantada y gritando: “¡Despierta a la señora Margarita, que el señor está golpeando a la señora!”, ella, Nacha, corrió al cuarto de la señora grande. La presencia de su madre calmó al señor Pablo. Margarita se quedó muy asombrada al oír lo del indio, porque ella no lo había visto en el Lago de Cuitzeo, solo había visto la sangre como la que podíamos ver todos.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Tal vez en el Lago tuviste una insolación, Laura, y te salió sangre por las narices. Fíjate, hijo, que llevábamos el coche descubierto —dijo casi sin saber qué decir.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La señora Laura se tendió boca abajo en la cama y se encerró en sus pensamientos, mientras su marido y su suegra discutían.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—¿Sabes, Nachita, lo que yo estaba pensando esa mañana? ¿Y si me vio anoche cuando Pablo me besaba? Y tenía ganas de llorar. En ese momento me acordé de que cuando un hombre y una mujer se aman y no tienen hijos están condenados a convertirse en uno solo. Así me lo decía mi otro padre, cuando yo le llevaba el agua y él miraba la puerta detrás de la que dormíamos mi primo marido y yo. Todo lo que mi otro padre me había dicho ahora se estaba haciendo verdad. Desde la almohada oí las palabras de Pablo y de Margarita y no eran sino tonterías. “Lo voy a ir a buscar”, me dije. “Pero ¿adónde?”. Más tarde cuando tú volviste a mi cuarto a preguntarme qué hacíamos de comida, me vino un pensamiento a la cabeza: “¡Al Café de Tacuba!”. Y ni siquiera conocía ese café, Nachita, solo lo había oído mentar.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nacha recordó a la señora como si la viera ahora, poniéndose su vestido blanco manchado de sangre, el mismo que traía en este momento en la cocina.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¡Por Dios, Laura, no te pongas ese vestido! —le dijo su suegra. Pero ella no hizo caso. Para esconder las manchas, se puso un <em style="box-sizing: border-box;">sweater</em> blanco encima, se lo abotonó hasta el cuello y se fue a la calle sin decir adiós. Después vino lo peor. No, lo peor no. Lo peor iba a venir ahora en la cocina, si la señora Margarita se llegaba a despertar.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—En el Café de Tacuba no había nadie. Es muy triste ese lugar, Nachita. Se me acercó un camarero, “¿Qué le sirvo?”. Yo no quería nada, pero tuve que pedir algo. “Una cocada”. Mi primo y yo comíamos cocos de chiquitos… En el café un reloj marcaba el tiempo. “En todas las ciudades hay relojes que marcan el tiempo, se debe estar gastando a pasitos. Cuando ya no quede sino una capa transparente, llegará él y las dos rayas dibujadas se volverán una sola y yo habitaré la alcoba más preciosa de su pecho”. Así me decía mientras comía la cocada.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¿Qué horas son? —le pregunté al camarero.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Las doce, señorita.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“A la una llega Pablo”, me dije, “si le digo a un taxi que me lleve por el Periférico, puedo esperar todavía un rato”. Pero no esperé y me salí a la calle. El sol estaba plateado, el pensamiento se me hizo un polvo brillante y no hubo presente, pasado ni futuro. En la acera estaba mi primo, se me puso delante, tenía los ojos tristes, me miró largo rato.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¿Qué haces? —me preguntó con su voz profunda.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Te estaba esperando.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Se quedó quieto como las panteras. Le vi el pelo negro y la herida roja en el hombro.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¿No tenías miedo de estar aquí solita?</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“Las piedras y los gritos volvieron a zumbar alrededor nuestro y yo sentí que algo ardía a mis espaldas.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—No mires —me dijo.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“Puso una rodilla en tierra y con los dedos apagó mi vestido que empezaba a arder. Le vi los ojos muy afligidos.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¡Sácame de aquí! —le grité con todas mis fuerzas, porque me acordé de que estaba frente a la casa de mi papá, que la casa estaba ardiendo y que atrás de mí estaban mis padres y mis hermanitos muertos. Todo lo veía retratado en sus ojos, mientras él estaba con la rodilla hincada en tierra apagando mi vestido. Me dejé caer sobre él, que me recibió en sus brazos. Con su mano caliente me tapó los ojos.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Este es el final del hombre —le dije con los ojos bajo su mano.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¡No lo veas!</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“Me guardó contra su corazón. Yo lo oí sonar como rueda el trueno sobre las montañas. ¿Cuánto faltaría para que el tiempo se acabara y yo pudiera oírlo siempre? Mis lágrimas refrescaron su mano que ardía en el incendio de la ciudad. Los alaridos y las piedras nos cercaban, pero yo estaba a salvo bajo su pecho.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Duerme conmigo… —me dijo en voz muy baja.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¿Me viste anoche? —le pregunté.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Te vi…</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“Nos dormimos en la luz de la mañana, en el calor del incendio. Cuando recordamos, se levantó y agarró su escudo.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Escóndete hasta el amanecer. Yo vendré por ti.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“Se fue corriendo ligero sobre sus piernas desnudas… Y yo me escapé otra vez, Nachita, porque sola tuve miedo.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Señorita, ¿se siente mal?</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Una voz igual a la de Pablo se me acercó a media calle.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¡Insolente! ¡Déjeme tranquila!</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“Tomé un taxi que me trajo a la casa por el Periférico y llegué…</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nacha recordó su llegada: ella misma le había abierto la puerta. Y ella fue la que le dio la noticia. Josefina bajó después, desbarrancándose por las escaleras.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¡Señora, el señor y la señora Margarita están en la policía!</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Laura se le quedó mirando asombrada, muda.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“— ¿Dónde anduvo, señora?</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Fui al Café de Tacuba.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Pero eso fue hace dos días.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Josefina traía el <em style="box-sizing: border-box;">Últimas Noticias</em>. Leyó en voz alta: “La señora Aldama continúa desaparecida. Se cree que el siniestro individuo de aspecto indígena que la siguió desde Cuitzeo, sea un sádico. La policía investiga en los estados de Michoacán y Guanajuato”.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La señora Laurita arrebató el periódico de las manos de Josefina y lo desgarró con ira. Luego se fue a su cuarto. Nacha y Josefina la siguieron, era mejor no dejarla sola. La vieron echarse en su cama y soñar con los ojos muy abiertos. Las dos tuvieron el mismo pensamiento y así se lo dijeron después en la cocina: “Para mí, la señora Laurita anda enamorada”. Cuando el señor llegó ellas estaban todavía en el cuarto de su patrona.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¡Laura! —gritó. Se precipitó a la cama y tomó a su mujer en su brazos.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¡Alma de mi alma! —sollozó el señor.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La señora Laurita pareció enternecida unos segundos.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¡Señor! —gritó Josefina—. El vestido de la señora está bien chamuscado.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nacha la miró desaprobándola. El señor revisó el vestido y las piernas de la señora.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Es verdad… también las suelas de sus zapatos están ardidas… Mi amor, ¿qué pasó?, ¿dónde estuviste?</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—En el Café de Tacuba —contestó la señora muy tranquila.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La señora Margarita se torció las manos y se acercó a su nuera.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Ya sabemos que anteayer estuviste allí y comiste una cocada. ¿Y luego?</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Luego tomé un taxi y me vine acá por el Periférico.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nacha bajó los ojos, Josefina abrió la boca como para decir algo y la señora Margarita se mordió los labios. Pablo, en cambio, agarró a su mujer por los hombros y la sacudió con fuerza.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¡Déjate de hacer la idiota! ¿En dónde estuviste dos días?… ¿Por qué traes el vestido quemado?</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¿Quemado? Si él lo apagó… —dejó escapar la señora Laura.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¿Él?… ¿el indio asqueroso? —Pablo la volvió a zarandear con ira.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Me lo encontré a la salida del Café de Tacuba… —sollozó la señora muerta de miedo.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¡Nunca pensé que fueras tan baja! —dijo el señor y la aventó sobre la cama.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Dinos quién es —preguntó la suegra suavizando la voz.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—¿Verdad, Nachita, que no podía decirles que era mi marido? —preguntó Laura pidiendo la aprobación de la cocinera.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nacha aplaudió la discreción de su patrona y recordó que aquel mediodía, ella, apenada por la situación de su ama, había opinado:</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Tal vez el indio de Cuitzeo es un brujo.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero la señora Margarita se había vuelto a ella con ojos fulgurantes para contestarle casi a gritos:</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¿Un brujo? ¡Dirás un asesino!</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Después, en muchos días no dejaron salir a la señora Laurita. El señor ordenó que se vigilaran las puertas y ventanas de la casa. Ellas, las sirvientas, entraban continuamente al cuarto de la señora para echarle un vistazo. Nacha se negó siempre a exteriorizar su opinión sobre el caso o a decir las anomalías que sorprendía. Pero, ¿quién podía callar a Josefina?</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Señor, al amanecer, el indio estaba otra vez junto a la ventana —anunció al llevar la bandeja con el desayuno.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El señor se precipitó a la ventana y encontró otra vez la huella de sangre fresca. La señora se puso a llorar.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¡Pobrecito!… ¡pobrecito!… —dijo entre sollozos.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Fue esa tarde cuando el señor llegó con un médico. Después el doctor volvió todos los atardeceres.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Me preguntaba por mi infancia, por mi padre y por mi madre. Pero, yo, Nachita, no sabía de cuál infancia, ni de cuál padre, ni de cuál madre quería saber. Por eso le platicaba de la Conquista de México. ¿Tú me entiendes, verdad? —preguntó Laura con los ojos puestos sobre las cacerolas amarillas.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Sí, señora… —Y Nachita, nerviosa, escrutó el jardín a través de los vidrios de la ventana. La noche apenas si dejaba ver entre sus sombras. Recordó la cara desganada del señor frente a su cena y la mirada acongojada de su madre.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Mamá, Laura le pidió al doctor la <em style="box-sizing: border-box;">Historia</em> de Bernal Díaz del Castillo. Dice que eso es lo único que le interesa.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La señora Margarita había dejado caer el tenedor.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¡Pobre hijo mío, tu mujer está loca!</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—No habla sino de la caída de la Gran Tenochtitlán —agregó el señor Pablo con aire sombrío.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Dos días después, el médico, la señora Margarita y el señor Pablo decidieron que la depresión de Laura aumentaba con el encierro. Debía tomar contacto con el mundo y enfrentarse con sus responsabilidades. Desde ese día, el señor mandaba el automóvil para que su mujer saliera a dar paseítos por el Bosque de Chapultepec. La señora salía acompañada de su suegra y el chofer tenía órdenes de vigilarlas estrechamente. Solo que el aire de los eucaliptos no la mejoraba, pues apenas volvía a su casa, la señora Laurita se encerraba en su cuarto para leer la <em style="box-sizing: border-box;">Conquista de México</em> de Bernal Díaz.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Una mañana la señora Margarita regresó del Bosque de Chapultepec sola y desamparada.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¡Se escapó la loca! —gritó con voz estentórea al entrar a la casa.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Fíjate, Nacha, me senté en la misma banquita de siempre y me dije: “No me lo perdona. Un hombre puede perdonar una, dos, tres, cuatro traiciones, pero la traición permanente, no.” Este pensamiento me dejó muy triste. Hacía calor y Margarita se compró un helado de vainilla; yo no quise, entonces ella se metió al automóvil a comerlo. Me fijé que estaba tan aburrida de mí, como yo de ella. A mí no me gusta que me vigilen y traté de ver otras cosas para no verla comiendo su barquillo y mirándome. Vi el heno gris que colgaba de los ahuehuetes y no sé por qué, la mañana se volvió tan triste como esos árboles. “Ellos y yo hemos visto las mismas catástrofes”, me dije. Por la calzada vacía, se paseaban las horas solas. Como las horas estaba yo: sola en una calzada vacía. Mi marido había contemplado por la ventana mi traición permanente y me había abandonado en esa calzada hecha de cosas que no existían. Recordé el olor de las hojas de maíz y el rumor sosegado de sus pasos. “Así caminaba, con el ritmo de las hojas secas cuando el viento de febrero las lleva sobre las piedras. Antes no necesitaba volver la cabeza para saber que él estaba ahí mirándome las espaldas”… Andaba en esos tristes pensamientos, cuando oí correr al sol y las hojas secas empezaron a cambiar de sitio. Su respiración se acercó a mis espaldas, luego se puso frente a mí, vi sus pies desnudos delante de los míos. Tenía un arañazo en la rodilla. Levanté los ojos y me hallé bajo los suyos. Nos quedamos mucho rato sin hablar. Por respeto yo esperaba sus palabras.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—¿Qué te haces? —me dijo.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Vi que no se movía y que parecía más triste que antes.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Te estaba esperando —contesté.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Ya va a llegar el último día…</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Me pareció que su voz salía del fondo de los tiempos. Del hombro le seguía brotando sangre. Me llené de vergüenza, bajé los ojos, abrí mi bolso y saqué un pañuelito para limpiarle el pecho. Luego lo volví a guardar. Él siguió quieto, observándome.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Vamos a la salida de Tacuba… Hay muchas traiciones…</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Me agarró de la mano y nos fuimos caminando entre la gente, que gritaba y se quejaba. Había muchos muertos que flotaban en el agua de los canales. Había mujeres sentadas en la hierba mirándolos flotar. De todas partes surgía la pestilencia y los niños lloraban corriendo de un lado para otro, perdidos de sus padres. Yo miraba todo sin querer verlo. Las canoas despedazadas no llevaban a nadie, solo daban tristeza. El marido me sentó debajo de un árbol roto. Puso una rodilla en tierra y miró alerta lo que sucedía a nuestro alrededor. Él no tenía miedo. Después me miró a mí.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Ya sé que eres traidora y que me tienes buena voluntad. Lo bueno crece junto con lo malo.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Los gritos de los niños apenas me dejaban oírlo. Venían de lejos, pero eran tan fuertes que rompían la luz del día. Parecía que era la última vez que iban a llorar.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Son las criaturas… —Me dijo.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Este es el final del hombre —repetí, porque no se me ocurría otro pensamiento.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Él me puso las manos sobre los oídos y luego me guardó contra su pecho.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Traidora te conocía y así te quise.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Naciste sin suerte —le dije. Me abracé a él. Mi primo marido cerró los ojos para no dejar correr las lágrimas. Nos acostamos sobre las ramas rotas del pirú. Hasta allí nos llegaron los gritos de los guerreros, las piedras y los llantos de los niños.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—El tiempo se está acabando… —suspiró mi marido.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Por una grieta se escapaban las mujeres que no querían morir junto con la fecha. Las filas de hombres caían una después de la otra, en cadena como si estuvieran cogidos de la mano y el mismo golpe los derribara a todos. Algunos daban un alarido tan fuerte, que quedaba resonando mucho rato después de su muerte.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Falta poco para que nos fuéramos para siempre en uno solo cuando mi primo se levantó, me juntó ramas y me hizo una cuevita.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“—Aquí me esperas.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Me miró y se fue a combatir con la esperanza de evitar la derrota. Yo me quedé acurrucada. No quise ver a las gentes que huían, para no tener la tentación, ni tampoco quise ver a los muertos que flotaban en el agua para no llorar. Me puse a contar los frutitos que colgaban de las ramas cortadas: estaban secos y cuando los tocaba con los dedos, la cáscara roja se les caía. No sé por qué me parecieron de mal agüero y preferí mirar el cielo, que empezó a oscurecerse. Primero se puso pardo, luego empezó a coger el color de los ahogados de los canales. Me quedé recordando los colores de otras tardes. Pero la tarde siguió amoratándose, hinchándose, como si de pronto fuera a reventar y supe que se había acabado el tiempo. Si mi primo no volvía, ¿qué sería de mí? Tal vez ya estaba muerto en el combate. No me importó su suerte y me salí de allí a toda carrera perseguida por el miedo. “Cuando llegue y me busque…” No tuve tiempo de acabar mi pensamiento porque me hallé en el anochecer de la ciudad de México. “Margarita ya se debe haber acabado su helado de vainilla y Pablo debe de estar muy enojado”… Un taxi me trajo por el Periférico. ¿Y sabes, Nachita?, los Periféricos eran los canales infestados de cadáveres… por eso llegué tan triste… Ahora, Nachita, no le cuentes al señor que me pasé la tarde con mi marido”.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nachita se acomodó los brazos sobre la falda lila.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—El señor Pablo hace ya diez días que se fue a Acapulco. Se quedó muy flaco con las semanas que duró la investigación —explicó Nachita satisfecha. Laura la miró sin sorpresa y suspiró con alivio.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—La que está arriba es la señora Margarita —agregó Nacha volviendo los ojos hacia el techo de la cocina.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Laura se abrazó las rodillas y miró por los cristales de la ventana a las rosas borradas por las sombras nocturnas y a las ventanas vecinas que empezaban a apagarse.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nachita se sirvió sal sobre el dorso de la mano y la comió golosa.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—¡Cuánto coyote! ¡Anda muy alborotada la coyotada! —dijo con la voz llena de sal. Laura se quedó escuchando unos instantes.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Malditos animales, los hubieras visto hoy en la tarde —dijo.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Con tal de que no estorben el paso del señor, o que le equivoquen el camino —comentó Nacha con miedo.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Si nunca los temió ¿por qué había de temerlos esta noche? —preguntó Laura molesta.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nacha se aproximó a su patrona para estrechar la intimidad súbita que se había establecido entre ellas.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Son más canijos que los tlaxcaltecas —le dijo en voz muy baja.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Las dos mujeres se quedaron quietas. Nacha devorando poco a poco otro puñito de sal. Laura escuchando preocupada los aullidos de los coyotes que llenaban la noche. Fue Nacha la que lo vio llegar y le abrió la ventana.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—¡Señora!… Ya llegó por usted… —le susurró en una voz tan baja que solo Laura pudo oírla.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Después, cuando ya Laura se había ido para siempre con él, Nachita limpió la sangre de la ventana y espantó a los coyotes, que entraron en su siglo que acababa de gastarse en ese instante. Nacha miró con sus ojos viejísimos, para ver si todo estaba en orden: lavó la taza de café, tiró al bote de la basura las colillas manchadas de rojo de labios, guardó la cafetera en la alacena y apagó la luz.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Yo digo que la señora Laurita no era de este tiempo, ni era para el señor —dijo en la mañana cuando le llevó el desayuno a la señora Margarita.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Ya no me hallo en casa de los Aldama. Voy a buscarme otro destino, le confió a Josefina.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 11px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y en un descuido de la recamarera, Nacha se fue hasta sin cobrar su sueldo.</span></div>
</div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-46284849623963383372019-02-19T12:49:00.001-08:002019-02-19T12:49:23.537-08:00El episodio Kugelmass de Woody Allen<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjU4XHt8g2Hk8Wj4CHvJe5bEBOrWcd-dMFvYhyphenhyphenr7Uukbec1oD4NaarDUNmDrssEsQnX6eTyfRqYenuChX7Z8id7Vip6ys_WzRqwa-z11uo08iq6nJQkVSsb1IA6ZDpKkDXNUFFd8i_CfVnT/s1600/psiquiatr%25C3%25ADa-65182-300x252.jpg" imageanchor="1" style="background-color: #b6d7a8; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="252" data-original-width="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjU4XHt8g2Hk8Wj4CHvJe5bEBOrWcd-dMFvYhyphenhyphenr7Uukbec1oD4NaarDUNmDrssEsQnX6eTyfRqYenuChX7Z8id7Vip6ys_WzRqwa-z11uo08iq6nJQkVSsb1IA6ZDpKkDXNUFFd8i_CfVnT/s1600/psiquiatr%25C3%25ADa-65182-300x252.jpg" /></a></div>
<br />
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">El
profesor Kugelmass, quien dictaba clases de Humanidades en el City College,
estaba infelizmente casado por segunda vez. Su esposa, Dafne Kugelmass, era una
idiota. El también tenía dos hijos tontos de su primera esposa, Flo, y estaba
hasta el cuello de deudas ocasionadas por los costos de la separación y
manutención de los niños.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span><br />
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“¿Acaso yo sabía que las cosas iban a salir tan
mal?”, se lamentó un día Kugelmass dirigiéndose a su analista. “Dafne era muy
prometedora. ¿Quién podría sospechar que ella iba a abandonarse y a engordar
como tonel? Además, ella tenía algunos dolarillos, lo que no es – por supuesto
– razón suficiente para contraer nupcias pero tampoco viene mal, teniendo en
cuenta los problemas “operativos” que tengo. ¿Entiende lo que le digo?</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Kugelmass era calvo y tan peludo como un oso, pero
tenía un gran corazón.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Tengo que buscarme otra mujer”, agregó. “Necesito
tener un affaire. Es posible que no sea un buen partido pero soy un hombre que
necesita vivir un romance.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Necesito sentir ternura, coquetear con alguien.
Estoy envejeciendo y por ello es muy tarde para sentir el deseo de hacer el
amor en Venecia, burlarse el uno del otro en el “21″ e intercambiar miradas
tímidas sobre una copa de vino tinto a la luz de las velas. ¿Entiende lo que le
digo?’’</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">El Dr. Mandel se movió en la silla y dijo: “No
resolverá nada con una aventura amorosa. Usted es muy poco realista. Sus
problemas son mucho más graves”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Debo tener una relación muy discreta”, seguía
pensando en voz alta Kugelmass. “No puedo darme el lujo de divorciarme por
segunda vez. Dafne me lo echaría en cara”</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Sr. Kugelmass – ”</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Sin embargo, no puede ser con nadie del City
College porque Dafne también trabaja allí. De hecho, ninguna profesora de esa
universidad vale gran cosa; sin embargo, alguna de las estudiantes …”</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Sr. Kugelmass – ”</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Ayúdeme. Anoche tuve un sueño. Estaba en una
pradera y de pronto me puse a saltar con una cesta de comida y la cesta tenía
un letrero que rezaba “Opciones”. Luego me di cuenta de que la cesta tenía un
agujero”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Sr. Kugelmass, lo peor que puede hacer es
representar de esa forma sus inhibiciones. Usted debe limitarse a expresar sus
sentimientos para que los analicemos en conjunto. Usted ha estado en
tratamiento el tiempo suficiente como para saber que no hay remedios
instantáneos. Después de todo, soy un analista, no un mago”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Entonces, tal vez lo que necesite sea un mago”,
dijo Kugelmass, levantándose de su asiento. Y con ello puso fin a su terapia.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Algunas semanas después, Kugelmass y Dafne se
hallaban deprimidos en su apartamento como dos viejos muebles. De pronto, sonó
el teléfono. Era de noche.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Yo atiendo”, dijo Kugelmass. “Aló”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">¨Kugelmass?, se oyó al otro lado del teléfono.
“Kugelmass, le habla Persky”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“¿Quién?”</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Persky, ¿o debería decir “El Gran Persky?”</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">¿Perdón?</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“He sabido que anda en búsqueda de un mago que le
de una nota exótica a su vida. ¿No es así?”<br />
“¬Chis!, susurró Kugelmass. “No cuelgue. ¿De dónde llama, Sr. Persky?”</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Al día siguiente, por la tarde, Kugelmass subió por
las escaleras de un decrépito edificio de apartamentos situado en el área de
Bushwick, Brooklyn. Aguzando la mirada para romper la oscuridad del pasillo,
Kugelmass finalmente encontró la puerta que buscaba y tocó el timbre. Voy a
lamentarlo, pensó para sí.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Segundos después, era recibido por un hombre
pequeño, delgado, con una mirada vidriosa.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">¿Usted es Persky, el Grande?, dijo Kugelmass.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">El Gran Persky. ¿Quiere una tasa de té?</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“No. Quiero vivir un romance. Quiero sentir la
música, el amor y la belleza”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Pero no quiere tomar té. ¿Ah? Es raro. Muy bien,
tome asiento”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Persky se paró y fue al cuarto de atrás. Kugelmass
oyó un movimiento de cajas y muebles. Persky reapareció, empujando un objeto de
gran tamaño montado sobre unos patines con las ruedas chirriantes. Persky quitó
algunos viejos pañuelos de seda que se encontraban en la parte superior y los
sopló para quitarle el polvo. Se trataba de un armario chino mal laqueado y de
tosca apariencia.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Persky”, ¿qué se trae entre manos?, preguntó
Kugelmass.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Preste atención”, le respondió Persky. “Esto va a
producir un bello efecto. Lo diseñé el año pasado para una ceremonia de los
Caballeros de Pitia, pero el acto se suspendió por falta de público. Entre en
el mueble”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“¿Por qué? ¿Acaso va a atravesarlo con un montón de
espadas o algo así?</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;"><br />
¿Usted ve alguna espada?</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Kugelmass puso cara de circunstancia y lanzando un
gruñido se introdujo en el armario. El profesor no pudo evitar observar varias
imitaciones de diamante de mala calidad pegadas en la madera contrachapada
justo frente a su cara. “Esto es un chiste de mal gusto”, dijo.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Tiene algo de broma. Bien, oiga lo que le voy a
decir. Si lanzo una novela al interior del armario en el que usted se
encuentra, cierro las puertas y toco tres veces, usted se verá proyectado en
ese libro”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Kugelmass hizo un gesto de incredulidad.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Es mi varita mágica”, dijo Perksy. “Mi contacto
con Dios. No sólo funciona con novelas. Puede ser un cuento, una obra de
teatro, un poema. Podrá conocer algunas de las mujeres creadas por los mejores
escritores del mundo. Sea cual fuere la mujer de sus sueños. Podrá hacer todo
lo que desee como un verdadero triunfador. Luego, cuando haya vivido
suficientes experiencias, pega un grito y volverá aquí al instante.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Persky, ¿Usted está enfermo?</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Le estoy diciendo que todo estará bien”, expresó
Persky.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Kugelmass mantuvo su escepticismo. ¿Lo que usted me
quiere decir es que este cajón casero me puede transportar tal y como usted me
lo ha descrito?<br />
“Por apenas 20 dólares”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Kugelmass buscó su billetera. “Ver para creer”,
dijo.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Persky guardó los billetes en sus bolsillos y se
dirigió a su biblioteca ¿A quién desea conocer? ¿A la Hermana Carrie? ¿Hester
Prynne? ¿Ofelia? ¨Tal vez a algún personaje de Saul Bellow? ¿Qué le parece un
encuentro con Temple Drake? Aunque para un hombre de su edad, ella sería una
prueba muy difícil”<br />
“A una francesa. Quiero tener un affaire con una amante francesa”</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“¿Nana?”</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“No quiero tener que pagar por ello”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Qué le parece Natacha de La Guerra y la Paz</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Le dije que una francesa. ¡Ya sé! ¿Qué le parece
Emma Bovary? Me parece perfecta”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Muy bien, Kugelmass. Pegue un grito cuando esté
harto”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Persky introdujo en el armario una edición rústica
de la novela de Flaubert.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“¿Está seguro de que esto no implica ningún
riesgo?”, preguntó Kugelmass mientras Persky comenzaba a cerrar las puertas del
armario.<br />
“Seguro. ¿Hay algo seguro en este mundo tan loco?” Persky tocó tres veces el
armario y luego abrió de par en par las puertas.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Kugelmass se había ido. En ese mismo instante,
apareció en el dormitorio de la casa de Charles y Emma Bovary en Yonville. Ante
él, se hallaba una hermosa mujer, de pie y dándole la espalda a Kugelmass
mientras doblaba la lencería. No puedo creerlo, pensó Kugelmass, mirando a la
cautivadora esposa del doctor. Esto es algo sobrenatural. Estoy aquí junto a
ella.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Emma se volteó sorprendida. “Dios mío, me asustó”,
expresó. “¿Quién es usted?” Emma habló en perfecto español como la traducción
que aparecía en la edición rústica de Persky.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Esto es increíble, pensó Kugelmass. Luego, dándose
cuenta de que era a él, a quien ella se había dirigido, respondió: “Disculpe.
Soy Sidney Kugelmass, del City College. Soy profesor de Humanidades en una
universidad neoyorquina, situada en las afueras de la ciudad. Yo … ¡no puedo
creerlo!</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Emma Bovary sonrió con coquetería y le preguntó:
“¿Desea tomar algo? ¿Tal vez una copa de vino?</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Es hermosa, pensó Kugelmass. ¡Qué diferencia con el
troglodita con el que comparte la cama! Sintió un impulso repentino de tener
entre sus brazos esta visión y decirle que era el tipo de mujer con el que
había soñado toda su vida.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Sí, un poco de vino”, contestó con voz ronca.
“Blanco. No, tinto. No, blanco. Una copa de vino blanco”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Charles estará fuera todo el día”, expresó Emma,
con voz insinuante.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Después del vino, fueron a dar un paseo por la
encantadora campiña francesa. “Yo siempre había soñado con un misterioso
extranjero que aparecería y me rescataría de la monotonía de esta aburrida
existencia rural”, le confesó Emma, tomando su mano. Pasaron frente a una
pequeña iglesia. “Me encanta la ropa que llevas puesta”, murmuró. “Nunca había
visto un traje como ese. Es tan … tan moderno”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Lo llaman traje casual”, le explicó Kugelmass con
voz romántica. “Estaba en oferta”. De pronto, la besó. Durante más de una hora,
estuvieron recostados bajo un árbol, susurrándose frases al oído y expresándose
ideas profundamente significativas con sus miradas. Luego, Kugelmass se
incorporó. Acababa de recordar que tenía que encontrarse con Dafne en
Bloomingdale’s. “Debo irme”, le dijo. “Pero no te preocupes, volveré”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Eso espero”, le dijo Emma.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Kugelmass le dio un abrazo apasionado y los dos
caminaron de vuelta a casa. Acunó el rostro de Emma en las palmas de sus manos,
la besó de nuevo y gritó: “Ya está bien, Persky”. Tengo que estar en
Bloomingdale’s a las tres y media”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Se produjo un ruido seco y Kugelmass volvió a
Brooklyn.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“¿Y entonces? ¿Le mentí?, preguntó Persky,
triunfante.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Persky, se me hace tarde para encontrarme con mi
mujer en la Avenida Lexington. Pero, ¿cuando puedo volver a viajar? ¿Mañana?</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Seguro. Sólo debe traer 20 dólares. Y no le
mencione esto a nadie”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Por supuesto. Nada más llamaré a Rupert Murdoch”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Kugelmass tomó un taxi que enfiló hacia la ciudad.
Su corazón latía desenfrenadamente. Estoy enamorado, pensó, y tengo en mi poder
un secreto maravilloso. Lo que él no se había dado cuenta era que en ese mismo
momento los estudiantes de varios salones de clase del país le estaban
preguntando a sus profesores: “¿Quién es ese personaje que aparece en la página
100?”. ¿Un judío calvo está besando a Madame Bovary? Un profesor de Sioux
Falls, Dakota del Sur, suspiró y pensó: Dios mío, las cosas que se le ocurren a
estos muchachos. Eso es culpa de la marihuana y de la coca.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Dafne Kugelmass se encontraba en el departamento de
accesorios para baños en Bloomingdale’s cuando Kugelmass llegó jadeando.
“¿Dónde estabas metido?”, preguntó molesta. “Son las cuatro y media”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Había mucho tráfico en la calle”, se excusó
Kugelmass.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Al día siguiente, Kugelmass fue a visitar a Persky
y a los pocos minutos había vuelto a viajar mágicamente a Yonville. Emma no
pudo ocultar su emoción al verlo. Pasaron varias horas juntos, riendo y
conversando sobre sus vidas. Antes de que Kugelmass partiera, hicieron el amor.
¡Dios mío, me acosté con Madame Bovary!” dijo entre dientes. “Yo, a quien le
rasparon español en primer año”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Transcurrieron los meses y Kugelmass fue a visitar
a Persky en muchas oportunidades y desarrolló una íntima y apasionada relación
con Emma Bovary. “Asegúrese de que siempre entre al libro antes de la página
120”, le dijo un día Kugelmass al mago. “Siempre tengo que encontrarme con ella
antes de que Emma entre en contacto con el personaje de Rodolphe”,</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“¿Por qué? ¿Acaso no puedes ganarle?”</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“¿Ganarle?”. El pertenece a la aristocracia
provinciana. Esos tipos no tienen nada mejor que hacer que flirtear con las
mujeres y montar a caballo. Podríamos decir que él es uno de esos rostros que
aparece en la revista Women’s Wear Daily, con un corte de pelo al estilo Helmut
Berger. Sin embargo, para Emma es un galán irresistible”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“¿Y su esposo no sospecha nada?”</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“El no sabe ni donde está parado. Es un paramédico
mediocre que comparte su vida con una bailarina. Siempre está listo para
acostarse a las diez mientras ella se pone sus zapatillas de baile. Bueno, …
nos vemos luego”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Kugelmass entró al armario y pasó instantáneamente
a la casa de los Bovary en Yonville. ¿Cómo te va, mi adorada?, le dijo a Emma.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">¡Oh, Kugelmass!, susurró Emma. “Las cosas que tengo
que soportar. Anoche mientras cenaba, el Sr. Personalidad se adormeció mientras
comíamos el postre. Le estaba expresando todos mis sentimientos sobre Maxim’s y
el ballet e inesperadamente oí un ronquido”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“No te preocupes, mi amor. Estoy aquí contigo”, le
dijo Kugelmass, abrazándola. Me he ganado esto a pulso, pensó, mientras olía el
perfume francés de Emma y hundía su nariz en el cabello de su amada. He sufrido
mucho. He gastado mucho dinero en analistas. He buscado hasta el cansancio.
Ella es joven y núbil y yo estoy aquí, algunas páginas después de Léon y poco
antes de Rodolphe. Como he aparecido en los capítulos adecuados, he podido
manejar perfectamente la situación.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">De hecho, Emma irradiaba tanta felicidad como
Kugelmass. Ella estaba ansiosa de emociones y los relatos que Kugelmass le
contaba sobre la vida nocturna de Broadway, los automóviles veloces y las
estrellas de la televisión y de Hollywood, embelesaban a la preciosa joven
francesa.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Dime algo sobre O. J. Simpson”, le imploró una
noche, mientras ella y Kugelmass paseaban cerca de la abadía de Bournisien.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“¿Qué te puedo decir? Es un gran atleta. Ha
establecido una gran cantidad de marcas como corredor de fútbol americano.
Tiene un gran movimiento. Es muy difícil tocarlo”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“¿Y qué me dices de los premios de la Academia?”,
preguntó Emma con melancolía. “Daría cualquier cosa por ganarme un Oscar”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Antes que nada debes recibir una nominación”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Ya lo sé. Tú me lo explicaste. Pero estoy convencida
de que puedo actuar. Por supuesto, quisiera tomar algunas clases. Tal vez con
Strasberg. Luego, si tuviera el agente adecuado ….”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Ya veremos, ya veremos. Hablaré con Persky”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Esa noche, luego de haber regresado a salvo al
apartamento del mago, Kugelmass le propuso la idea de traerse consigo a Emma
para que visitara la Gran Manzana.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Déjeme pensarlo”, le dijo Persky. “Tal vez pudiera
hacer algo al respecto. Han ocurrido cosas más extrañas”. Desde luego, a
ninguno de ellos se les vino a la cabeza ninguna.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“¿Dónde diablos has estado metido todo este
tiempo?”, le gritó Dafne Kugelmass a su marido cuando él volvió tarde a su
casa. “¿Tienes una madriguera en la que te emborrachas a escondidas?”</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Sí, claro. Soy un borracho”, contestó Kugelmass
con tono de desgano. “Estaba con Leonard Popkin. Estábamos discutiendo sobre la
agricultura socialista en Polonia. Tú conoces muy bien a Popkin. Es un fanático
del tema”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Has estado muy raro en los últimos tiempos”,
comentó Dafne. “Distante. Tu no te olvidas del cumpleaños de mi padre. Es el
sábado, ¿no?<br />
“Sí, claro”, contestó Kugelmass, dirigiéndose al baño.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Irá toda mi familia. Podremos ver a los mellizos.
Y al primo Hamish. Deberías ser más amable con el primo Hamish. Le caes bien”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Sí, los morochos”, dijo Kugelmass, cerrando la
puerta del baño y apagando con ello la voz de su mujer. El profesor se apoyó en
la puerta, y respiró hondo. En pocas horas, se dijo a sí mismo, volvería a
Yonville, para estar con su amada. Y en esta oportunidad, si todo salía de
acuerdo a lo previsto, se traería a Emma consigo.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">A las 3:15 p.m. del día siguiente, Persky volvió a
realizar su acto de magia. Kugelmass se apareció ante Emma, sonriente y
ansioso. Ambos pasaron varias horas en Yonville con Binet y luego se montaron
en el carruaje de los Bovary. Siguiendo las instrucciones de Persky, se
abrazaron con fuerza, cerraron sus ojos y contaron hasta diez. Cuando los
abrieron, el carruaje estaba cerca de la puerta lateral del Hotel Plaza, en
donde Kugelmass había reservado ese mismo día y con un gran optimismo, una
suite.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“¡Me encanta!, es tal y como lo había soñado”, dijo
Emma mientras daba saltos de alegría por la habitación y veía la ciudad desde
su ventana. “Allí está Schwarz. Y allá veo el Central Park y ¿cuál es Sherry?
Ah, allí está . ¡Es maravilloso!</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">En la cama había varias cajas de Halston y Saint
Laurent. Emma abrió una de ellas y sacó un par de pantalones de terciopelo
negro que puso delante de su perfecto cuerpo.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Esos pantalones son de Ralph Lauren”, dijo
Kugelmass. “Lucirás estupenda. Anda, cariño. Dame un beso”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Nunca había estado tan feliz”, gritó Emma mientras
se paraba frente al espejo. “Vamos a pasear por la ciudad. Quiero ir a ver el
musical “Chorus Line”, visitar el Guggenheim y ver el personaje de Jack
Nicholson del que siempre me has hablado. “¿Están presentando alguna de sus
películas?”</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“No puedo entender lo que está pasando”, expresó un
profesor de Stanford. “En primer lugar, aparece un extraño personaje llamado
Kugelmass y ahora ella ha desaparecido de la obra. Supongo que la principal
característica de una obra clásica es que uno puede releerla mil veces y
siempre hallar algo nuevo”.<br />
<br />
Los amantes pasaron un dichoso fin de semana. Kugelmass le había dicho a Dafne
que él iba a participar en un simposio en Boston y que regresaría el lunes.
Saboreando cada momento, Kugelmass y Emma fueron al cine, cenaron en Chinatown,
pasaron dos horas en una discoteca y se acostaron viendo una película en la
televisión. El domingo durmieron hasta el mediodía, visitaron el SoHo, y
miraron de soslayo a un grupo de celebridades que estaban en Elaine’s. Comieron
caviar y bebieron champagne en su suite el domingo por la noche y conversaron
hasta el amanecer. Esa mañana en el taxi que los llevaba al apartamento de
Persky, Kugelmass pensó que era una cosa de locos pero valía la pena vivirla.
No puedo traerla muy a menudo, pero el tenerla en Nueva York de vez en cuando
representará un cambio significativo con respecto a Yonville.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">En casa de Persky, Emma se introdujo en el armario,
arregló sus nuevas cajas de ropa y le dio un tierno beso a Kugelmass. “Este
será mi lugar la próxima ocasión, dijo con un guiño. Persky tocó tres veces el
armario, pero no ocurrió nada.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Este …”, dijo Persky, rascándose la cabeza. Tocó
el mueble de nuevo, pero la magia no resultó. “Algo está funcionando mal”,
masculló.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Persky, estás bromeando”, gritó Kugelmass. “¡Cómo
es posible que no funcione?”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Tranquilícese. ¿Estás todavía ahí adentro, Emma?</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Sí”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Persky golpeó el mueble, esta vez con más fuerza.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Todavía estoy aquí, Persky”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Ya lo sé, querida. No te muevas”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Persky, tenemos que hacerla volver”, susurró
Kugelmass. “Soy un hombre casado, y tengo clase en tres horas. En estos
momentos, sólo estoy preparado para un affair muy discreto”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“No puedo entender lo que está ocurriendo”, murmuró
Persky. “Es un truco tan sencillo y confiable”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Sin embargo, no pudo hacer nada. “Esto me va a
tomar algún tiempo”, le dijo a Kugelmass. “Voy a desarmar el mueble. Lo llamaré
luego”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Kugelmass lanzó a Emma dentro de un taxi y la llevó
de vuelta al Plaza. Apenas pudo llegar a tiempo a su clase. Todo el día estuvo
llamando por teléfono a Persky y a su amante. El mago le dijo que tal vez
tendrían que pasar algunos días antes de que pudiera llegar al fondo del
problema.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“¿Cómo te fue en el simposio?”, le preguntó Dafne
esa noche.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Muy bien, muy bien”, le contestó el esposo,
encendiendo la colilla de un cigarrillo.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“¿Qué te pasa? Estás sumamente tenso”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“¿Yo?” ¬Ja, ja!, eso es un chiste. Estoy tan
tranquilo como una noche de verano. Voy a salir a dar un paseo”. Cerró con
cuidado la puerta, llamó un taxi que lo llevó al Plaza.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Estoy en problemas”, dijo Emma. “Charles me
extrañará”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Ten paciencia, cariño”, le dijo Kugelmass. Estaba
pálido y sudoroso. La besó de nuevo, corrió hacia el ascensor, llamó
desesperadamente a Persky desde una cabina telefónica en la recepción del Plaza
y llegó a su casa poco antes de la medianoche.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Según Popkin, los precios de la cebada en Cracovia
no habían mostrado tanta estabilidad desde 1971”, le dijo a Dafne mientras
esbozaba una sonrisa y se acostaba junto a ella.<br />
<br />
Toda la semana transcurrió igual. El viernes por la noche, Kugelmass le dijo a
Dafne que iba a participar en otra conferencia, esta vez en Syracuse. Salió
disparado al Plaza, pero el segundo fin de semana no se asemejó en nada al
primero. “Llévame de vuelta a la novela o cásate conmigo”, le dijo Emma a
Kugelmass. “Mientras tanto, quiero conseguir un trabajo o estudiar porque estoy
harta de ver televisión todo el día”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Me parece bien. Podremos utilizar el dinero”, le
dijo Kugelmass. “Estás gastando una fortuna pidiendo servicio a la habitación
del hotel”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Ayer conocí a un productor de Off Broadway en el
Central Park y me dijo que podría encajar a la perfección en un proyecto que
está realizando”, dijo Emma.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“¿Quién es ese payaso?”, le preguntó Kugelmass.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“No es un payaso. Es un hombre sensible, amable y
lindo. Se llama Jeff … algo y es candidato a un premio Tony”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Esa misma tarde, Kugelmass fue a visitar a Persky
en estado de ebriedad.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Cálmese”, le dijo el mago. “Puede enfermarse de
las coronarias”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“¿Tranquilizarme?, ¿Cómo me voy a calmar si tengo a
un personaje de ficción escondido en un hotel y creo que mi esposa me está
siguiendo con un detective privado?”</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Está bien. Sé que estamos metidos en un problema”,
Persky se arrastró bajo el mueble y comenzó a golpear algo con una llave
inglesa.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Parezco un animal salvaje”, prosiguió Kugelmass.
“Ando a escondidas por toda la ciudad y Emma y yo estamos hartos de la
relación. Por no hablar de la cuenta del hotel que ya se parece al presupuesto
de defensa”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“¿Qué puedo hacer? Así es el mundo de la magia”,
masculló Persky. “Todo es cuestión de matices”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Matices, un carajo. Esta muchachita lo único que
consume es Dom Perignon y caviar. A eso hay que sumarle su vestuario, la
inscripción en el Neighborhood Playhouse y un portafolios con fotos
profesionales. Además de eso, Persky, el profesor Fivish Popkind, que enseña
Literatura Comparada y siempre ha estado celoso de mí, me identificó como el
personaje que aparece esporádicamente en el libro de Flaubert. Me ha amenazado
con que le va a contar todo a Dafne. Ya me veo arruinado, pagándole la pensión
alimentaria a mi mujer, y en la cárcel. Por el pecado de adulterio con Madame
Bovary, mi esposa me convertirá en un mendigo.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“¿Qué quiere que le diga?” Estoy trabajando día y
noche para resolver el problema. En lo que respecta a su angustia, no puedo
hacer nada por usted. Soy un mago, no un psicoanalista”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">El domingo por la tarde, Emma se había encerrado en
el baño y se negaba a responder a los ruegos de Kugelmass. El atribulado
profesor miró la ventana del edificio Wollman Rink y contempló la posibilidad
de suicidarse. Lo malo es que me encuentro en un piso muy bajo, pensó; de no
ser por ello, me lanzaría en el acto. También podría huir a Europa y comenzar
una nueva vida … Tal vez podría vender el International Herald Tribune como lo
solían hacer esas muchachas.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">En ese momento sonó el teléfono y Kugelmass lo
llevó mecánicamente a su oído.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Traiga a Emma”, dijo Persky. “Creo que reparé el
defecto que tenía el mueble”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">El corazón de Kugelmass estuvo a punto de
detenerse. ¿Está hablando en serio?, le dijo ¿Logró arreglarlo?”</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Tenía un problema en la transmisión. ¿Quién se lo
iba a imaginar?</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Persky, usted es un genio. Estaremos allí en un
minuto. En menos de un minuto.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Una vez más, los amantes corrieron al apartamento
del mago y de nuevo Emma Bovary se introdujo en el armario con sus cajas. En
esta oportunidad no hubo besos. Persky cerró las puertas, respiró fuertemente y
tocó la caja tres veces. Se produjo el ruido habitual y cuando Persky echó un
vistazo al interior el mueble estaba vacío. Madame Bovary había regresado a su
novela. Kugelmass exhaló un suspiro de alivio y estrechó efusivamente la mano
del mago.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Se acabó”, dijo. “Aprendí la lección. Nunca
volveré a faltarle a mi mujer. Se lo juro”. Estrechó de nuevo la mano de Persky
e hizo la promesa mental de que le iba a enviar un corbatín.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Tres semanas después, al terminar una bella tarde
de primavera, Persky escuchó el timbre y abrió la puerta. Era Kugelmass, con
una expresión avergonzada en el rostro.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Está bien, Kugelmass’’, ¿adónde quiere ir ahora?</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Sólo una vez más”, indicó Kugelmass. “El tiempo es
tan encantador y yo sigo envejeciendo. Persky, ¿usted ha leído el libro La
Denuncia de Portnoy. ¿Recuerda el personaje del Mono?</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Ahora el precio es 25 dólares, ya que el costo de
la vida ha aumentado. Sin embargo, la primera vez podrá ir gratis, debido a
todos los problemas que le causé”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">“Usted sí es buena gente”, le dijo Kugelmass,
mientras se peinaba los pocos cabellos que le quedaban y entraba en el armario.
¿Está funcionando bien?”<br />
“Eso espero. Sin embargo, no lo he probado mucho desde que ocurrió todo ese
desastre”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">"Sexo y romance”, dijo Kugelmass desde el
interior del armario. “Lo que uno tiene que hacer por una cara bonita”.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Persky lanzó al interior un ejemplar de “La
Denuncia de Portnoy” y tocó tres veces la caja. En esta oportunidad, en lugar
de hacer un ruido seco, se produjo una ligera explosión, seguida por una serie
de chisporroteos y una lluvia de centellas. Persky saltó hacia atrás, sufrió un
ataque cardiaco y cayó muerto. El mueble se incendió y, al final, se quemó todo
el apartamento.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; mso-bidi-font-family: Arial;">Kugelmass, que no tenía conocimiento de esta
catástrofe, también estaba en aprietos. El no había ido a parar al libro “La
Denuncia de Portnoy” ni a ninguna otra novela sobre el mismo tema. El profesor
había sido proyectado a un viejo libro de texto llamado “Curso básico de
Español” y estaba corriendo sobre un terreno árido y pedregoso para salvar su
vida mientras la palabra tener, un verbo peludo e irregular, corría tras él
gracias a sus larguiruchas piernas.</span><span style="font-family: "Georgia","serif";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-81220175648754279312019-02-02T09:55:00.000-08:002019-02-02T09:55:01.316-08:00La Cenicienta de los Hermanos Grimm<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP_4gQJzlPFA9_5PiIEpiM_bc0vzdAH0bXKq2wy6dcMbhJFhw1hlrZCnCPwiHrspC-LlOndd2tQ4CBzNFKeLuh0LEWB4qUPHxCOWS0c1UfuvVrKzl0K2h0luBIU4lFmCPOUFQX3jfuRJG-/s1600/cenicienta_la_verdadera_historia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="255" data-original-width="198" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP_4gQJzlPFA9_5PiIEpiM_bc0vzdAH0bXKq2wy6dcMbhJFhw1hlrZCnCPwiHrspC-LlOndd2tQ4CBzNFKeLuh0LEWB4qUPHxCOWS0c1UfuvVrKzl0K2h0luBIU4lFmCPOUFQX3jfuRJG-/s320/cenicienta_la_verdadera_historia.jpg" width="248" /></a></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 16.5pt; mso-outline-level: 1; text-align: center;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-align: justify;">Un hombre rico tenía a su mujer muy
enferma, y cuando vio que se acercaba su fin, llamó a su hija única y le dijo:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-Querida hija, sé piadosa y buena,
Dios te protegerá desde el cielo y yo no me apartaré de tu lado y te bendeciré.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Poco después cerró los ojos y espiró.
La niña iba todos los días a llorar al sepulcro de su madre y continuó siendo
siempre piadosa y buena. Llegó el invierno y la nieve cubrió el sepulcro con su
blanco manto, llegó la primavera y el sol doró las flores del campo y el padre
de la niña se casó de nuevo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">La esposa trajo dos niñas que tenían
un rostro muy hermoso, pero un corazón muy duro y cruel; entonces comenzaron
muy malos tiempos para la pobre huérfana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-No queremos que esté ese pedazo de
ganso sentada a nuestro lado, que gane el pan que coma, váyase a la cocina con
la criada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Le quitaron sus vestidos buenos, le
pusieron una basquiña remendada y vieja y le dieron unos zuecos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-¡Qué sucia está la orgullosa
princesa! -decían riéndose, y la mandaron ir a la cocina: tenía que trabajar
allí desde por la mañana hasta la noche, levantarse temprano, traer agua,
encender lumbre, coser y lavar; sus hermanas le hacían además todo el daño
posible, se burlaban de ella y le vertían la comida en la lumbre, de manera que
tenía que bajarse a recogerla. Por la noche, cuando estaba cansada de tanto
trabajar, no podía acostarse, pues no tenía cama, y la pasaba recostada al lado
del fuego, y como siempre estaba llena de polvo y ceniza, le llamaban la
Cenicienta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Sucedió que su padre fue en una
ocasión a una feria y preguntó a sus hijastras lo que querían que les trajese.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-Un bonito vestido -dijo la una.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-Una buena sortija, -añadió la
segunda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-Y tú, Cenicienta, ¿qué quieres? -le
dijo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-Padre, tráeme la primera rama que
encuentres en el camino.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Compró a sus dos hijastras hermosos
vestidos y sortijas adornadas de perlas y piedras preciosas, y a su regreso, al
pasar por un bosque cubierto de verdor, tropezó con su sombrero en una rama de
zarza, y la cortó. Cuando volvió a su casa dio a sus hijastras lo que le habían
pedido y la rama a la Cenicienta, la cual se lo agradeció; corrió al sepulcro
de su madre, plantó la rama en él y lloró tanto que, regada por sus lágrimas,
no tardó la rama en crecer y convertirse en un hermoso árbol. La Cenicienta iba
tres veces todos los días a ver el árbol, lloraba y oraba y siempre iba a
descansar en él un pajarillo, y cuando sentía algún deseo, en el acto le
concedía el pajarillo lo que deseaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Celebró por entonces el rey unas
grandes fiestas, que debían durar tres días, e invitó a ellas a todas las
jóvenes del país para que su hijo eligiera la que más le agradase por esposa.
Cuando supieron las dos hermanastras que debían asistir a aquellas fiestas,
llamaron a la Cenicienta y la dijeron.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-Péinanos, límpianos los zapatos y
ponles bien las hebillas, pues vamos a una boda al palacio del Rey.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">La Cenicienta las escuchó llorando,
pues las hubiera acompañado con mucho gusto al baile, y suplicó a su madrastra
que se lo permitiese.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-Cenicienta -le dijo-: estás llena de
polvo y ceniza y ¿quieres ir a una boda? ¿No tienes vestidos ni zapatos y
quieres bailar?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Pero como insistiese en sus súplicas,
le dijo por último:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-Se ha caído un plato de lentejas en
la ceniza, si las recoges antes de dos horas, vendrás con nosotras:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-La joven salió al jardín por la
puerta trasera y dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-Tiernas palomas, amables tórtolas, pájaros del
cielo, vengan todos y ayúdenme a recoger.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 8.25pt 37.5pt;">
<i><span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Las buenas en el puchero,<br />
las malas en el caldero.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Entraron por la ventana de la cocina
dos palomas blancas, y después dos tórtolas y por último comenzaron a
revolotear alrededor del hogar todos los pájaros del cielo, que acabaron por
bajarse a la ceniza, y las palomas picoteaban con sus piquitos diciendo pi, pi,
y los restantes pájaros comenzaron también a decir pi, pi, y pusieron todos los
granos buenos en el plato. Aun no había trascurrido una hora, y ya estaba todo
concluido y se marcharon volando. Llevó entonces la niña llena de alegría el
plato a su madrastra, creyendo que le permitiría ir a la boda, pero ésta le
dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-No, Cenicienta, no tienes vestido y
no sabes bailar, se reirían de nosotras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Mas viendo que lloraba, añadió:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-Si puedes recoger de entre la ceniza
dos platos llenos de lentejas en una hora, irás con nosotras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Creyendo en su interior que no podría
hacerlo, vertió los dos platos de lentejas en la ceniza y se marchó, pero la
joven salió entonces al jardín por la puerta trasera y volvió a decir:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-Tiernas palomas, amables tórtolas,
pájaros del cielo, vengan todos y ayúdenme a recoger.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 8.25pt 37.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><i><span style="color: #333333; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">Las buenas en el puchero,<br />
las malas en el caldero.</span></i><span style="color: #333333; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Entraron por la ventana de la cocina
dos palomas blancas, después dos tórtolas, y por último comenzaron a revolotear
alredor del hogar todos los pájaros del cielo que acabaron por bajarse a la
ceniza y las palomas picoteaban con sus piquitos diciendo pi, pi, y los demás
pájaros comenzaron a decir también pi, pi, y pusieron todas las lentejas buenas
en el plato, y aun no había trascurrido media hora, cuando ya estaba todo
concluido y se marcharon volando. Llevó la niña llena de alegría el plato a su
madrastra, creyendo que le permitiría ir a la boda, pero ésta le dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-Todo es inútil, no puedes venir,
porque no tienes vestido y no sabes bailar; se reirían de nosotras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Le volvió entonces la espalda y se
marchó con sus orgullosas hijas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">En cuanto quedó sola en casa, fue la
Cenicienta al sepulcro de su madre, debajo del árbol, y comenzó a decir:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 8.25pt 37.5pt;">
<i><span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Arbolito pequeño,<br />
dame un vestido;<br />
que sea, de oro y plata,<br />
muy bien tejido.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">El pájaro le dio entonces un vestido
de oro y plata y unos zapatos bordados de plata y seda; en seguida se puso el
vestido y se marchó a la boda; sus hermanas y madrastra no la conocieron,
creyendo que sería alguna princesa extranjera, pues les pareció muy hermosa con
su vestido de oro, y ni aun se acordaban de la Cenicienta, creyendo que estaría
mondando lentejas sentada en el hogar. Salió a su encuentro el hijo del Rey, la
tomó de la mano y bailó con ella, no permitiéndole bailar con nadie, pues no la
soltó de la mano, y si se acercaba algún otro a invitarla, le decía:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-Es mi pareja.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Bailó hasta el amanecer y entonces
decidió marcharse; el príncipe le dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-Iré contigo y te acompañaré -pues
deseaba saber quién era aquella joven, pero ella se despidió y saltó al
palomar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Entonces aguardó el hijo del Rey a
que fuera su padre y le dijo que la doncella extranjera había saltado al
palomar. El anciano creyó que debía ser la Cenicienta; trajeron una piqueta y
un martillo para derribar el palomar, pero no había nadie dentro, y cuando
llegaron a la casa de la Cenicienta, la encontraron sentada en el hogar con sus
sucios vestidos y un turbio candil ardía en la chimenea, pues la Cenicienta
había entrado y salido muy ligera en el palomar y corrido hacia el sepulcro de
su madre, donde se quitó los hermosos vestidos que se llevó el pájaro y después
se fue a sentar con su basquiña gris a la cocina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Al día siguiente, cuando llegó la
hora en que iba a principiar la fiesta y se marcharon sus padres y hermanas,
corrió la Cenicienta junto al arbolito y dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 8.25pt 37.5pt;">
<i><span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Arbolito pequeño,<br />
dame un vestido;<br />
que sea, de oro y plata,<br />
muy bien tejido.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Entonces el pájaro le dio un vestido
mucho más hermoso que el del día anterior y cuando se presentó en la boda con
aquel traje, dejó a todos admirados de su extraordinaria belleza; el príncipe
que la estaba aguardando le cogió la mano y bailó toda la noche con ella;
cuando iba algún otro a invitarla, decía:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-Es mi pareja.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Al amanecer manifestó deseos de
marcharse, pero el hijo del Rey la siguió para ver la casa en que entraba, más
de pronto se metió en el jardín de detrás de la casa. Había en él un hermoso
árbol muy grande, del cuál colgaban hermosas peras; la Cenicienta trepó hasta
sus ramas y el príncipe no pudo saber por dónde había ido, pero aguardó hasta
que vino su padre y le dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-La doncella extranjera se me ha
escapado; me parece que ha saltado el peral. El padre creyó que debía ser la
Cenicienta; mandó traer una hacha y derribó el árbol, pero no había nadie en
él, y cuando llegaron a la casa, estaba la Cenicienta sentada en el hogar, como
la noche anterior, pues había saltado por el otro lado el árbol y fue corriendo
al sepulcro de su madre, donde dejó al pájaro sus hermosos vestidos y tomó su
basquiña gris.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Al día siguiente, cuando se marcharon
sus padres y hermanas, fue también la Cenicienta al sepulcro de su madre y dijo
al arbolito:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 8.25pt 37.5pt;">
<i><span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Arbolito pequeño,<br />
dame un vestido;<br />
que sea, de oro y plata,<br />
muy bien tejido.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Entonces el pájaro le dio un vestido
que era mucho más hermoso y magnífico que ninguno de los anteriores, y los
zapatos eran todos de oro, y cuando se presentó en la boda con aquel vestido,
nadie tenía palabras para expresar su asombro. El príncipe bailó toda la noche
con ella y cuando se acercaba alguno a invitarla, le decía:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-Es mi pareja.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Al amanecer se empeñó en marcharse la
Cenicienta, y el príncipe en acompañarla, mas se escapó con tal ligereza que no
pudo seguirla, pero el hijo del Rey había mandado untar toda la escalera de
pega y se quedó pegado en ella el zapato izquierdo de la joven; lo levantó el
príncipe y vio que era muy pequeño, bonito y todo de oro. Al día siguiente fue
a ver al padre de la Cenicienta y le dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-He decidido que sea mi esposa a la
que venga bien este zapato de oro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Alegráronse mucho las dos hermanas
porque tenían los pies muy bonitos; la mayor entró con el zapato en su cuarto
para probárselo, su madre estaba a su lado, pero no se lo podía meter, porque
sus dedos eran demasiado largos y el zapato muy pequeño. Al verlo le dijo su
madre, alargándole un cuchillo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-Córtate los dedos, pues cuando seas
reina no irás nunca a pie.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">La joven se cortó los dedos; metió el
zapato en el pie, ocultó su dolor y salió a reunirse con el hijo del rey, que
la subió a su caballo como si fuera su novia, y se marchó con ella, pero tenía
que pasar por el lado del sepulcro de la primera mujer de su padrastro, en cuyo
árbol había dos palomas, que comenzaron a decir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 8.25pt 37.5pt;">
<i><span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">No sigas más adelante,<br />
detente a ver un instante,<br />
que el zapato es muy pequeño<br />
y esa novia no es su dueño.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Se detuvo, le miró los pies y vio
correr la sangre; volvió su caballo, condujo a su casa a la novia fingida y
dijo que no era la que había pedido, que se probase el zapato la otra hermana.
Entró ésta en su cuarto y se le metió bien por delante, pero el talón era
demasiado grueso; entonces su madre le alargó un cuchillo y le dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-Córtate un pedazo del talón, pues
cuando seas reina, no irás nunca a pie.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">La joven se cortó un pedazo de talón,
metió un pie en el zapato, y ocultando el dolor, salió a ver al hijo del rey,
que la subió en su caballo como si fuera su novia y se marchó con ella; cuando
pasaron delante del árbol había dos palomas que comenzaron a decir:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 8.25pt 37.5pt;">
<i><span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">No sigas más adelante,<br />
detente a ver un instante,<br />
que el zapato es muy pequeño<br />
y esa novia no es su dueño.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Se detuvo, le miró los pies, y vio
correr la sangre, volvió su caballo y condujo a su casa a la novia fingida:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-Tampoco es esta la que busco -dijo-.
¿Tienen otra hija?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-No -contestó el marido- de mi
primera mujer tuve una pobre chica, a la que llamamos la Cenicienta, porque
está siempre en la cocina, pero esa no puede ser la novia que buscas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">El hijo del rey insistió en verla,
pero la madre le replicó:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-No, no, está demasiado sucia para
atreverme a enseñarla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Se empeñó sin embargo en que saliera
y hubo que llamar a la Cenicienta. Se lavó primero la cara y las manos, y salió
después a presencia del príncipe que le alargó el zapato de oro; se sentó en su
banco, sacó de su pie el pesado zueco y se puso el zapato que le venía
perfectamente, y cuando se levantó y le vio el príncipe la cara, reconoció a la
hermosa doncella que había bailado con él, y dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">-Esta es mi verdadera novia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">La madrastra y las dos hermanas se pusieron pálidas
de ira, pero él subió a la Cenicienta en su caballo y se marchó con ella, y
cuando pasaban por delante del árbol, dijeron las dos palomas blancas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 8.25pt 37.5pt;">
<i><span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Sigue, príncipe, sigue adelante<br />
sin parar un solo instante,<br />
pues ya encontraste el dueño<br />
del zapatito pequeño.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Después de decir esto, echaron a
volar y se pusieron en los hombros de la Cenicienta, una en el derecho y otra
en el izquierdo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Cuando se verificó la boda, fueron
las falsas hermanas a acompañarla y tomar parte en su felicidad, y al dirigirse
los novios a la iglesia, iba la mayor a la derecha y la menor a la izquierda, y
las palomas que llevaba la Cenicienta en sus hombros picaron a la mayor en el
ojo derecho y a la menor en el izquierdo, de modo que picaron a cada una un
ojo; a su regreso se puso la mayor a la izquierda y la menor a la derecha, y
las palomas picaron a cada una en el otro ojo, quedando ciegas toda su vida por
su falsedad y envidia.<o:p></o:p></span></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-89950618279856421482019-01-15T17:52:00.004-08:002019-01-15T17:52:40.376-08:00Relato de acontecimiento de Rubem Fonseca<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0soXDSnGTZJ7WZPBciSkCMK0w5iaaTQ8cUkYfxwxm0spO0BVuX3Ia1seAyjy8rL1wR2V6TN_PFa0UXv0ElFJ3p7ks5QOp-mHe1D1P9gl13eouGCHoDR3cJ7d9p_I3HborYrfugJU9pVSj/s1600/8716cf5d4eade4aaa9dd6aa6d4c84ef7.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="750" data-original-width="500" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0soXDSnGTZJ7WZPBciSkCMK0w5iaaTQ8cUkYfxwxm0spO0BVuX3Ia1seAyjy8rL1wR2V6TN_PFa0UXv0ElFJ3p7ks5QOp-mHe1D1P9gl13eouGCHoDR3cJ7d9p_I3HborYrfugJU9pVSj/s400/8716cf5d4eade4aaa9dd6aa6d4c84ef7.jpg" width="266" /></a></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 16.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 16.5pt; text-align: center;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;"><span style="background-color: #b6d7a8;">En la madrugada del día 3 de mayo,
una vaca marrón camina por el puente del río Coroado, en el kilómetro 53, en
dirección a Río de Janeiro.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Un autobús de pasajeros de la empresa
Única Auto Ómnibus, placas RF 80-07-83 y JR 81-12-27, circula por el puente del
río Coroado en dirección a São Paulo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Cuando ve a la vaca, el conductor
Plínio Sergio intenta desviarse. Golpea a la vaca, golpea en el muro del
puente, el autobús se precipita al río.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Encima del puente la vaca está
muerta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Debajo del puente están muertos: una
mujer vestida con un pantalón largo y blusa amarilla, de veinte años
presumiblemente y que nunca será identificada; Ovídia Monteiro, de treinta y
cuatro años; Manuel dos Santos Pinhal, portugués, de treinta y cinco años, que
usaba una cartera de socio del Sindicato de Empleados de las Fábricas de
Bebidas; el niño Reinaldo de un año, hijo de Manuel; Eduardo Varela, casado,
cuarenta y tres años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">El desastre fue presenciado por Elías
Gentil dos Santos y su mujer Lucília, vecinos del lugar. Elías manda a su mujer
por un cuchillo a la casa. ¿Un cuchillo?, pregunta Lucília. Un cuchillo,
rápido, idiota, dice Elías. Está preocupado. ¡Ah!, se da cuenta Lucília.
Lucília corre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Aparece Marcílio da Conceição. Elías
lo mira con odio. Aparece también Ivonildo de Moura Júnior. ¡Y aquella bestia
que no trae el cuchillo!, piensa Elías. Siente rabia contra todo el mundo, sus
manos tiemblan. Elías escupe en el suelo varias veces, con fuerza, hasta que su
boca se seca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Buenos días, don Elías, dice
Marcílio. Buenos días, dice Elías entre dientes, mirando a los lados, ¡este
mulato!, piensa Elías.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Qué cosa, dice Ivonildo, después de
asomarse por el muro del puente y ver a los bomberos y a los policías abajo. Sobre
el puente, además del conductor de un carro de la Policía de Caminos, están
solo Elías, Marcílio e Ivonildo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">La situación no está bien, dice Elías
mirando a la vaca. No logra apartar los ojos de la vaca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Es cierto, dice Marcílio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Los tres miran a la vaca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">A lo lejos se ve el bulto de Lucília,
corriendo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Elías volvió a escupir. Si pudiera,
yo también sería rico, dice Elías. Marcílio e Ivonildo balancean la cabeza,
miran la vaca y a Lucília, que se acerca corriendo. A Lucília tampoco le gusta
ver a los dos hombres. Buenos días, doña Lucília, dice Marcílio. Lucília
responde moviendo la cabeza. ¿Tardé mucho?, pregunta, sin aliento, al marido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Elías asegura el cuchillo en la mano,
como si fuera un puñal; mira con odio a Marcílio e Ivonildo. Escupe en el suelo.
Corre hacia la vaca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">En el lomo es donde está el filete,
dice Lucília. Elías corta la vaca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Marcílio se acerca. ¿Me presta usted
después su cuchillo, don Elías?, pregunta Marcílio. No, responde Elías.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Marcílio se aleja, caminando de
prisa. Ivonildo corre a gran velocidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Van por cuchillos, dice Elías con
rabia, ese mulato, ese cornudo. Sus manos, su camisa y su pantalón están llenos
de sangre. Debiste haber traído una bolsa, un saco, dos sacos, imbécil. Ve a
buscar dos sacos, ordena Elías.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Lucília corre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Elías ya cortó dos pedazos grandes de
carne cuando aparecen, corriendo, Marcílio y su mujer, Dalva, Ivonildo y su
suegra, Aurelia, y Erandir Medrado con su hermano Valfrido Medrado. Todos traen
cuchillos y machetes. Se echan encima de la vaca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Lucília llega corriendo. Apenas y
puede hablar. Está embarazada de ocho meses, sufre de helmintiasis y su casa
está en lo alto de una loma. Lucília trajo un segundo cuchillo. Lucília corta
en la vaca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Alguien présteme un cuchillo o los
arresto a todos, dice el conductor del carro de la policía. Los hermanos
Medrado, que trajeron varios cuchillos, prestan uno al conductor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Con una sierra, un cuchillo y una
hachuela aparece João Leitão, el carnicero, acompañado por dos ayudantes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Usted no puede, grita Elías.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">João Leitão se arrodilla junto a la
vaca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">No puede, dice Elías dando un empujón
a João. João cae sentado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">No puede, gritan los hermanos
Medrado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">No puede, gritan todos, con excepción
del policía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">João se aparta; a diez metros de
distancia, se detiene; con sus ayudantes, permanece observando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">La vaca está semidescarnada. No fue
fácil cortar el rabo. La cabeza y las patas nadie logró cortarlas. Nadie quiso
las tripas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Elías llenó los dos sacos. Los otros
hombres usan las camisas como si fueran sacos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">El primero que se retira es Elías con
su mujer. Hazme un bistec, le dice sonriendo a Lucília. Voy a pedirle unas
papas a doña Dalva, te haré también unas papas fritas, responde Lucília.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; line-height: normal; margin-bottom: 8.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Los despojos de la vaca están
extendidos en un charco de sangre. João llama con un silbido a sus auxiliares.
Uno de ellos trae un carrito de mano. Los restos de la vaca son colocados en el
carro. Sobre el puente solo queda una poca de sangre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-19201494075171516002019-01-03T10:47:00.001-08:002019-01-03T10:47:25.507-08:00Hermano Lobo de Manuel Mejía Vallejo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4NJxTS4zqsTMsa1Y0TXFhhZNYormRCME9otSCU4NnLIFWOdHEysdc_35pjJvznaa73dlVZDogKdM-Xqoc_jEIcBaysQeT0boacVApkN4PJuaAY_IyUeXuGj71epAqq76CnFDUgFCvfDzS/s1600/n_o_wolf1%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="background-color: #b6d7a8; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><i><img border="0" data-original-height="499" data-original-width="600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4NJxTS4zqsTMsa1Y0TXFhhZNYormRCME9otSCU4NnLIFWOdHEysdc_35pjJvznaa73dlVZDogKdM-Xqoc_jEIcBaysQeT0boacVApkN4PJuaAY_IyUeXuGj71epAqq76CnFDUgFCvfDzS/s320/n_o_wolf1%255B1%255D.jpg" width="320" /></i></a></div>
<div class="font_8" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: 0px 0px; background-repeat: initial; background-size: initial; border: 0px; color: #2c2a25; font-family: "Open Sans", sans-serif; font-size: 14px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><i>Un día el lobo se dio cuenta de que los hombres lo creían malo.<br /><br />-Es horrible lo que piensan y escriben -exclamó.<br /><br />-No todos -dijo un ermitaño desde el fondo de su cueva. Y repitió las palabras que inspiró San Francisco. El lobo estuvo triste un momento, quiso comprender.<br /><br />-¿Dónde está ese santo?<br /><br />-En el cielo.<br /><br />-¿En el cielo hay lobos?<br /><br />El ermitaño no pudo contestar.<br /><br />-¿Y tú, qué haces? -preguntó el lobo intrigado, por la figura escuálida, los ojos ardidos, los andrajos del ermitaño. El ermitaño explicó todo lo que el lobo deseaba.<br /><br />-¿Y cuando mueras irás al cielo? -preguntó el lobo conmovido, alegre de ir<br /><br />comprendiendo el bien y el mal.<br /><br />-Hago por merecer el cielo -dijo apaciblemente el ermitaño.<br /><br />-Si fueras mártir ¿irías al cielo?<br /><br />-En el cielo están todos los mártires.<br /><br />El lobo se le quedó mirando, húmedos los ojos, casi humano. Recordó entonces sus mandíbulas, sus garras, sus colmillos poderosos, y de unos saltos devoró al ermitaño.<br /><br />Al terminar se tendió en la entrada de la cueva, miró al cielo limpiamente y se sintió bueno por primera vez.</i></span></div>
<div>
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-84736344603443447042018-12-13T08:37:00.002-08:002018-12-13T08:37:15.071-08:00El árbol generoso de Shel Silverstein<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_qR53NBPsYRy9fduVAGZSaai4MU5MTQXume0D8EAoX5yV71aGFLUoVfgVYi4VHczgB3P2QR_LancdcbJcUaiZb44zuMg7tw1kgwIOv7TYDwEBwV4uTDeU3QbMfoVVgmQ0RBMU-ZcBsGA6/s1600/9788484649618.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="296" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_qR53NBPsYRy9fduVAGZSaai4MU5MTQXume0D8EAoX5yV71aGFLUoVfgVYi4VHczgB3P2QR_LancdcbJcUaiZb44zuMg7tw1kgwIOv7TYDwEBwV4uTDeU3QbMfoVVgmQ0RBMU-ZcBsGA6/s320/9788484649618.jpg" width="236" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Había una vez un árbol… que amaba a un pequeño niño. Y todos
los días el niño venía y recogía sus hojas para hacerse con ellas una corona y
jugar al rey del bosque. Subía por su tronco y se mecía en sus ramas y comía
manzanas. Y ambos jugaban al escondite. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQQUhr_lXzcHurGvedz26ihhxW7NRiw-PViuA0VMkGW-zzaGU8gQv3uJtu29idD6MoECRdkzZZHLxGT6CbvUpvmiYEL2za4VZmz-aHd-jC5sfYmZFBDfcZKqbO1IULcwow2LDOzJgRN3pA/s1600/escondite.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="343" data-original-width="556" height="197" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQQUhr_lXzcHurGvedz26ihhxW7NRiw-PViuA0VMkGW-zzaGU8gQv3uJtu29idD6MoECRdkzZZHLxGT6CbvUpvmiYEL2za4VZmz-aHd-jC5sfYmZFBDfcZKqbO1IULcwow2LDOzJgRN3pA/s320/escondite.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Y cuando estaba cansado, dormía bajo su
sombra Y el niño amaba al árbol mucho Y el árbol era feliz. Pero el tiempo pasó y el niño creció y el árbol se quedaba a menudo solo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Pero un día, el árbol vio venir a su niño y le dijo: </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Ven,
Niño súbete a mi tronco y mécete en mis ramas y come mis manzanas y juega bajo
mi sombra y sé feliz.” </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Ya soy muy grande para trepar y jugar, “ dijo el niño.
“Yo quiero comprar cosas y divertirme, necesito dinero.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Podrías dármelo?” </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Lo siento, “dijo el
árbol, pero yo no tengo dinero.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sólo
tengo hojas y manzanas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Coge mis
manzanas y véndelas en la ciudad así tendrás dinero y serás feliz .</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhD2QSG0fH0YOqF8TuRV8in7w_B_a-AJQajPvQ6NBTZuLvjIWKplsMqLzgs8ia-aHCJAKBUnXIqAvwILxTlK5uO-eggmBzJdovLDJ7zCWgOmUMOoBHSePuYiRssT11P1D9uW70RTYrUqqLC/s1600/manzanas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="191" data-original-width="264" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhD2QSG0fH0YOqF8TuRV8in7w_B_a-AJQajPvQ6NBTZuLvjIWKplsMqLzgs8ia-aHCJAKBUnXIqAvwILxTlK5uO-eggmBzJdovLDJ7zCWgOmUMOoBHSePuYiRssT11P1D9uW70RTYrUqqLC/s1600/manzanas.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Y, así, él se subió al árbol, recogió las manzanas y se las
llevó. Y el árbol se sintió feliz. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Pero pasó mucho tiempo y su niño no volvía Y el árbol estaba
triste. Y entonces, un día regresó y el árbol se agitó alegremente y le dijo: </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Ven, Niño, súbete a mi tronco, mécete en mis ramas y sé feliz”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Estoy muy ocupado para trepare árboles, “dijo él. “Necesito
una casa que me sirva de abrigo.” “Quiero una esposa y unos niños, y por eso
quiero una casa. ¿Puedes tú dármela?” <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Yo no tengo casa”, dijo el árbol. “El bosque es mi hogar,
pero tú puedes cortar mis ramas y hacerte una casa.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Entonces serás feliz.” <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Y así él cortó sus ramas y se la llevó para construir su
casa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Y el árbol se sintió feliz…<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Pero pasó mucho tiempo y su niño no volvía. Y cuando regresó el árbol
estaba tan feliz que apenas pudo hablar:</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"> “Ven, Niño” susurró. “Ven y juega.” </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Estoy muy viejo y triste para jugar”, dijo él “Quiero un bote que me lleve
lejos de aquí.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Puedes tú dármelo?” <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Corta mi tronco y hazte un bote,” dijo el árbol.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Entonces podrás navegar lejos… y serás
feliz.” <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y así él cortó el
tronco Y se hizo un bote y navegó lejos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y el árbol se sintió
feliz. Pero no realmente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y después de mucho
tiempo, su niño volvió nuevamente. “Lo siento, Niño,” dijo el árbol, “pero ya
no tengo nada para darte-ya no me quedan manzanas.” </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Mis dientes son muy
débiles para comer manzanas”, le contestó el niño. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Ya no me quedan ramas, tú
ya no puedes mecerte en ellas” – dijo el árbol. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Estoy muy viejo para
columpiarme en las ramas,” dijo el niño. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Ya no tengo tronco” dijo el árbol,
“tú ya no puedes trepar.” </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Estoy muy cansado para trepar” le contestó el niño. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Quisiera poder darte algo…pero ya no me queda nada.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Soy solo un viejo tocón.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo siento…” (dijo el árbol) <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSMZz4xGnQznrArnMziNg-b1RdrRtAohc2xeNFmxFJoCqNKSR02WksBmolYKlMcCoo7yMtLGBqJ_Olw974VS2TEJq5FGixUeZp6jHEUzxQHqkx9s2LlYrddKUjm-hK4J2rA3TtIgi1TLvR/s1600/hqdefault.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="360" data-original-width="480" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSMZz4xGnQznrArnMziNg-b1RdrRtAohc2xeNFmxFJoCqNKSR02WksBmolYKlMcCoo7yMtLGBqJ_Olw974VS2TEJq5FGixUeZp6jHEUzxQHqkx9s2LlYrddKUjm-hK4J2rA3TtIgi1TLvR/s320/hqdefault.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Yo no necesito mucho ahora, solo un lugar tranquilo para
reposar, estoy muy cansado,” dijo el niño. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Bien”, dijo el árbol reanimándose,
“un viejo tocón es bueno para sentarse y descansar.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ven, Niño, siéntate.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Siéntate y descansa.” <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Y él se sentó <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Y el árbol fue feliz. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-37592396202013584732018-12-07T11:20:00.000-08:002018-12-07T11:20:31.473-08:00La directora del pantano negro de Mike Thaler<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQSsFSwNTZu7mWmKKWh4njGlYwEmqx7McrZbS0Sypy_cYskX6JU9168Yh9Leu56Ig4wVY2pWkLcSK5QQgNz-0ESuSOxnaxbNQDkZZvGWYhmpw-mAjVFqWwk5I9gbrg_yT-s5Pmug44vkkf/s1600/11-la-directora-del-pantano-negro-1-638.jpg" imageanchor="1" style="background-color: #b6d7a8; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="479" data-original-width="638" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQSsFSwNTZu7mWmKKWh4njGlYwEmqx7McrZbS0Sypy_cYskX6JU9168Yh9Leu56Ig4wVY2pWkLcSK5QQgNz-0ESuSOxnaxbNQDkZZvGWYhmpw-mAjVFqWwk5I9gbrg_yT-s5Pmug44vkkf/s320/11-la-directora-del-pantano-negro-1-638.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 16pt;">La directora del pantano negro<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 13.5pt;">Llevamos
tres días de escuela y ya me están enviando a la oficina de la directora. ¡Qué
tragedia!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 13.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><img alt="Resultado de imagen para la directora del pantano negro." height="300" src="https://image.slidesharecdn.com/11-130926163418-phpapp01/95/11-la-directora-del-pantano-negro-3-638.jpg?cb=1380213563" width="400" /><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 13.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;"><br />
He oído decir que la directora, la Srita. Verdosa, es un verdadero monstruo.
Hay chicos que van a su oficina y nunca regresan.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 13.5pt;">Se dice que la antesala está repleta de cráneos y huesos.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><img alt="Imagen relacionada" height="300" src="https://image.slidesharecdn.com/11-130926163418-phpapp01/95/11-la-directora-del-pantano-negro-6-638.jpg?cb=1380213563" width="400" /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 13.5pt;"><br />
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A Doris Ferreira la enviaron allí por
mascar chicle. Dicen que su cráneo aún tiene un globo pegado a la boca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 13.5pt;">
Llego y me siento. Miro al piso. La alfombra es roja. Es para que no se note la
sangre.<br />
Dicen que ella utiliza a los chicos altos como percheros.<br />
Los más bajos se los da al cocodrilo que tiene de mascota. A los gordos los usa
de pisapapeles. Los más delgados terminan como marcadores de libros. ¡Yo soy
demasiado joven para convertirme en marcador de libros!<br />
Y hay que ver su garrote de tres metros. Dicen que tiene púas envenenadas.<br />
Si tienes suerte, vas a parar a "las jaulas" que están debajo de su
escritorio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 13.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><img alt="Imagen relacionada" height="300" src="https://image.slidesharecdn.com/11-130926163418-phpapp01/95/slide-13-1024.jpg" width="400" /><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 13.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;"><br />
Y los más suertudos llegan encadenados a sus casas.<br />
A casi todos los chicos los usa para sus experimentos.<br />
Daniel Robles estuvo en su oficina ayer. Dicen que acabó con la cabeza de un
perro.<br />
Dicen que Alfredo Ginés tiene patas de gallina.<br />
Y que Eric Posada tiene manos de ratón.<br />
¡Yo soy demasiado bien parecido para tener orejas de conejo! Lo único que hice
fue agarrar la peluca de la Srita. Jones.<br />
Hoy no se oye ningún ruido. Dicen que suelen oírse muchos gritos. Tal vez está
de buen humor.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 13.5pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><br />
Aunque sobreviva, esto me afectará para toda la vida.<br />
En unos años seré candidato a la presidencia y estaré encabezando las
encuestas. ¡Y entonces se sabrá! Ya puedo ver los titulares..."El
candidato presidencial fue enviado a la oficina de la directora".<br />
Ay no. Veo una sombra detrás del vidrio de la puerta. Ya se acerca la hora
final.<br />
La puerta se abre lentamente.<br />
Aparece una mujer bella. Seguro que es una experta en disfraces.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><img alt="Imagen relacionada" height="300" src="https://image.slidesharecdn.com/11-130926163418-phpapp01/95/11-la-directora-del-pantano-negro-25-638.jpg?cb=1380213563" width="400" /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 13.5pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><br />
Entro. Ella cierra la puerta.<br />
Miro alrededor. Ahí está el perchero. No se parece a nadie que conozca.<br />
Busco al cocodrilo. Solamente veo una tortuga. Se parece un poco a Ramón
Porras.<br />
–Muy bien –dice la Srita. Verdosa–. ¿Tenemos problemas en la clase?<br />
–Bueno –digo yo–, estaba barriendo el salón y la escoba se enganchó
accidentalmente a la peluca de la Srita. Jones.<br />
–Ah, entonces tendremos que pedirle disculpas, ¿no te parece?<br />
–Sí, le pediremos disculpas.<br />
–Y la próxima vez tendremos que tener más cuidado.<br />
–¡Lo tendremos!<br />
–Puedes irte.<br />
–¿Ya? ¿Eso es todo?<br />
–Cierra la puerta, por favor.<br />
Qué suerte la mía. Apuesto que las flores que estaban sobre su escritorio eran
venenosas. Bastaría con olerlas para ponerse morado y morirse. Menos mal que
aguanté la respiración. Logré entrar a la cueva y salir de ella sin que me
pusiera orejas de conejo. ¡Algún día tendré que venir a barrer su oficina para
ver si ella también usa peluca!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-81196539698000208252018-12-01T08:41:00.000-08:002018-12-01T08:41:12.316-08:00El mejor truco del abuelo de Dwight Holden<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglzr6-N2DMNkPYQkZnjRXDzh_1889_JVxnU91HagdZtR6ecQTLRfNki0ZFjUF27FJUso8D7ZgfUUuByroLDZkh57ZCrW_QHMUr39wZb5-O4TC2CIZ0su8CYTkz1gN5lhn4NCwxXNkW7VRK/s1600/El+mejor+truco+del+abuelo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="224" data-original-width="190" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglzr6-N2DMNkPYQkZnjRXDzh_1889_JVxnU91HagdZtR6ecQTLRfNki0ZFjUF27FJUso8D7ZgfUUuByroLDZkh57ZCrW_QHMUr39wZb5-O4TC2CIZ0su8CYTkz1gN5lhn4NCwxXNkW7VRK/s400/El+mejor+truco+del+abuelo.jpg" width="339" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Al abuelo, que enseñaba sin enseñar.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">El abuelo tiene cáncer. No sé bien qué
quiera decir eso, pero debe ser algo terrible. Algo que no debía tener dentro y
le crece cada vez más, sin que puedan contenerlo, pero no pueden. Lo único que
sé es que el abuelo está enfermo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Sólo está acostado. No hace nada más. Ya
no pesca. Ya no cuida su jardín. Ya no arregla cosas en la cochera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">A veces, cuando vengo a visitar a mis
abuelos, él ni siquiera sonríe. (El abuelo siempre sonríe.) Y no me escucha.
Sólo está acostado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Ése no es el abuelo, estoy segura. El
abuelo me escucha. Me sonríe. Me abraza. Me hace cosquillas. Me carga a
caballito. Me lleva a pescar y pone la carnada en mi anzuelo. Me lleva de
cacería por el barrio o vamos hasta el lago. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;"><img alt="Imagen relacionada" height="292" src="http://www.canallector.com/old-thumbs/968-16-4032-2i1.jpg" width="320" /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">El abuelo me llevaba a muchas cacerías.
No buscábamos leones, ni rinocerontes, sólo cosas… cosas especiales. Hojas
gigantes, hongos chiquitos con sombreros rojos, dientes de león (siempre les
soplábamos las cositas) y piedras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Al abuelo y a mí nos gustaban las
piedras. Las chiquitas, rugosas o lisas, opacas o brillantes, de colores claros
o marrón oscuro. A veces él encontraba cosas que yo no veía. “¡Mira!”, me
decía. Él siempre veía cosas en las que nadie se fijaba, y de repente se
convertían en ALGO.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Yo siempre sentía
como algo tibio por dentro sólo de caminar tomada de su mano, al oírlo silbar,
y al tratar de silbar yo también, y al buscar tesoros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Cuando acababa la cacería, se acostaba en
medio de la sala. Se ponía un periódico sobre la cara y dormía una siesta, sin
que el ruido lo molestara; a veces me asomaba por debajo del periódico y él me
agarraba y decía: “¡BUU!”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Yo gritaba. Luego me reía. Con mi abuelo
me sentía segura hasta cuando me asustaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Cuando Isabel nació, lo único que hacía
llorar, comer, dormir y ensuciar los pañales; a todos les parecía maravillosa y
le traían muchos regalitos. A mí me daban una palmadita en la cabeza (si tenía
suerte). Creí que me había vuelto invisible. Pero no para el abuelo. Siempre
supe que él aún me veía, como a esa piedra tan especial en nuestra cacería. Me
gustaría que pudiéramos salir de cacería como antes. Ahora apenas puede bajar
de la cama.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;"><!--[if gte vml 1]><v:shape id="_x0000_i1027"
type="#_x0000_t75" style='width:228pt;height:170.25pt'>
<v:imagedata src="file:///C:\Users\Alfonso\AppData\Local\Temp\msohtmlclip1\01\clip_image005.jpg"
o:title="abuelo"/>
</v:shape><![endif]--><!--[if !vml]--><!--[endif]--><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Ahora, el abuelo parece un extraño. Actúa
de otro modo. Sólo está acostado. A veces duerme. A veces sólo mira al vacío,
como si viera una televisión que nadie más ve. Y se queja. Cada vez que se mueve,
se queja. Menos cuando sabe que lo estoy viendo; entonces aprieta los dientes.
Es horrible, y todos fingen para que yo no me preocupe. Estoy preocupada. Es
horrible. El abuelo está flaco. Menos su cara, que está toda hinchada. (Si algo
le crece dentro, entonces, ¿por qué está tan flaco?) Está muy pálido, y ya se
le cayó todo el pelo, menos unos ricitos grises. Mamá y papá dicen que es la
medicina que le dieron los doctores para matar el cáncer. En parte se come el
cáncer, lo que está bien, pero también se lo come a él, lo que está mal.
¡Medicina tonta! ¿Por qué no distingue entre el cáncer y mi abuelo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">El abuelo está otra vez en el hospital.
Entra y sale todo el tiempo. Tiene conectados todos esos tubos y frascos y
bolsas. Siempre creí que si la medicina tenía un sabor horrible, por lo menos
me aliviaba. Pero mi abuelo no se alivia. No quiero estar aquí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">No me reconoce. No me ve. Ve peces. Mueve
el brazo como si lanzara su caña de pescar, y enredara otra vez el hilo. Pero
no hay peces ni lago en su cuarto del hospital.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Mamá y papá me dijeron que si quería
preguntarles algo. Dije que no. Quiero hacer muchas preguntas, pero no creo que
me gusten las respuestas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Quiero otra vez al abuelo de antes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Hoy murió el abuelo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Mi papá me lo acaba de decir. No lo puedo
creer, pero eso me dijo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">De veras que no entiendo nada. Se murió
porque el cáncer estaba creciendo; supongo que ahora el cáncer también se
murió. ¿Por qué no se murió el cáncer y nos dejó al abuelo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Papá me abrazo y me dijo que no importaba
si quería llorar. Entonces los dos lloramos, luego cesamos y luego lloramos
otra vez. Sí importa. Quiero que regrese el abuelo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Fui al funeral del abuelo. Mamá y papá
dijeron que no tenía que ir. Dije que no quería ir, pero luego dije sí fui.
Tenía que ir.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><img alt="Resultado de imagen para el mejor truco del abuelo" 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/></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Había mucha gente. Cantaban, rezaban y
hablaban de él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">La abuela lloró. Mamá y papá lloraron.
Mis primos, tías y tíos lloraron. Yo lloré.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Y ahí estaba el abuelo, tendido en esa
cosa que llaman ataúd. Yo estaba muy asustada. Se parecía al abuelo otra vez,
no al extraño. Ya no se le veía enfermo. ¿Cómo le hicieron? Sólo que el abuelo
casi no usaba traje, siempre andaba con ropa de pescar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Estaba muy pálido y tenía los ojos
cerrados. Estuve esperando a ver si los abría. Tal vez sólo estaba durmiendo
una siesta. Pero sus ojos no se abrieron. Luego lo toqué. Tal vez despertaría.
Pero su piel estaba fría y dura como cera. Me dieron escalofríos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Luego bajaron la tapa del ataúd y lo
encerraron ahí… solito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Todo el mundo volvió a llorar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">El abuelo ha muerto. Ni siquiera sé lo
que eso quiere decir. Lo único que sé es que se fue y no lo encuentro. Cuando
vamos a casa de los abuelos todo está en silencio. Entro en su cuarto y espero
encontrarlo en su sillón favorito, viendo la televisión y pelando nueces y
sonriendo y levantándose para abrazarme. Pero no está. Entonces me asomo a la
cochera, a ver si está reparando algo o si trabaja en su bote, como siempre lo
hacía. Mi abuelo podía reparar cualquier cosa. Pero ahora la cochera está muy
cerrada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Antes, cuando me caía del columpio y me
raspaba las rodillas y empezaba a llorar, el abuelo me decía: “¡Oye, qué buen
truco! ¿Puedes hacerlo otra vez?” Entonces yo me reía, y ya no me dolía tanto.
¡Ese sí era un buen truco! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Pero esto aún me duele. Mi abuelo hizo un
truco que no me gusta. No le di permiso de irse, y se fue. No sé adónde se fue.
Mamá y papá dicen que se fue al cielo y que algún día volveremos a verlo. Pero
yo lo quiero ver ahora mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">El abuelo ya no está aquí, tendré que
acordarme de él. </span><span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Una vez le dia un cuaderno para que me escribiera sobre su
vida. (Mi abuelo casi nunca hablaba de sí mismo.) Después de que él murió, mi
abuela me devolvió el cuaderno. En una página decía: “Yo colecciono… nietos y
hieleras”. Siempre juntaba hieleras de plástico y ahí sembraba semillas para su
jardín. El patio estaba lleno de hieleras viejas con plantas. Parecía
descuidado, pero el abuelo no le importaba. Cuando veo hieleras me acuerdo de
él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Me acordaré del abuelo, pero no acostado
y pálido. Lo recordaré<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con su sombrero y
su caña de pescar. Recordaré el estruendo jovial de su risa. Recordaré que
hacía los mejores bocadillos del mundo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Isabel es demasiado pequeña para
acordarse de él, así que tendré que hablarle. De los jardines de hieleras. De
la pesca. De los paseos a caballito. De las cacerías. Especialmente de las
cacerías. La enseñaré a ver las cosas en las que sólo él se fijaba. Entonces,
ella conocerá al abuelo como yo lo conozco, aunque se haya ido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif;">Tal vez ése sea el mejor truco del
abuelo.<o:p></o:p></span></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com17tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-29402504259983737062018-11-29T14:20:00.000-08:002018-11-29T14:20:09.628-08:00El inmortal de Jorge Luis Borges<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwIk7Ep8TZpoXTtayonDjXoR78eguZWnkofjTFA4P5-_Cvx_3Xm0YxzHvpbwUplR5PxievJ2yJ-brTEdpiH2kSxgF5Tt57DZ_R5APxCGIFvzZv_4hKgYqG6Q7WiSxHsNGhvShg2Fqxzw8b/s1600/monsu-desiderio-did22261d.jpg" imageanchor="1" style="background-color: #b6d7a8; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="575" data-original-width="762" height="241" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwIk7Ep8TZpoXTtayonDjXoR78eguZWnkofjTFA4P5-_Cvx_3Xm0YxzHvpbwUplR5PxievJ2yJ-brTEdpiH2kSxgF5Tt57DZ_R5APxCGIFvzZv_4hKgYqG6Q7WiSxHsNGhvShg2Fqxzw8b/s320/monsu-desiderio-did22261d.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span lang="EN-US" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: black; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Salomon saith. There is no new thing upon the earth. So that as Plato
had and imagination, that all knowledge was but remembrance; so Salomon giveth
his sentence, that all novelty is but oblivion. </span><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: black; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">FRANCIS BACON: Essays LVIII. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: #b6d7a8; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: black; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">En Londres, a principios del mes
de junio de 1929, el anticuario Joseph Carthapilus, de Esmirna, ofreció a la
princesa de Lucinge los seis volúmenes en cuarto menor (1715-1720) de la Ilíada
de Pope. La princesa los adquirió; al recibirlos, cambió unas palabras con él.
Era, nos dice, un hombre consumido y terroso, de ojos grises y barba gris, de
rasgos singularmente vagos. Se manejaba con fluidez e ignorancia en diversas
lenguas; en muy pocos minutos pasó del francés al inglés y de inglés a una
conjunción enigmática de español de Salónica y de portugués de Macao. En
octubre, la princesa oyó por un pasajero del Zeus que Cartaphilus había muerto
en el mar, al regresar a Esmirna, y que lo habían enterrado en la isla de Ios.
En el último tomo de la Ilíada halló éste manuscrito. El original está
redactado en inglés y abunda en latinismos. La versión que ofrecemos es
literal. I Que yo recuerde, mis trabajos comenzaron en un jardín de Tebas
Hekatómpylos, cuando Diocleciano era emperador. Yo había militado (sin gloria)
en las recientes guerras egipcias, yo era tribuno de una legión que estuvo
acuartelada en Berenice, frente al Mar Rojo: la fiebre y la magia consumieron a
muchos hombres que codiciaban magnánimos el acero. Los mauritanos fueron
vencidos; la tierra que antes ocuparon las ciudades rebeldes fue dedicada
eternamente a los dioses plutónicos; Alejandría, debelada, imploró en vano la
misericordia del César; antes de un año las legiones reportaron el triunfo,
pero yo logré apenas divisar el rostro de Marte. Esa privación me dolió y fue
tal vez la causa de que yo me arrojara a descubrir, por temerosos y difusos
desiertos, la secreta Ciudad de los Inmortales. Mis trabajos empezaron, he
referido, en un jardín de Tebas. Toda esa noche no dormí, pues algo estaba
combatiendo en mi corazón. Me levanté poco antes del alba; mis esclavos
dormían, la Luna tenía el mismo color de la infinita arena. Un jinete rendido y
ensangrentado venía del Oriente. A unos pasos de mí, rodó del caballo. Con una
tenue voz insaciable me preguntó en latín el nombre del río que bañaba los
muros de la ciudad. Le respndí que era el Egipto, que alimentan las lluvias.
Otro es el río que persigo, replicó tristemente, el río secreto que purifica de
la muerte a los hombres. Oscura sangre le manaba del pecho. Me dijo que su
patria era una montaña que está del otro lado del Ganges y que en esa montaña
era fama que si alguien caminara hasta el Occidente, donde se acaba el mundo,
llegaría al río cuyas aguas dan la inmortalidad. Agregó que en la margen
ulterior se eleva la Ciudad de los Inmortales, ricas en baluartes y anfiteatros
y templos. Antes de la aurora murió, pero yo determiné descubrir la ciudad y su
río. Interrogados por el verdugo, algunos prisioneros mauritanos confirmaron la
relación del viajero; alguien recordó la llanura elísea, en el término de la
tierra, donde la vida de los hombres es perdurable; alguien, las cumbres donde
nace el Pactolo, cuyos moradores viven un siglo. En Roma, conversé con
filósofos que sintieron que dilatar la vida de los hombres era dilatar su
agonía y multiplicar el número de sus muertes. Ignoro si creí alguna vez en la
Ciudad de los Inmortales: pienso que entonces me bastó la tarea de buscarla.
Flavio, procónsul de Getulia, me entregó doscientos soldados para la empresa.
También recluté mercenarios, que se dijeron conocedores de los caminos y que
fueron los primeros en desertar. Los hechos ulteriores han deformado hasta lo
inextricable el recuerdo de nuestras primeras jornadas. Partimos de Arsinoe y
entramos en el abrasado desierto. Atravesamos el país de los trogloditas, que
devoran serpientes y carecen del comercio de la palabra; el de los garamantes,
que tienen mujeres en común y se nutren de Leones; el de los augilas, que sólo
veneran el Tártaro. Fatigamos otros desiertos, donde es negra la arena, donde
el viajero debe usurpar las horas de la noche, pues el fervor del día es
intolerable. De lejos divisé la montaña que dio nombre al Océano: en sus
laderas crece el euforbio, que anula los venenos; en la cumbre habitan los
sátiros, nación de hombres ferales y rústicos, inclinados a la lujuria. Que en
esas regiones bárbaras, donde la tierra es madre de monstruos, pudieran
albergar en su seno una ciudad famosa, a todos nos pareció inconcebible.
Proseguimos la marcha, pues hubiera sido una afrenta retroceder. Algunos
temerarios durmieron con la cara expuesta a la Luna; la fiebre los ardió; en el
agua depravada de las cisternas, otros bebieron la locura y la muerte. Entonces
comenzaron las deserciones; muy poco después, los motines. Para reprimirlos, no
vacilé ante el ejercicio de la severidad. Procedí rectamente, pero un centurión
me advirtió que los sediciosos (ávidos de vengar la crucifixión de uno de
ellos) maquinaban mi muerte. Hui del campamento, con los pocos soldados que me
eran fieles. En el desierto los perdí, entre los remolinos de arena y la vasta
noche. Una flecha cretense me laceró. Varios días erré sin encontrar agua, o un
solo enorme día multiplicado por el sol, por la sed y por el temor de la sed.
Dejé el camino al arbitrio de mi caballo. En en alba, la lejanía se erizó de
pirámides y de torres. Insoportablemente soñé con un exiguo y nítido laberinto:
en el centro había un cántaro; mis manos casi lo tocaban, mis ojos lo veían,
pero tan intrincadas y perplejas eran las curvas que yo sabía que iba a morir
antes de alcanzarlo. II Al desenredarme por fin de esa pesadilla, me vi tirado
y maniatado en un oblongo nicho de piedra, no mayor que una sepultura común,
superficialmente excavado en el agrio declive de una montaña. Los lados eran
húmedos, antes pulidos por el tiempo que por la industria. Sentí en el pecho un
doloroso latido, sentí que me abrasaba la sed. Me asomé y grité débilmente. Al
pie de la montaña se dilataba sin rumor un arroyo impuro, entorpecido por
escombros y arena; en la opuesta margen resplandecía (bajo el último sol o bajo
el primero) la evidente Ciudad de los Inmortales. Vi muros, arcos,
frontispicios y foros: el fundamento era una meseta de piedra. Un centenar de
nichos irregulares, análogos al mío, surcaban la montaña y el valle. En la
arena había pozos de poca hondura; de esos mezquinos agujeros (y de los nichos)
emergían hombres de piel gris, de barba negligente, desnudos. Creí
reconocerlos: pertenecían a la estirpe bestial de los trogloditas, que infestan
las riberas del golfo Arábigo y las grutas etiópicas; no me maravillé de que no
hablaran y de que devoraran serpientes. La urgencia de la sed me hizo
temerario. Consideré que estaba a unos treinta pies de la arena; me tiré,
cerrados los ojos, atadas a la espalda las manos, montaña abajo. Hundí la cara
ensangrentada en el agua oscura. Bebí como se abrevan los animales. Antes de
perderme otra vez en el sueño y en los delirios, inexplicablemente repetí unas
palabras griegas: los ricos teucros de Zelea que beben el agua negra del Esepo...
No sé cuántos días y noches rodaron sobre mí. Doloroso, incapaz de recuperar el
abrigo de las cavernas, desnudo en la ignorada arena, dejé que la Luna y el Sol
jugaran con mi aciago destino. Los trogloditas, infantiles en la barbarie, no
me ayudaron a sobrevivir o a morir. En vano les rogué que me dieran muerte. Un
día, con el filo de un pedernal rompí mis ligaduras. Otro, me levanté y pude
mendigar o robar - yo, Marco Flaminio Rufo, tribuno militar de una de las
legiones de Roma - mi primera detestada ración de carne de serpiente. La
codicia de ver a los Inmortales, de tocar la sobrehumana Ciudad, casi me vedaba
dormir. Como si penetraran mi propósito, no dormían tampoco los trogloditas: al
principio inferí que me vigilaban; luego, que se habían contagiado de mi
inquietud, como podrían contagiarse los perros. Para alejarme de la bárbara
aldea elegí la más pública de las horas, la declinación de la tarde, cuando
casi todos los hombres emergen de las grietas y de los pozos y miran el
Poniente, sin verlo. Oré en voz alta, menos para suplicar el favor divino que
para intimidar a la tribu con palabras articuladas. Atravesé el arroyo que los
médanos entorpecen y me dirigí a la Ciudad. Confusamente me siguieron dos o
tres hombres. Eran (como los otro de ese linaje) de menguada estatura; no
inspiraban temor, sino repulsión. Debí rodear algunas hondonadas irregulares
que me parecieron canteras; ofuscado por la grandeza de la Ciudad, yo la había
creído cercana. Hacia la medianoche, pisé, erizada de formas idolátricas en la
arena amarilla, la negra sombra de sus muros. Me detuvo una especie de horror
sagrado. Tan abominadas del hombre son la novedad y el desierto, que me alegré
de que uno de los trogloditas me hubiera acompañado hasta el fin. Cerré los
ojos y aguardé (sin dormir) que relumbrara el día. He dicho que la Ciudad
estaba fundada sobre una meseta de piedra. Esta meseta comparable a un
acantilado no era menos ardua que sus muros. En vano fatigué mis pasos: el
negro basamento no descubría la menor irregularidad, los muros invariables no
parecían consentir una sola puerta. La fuerza del día hizo que yo me refugiara
en una caverna; en el fondo había un pozo, en el pozo una escalera que se
abismaba hacia la tiniebla inferior. Bajé; por un caos de sórdidas galerías
llegué a una vasta cámara circular, apenas visible. Había nueve puertas en
aquel sótano; ocho daban a un laberinto que falazmente desembocaba en la misma
cámara; la novena (a través de otro laberinto) daba a una segunda cámara
circular, igual a la primera. Ignoro el número total de las cámaras; mi
desventura y mi ansiedad las multiplicaron. El silencio era hostil y casi
perfecto; otro rumor no había en esas profundas redes de piedra que un viento
subterráneo, cuya causa no descubrí; sin ruido se perdían entre las grietas
hilos de agua herrumbrada. Horriblemente me habitué a ese dudoso mundo;
consideré increíble que pudiera existir otra cosa que sótanos provistos de
nueve puertas y que sótanos largos que se bifurcan. Ignoro el tiempo que debí
caminar bajo tierra; sé que alguna vez confundí, en la misma nostalgia, la
atroz idea de los bárbaros y mi ciudad natal, entre los racimos. En el fondo de
un corredor, un no provisto muro me cerró el paso, una remota luz cayó sobre
mí. Alcé los ofuscados ojos: en lo vertiginoso, en lo altísimo, vi un círculo
de luz tan azul que pudo parecerme púrpura. Unos peldaños de metal escalaban el
muro. La fatiga me relajaba, pero subí, sólo deteniéndome a veces para
torpemente sollozar de felicidad. Fui divisando capiteles y astrálagos,
frontones triangulares y bóvedas, confusas pompas del granito y del mármol. Así
me fue deparado ascender de la ciega región de negros laberintos entretejidos a
la resplandeciente Ciudad. Emergí a una suerte de plazoleta; mejor dicho, de
patio. Lo rodeaba un solo edificio de forma irregular y altura variable; a ese
edificio heterogéneo pertenecían las diversas cúpulas y columnas. Antes que
ningún otro rasgo de ese monumento increíble, me suspendió lo antiquísimo de su
fábrica. Sentí que era anterior a los hombres, anterior a la Tierra. Esa
notoria antigüedad (aunque terrible de algún modo para los ojos) me pareció
adecuada al trabajo de obreros inmortales. Cautelosamente al principio, con
indiferencia después, con desesperación al fin, erré por escaleras y pavimentos
del inextricable palacio. (Después averigüé que eran inconstantes la extensión
y la altura de los peldaños, hecho que me hizo comprender la singular fatiga
que me infundieron.) Este palacio es fábrica de los dioses, pensé primeramente.
Exploré los inhabitados recintos y corregí: Los dioses que lo edificaron han
muerto. Noté sus peculiaridades y dije: Los dioses que lo edificaron estaban
locos. Lo dije, bien lo sé, con una incomprensible reprobación, que era casi un
remordimiento, con más horror intelectual que miedo sensible. A la impresión de
enorme antigüedad se agregaron otras: la de lo interminable, la de lo atroz, la
de los complejamente insensato. Yo había cruzado un laberinto, pero la nítida
Ciudad de los Inmortales me atemorizó y repugnó. Un laberinto es una casa
labrada para confundir a los hombres; su arquitectura, pródiga en simetrías,
está subordinada a ese fin. En el palacio que imperfectamente exploré, la
arquitectura carecía de fin. Abundaban el corredor sin salida, la alta ventana
inalcanzable, la aparatosa puerta que daba a una celda o a un pozo, las
increíbles escaleras inversas, con los peldaños y balaustrada hacia abajo.
Otras, adheridas aéreamente al costado de un muro monumental, morían sin llegar
a ninguna parte, al cabo de dos o tres giros,en la tiniebla superior de las
cúpulas. Ignoro si todos los ejemplos que he enumerado son literales; sé que
durante muchos años infestaron mis pesadillas; no puedo saber ya si tal o cual
rasgo es una transcripción de la realidad o de las formas que desatinaron mis
noches. Esta Ciudad (pensé) es tan horrible que su mera existencia y
perduración, aunque en el centro de un desierto secreto, contamina el pasado y
el porvenir y de algún modo compromete a los astros. Mientras perdure, nadie en
el mundo podrá ser valeroso o feliz. No quiero describirla; un caos de palabras
heterogéneas, un cuerpo de tigre o de toro, en el que pulularan
monstruosamente, conjugados y odiándose, dientes, órganos y cabezas, pueden
(tal vez) ser imágenes aproximativas. No recuerdo las etapas de mi regreso,
entre los polvorientos y húmedos hipogeos. Únicamente sé que no me abandonaba
el temor de que, al salir del último laberinto, me rodeara otra vez la nefanda
Ciudad de los Inmortales. Nada más puedo recordar. Ese olvido, ahora
insuperable, fue quizá voluntario; quizá las circunstancias de mi evasión
fueron tan ingratas que, en algún día no menos olvidado también, he jurado
olvidarlas. III Quienes hayan leído con atención el relato de mis trabajos,
recordarán que un hombre de la tribu me siguió como un perro podría seguirme,
hasta la sombra irregular de los muros. Cuando salí del último sótano, lo
encontré en la boca de la caverna. Estaba tirado en la arena, donde trazaba
torpemente y borraba una hilera de signos, que eran como letras de los sueños,
que uno está a punto de entender y luego se juntan. Al principio, creí que se
trataba de una escritura bárbara; después vi que es absurdo imaginar que
hombres que no llegaron a la palabra lleguen a la escritura. Además, ninguna de
las formas era igual a otra, lo cual excluía o alejaba la posibilidad de que
fueran simbólicas. El hombre las trazaba, las miraba y las corregía. De golpe,
como si le fastidiara ese juego, las borró con la palma y el antebrazo. Me
miró, no pareció reconocerme. Sin embargo, tan grande era el alivio que me
inundaba (o tan grande y medrosa mi soledad) que di en pensar que ese
rudimental troglodita, que me miraba desde el suelo de la caverna, había estado
esperándome. El Sol caldeaba la llanura; cuando emprendimos el viaje de regreso
a la aldea, bajo las primeras estrellas, la arena era ardorosa bajo los pies.
El troglodita me precedió; esa noche concebí el propósito de enseñarle a
reconocer, y acaso a repetir, algunas palabras. El perro y el caballo (reflexioné)
son capaces de lo primero; muchas aves, como el ruiseñor de los Césares, de lo
último. Por muy basto que fuera el entendimiento de un hombre, siempre sería
superior al de los irracionales. La humildad y miseria el troglodita me
trajeron a la memoria la imagen de Argos, el viejo perro moribundo de la
Odisea, y así le puse el nombre de Argos y traté de enseñárselo. Fracasé y
volví a fracasar. Los arbitrios, el rigor y la obstinaión fueron del todo
vanos. Inmóvil, con los ojos inertes, no parecía percibir los sonidos que yo
procuraba inculcarle. A unos pasos de mí, era como si estuviera muy lejos.
Echado en la arena, como una pequeña y ruinosa esfinge de lava, dejaba que
sobre él giraran los cielos, desde el crepúsculo del día hasta el de la noche.
Juzgué imposible que no se percatara de mi propósito. Recordé que es fama entre
los etíopes que los monos deliberadamente no hablan para que no los obliguen a
trabajar y atribuí a suspicacia o a temor el silencio de Argos. De esa
imaginación pasé a otras, aún más extravagantes. Pensé que Argos y yo
participábamos de universos distintos; pensé que nuestras percepciones eran
iguales, pero que Argos las combinaba de otra manera y construía con ellas
otros objetos; pensé que acaso no había objetos para él, sino un vertiginoso y
continuo juego de impresiones brevísimas. Pensé en un mundo sin memoria, sin
tiempo, consideré la posibilidad de un lenguaje que ignorara los sustantivos,
un lenguaje de verbos impersonales o de indeclinables epítetos. Así fueron
muriendo los días y con los días los años, pero algo parecido a la felicidad
ocurrió una mañana. Llovió, con lentitud poderosa. Las noches del desierto
pueden ser frías, pero aquélla había sido un fuego. Soñé que un río de Tesalia
(a cuyas aguas yo había restituido un pez de oro) venía a rescatarme; sobre la
roja arena y la negra piedra yo lo oía acercarse; la frescura del aire y el
rumor atareado de la lluvia me despertaron. Corrí desnudo a recibirla.
Declinaba la noche; bajo las nubes amarillas la tribu, no menos dichosa que yo,
se ofrecía a los vívios aguaceros en una especie de éxtasis. Parecían
coribantes a quienes posee la divinidad. Argos, puestos los ojos en la esfera,
gemía; raudales le rodaban por la cara; no sólo de agua, sino (después lo supe)
de lágrimas. Argos, le grité, Argos. Entonces, con mansa admiración, como si
descubriera una cosa perdida y olvidada hace mucho tiempo, Argos balbuceó estas
palabras: Argos, perro de Ulises. Y después, también sin mirarme: Este perro
tirado en el estiércol. Fácilmente aceptamos la realidad, acaso porque intuimos
que nada es real. Le pregunté qué sabía de la Odisea. La práctica del griego le
era penosa; tuve que repetir la pregunta. Muy poco, dijo. Menos que el rapsoda
más pobre. Ya habrán pasado mil cien años desde que la inventé. IV Todo me fue
dilucidado aquel día. Los trogloditas eran los Inmortales; el riacho de aguas
arenosas, el Río que buscaba el jinete. En cuanto a la ciudad cuyo nombre se
había dilatado hasta el Ganges, nueve siglos haría que los Inmortales la habían
asolado. Con las reliquias de su ruina erigieron, en el mismo lugar, la
desatinada ciudad que yo recorrí: suerte de parodia o reverso y también templo
de los dioses irracionales que manejan el mundo y de los que nada sabemos,
salvo que no se parecen al hombre. Aquella fundación fue el último símbolo a
que condescendieron los Inmortales; marca una etapa en que, juzgando que toda
empresa es vana, determinaron vivir en el pensamiento, en la pura especulación.
Erigieron la fábrica, la olvidaron y fueron a morar en las cuevas. Absortos,
casi no percibían el mundo físico. Esas cosas Homero las refirió, como quien
habla con un niño. También me refirió su vejez y el postrer viaje que
emprendió, movido, como Ulises, por el propósito de llegar a los hombres que no
saben lo que es el mar ni comen carne sazonada con sal ni sospechan lo que es
un remo. Habitó un siglo en la Ciudad de los Inmortales. Cuando la derribaron,
aconsejó la fundación de la otra. Ello no debe sorprendernos; es fama que
después de cantar la guerra de Ilión, cantó la guerra de las ranas y los
ratones. Fue como un dios que creara el cosmos y luego el caos. Ser inmortal es
baladí; menos el hombre, todas las criaturas lo son, pues ignoran la muerte; lo
divino, lo terrible, lo incomprensible, es saberse inmortal. He notado que,
pese a las religiones, esa convicción es rarísima. Israelitas, cristianos y
musulmanes profesan la inmortalidad, pero la veneración que tributan al primer
siglo prueba que sólo creen en él, ya que destinan todos los demás, en número
infinito, a premiarlo o castigarlo Más razonable me parece la rueda de ciertas
religiones del Indostán; en esa rueda, que no tiene principio ni fin, cada vida
es efecto de la anterior y engendra la siguiente, pero ninguna determina el
conjunto... Adoctrinada por un ejercicio de siglos, la república de hombres
inmortales había logrado la perfección de la tolerancia y casi con desdén.
Sabía que en un plazo infinito le ocurren a todo hombre todas las cosas. Por
sus pasadas o futuras virtudes, todo hombre es acreedor a toda bondad, pero
también a toda traición, por sus infamias del pasado o del porvenir. Así como
en los juegos de azar las cifras pares y las cifras impares tienden al
equilibrio, así también se anulan y se corrigen el ingenio y la estolidez, y
acaso el rústico poema del Cid es el contrapeso exigido por un solo epíteto de
las Églogas o por una sentencia de Heráclito. El pensamiento más fugaz obedece
a un dibujo invisible y puede coronar, o inaugurar, una forma secreta. Sé de
quienes obraban el mal para que en los siglos futuros resultara el bien, o
hubiera resultado en los ya pretéritos... Encarados así, todos nuestros actos
son justos, pero también son indiferentes. No hay méritos morales o
intelectuales. Homero compuso la Odisea; postulado un plazo infinito, con
infinitas circunstancias y cambios, lo imposible es no componer, siquiera una
vez, la Odisea. Nadie es alguien, un solo hombre inmortal es todos los hombres.
Como Cornelio Agrippa, soy dios, soy héroe, soy filósofo, soy demonio y soy
mundo, lo cual es una fatigosa manera de decir que no soy. El concepto del
mundo como sistema de precisas compensaciones influyó vastamente en los
Inmortales. En primer término, los hizo invulnerables a la piedad. He
mencionado las antiguas canteras que rompían los campos de la otra margen; un
hombre se despeñó en la más honda; no podía lastimarse ni morir, pero lo
abrasaba la sed; antes de que le arrojaran una cuerda pasaron setenta años.
Tampoco interesaba el propio destino. El cuerpo no era más que un sumiso animal
doméstico y le bastaba, cada mes, la limosna de unas horas de sueño, de un poco
de agua y de una piltrafa de carne. Que nadie quiera rebajarnos a ascetas. No
hay placer más complejo que el pensamiento y a él nos entregábamos. A veces, un
estímulo extraordinario nos restituía al mundo físico. Por ejemplo, aquella
mañana, el viejo goce elemental de la lluvia. Esos lapsos eran rarísimos; todos
los Inmortales eran capaces de perfecta quietud; recuerdo alguno a quien jamás
he visto de pie: un pájaro anidaba en su pecho. Entre los corolarios de la
doctrina de que no hay cosa que no esté compensada por otra, hay uno de muy
poca importancia teórica, pero que nos indujo, a fines o a principios del siglo
X, a dispersarnos por la faz de la Tierra. Cabe en estas palabras Existe un río
cuyas aguas dan la inmortalidad; en alguna región habrá otro río cuyas aguas la
borren. El número de ríos no es infinito; un viajero inmortal que recorra el
mundo acabará, algún día, por haber bebido de todos. Nos propusimos descubrir
ese río. La muerte (o su alusión) hace preciosos y patéticos a los hombres.
Éstos se conmueven por su condición de fantasmas; cada acto que ejecutan puede
ser el último; no hay rostro que no esté por desdibujarse como el rostro de un
sueño. Todo, entre los mortales, tiene el valor de lo irrecuperable y de lo
azaroso. Entre los Inmortales, en cambio, cada acto (y cada pensamiento) es el
eco de otros que en el pasado lo antecedieron, sin principio visible, o el fiel
presagio de otros que en el futuro lo repetirán hasta el vértigo. No hay cosa
que no esté como perdida entre infatigables espejos. Nada puede ocurrir una
sola vez, nada es preciosamente precario. Lo elegíaco, lo grave, lo ceremonial,
no rigen para los Inmortales. Homero y yo nos separamos en las puertas del
Tánger; creo que no nos dijimos adiós. V Recorrí nuevos reinos, nuevos
imperios. En el otoño de 1066 milité en el puente de Stamford, ya no recuerdo
si en las filas de Harold, que no tardó en hallar su destino, o en las de aquel
infausto Harald Hardrada que conquistó seis pies de tierra inglesa, o un poco
más. En el séptimo siglo de la Héjira, en el arrabal de Bulaq, transcribí con
pausada caligrafía, en un idioma que he olvidado, en un alfabeto que ignoro,
los siete viajes de Simbad y la historia de la Ciudad de Bronce. En un patio de
la cárcel de Samarcanda he jugado muchísimo al ajedrez. En Bikanir he profesado
la astrología y también en Bohemia. En 1683 estuve en Kolozsvár y después en
Leipzig. En Aberdeen, en 1714, me suscribí a los seis volúmenes de la Ilíada de
Pope; sé que los frecuenté con deleite. Hacia 1729 discutí el origen de ese
poema con un profesor de retórica, llamado, creo, Giambattista; sus razones me
parecieron irrefutables. El 4 de octubre de 1921, el Patna, que me conducía a
Bombay, tuvo que fondear en un puerto de la costa eritrea 1. Bajé; recordé
otras mañanas muy antiguas, también frente al Mar Rojo, cuando yo era tribuno
de Roma y la fiebre y la magia y la inacción consumían a los soldados. En las
afueras vi un caudal de agua clara; la probé, movido por la costumbre. Al
repechar el margen, un árbol espinoso me laceró el dorso de la mano. El
inusitado dolor me pareció muy vivo. Incrédulo, silencioso y feliz, contemplé
la preciosa formación de una lenta gota de sangre. De nuevo soy mortal, me
repetí, de nuevo me parezco a todos los hombres. Esa noche dormí hasta el
amanecer. ...He revisado al cabo de un año, estas páginas. Me constan que se
ajustan a la verdad, pero en los primeros capítulos, y aun en ciertos párrafos de
los otros, creo percibir algo falso. Ello es obra, tal vez, del abuso de rasgos
circunstanciales, procedimiento que aprendí en los poetas y que todo lo
contamina de falsedad, ya que esos rasgos pueden abundar en los hechos, pero no
en su memoria... Creo, sin embargo, haber descubierto una razón más íntima. La
escribiré; no importa que me juzguen fantástico. La historia que he narrado
parece irreal, porque en ella se mezclan los sucesos de dos hombres distintos.
En el primer capítulo, el jinete quiere saber el nombre del río que baña las
murallas de Tebas; Flaminio Rufo, que antes ha dado a la ciudad el epíteto de
Hekatómpylos, dice que el río es el Egipto; ninguna de esas locuciones es
adecuada a él, sino a Homero, que hace mención expresa en la Ilíada, de Tebas
Hekatómpylos, y en la Odisea, por boca de Proteo y de Ulises, dice
invariablemente Egipto por Nilo. En el capítulo segundo, el romano, al beber el
agua inmortal, pronuncia unas palabras en griego; esas palabras son homéricas y
pueden buscarse en el fin del famoso catálogo de las naves. Después, en el
vertiginoso palacio, habla de "una reprobación que era casi un
remordimiento"; esas palabras corresponden a Homero, que había proyectado
ese horror. Tales anomalías me inquietaron; otras, de orden estético, me
permitieron descubrir la verdad. El último capítulo las incluye; ahí está
escrito que milité en el puente de Stamford, que transcribí, en Bulaq, los
viajes de Simbad el Marino y que me suscribí, en Aberdeen, a la Ilíada inglesa
de Pope. Se lee inter alia: "En Bikanir he profesado la astrología y
también en Bohemia". Ninguno de esos testimonios es falso; lo
significativo es el hecho de haberlos destacado. El primero de todos parece
convenir a un hombre de guerra, pero luego se advierte que el narrador no
repara en lo bélico y sí en la suerte de los hombres. Los que siguen son más
curiosos. Una oscura razón elemental me obligó a registrarlos; lo hice porque
sabía que eran patéticos. No lo son, dichos por el romano Flaminio Rufo. Lo
son, dichos por Homero; es raro que éste copie, en el siglo trece, las
aventuras de Simbad, de otro Ulises, y descubra, a la vuelta de muchos siglos,
en un reino boreal y un idioma bárbaro, las formas de su Ilíada. En cuanto a la
oración que recoge el nombre de Bikanir, se ve que la ha fabricado un hombre de
letras, ganoso (como el autor del catálogo de las naves) de mostrar vocablos
espléndidos 2. Cuando se acerca el fin, ya no quedan imágenes del recuerdo;
sólo quedan palabras. No es extraño que el tiempo haya confundido las que
alguna vez me representaron con las que fueron símbolos de la suerte de quien
me acompañó tantos siglos. Yo he sido Homero; en breve, seré Nadie, como
Ulises; en breve, seré todos: estaré muerto. Postdata de 1950 Entre los
comentarios que ha despertado la publicación anterior, el más curioso, ya que
no el más urbano, bíblicamente se titula A coat of many colours (Manchester,
1948) y es obra de la tenacísima pluma del doctor Nahum Cordovero. Abarca unas
cien páginas. Habla de los centones griegos, de los centones de la baja
latinidad, de Ben Jonson, que definió a sus contemporáneos con retazos de
Séneca, del Virgilius evangelizans, de Alexander Ross, de los artificios de
George Moore y de Eliot, y finalmente, de "la narración atribuida al
anticuario Joseph Cartaphilus". Denuncia, en el primer capítulo, breves
interpolaciones de Plinio (Historia naturalis, V, 8); en el segundo, de Thomas
de Quincey (Writings, III, 439); en el tercero, de una epístola de Descartes al
embajador Pierre Chanut; en el cuarto, de Bernard Shaw (Back to Methuselah, V).
Infiere de esas intrusiones, o hurtos, que todo el documento es apócrifo. A mi
entender, la conclusión es inadmisible. Cuando se acerca el fin, escribió
Cartaphilus, ya no quedan imágenes del recuerdo; sólo quedan palabras.
Palabras, palabras desplazadas y mutiladas, palabras de otros, fue la pobre
limosna que le dejaron las horas y los siglos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: black; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">A Cecilia Ingenieros. </span><span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> <o:p></o:p></span></span></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-62685216814914273702018-10-18T18:59:00.000-07:002018-12-17T10:53:08.743-08:00Hora terminal de Alfonso Orejel<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><o:p> </o:p></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTKgRc4sfDZ6gADluc9Dqf3RuQI2QOFLoyn6ZrIhTYyxhFyaMGWdK2QMQfxrJKw421MbeUpj21m7Hq8xLW98vXctYkeDDNiSXrCxsRgBKPCL9gUbw-1TpiMQCUO38XWO5WZqPHBiYyBDjs/s1600/hombre-durmiendo-roca-fondo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1057" data-original-width="1600" height="263" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTKgRc4sfDZ6gADluc9Dqf3RuQI2QOFLoyn6ZrIhTYyxhFyaMGWdK2QMQfxrJKw421MbeUpj21m7Hq8xLW98vXctYkeDDNiSXrCxsRgBKPCL9gUbw-1TpiMQCUO38XWO5WZqPHBiYyBDjs/s400/hombre-durmiendo-roca-fondo.jpg" width="400" /></a></div>
<h2 style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="font-size: small; font-weight: normal;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> </span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"> <span style="background-color: #b6d7a8;">U N O</span></span></span></h2>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"> La luz gotea desde las ramas del
cerezo. Un viento suave mueve sus hojas. Por la persiana se desliza, tímido, el
brillo de la mañana. Sobre la cama yace el enfermo respirando pausadamente.
Tiene los ojos hundidos. Su vena atada a la sonda que le alimenta un líquido
amarillento. Mangueras lo abastecen del
oxígeno que sus pulmones débiles no pueden inhalar. La boca se halla entreabierta y le da un
aspecto de pez muriendo de asfixia.
Desde el extremo de la cama lo observa detenidamente. La mirada se
humedece al cerciorarse de su lenta caída hacia la muerte.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sabe que son sus últimas semanas, tal
vez, días. El deceso es inminente<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y
llegará tarde o temprano. Los doctores lo han vaticinado. El cáncer avanza minando
su estructura interna, los tejidos se están volviendo polvo, y, por ello, no
tardará en derrumbarse.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Desde hace tres días se ha convertido
en el vigía que lo ve partir hacia la nada. Los artefactos a los que está
conectado, el suministro de inyecciones, las revisiones periódicas de su
presión arterial y los lavados de pulmón parecen infructuosos para detener la
enfermedad. No hay mejoría<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y él se
desespera al contemplar el estado<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en que
se encuentra.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Mira el reloj. En cualquier momento
pasará la enfermera a aplicarle el medicamento. Se hará a un lado para no
estorbar la maniobra. Se recogerá en un rincón y quizás aproveche su
presencia<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para ir al baño. El escalofrío
lo posee mientras mira hipnotizado el chorro ruidoso cayendo en el ojo del
excusado. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lleva dos días en el hospital del
Seguro Social y su estancia en la ciudad se prolongará seguramente una semana
más. El neumólogo pronosticó el fin en ese lapso aproximado. En la empresa en
que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>labora le dieron un permiso indefinido.
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">No todos los días se va a morir nuestro
padre</i>, comentó con torpe cortesía el gerente quien sabe que la institución
se enaltece con ese tipo de generosidades.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Está triste. La tristeza que nace de
manera natural de una relación cálida con aquel hombre que lo quiso y protegió
desde su infancia. Un padre bueno, silente y afable que tuvo que trabajar el
doble cuando su madre murió, en plena adolescencia. Lo recuerda por aquellas
mañanas cuando salían a pescar y nunca capturaban algún pez importante pero
para quitarse el sabor del fracaso pasaban por el mercado y adquirían un pargo
o una lobina enorme. – ¡No íbamos a regresar a casa sin un pez!, decía con buen
humor. Sonríe. Otra enfermera pasa frente a él y le devuelve la sonrisa. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Vuelve
al área de terapia intensiva. La enfermera ha realizado su trabajo. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>-
Gracias, señorita. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>- Si
se le ofrece algo llámeme. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No
distingue signo alguno de mejoría en el rostro demacrado del enfermo. Le
preocupa la expresión dolorosa de sus gestos fugaces. Aquel sufrimiento le
pertenece de algún modo. Sabe que el dolor ha maniatado su cuerpo. Imagina como
el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cáncer va royendo su entraña,
silenciosa e inexorablemente. Su pecho es un manantial intermitente del
que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mana un dolor agudo que apenas se
expresa en esos ayes que resbalan por la comisura de sus labios.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo ha visto mover, desesperado, la cabeza,
una y otra vez, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por el lento efecto de
las medicinas, agobiado por esta fuerza que ciñe su entraña y que no cede. Se
levanta de la silla para decirle<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a la
enfermera que le aumente la dosis de analgésicos para mitigar el dolor. Se
angustia al extremo de suplicarle al doctor que<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>se encuentra de guardia que haga un poco más por él. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>-No
se preocupe. Así es esto. Tómelo con calma. Su papá siente dolor pero<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es el mínimo, créame.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Hacemos todo lo posible por reducirlo a su
nivel más bajo. Pero si sigue inquieto le administraremos un sedante más
fuerte. No se preocupe.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo escucha, asintiendo con la
cabeza.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Mira su blanca silueta perderse
en el fondo del pasillo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Anochece. Desde las lámparas fluye una
luz temerosa que palpa con lentitud el rostro de los enfermos. Se acerca a su
padre. Acaricia su frente blanca que parece más amplia por la calvicie de los
sesenta años. El cabello tan delgado como escaso es dócil ante los dedos que
intentan peinarlo con suavidad. Tres grietas pronunciadas cruzan la planicie de
esa frente de un extremo a otro. Bajo la nariz recta se halla un bigote que de
manera natural se alinea brindándole una extraña dignidad a su cara decrépita.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Su padre se mantiene imperturbable. Busca
en su cara un signo de aprobación que lo reconozca, un mínimo movimiento
afectivo que le permita saber que su estancia tiene sentido. Pasan las horas,
los días y aún no encuentra esa señal. Deberá tener mayor paciencia. Al fin de
cuentas es su padre y la enfermedad no es una elección.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Había llegado con el propósito de
acompañarlo en sus momentos últimos. Hacía cuatro años que no tenía contacto
con él. Aproximadamente desde que se divorció. Ambos vivían solos y nadie hizo
lo propio para acercarse al otro.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sin embargo, él, como hijo, se sentía
culpable. Por eso pagaría con el tiempo necesario aquel olvido. Esta era una
buena ocasión para reivindicarse aunque aquél no estuviera consiente de ello.
Pero no tardaría en abrir los ojos y enterarse de su presencia. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>De ser necesario, lloraría todas las
lágrimas que ha contenido durante estos años. Al fin de cuentas, los lazos de
sangre mantienen un vínculo profundo, misterioso. Y de ese vínculo nacía
aquella fuerza misteriosa que lo impulsaba a permanecer a su lado hasta el
momento que fuera necesario. Estar a su lado le complacía. Era una demostración
notable de afecto. Un ejercicio silencioso de sacrificio por el prójimo. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En aquel pabellón hay una larga fila de
camas donde los enfermos terminales son atendidos por el personal médico, a
quien impulsa más un sentimiento de compasión que la certeza de que la ciencia
podrá<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hacer algo por ellos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En
todos y cada uno, las esperanzas de recuperación son remotas. Pero el hospital,
en un alarde de innecesaria humanidad, los trata infructuosamente de arrebatar
a la muerte.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Hacia
la derecha un hombre 40 o 50 años languidece quejándose por el dolor que le
atraviesa el vientre. Su madre, una anciana pequeña, envuelta en un rebozo
gris, le limpia el sudor que tiene en su frente y le trata de dar consuelo.
Aunque son inútiles para sofocar el dolor, los movimientos de sus manos son
delicados y transmiten un amor discreto y silencioso. El enfermo huele mal por
la diálisis a que está sujeto su cuerpo. A la señora no parece importarle
aquello.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Del otro lado se halla una mujer de
mediana edad a quien le ha sido diagnosticado cáncer en los huesos. Está
inmóvil. Sedada. Nadie la acompaña. Más allá se multiplican las camas de otros
enfermos en condiciones similares. Este es el pabellón de los enfermos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>condenados al cadalso, de aquellos que
avanzan en el trampolín que los conduce al fin y sólo les falta dar el último
paso. Este es pasillo que su padre camina con los ojos cerrados.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La anciana absorta en la tarea de
atender a su hijo cumple con la encomienda de vigilar la evolución de su salud.
Después de acomodar la almohada, de alisar la sábana y cubrirlo hasta la
cintura con la manta blanca, se sienta en la silla de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pepsi </i>metálica y levanta la bolsa de ixtle para hurgar en ella.
Saca un rosario con eslabones de plástico. Se acomoda el rebozo sobre la cabeza
y, ajena a la gente que está alrededor, empieza a rezar.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Apenas un susurro resbala por su
boca, como una queja, como un tímido lamento. La voz tiembla en sus labios. Los
ojos se concentran en los puños que juguetean con las perlas. Él admira su
devoción, la cándida confianza con que ofrece su voluntad a esa fuerza
superior. La envidia. Aprieta la mano de su padre y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cierra los párpados por unos instantes. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: center; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">D
O S<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>- Papá...papá... Aprieta con ambas manos
la mano inerte del anciano. Le habla con suavidad, como lo ha hecho tantas
veces. Con cierta dosis de ternura, esperando una reacción. Nada ocurre. Le
mira la cara enjuta, los vellos en la barbilla creciendo irregularmente, los
ojos perdiéndose cada vez<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>más en la
cavidad que los aloja, la piel untándose a los huesos, la manzana en la
garganta más visible que nunca.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Conoce ese rostro a fuerza de estarlo
viendo con detenimiento durante estos meses. Ha aprendido a distinguir los
cambios más imperceptibles que ocurren en él. Cuando la morfina entra en sus
venas, cuando recibe el suero con nutrientes, cuando descansa plácidamente o
cuando duerme atormentado. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Se
sienta. Echa un vistazo al reloj que pende de la pared de la estación de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>enfermeras. Es un vistazo innecesario. Lo
sabe. Da lo mismo saber la hora que no. Escucha el ruido del agua que cae sobre
los utensilios de metal que emplean. Los mueven como trastos sucios. Le
molesta. Suenan las ruedas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>herrumbradas
de una camilla que sale del pabellón<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>otro paciente menos. Lo llevan a la morgue
para entregarlo a sus familiares. Así ha sucedido desde que llegó. Perdió la
cuenta cuando iba más de 50. Entran los pacientes moribundos y en pocos días o
semanas salen muertos. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Es un ciclo lógico que no parece
acatar su padre. Tiene la vaga impresión de que se hace el disimulado para
evadir la partida. Lo ve de nuevo. Parece dormir. Sospecha que de algún modo
emplea artilugios para mantenerse respirando. En ocasiones voltea de repente
para ver si observa en su cara una sonrisa fugaz. Ignora si lo escucha, si
desde sus párpados a veces temblorosos puede partir una mirada. Tiene ganas de
identificar esa señal para saber que su presencia tiene sentido. Ha pasado
tanto tiempo y se desespera sin recibirla.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Su padre se halla arropado ahora<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por la consentida promiscuidad de los
enfermos. Un olor acedo emana de su piel, el aliento es fétido. Siente ahora
una profunda repugnancia. Un gran desprecio que apenas alcanza a disimular. Es
natural, sus órganos funcionan torpemente, la conciencia parece abandonar aquel
cuerpo y éste empieza a pudrirse de manera inevitable. Sin embargo, con
cuidado, limpia el sudor que aparece en su cara. Hace<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>demasiado calor en este sitio donde el
hacinamiento humano y la indiferencia de las enfermeras compiten con rabia. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Antes trataba de soportar ese olor sin
protestar porque le parecía una canallada condenarlo, rechazarlo. Como si con
esa actitud estuviera negándose a aceptar la custodia de su progenitor enfermo.
Abrumado por una circunstancia de la que no era responsable él. Por eso, para
castigarse, en ocasiones respiraba hondo, tratando de llevar aquel olor a los
rincones más íntimos de sus pulmones.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ahora era diferente. Aquel amasijo de
malos olores le producía una repugnancia enorme. Solía hacer largas caminatas
por la sala para evitar aquel olor que penetraba en su nariz pero otros
enfermos se hallaban en condiciones similares. Miraba algunos crucifijos encima
de las camas. Testigos de ojos petrificados. ¡Le parecían tan inútiles! Cada
enfermo iba muriendo poco a poco, cada uno parecía avanzar al patíbulo
dócilmente, bajo la mirada indolente de aquellos Cristos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Conoce la cantidad de mosaicos que
tiene a lo largo este pabellón, las leves grietas que tienen las paredes, las
llaves de oxígeno en mal estado, los rostros y las corpulencias de las
enfermeras. Ha caminado tantas veces por aquí. Al final hay una ventana que da
hacia el jardín en la planta baja de este edificio. Siempre está solo y solamente
sirve como un espacio que separa los dos módulos del hospital.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Observa un pájaro que picotea el
pasto. A pesar de ser negro y de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>patas
largas, con<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los ojos feos y el pico
rústico, tiene cierta gracia, salta de un lugar a otro. No encontró alimento y
decide largarse. Alza las alas delgadas y emprende el vuelo. La superficie
verde queda de nuevo despoblada. Al menos ese pájaro tiene las agallas para
marcharse. ¡Qué alegoría más barata para explicar su reclusión! <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El invierno ha desnudado los pocos
árboles que alargan sus ramas hasta el segundo piso. El viento helado agita las
pocas hojas que han quedado en ellas. El pabellón se mantiene a una temperatura
estable por la calefacción. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los familiares de los nuevos enfermos
que ingresan al hospital visten suéteres o abrigos para enfrentar el frío.
Algunos padecen de gripe o catarro y se sacuden la nariz repetidamente. Las
hondas gélidas atraviesan la ciudad. Los días duran menos y las noches se
prolongan. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Escucha risas en la estación. Dos
enfermeras conversan animadamente mientras gesticulan con discreción. No se
molesta. Al contrario, le gusta escuchar de nuevo el sonido de las carcajadas.
Ya se estaba acostumbrando a no hacerlo. Hace tanto que no ríe de esa manera.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cuando sale a la casa de su padre<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>–una casa austera, pequeña y con pocos
utensilios domésticos- para asearse o dormir acostado algunas horas, sospecha
que su padre aprovechará la oportunidad para morirse y tenerle esa buena
noticia al regresar de nuevo al hospital. Pero no se queda mucho tiempo en
ella. Le incomoda su estrechez y frialdad. Es la habitación de un solitario.
Semejante a la suya.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"> </span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Prefiere volver porque al menos en el
hospital su presencia tiene algo de heroísmo. Su padre en</span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"> </span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">cualquier momento puede abrir los ojos,
identificarlo y después morir. Solamente necesita ese instante para
justificarlo todo. No espera más. Por la ventana que se localiza a un costado
de la última cama, justo a la derecha de aquella donde yace su papá, el cerezo
cobra una apariencia de fragilidad con sus ramas completamente desnudas.</span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: center; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: center; text-indent: 27.0pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">T R E S<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Escucha el martilleo. </span><span lang="EN-US">Tac-tac,
tac-tac, tac-tac. </span><span lang="ES">Es
incesante. Cada golpe es idéntico al siguiente y al anterior. </span><span lang="EN-US">Tac-tac,
tac-tac, tac-tac. </span><span lang="ES">Cada
segundo cae al mismo ritmo. Un ritmo monótono, seco, uniforme. Cada segundo
tiene la misma factura, la misma composición. Caen y caen y no cesan de caer. Y
en el nicho del oído está el punto donde éstos se sumergen. Segundos
herméticos, puntuales, perfectos. Segundos que suceden unos a otros con una
disciplina extrema, con un frenesí desquiciante, rígidos,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>impasibles, insensatos. Lentos. Sádicamente
lentos. Bajo la servidumbre de un tiempo que no<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>se sacia nunca. De un tiempo que los aletarga para prolongar la agonía.<o:p></o:p></span></span></span></div>
<h1 style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: small; font-weight: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El tiempo que transcurre sin la menor prisa,
que respira con la mínima frecuencia para exaltar sus sentidos. El tiempo
despiadado que aumenta el volumen del golpeteo
de aquellos segundos insaciables
e indolentes. Estos segundos que han perforado su paciencia, que lo sacan de
quicio y no tardarán en enloquecerlo. <o:p></o:p></span></span></h1>
<h1 style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: small; font-weight: normal;"><span lang="ES">Levanta
la cabeza y mira el reloj blanco con manecillas negras del que saltan esos
segundos, colgado, en aparente inocencia, sobre la p</span><span lang="ES">ared.</span></span></span></h1>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Se lleva la mano a la barbilla.
Acaricia los vellos que la cubren con una capa delgada de felpa obscura. Desde
hace algunas semanas decidió no rasurarse más. Es un<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>buen momento de mostrar su descontento. Su
propia ropa está descuidada y sucia. Su aspecto tiene los evidentes signos del
abandono.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"> Han pasado seis meses y ya está harto
de esperar. A estas alturas ya lo habrán
despedido del trabajo. Se cansó de estar renovando el permiso y tal vez el
dueño de la empresa buscó algún suplente. Un moribundo con buenos modales se
moriría en un lapso prudente, no abusaría de la paciencia de los demás. Pero su
padre parece ignorar tales reglas de cortesía. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"> Desea huir, alejarse de aquella
entidad enferma, emisora de quejidos tenues y respiraciones entrecortadas.
Aquel hombre que solía abrazarlo de niño, pasar la palma abierta sobre su
cabeza y alentarlo a golpear el balón con fuerza se había convertido en una
masa informe, incapaz de expresar emoción y sentimiento alguno.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"> La esperanza de identificar a ese padre
a través, al menos, de una mirada, de un
apretón de manos o una sonrisa se desvanecía. Su cuerpo era un vegetal, un
tronco pudriéndose, un ser al que habían arrancado de raíz el alma. No, ese<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sujeto no puede ser su padre. Es una cáscara
vacía que el viento no tardará en derribar definitivamente. Quedarse a su lado
no tiene ya sentido.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Se ha cansado de mirarlo morir sin
prisa, tomándose todo el tiempo del mundo para hacerlo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y le molesta su necedad, su renuencia a
entregarse al fin. A pesar de que los enfermos que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lo han acompañado durante esos largos meses
en esa travesía ya se han marchado, convencidos de la inutilidad de vivir con
el dolor a cuestas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero su padre no parece darse por
enterado. Cuantas veces lo ha observado fingiendo indiferencia o desdén ante el
deceso de los otros, sus compañeros, sus semejantes. Como si continuar
resistiendo el embate del<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cáncer fuera
heroico. Intuyendo en su somnolencia que esa vida que sostiene con un hilo vale
la pena seguirla viviendo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El tedio, como un cáncer más temible, lo
ha invadido. El tedio es un sopor que impregna el ambiente, penetra en los
huesos y debilita la voluntad. Es el transcurrir anodino de las horas bajo el
dominio de un letargo que embota los sentidos. Contempla la lentísima muerte de
su padre y se desespera. Porque su<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>demorado deceso no encuentra desenlace. La espera se alarga
innecesariamente. Bosteza una y otra vez. Su boca exhala quejidos. Él lo ve y
en su propia boca nace un bostezo que se agranda hasta el límite. ¡Es tan
aburrido verlo morir!<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Una desesperación sorda, inexpresable, hace
presa de él. ¡Por cuánto tiempo ha vivido esta rutina circular, idéntica a sí
misma, desprovista de intensidad o tensión dramática!<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Las enfermeras pasan, llevando las
inyecciones, los sueros, las sábanas. El golpe de sus zapatos de goma en el
piso es igual al de todos los días. Su voz, sus desplazamientos, sus gestos,
los mismos. Los enfermos terminales articulan sus quejidos, respiran
apresuradamente y se envuelven en silencios dolorosos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En infinitas ocasiones ha visto
repetirse este comportamiento. Está harto. Está aburrido. Ha pensado en todos
sus asuntos, le han dado vuelta por la cabeza tantos recuerdos, ha agotado
todos los temas que ya no tiene más en que concentrarse. Se deja llevar por
esta marea<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>somnolienta.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Abre los ojos. Ve a su alrededor. Los
enfermos y su quejumbre, los crucifijos sobre las camas, los pasos de las
enf</span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">ermeras, los sueros colgados de los percheros, el llanto de los dolientes.
La terquedad de su padre en mantenerse vivo. Su grandiosa ingratitud. ¿No eran
ya suficientes los 200 días que había pasado a su lado? ¿No le bastaba su
sacrificio?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Tal vez aquella obstinación por
mantenerse respirando nacía de algún rencor que no alcanzaba a vislumbrar. Esta
enfermiza espera obedecía a un ajuste de cuentas con su propio hijo. Por
supuesto que hasta ese momento lo sabía.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Claro, no se había dado cuenta de
ello: su agonía silenciosa era un acto premeditado para<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>arrancarlo de su vida hecha, para joderlo.
Era de tal magnitud el rencor que, aún dominado por la inconsciencia, era capaz
de infringirle ese daño. Porque se moría y se moría y se no acababa – por su
puta madre – de morir. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #b6d7a8;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Suspira profundamente y mira su
semblante pálido, el cuerpo flaco, la cama revuelta, la ventana, las ramas
reverdeciendo, el aire de primavera moviendo las hojas, el cerezo –ensimismado-
abriendo sus flores de pétalos rojos, coloreados por la luz solar.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cierra los ojos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 31.5pt; tab-stops: 436.5pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-65267764436948624942018-10-01T08:55:00.004-07:002018-10-01T08:55:46.818-07:00 El huevo. Howard Fast<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgViS36HhveCqgtpXV5NRz6ebjW7OexdMpHNgEkowR4DDW9j9UNd9PSUG83TmyyjcAx3PWlDs-IABMoZicf1xXwu0QtDX_ZotGSvPQPYgJFBGKMq2vE8SvuywnKzGwim1sTd_YF-vUts7Ys/s1600/speckled-bird-egg-nest-1884897.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="375" data-original-width="562" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgViS36HhveCqgtpXV5NRz6ebjW7OexdMpHNgEkowR4DDW9j9UNd9PSUG83TmyyjcAx3PWlDs-IABMoZicf1xXwu0QtDX_ZotGSvPQPYgJFBGKMq2vE8SvuywnKzGwim1sTd_YF-vUts7Ys/s400/speckled-bird-egg-nest-1884897.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Fue
un hecho afortunado, como lo reconocier</span><span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">on todos, que Souvan estuviera a cargo
de las excavaciones –167-arco II, porque aunque era un arqueólogo de segundo
orden, su hobby o afición lateral era las excentricidades de las ideas sociales
de la segunda mitad del siglo veinte. No era simplemente un historiador, sino
un estudioso cuya curiosidad lo llevó por los pequeños atajos olvidados por la
historia. De otra manera, el huevo no hubiera recibido el tratamiento que tuvo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">La
excavación tenía lugar en la parte norte de una región que en tiempos antiguos
se había llamado Ohio, perteneciente a un ente nacional conocido como Estados
Unidos de América en aquel entonces. Había sido una nación tan poderosa que
había resistido tres incendios atómicos antes de desintegrarse, y por eso era
más rica en tesoros enterrados que cualquier otra parte del mundo. Como lo sabe
cualquier escolar, fue sólo en el siglo pasado que logramos llegar a entender
las antiguas costumbres sociales de las últimas décadas de la era anterior. No
es muy fácil superar una brecha de tres mil años, y es muy natural que la edad
de la guerra atómica esté más allá de la comprensión de los seres humanos
normales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Souvan
había pasado años de investigación calculando el lugar exacto para la
excavación, y aunque nunca lo había declarado públicamente, no estaba interesado
en refugios atómicos sino en otra manifestación de aquella época, una
manifestación olvidada. Habían sido tiempos de muerte (el mundo no había visto
antes tantas muertes), y por eso habían sido tiempos en que se había tratado de
conquistar la muerte, mediante curas, sueros, anticuerpos, y mediante algo que
le interesaba a Souvan de manera especial: el método de congelación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">A
Souvan le interesaba sobremanera la cuestión de la congelación. Según sus
investigaciones, parecería que al comenzar la segunda mitad del siglo veinte,
se habían congelado órganos humanos así como también animales enteros. Los más
simples habían sido descongelados y revividos. Algunos médicos habían concebido
la idea de congelar a seres humanos que padecían enfermedades incurables,
manteniéndolos luego en hibernación hasta que se hubiera descubierto la cura de
la enfermedad en cuestión. Para entonces, en teoría, se los reviviría para
curarlos. Si bien sólo los ricos aprovecharon las ventajas del método, fueron
varios cientos de miles de personas las que lo utilizaron (no se conocía a
ciencia cierta si alguien había sido revivido y curado), y los centros
construidos a tal efecto fueron destruidos por los incendios y los siglos de
barbarie y salvajismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Sin
embargo, Souvan había hallado una referencia a uno de esos centros, construido
durante la última década de la era atómica. Era subterráneo y aparentemente
tenía compresores accionados por energía atómica. Los años de trabajo e
investigación estaban a punto de dar fruto. Habían hundido el socavón a unos
cien pies dentro de la materia como lava que estaba al sur del lago, y ya
habían llegado a las ruinas de lo que parecía ser la instalación que buscaban.
Ya habían penetrado en el antiguo edificio y ahora, armados con poderosos
reflectores, picos y palas, Souvan y los estudiantes que lo ayudaban caminaban
por las ruinas, pasando de habitación en habitación y de sala en sala.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Sus
investigaciones y cálculos no lo habían defraudado. El lugar era precisamente
lo que había esperado: un instituto para la congelación y preservación de seres
humanos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Entraron
en todas las cámaras donde estaban apilados los ataúdes. Parecían las
catacumbas cristianas de un pasado remotísimo. La energía que impulsaba los
compresores se había detenido hacía tres milenios y hasta los esqueletos dentro
de los ataúdes se habían convertido en polvo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–Ahí
termina el sueño de la inmortalidad del hombre –pensó Souvan, preguntándose
quiénes habrían sido esos pobres diablos y cuáles habrían sido sus últimos
pensamientos antes de ser congelados para desafiar lo más ineludible del
universo, el tiempo mismo. Sus estudiantes charlaban excitados, y si bien
Souvan sabía que su descubrimiento sería recibido como uno de los más
importantes de su tiempo, se sentía profundamente decepcionado. Él había
esperado encontrar algún cuerpo bien preservado en alguna parte, y con ayuda de
la medicina, al lado de la cual la del siglo veinte había sido bastante
primitiva, volverlo a la vida y así obtener un informe directo de esas
misteriosas décadas en que la raza humana, en un ataque de locura generalizado
en el mundo entero, se había vuelto contra sí misma destruyendo no sólo el 99 %
de la humanidad sino también todas las formas de vida animal existente. Sólo
habían sobrevivido datos muy incompletos de las formas de vida de esa época,
mucho menos de los pájaros que de otros animales, a tal extremo que las
maravillosas criaturas aéreas que surcaban los vientos del cielo eran parte
integrante de mitos más que de la realidad histórica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">El
sueño dorado de Souvan, ahora destrozado, había sido encontrar un hombre o una
mujer, un ser humano que hubiera sido capaz de arrojar luz sobre el origen de
los incendios provocados por las naciones de la Tierra para destruirse entre
sí. Por todas partes se veían importantes trozos de esqueletos que
permanecían intactos, como un cráneo que presentaba un maravilloso trabajo de
restauración en la dentadura (Souvan quedó impresionado por la eficiencia
técnica de los antiguos), un fémur, un pie, y en un ataúd encontró un brazo
momificado, lo que lo sorprendió. Todo esto era fascinante e importante, pero
nada si se lo comparaba con las posibilidades inherentes a su sueño destrozado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">No
obstante Souvan inspeccionó todo con gran cuidado. Condujo por las ruinas a sus
estudiantes, y no se perdieron nada. Examinaron más de dos mil ataúdes, en los
que no encontraron más que el polvo de la muerte y del tiempo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Pero
el sólo hecho de que la instalación hubiera sido construida a tal profundidad
sugería que pertenecía a la última parte de la era atómica. Indudablemente los
científicos de la época se habrían dado cuenta de la vulnerabilidad de la
energía eléctrica cuyo origen no fuera atómico, y a menos que los historiadores
estuvieran equivocados, ya se utilizaba la energía atómica para la producción
de electricidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Pero,
¿qué clase de energía atómica? ¿Cuánto tiempo podría funcionar? ¿Dónde había
estado la planta de energía? ¿Utilizaban el agua como agente refrigerante? En
ese caso, la planta de energía estaría en la ribera del lago, ahora convertida
en vidrio y lava. Posiblemente no habían llegado a descubrir cómo se construía
una unidad atómica autónoma capaz de producir energía por lo menos para cinco
mil años. Si bien no habían encontrado una planta así en ninguna de las ruinas,
había que considerar que la mayor parte de la civilización antigua había sido
destruida por los incendios y por eso sólo habían sobrevivido fragmentos de su
cultura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">En
ese momento de sus meditaciones fue interrumpido por el alarido proferido por
uno de sus estudiantes, cuya tarea era detectar radiaciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–Tenemos
radiación, señor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">No
era extraño en una excavación a bajo nivel, pero muy inusual a esa profundidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–¿Cuánto?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–De
003. Muy baja.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–Muy
bien –dijo Souvan–. Guíenos, proceda lentamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Sólo
faltaba examinar un recinto, una especie de laboratorio. ¡Qué extraño cómo los
huesos perecían pero sobrevivían la maquinaria y los equipos! Souvan caminaba
detrás del detector de radiaciones, y detrás de él todos los otros,
desplazándose con gran lentitud.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–Es
energía atómica, señor, ahora 007, todavía inofensiva. Creo que ésa es la
unidad, la que está en el rincón, señor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Del
rincón se oía un murmullo muy débil.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Había
una gran unidad sellada conectada por un cable a una caja de unos treinta
centímetros cuadrados. La caja, construida de acero inoxidable, en partes
todavía brillante, emitía un sonido apenas audible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Souvan
se volvió a uno de sus discípulos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–Análisis
de sonido, por favor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">El
estudiante abrió una caja que llevaba, la puso sobre el suelo, ajustó los diales,
y leyó los resultados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–Es
un generador –dijo, excitado–. Activado por energía atómica, más bien simple y
primitivo, pero increíble. No demasiada energía, pero constante. ¿Cuánto tiempo
ha pasado?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–Tres
mil años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–¿Y
la caja?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–Presenta
algunos problemas –dijo el estudiante–. Parece que hay una bomba, un sistema de
circulación, quizás un compresor. El sistema está funcionando, lo que indicaría
que hay refrigeración en alguna parte. Es una unidad sellada, señor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Souvan
tocó la caja. Estaba fría, pero no más fría que los demás objetos metálicos que
había en las ruinas. Bien aislado, pensó, maravillándose nuevamente del genio
técnico de esos antiguos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–¿Qué
porcentaje –preguntó al estudiante– estima que está dedicado a la maquinaria?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">El
estudiante volvió a tocar los diales y estudió las agujas de su detector de
sonido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–Es
difícil decirlo, señor. Si quiere algo aproximado, yo diría que un ochenta por
ciento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–Así
que si contiene un objeto congelado, debe ser muy pequeño, ¿verdad? –preguntó
Souvan, tratando de que no se notara que le temblaba la voz de ansiedad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–Muy
pequeño, sí señor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Dos
semanas más tarde Souvan habló por televisión. Habló para la gente. Con el
final de los grandes incendios atómicos de hacía tres mil años se habían
terminado las razas y los idiomas. Las pocas personas que sobrevivieron se
juntaron y se casaron entre sí, y de todas las lenguas salió una sola. Con el
tiempo se propagaron a los cinco continentes de la Tierra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Ahora
había medio billón de habitantes. Volvía a haber campos de trigo, huertos
y bosques, y peces en el mar. Pero no existía el canto de los pájaros ni el
grito de ninguna bestia, porque ni bestias ni pájaros habían sobrevivido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–“Sin
embargo, algo sabemos acerca de los pájaros.” –dijo Souvan, un poco nervioso
porque era la primera vez que hablaba por el circuito mundial. Ya les había
contado acerca de sus cálculos, la excavación y el hallazgo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–"No
es mucho, desgraciadamente, porque no ha quedado ninguna imagen ni
representación de un pájaro. Pero durante nuestras investigaciones hemos tenido
la suerte de encontrar algún libro que mencionaba a los pájaros, o un verso,
una referencia en una novela. Sabemos que su hábitat era el aire, que volaban
sobre alas extendidas, no como vuelan nuestros aviones impulsados por sus
chorros atómicos, sino como nadan los peces, con belleza y gracia. Sabemos que
algunos era pequeños, otros muy grandes, y sabemos también que estaban
cubiertos por una pelusa que llamaban plumas. Pero cómo era exactamente un ave
o una pluma o un ala, eso no lo sabemos, fuera de la imaginación de nuestros
artistas, que tantas veces han imaginado a los pájaros.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–"Bien,
en el último cuarto que examinamos en el extraño lugar de resurrección
construido por los antiguos en América, en la única célula de refrigeración que
todavía funcionaba, descubrimos una cosita ovoide que creemos que es el huevo
de un pájaro. Como saben, existe una disputa entre los naturalistas;
algunos sostienen que no es posible que una criatura de sangre caliente se
reproduzca por medio de huevos, otros dicen que sí, que es igual que los
insectos y los peces, pero esa disputa no ha sido resuelta todavía. Muchos
hombres de ciencia de gran reputación creen que el huevo del pájaro era
simplemente un símbolo, un símbolo mitológico. Otros sostienen con igual
firmeza que los pájaros se reproducían poniendo huevos. Quizá podamos por fin
resolver esta disputa.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–"De
cualquier modo, ahora verán el dibujo de un huevo"<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">En
las cámaras de televisión apareció una cosa pequeña, de una pulgada de largo, y
toda la gente de la Tierra la miró.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–"He
aquí el huevo. Lo hemos sacado de la cámara de refrigeración con el mayor de
los cuidados, y ahora está en una incubadora que le hemos construido
especialmente. Hemos analizado todos los factores que podrían indicarnos cuál
sería el calor adecuado, y ahora que hemos hecho todo lo posible, debemos
esperar. No tenemos idea de cuánto tiempo llevará la incubación. La máquina que
se usó para congelarlo y mantenerlo fue probablemente la primera de su tipo que
se construyó (tal vez la única), y seguramente se planeaba congelar el huevo
por un período muy breve, quizá para comprobar la eficacia de la máquina. Sólo
podemos tener esperanzas de que, tres mil años después, quede un germen de
vida".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Pero
Souvan tenía mucho más que esperanzas. El huevo había sido puesto bajo el
cuidado de una comisión de naturalistas y biólogos, pero como él había sido su
descubridor, Souvan podía estar presente en todo. Ni sus amigos ni su familia
lo veían. Vivía en el laboratorio, comía y dormía allí. Las cámaras de
televisión, fijas sobre el minúsculo objeto en la incubadora de vidrio,
informaban en la hora de su progreso a todo el mundo. Souvan, junto con la
comisión de científicos, no podían apartarse del lugar. El arqueólogo se
despertaba y en seguida recorría los silenciosos corredores para ir a mirar el
huevo. Cuando dormía, soñaba con el huevo. Observó cientos de dibujos hechos
por artistas sobre pájaros, y recordó antiguas leyendas de seres metafísicos
llamados ángeles, preguntándose si no habían tenido origen en alguna especie de
pájaro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Él
no era el único cuyo interés era fanático. En un mundo sin fronteras; sin
guerras ni enfermedades, casi sin odio, no había sucedido nada tan excitante
como el descubrimiento del huevo. Millones y millones de personas observaban el
huevo en sus televisores. Millones soñaban con lo que podría llegar a
convertirse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Y
luego sucedió. A los catorce días Souvan fue despertado por uno de los
ayudantes del laboratorio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–¡Está
saliendo del cascarón! –exclamó–. ¡Venga, Souvan, que está saliendo!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Todavía
en su ropa de dormir, Souvan corrió al cuarto de la incubadora, donde ya
estaban reunidos los naturalistas y los biólogos junto a la máquina. En medio
de las voces se oía el ruego de los camarógrafos pidiendo más espacio para la
imagen. Souvan los ignoró, abriéndose paso para ver.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Estaba
sucediendo. Ya la cáscara estaba agrietada, y mientras observaba vio un pequeño
pico que se abría paso, seguido de una bolita de plumas amarillas. Su primera
reacción fue de gran desilusión. ¿Así que éste era un pájaro? ¿Esta minúscula e
informe bolita de vida parada sobre dos patas que apenas si podía caminar, y
que evidentemente era incapaz de volar? Luego su entrenamiento científico lo
hizo razonar asegurándole que el infante no necesariamente se parece al adulto,
y que el hecho de que emergiera vida de un antiguo huevo congelado era el
milagro más grande que hubiera presenciado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Ahora
se hicieron cargo de todo los naturalistas y los biólogos. Ya habían
determinado, recomponiendo todos los fragmentos de información que poseían, y
utilizando el ingenio, además, que la dieta de la mayoría de los pájaros debía
haber consistido de raíces y de insectos, y ya tenían preparado todas las
variaciones posibles de dietas, listos para ver cuál era la mejor para el
velloncito amarillo. Trabajaron siguiendo el instinto pero también rezando, y
por suerte hallaron una dieta adecuada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Durante
las semanas siguientes el mundo y Souvan observaron la cosa más maravillosa, el
crecimiento de un polluelo que llegó a convertirse en un hermoso pájaro
cantor. Lo trasladaron de la incubadora a una jaula y luego a otra jaula
más grande, y luego un día extendió las alas e hizo el primer intento para
volar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Casi
medio billón de personas gritaron de alegría, pero nada de esto sabía el
pájaro. Cantó, débilmente al principio, luego cada vez con más fuerza. Hizo sus
trinos, y el mundo escuchó con más interés que el que prestaba a sus grandes
orquestas sinfónicas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Construyeron
una gran jaula de, treinta pies de alto, cincuenta de largo y cincuenta de
ancho, y colocaron la jaula en el medio de un parque, y el pájaro volaba y
cantaba dentro de la jaula como si fuera una veloz bola sonora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Millones
de personas iban al parque a ver el pájaro con sus propios ojos. Atravesaban
los continentes y los anchos mares. Llegaban de todos los confines de la Tierra
para ver el pájaro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Quizás
algunos de ellos sintieron que les cambiaba la vida, así como Souvan sintió que
su vida había cambiado. Vivía ahora con los sueños y recuerdos de un mundo que
había existido, un mundo en el que esos bailarines plumados eran cosa de todos
los días, en el que el cielo estaba lleno de sus formas que planeaban, se
precipitaban y bailaban. Vivir con ellos debe haber sido un goce sin fin.
Verlos desde la puerta de la casa, observarlos, oír sus trinos de la mañana
hasta el atardecer debe haber sido un éxtasis. Iba a menudo al parque (tan a
menudo que interfería con su trabajo), se abría paso entre las inmensas
muchedumbres hasta que se acercaba y podía ver el rayito de sol que había
regresado al mundo desde la inmensidad de los tiempos y un día; parado allí,
miró la lejanía azul del cielo y supo lo que debía hacer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Era
una figura de fama mundial, así que no le fue difícil que el Consejo le diera
audiencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Parado
ante el augusto cuerpo de cien hombres y mujeres que administraban todo lo
relacionado con la vida en la Tierra, esperó hasta que el presidente del
consejo, un venerable viejo de barba blanca y más de noventa años, le dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–Te
escuchamos, Souvan.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Estaba
nervioso, intranquilo, pero sabía qué era lo que debía decir y juntó ánimos
para decirlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–El
pájaro debe ser puesto en libertad –dijo Souvan.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Se
hizo un silencio que duró varios minutos, hasta que se puso de pie una mujer y
le preguntó, no sin amabilidad:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–¿Por
qué dices eso, Souvan?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–Quizá
porque, sin querer ser egoísta, estoy en condiciones de decir que mi relación
con el pájaro es especial. De cualquier manera, ha entrado en mi vida y en mi
ser, dándome algo de lo que antes carecía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–Posiblemente
lo mismo nos pase a todos, Souvan.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–Posiblemente,
y por eso sabrán lo que siento. El pájaro está con nosotros desde hace más de
un año. Los naturalistas con los que he discutido creen que un ser tan pequeño
no puede vivir mucho. Vivimos por amor y hermandad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Damos
porque recibimos. El pájaro nos ha dado el don más precioso, un nuevo sentido
de la maravilla que es la vida. Todo lo que podemos darle en cambio es el cielo
azul, para el que fue creado. Es por eso que sugiero que soltemos el pájaro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Souvan
se retiró y los consejeros se pusieron a hablar entre ellos, hasta que al día
siguiente anunciaron al mundo su decisión. Iban a soltar el pájaro. La
explicación que dieron fueron las palabras de Souvan. Así llegó un día, no
mucho después, en que medio millón de personas se agolparon en las colinas y
valles del parque donde estaba la jaula, mientras medio billón más miraba en
sus televisores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Había
miles de largavistas enfocados sobre la jaula. Souvan no tenía necesidad de
ellos, porque estaba junto a la jaula. Observó cómo corrían el techo de la
jaula, y luego observó al pájaro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Se
quedó sobre la percha, cantando con todos sus bríos, mientras un torrente de
sonidos brotaba de su pequeña garganta. Luego, de alguna manera, se dio cuenta
de la libertad. Voló, primero dentro de la jaula, luego en círculos, elevándose
cada vez más alto hasta que sólo fue un aleteo brillante de sol, y luego nada
más.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">–A
lo mejor regresa –dijo alguien que estaba cerca de Souvan.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Extrañamente,
el arqueólogo deseó que no fuera así. Tenía los ojos llenos de lágrimas, pero
sentía una alegría y una plenitud que nunca había experimentado en su vida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-7239501619173858412018-09-15T12:51:00.001-07:002018-09-16T09:37:06.110-07:00La iglesia que había en Antioquía. Rudyard Kipling<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQMcnpCghMOTpmm6GB0J5bFUkAQTVJNhQ14pEwsOOQGEepyCpybfWVop3uZ8CeyHfBNwWzYzpbJwJDVI8PVIEUU8zT4uoX6vZxc4II6cealoGg0whEO3vgHKJSFGvMh_-FWgwyL136b8u5/s1600/1024px-Antioch_in_Syria_engraving_by_William_Miller_after_H_Warren.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="804" data-original-width="1024" height="313" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQMcnpCghMOTpmm6GB0J5bFUkAQTVJNhQ14pEwsOOQGEepyCpybfWVop3uZ8CeyHfBNwWzYzpbJwJDVI8PVIEUU8zT4uoX6vZxc4II6cealoGg0whEO3vgHKJSFGvMh_-FWgwyL136b8u5/s400/1024px-Antioch_in_Syria_engraving_by_William_Miller_after_H_Warren.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="color: black; font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="background-color: #b6d7a8;">Cuando Pedro vino a Antioquía,<br />
yo me enfrenté a él cara a cara y le reprendí.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Carta de san Pablo a los gálatas 2:11<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="color: black; font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="background-color: #b6d7a8;">La madre, una viuda romana, devota y de alta cuna, decidió que al hijo
no le hacía ningún bien continuar en aquella Legión del Oriente tan próxima a
la librepensadora Constantinopla, y así le procuró un destino civil en
Antioquía, donde su tío, Lucio Sergio, era el jefe de la guardia urbana. Valens
obedeció como hijo y como joven ávido por conocer la vida, y en ese momento
llegaba a la puerta de su tío.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Esa cuñada mía —observó el anciano— sólo se acuerda de mí cuando
necesita algo. ¿Qué has hecho?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Nada, tío.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—O sea que todo, ¿no?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Eso cree mi madre, pero no es así.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Ya lo veremos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Tus habitaciones se encuentran al otro lado del patio. Tu… equipaje ya
está allí… ¡Bah, no pienso interferir en tus asuntos privados! No soy el tío de
lengua áspera. Toma un baño. Hablaremos durante la cena.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Pero antes de esa hora «Padre Serga», que así llamaban al prefecto de la
guardia, supo por el erario que su sobrino había marchado desde Constantinopla
a cargo de un convoy del tesoro público que, tras un choque con los bandidos en
el paso de Tarso, entregó oportunamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¿Por qué no me lo dijiste? —quiso saber su tío mientras cenaban.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Primero debía informar al erario —fue la respuesta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Serga lo miró y dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¡Por los dioses! Eres igual que tu padre. Los cilicios sois
escandalosamente cumplidores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Ya me he dado cuenta. Nos tendieron una emboscada a menos de ocho
kilómetros de Tarso. ¿Aquí también son frecuentes esas cosas?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Veo que no tardas en adaptarte. No. No lo son; pero Siria es una
provincia autónoma que depende directamente del emperador, no del Senado.
Tenemos a un lado todo el Oriente libre, la escoria del Mediterráneo al otro, y
la ciénaga de Judea al sur. Todo es posible en Siria. ¿Te agrada la
perspectiva?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Seguro… estando contigo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Se lleva en la sangre. Lo mismo los hombres que los caballos. Y ahora
dime, ¿qué has hecho para afligir tanto a tu madre?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Es mujer de principios antiguos. Sigue a la vieja escuela: rinde culto
a los lares y a la estricta Trinidad latina. No creo que reconozca más dioses
que a Júpiter, Juno y Minerva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Tampoco yo… oficialmente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Ni yo como funcionario, señor. Pero un hombre desea algo más y… y… lo
que aprendí en Bizancio concordaba con lo que vi con la Decimoquinta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—No digas más. Todas las legiones son iguales. ¿Quieres decir que sigues
a Mitras?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">El joven agachó ligeramente la cabeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Eso no hace daño, hijo. Es una religión de soldados, aun cuando venga
de fuera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Lo mismo pensé yo. Pero mi madre se enteró. No lo aprobaba y… supongo
que ésa es la razón por la que estoy aquí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¡De la sartén a las brasas! ¡Así son las mujeres! El mitraísmo se ha
propagado por toda Siria. Mi única objeción a las religiones de moda es que
celebran sus reuniones cuando ya ha oscurecido, y eso significa más trabajo
para la guardia. Tenemos aquí una escuela de hebreos contumaces que se hacen
llamar cristianos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—He oído hablar de ellos —afirmó Valens—. No hay una sola ceremonia o un
solo símbolo que no hayan plagiado del ritual mitraico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¡Eso no es nuevo para mí! Las religiones forman parte de mi trabajo, y
también lo serán del tuyo. Nuestros judíos combaten como escitas esta nueva fe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¿Y eso importa mucho?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Mientras peleen entre ellos sólo tenemos que mantener el cerco. Divide
y vencerás… sobre todo entre los hebreos. Incluso esos cristianos están ahora
divididos. Uno de sus ritos es el de comer juntos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¡Otro plagio! La cena es para nosotros el símbolo esencial —interrumpió
Valens.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Para «nosotros» es el símbolo esencial de los problemas de tu tío,
querido mío. Cualquiera puede convertirse al cristianismo. Los judíos pueden
hacerlo, pero siguen viviendo bajo la Ley de Moisés (he tenido que estudiar
también ese código maldito); todos sus actos se rigen por ella. Luego se
sientan a celebrar un banquete del amor con los cristianos junto a un griego o
a un occidental, que no matan ni corderos ni cerdos. ¡No! ¡No! Los judíos no
tocan el cerdo, tal como estipula la Ley judía. Y entonces las mesas se vienen
abajo, pero no por las carcajadas. ¡No! ¡No! ¡Disturbios!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Eso es infantil —señaló Valens.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Ojalá lo fuera. Pero mis lictores deben preservar el orden y yo me veo
obligado a aceptar las declaraciones de los judíos que denuncian a los
cristianos ante César como traidores. Si creyera sólo la mitad de las
acusaciones que formulan sus rabinos, prendería cada semana a un puñado de
pequeños y respetables comerciantes judíos por conspiración.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">¡Nunca fíes tu decisión a las pruebas cuando se trate de los judíos!
¡Acabarás hasta la coronilla! Mañana tendrás que vértelas con ellos, cuando
hagas la ronda del mercado en el Circo Menor. ¡Y ahora, que duermas bien! Llevo
en esta frontera más de lo que nadie recuerda… por eso me llaman el Padre de
Siria… y… ¡me complace ver de nuevo a un ejemplar de la vieja estirpe!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">A la mañana siguiente, y por espacio de muchas semanas sucesivas, Valens
entró de servicio en el mercado junto a un edil gordo que montaba en cólera
cuando los tenderetes no estaban instalados a la hora prevista. Se asignó al
mismo servicio a un par de hombres de su tío, quienes naturalmente introdujeron
a Valens en los barrios de los ladrones y de las prostitutas, además de
presentarle a los principales gladiadores y ese tipo de cosas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Un día, cuando se encontraba detrás del Circo Menor, cerca de la calle
Singon, tropezó con una multitud en medio de la cual un grupo de aurigas
intentaba recolectar o evadir algunas de las apuestas de las recientes carreras
de carros. El edil dijo que no era de su competencia y dio media vuelta. Los
lictores cerraron filas con Valens, si bien dejaron la situación en sus manos.
Un hombre fuerte y de escasa estatura, con densas cejas, recibió una patada en
el pecho, mientras la multitud lo acusaba entre aullidos de ser el cabecilla de
una conspiración.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Sí —dijo Valens—; este viejo truco también se practicaba en Bizancio.
Pero creo que vendrás con nosotros, amigo mío. —Y soltando al agredido prendió
al más vociferante de los acusadores para llevarlo ante su tío.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Tenías toda la razón —dijo Serga al día siguiente—. Ese gentilhombre
fue incitado por alguien. He ordenado que reciba una docena de latigazos.
¿Sabes el nombre del hombre al que intentaban acusar?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Sí. Gayo Julio Pablo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Ya lo suponía. Es un viejo conocido mío, un cilicio de Tarso. De alta
cuna, descendiente de patricios y bien educado, pero su familia lo ha
desheredado. Por eso trabaja para ganarse la vida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Hablaba como un patricio. Y su forma física era excelente. Lo toqué.
Todo músculo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—No es extraño. Resiste más que un camello. En realidad es el prefecto
de esa nueva secta. Viaja por todas las provincias orientales, creando escuelas
y ocupándose de mantenerlas al día. Por eso los judíos de la sinagoga lo
persiguen. Intentan que lo prendan por algún cargo político para acabar con él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¿Es sedicioso?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—En absoluto. Y aun cuando lo fuera, no se lo arrojaría a los judíos
sólo porque ellos lo quieran. Uno de nuestros gobernadores ya lo intentó en el
litoral hace algunos años… en aras de la paz. No lo consiguió. ¿Te gusta el
trabajo en el mercado, hijo mío?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Es interesante. Ya sabes, tío, que en mi opinión los judíos de la
sinagoga son mejores carniceros que nosotros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Cierto. Por eso son tan severos. Una docena de latigazos no son nada
para Apella, aunque no te quepa duda de que derribará el patio con sus aullidos
mientras los recibe. La escuela cristiana se encuentra en tu zona. ¿Qué te
parece?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Son tranquilos. Parecen un poco preocupados por lo que deberían comer
en sus banquetes del amor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Lo sé. Ah, quería decirte… que no debemos presionarlos demasiado por el
momento, Valens. Mi prefectura ha comunicado que tu amigo Pablo ha emprendido
un viaje de varios días por el país para reunirse con otro sacerdote de la
escuela, al que traerá con él para que le ayude a resolver sus dificultades por
las vituallas. Eso significa que la congregación se sentirá perdida hasta su
regreso. La masa no sabe hacer nada sin un líder. Los judíos de la sinagoga
aprovecharán para comprometerlos. No quiero que esos pobres diablos se vean
empujados a cometer lo que podría parecer un crimen político. ¿Entendido?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Valens asintió. Entre las veladas discursivas con su tío, tachonadas con
griego de cocina y obsoletos versos de sociedad romanos, sus rondas matinales
con el jadeante edil y las confidencias que a todas horas le hacían sus
lictores, Valens se figuraba que conocía Antioquía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Se mantuvo así atento a la iglesia de la columnata situada tras el Circo
Menor, donde se congregaban los fieles de la nueva fe. Uno de tantos carniceros
judíos le contó que Pablo había dejado ciertos asuntos en manos de un hombre
llamado Barnabás, pero que regresaría con otro, Pedro —un personaje a todas
luces famoso—, para que estableciera todas las diferencias dietéticas entre los
cristianos griegos y judíos. El carnicero no tenía nada en contra de los
cristianos griegos como tales, siempre y cuando mataran su carne como judíos
decentes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Serga rió el comentario, si bien asignó a Valens otros dos hombres y le
auguró que en breve tendría que lidiar con ese león.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">El muchacho tuvo que lanzarse a la arena un atardecer muy caluroso,
cuando cundió la noticia de que esa noche habría problemas. Apostó a sus
lictores en un callejón cercano y entró en la sala común de la iglesia, donde
se celebraban los banquetes del amor. Todos se mostraban amigables como
cristianos —por emplear la jerga del barrio—, especialmente Barnabás, un hombre
majestuoso y sonriente que acechaba junto a la puerta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Me complace verte —dijo—. Ayudaste a nuestro Pablo en esa escaramuza el
otro día. No podemos prescindir de él. ¡Ojalá ya hubiera vuelto!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Lanzó una ojeada nerviosa a la sala, pues empezaba a llenarse de gente
de mediana y humilde condición que disponía su comida sobre las mesas vacías y
se saludaba con un gesto especial.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Te aseguro —continuó con la mirada aún perdida— que no tenemos
intención de ofender a ninguno de los hermanos. Podríamos resolver nuestras
diferencias si…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Como a una señal, un clamor se elevó desde media docena de mesas, con
gritos de «¡Corrupción! ¡Profanación! ¡Paganismo! ¡La Ley! ¡La Ley! ¡Que el
César lo sepa!». Y mientras Valens se apoyaba en la pared, la multitud la
emprendía a golpes con trozos de carne y loza rota, hasta que de la nada
empezaron a llover piedras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Esto estaba preparado —le dijo Valens a Barnabás.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Sí. Han entrado con piedras ocultas en el pecho. ¡Cuidado! Apuntan
hacia ti —replicó Barnabás—. El alboroto era notable. Una parte de la multitud
se acercó hasta ellos, exigiendo a gritos la Justicia de Roma. Los dos lictores
se situaron detrás de Valens, y un hombre se abalanzó sobre él con un cuchillo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Valens le agarró de la mano, y los lictores lo redujeron mientras el
arma caía al suelo. El ruido que hizo al caer acalló un poco el tumulto. Valens
aprovechó la calma y empezó a hablar despacio:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Ciudadanos, ¿es preciso que comencéis vuestros banquetes con una
batalla? Hasta los vendedores de tripas de las funerarias gastan mejores
modales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Una carcajada alivió la tensión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Esto lo ha organizado la sinagoga —murmuró Barnabás—. La culpa caerá
sobre mí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¿Quién es la cabeza de vuestra congregación? —interrogó Valens a la
multitud.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Las voces se alzaron en competición.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¡Pablo! ¡Saúl! ¡Él conoce el mundo!…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¡No! ¡No! ¡Pedro! ¡Nuestra piedra! Él no nos traicionará. Pedro, la
piedra viva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¿Cuándo regresan? —preguntó Valens.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Se ofrecieron, juraron y negaron distintas fechas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Posponed la pelea hasta que hayan vuelto. Yo no soy sacerdote, pero si
no recogéis esta sala, nuestro edil —Valens lo llamó por el apodo soez con que
se le conocía en el barrio— os quitará las sandalias de los pies. Y tampoco
debéis pisotear los alimentos. Yo me encargaré de cerrar cuando hayáis
terminado. Daos prisa. Conozco bien al prefecto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Se pusieron manos a la obra, como niños reprendidos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Valens les sonreía al verlos salir con cestos de basura. El incidente no
tendría mayores consecuencias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Aquí tienes nuestra llave —dijo al fin Barnabás—. La sinagoga jurará
que yo contraté a ese hombre para que te matara.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¿Tú crees? Veámoslo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Los lictores empujaron a su prisionero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¡Infortunio! —dijo el hombre—. Estaba en deuda contigo por la muerte de
mi hermano en el paso de Tarso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Tu hermano intentó matarme —replicó Valens.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">El hombre asintió con la cabeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—En ese caso estamos en paz —dijo Valens, haciendo una señal a los
lictores, que soltaron al prisionero—. A menos que quieras ver a mi tío.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">El hombre se esfumó como un pez en el anochecer. Valens le devolvió la
llave a Barnabás y dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Yo que tú no dejaría a tu gente que vuelva a entrar aquí hasta que no
hayan regresado vuestros líderes. Tú no conoces Antioquía como yo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Volvió a casa, seguido de los satisfechos lictores, quienes informaron a
su tío, que también sonrió y dijo que Valens había hecho lo correcto, incluso
siendo condescendiente con Barnabás.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Desde luego que yo no conozco Antioquía como tú, pero en verdad te
digo, hijo mío, que por esta vez has salvado la iglesia de los cristianos. Ya
tengo tres declaraciones en las que se asegura que tu amigo el cilicio era un
cristiano contratado por Barnabás. Tanto mejor para él que hayas soltado a ese
bruto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Me dijiste que no querías verlos envueltos en problemas. Además,
hicimos las paces. Es posible que a fin de cuentas yo matara a su hermano.
Tuvimos que matar a dos de ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¡Bien! Veo que sabes conservar la cabeza en un momento difícil. Lo
necesitarás. ¡No acabaremos en plazas solitarias! Quiero ver a Pedro y a Pablo
en cuanto regresen para saber qué han decidido con respecto a sus infernales
banquetes. ¿Por qué no se limitan a emborracharse decentemente?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Se habla de ellos en toda la ciudad como si fueran dioses. Por cierto,
tío, fueron los judíos de la sinagoga llegados desde Jerusalén quienes
organizaron los disturbios… no ha sido nuestra gente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¿De veras? Ahora tal vez comprendas por qué te destiné al servicio del
mercado con ese viejo puerco. Llegarás a oficial de la guardia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Valens se encontró con la sagrada y heterogénea congregación en torno a
las fuentes y los establos mientras hacía su ronda por el barrio. Parecían
aliviados de no poder entrar en sus cenáculos por el momento, tanto como por la
noticia de que Pedro y Pablo debían comparecer ante el prefecto antes de
dirigirse a ellos sobre la gran cuestión de la comida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">No estuvo presente Valens en la primera parte de esta reunión oficial.
La segunda, que se celebró en el patio fresco y entalamado, con bebidas y
refrigerios, todo ello dispuesto bajo el vasto crepúsculo de limón y lavanda,
fue mucho menos formal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Creo que ya os conocéis —dijo Serga al pequeño y delgado Pablo cuando
entró Valens.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Así es. Ante Dios proclamo que tenemos una doble deuda contigo —fue la
rápida respuesta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Sólo cumplí con mi deber. Espero que hayáis encontrado bien los caminos
en vuestro viaje —dijo Valens.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Sin duda lo estaban —dijo Pablo, como si no se hubiera fijado en ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Habríamos hecho mejor en venir en barca —intervino su compañero, Pedro,
un hombre grande y carnoso, con ojos que parecían no ver nada, la mano derecha
medio paralizada reposando ociosamente sobre el regazo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Valens viene desde Bizancio —informó su tío—. Aprecia mucho sus
piernas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Así debe ser a su edad. ¿Cuál fue tu mejor marcha en la Via Sebaste?
—preguntó Pablo con interés; y al momento Valens relataba su caminata por
sendas de montaña que el cristiano parecía haber recorrido palmo a palmo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Bien está —fue su comentario—. Y confío en que marches en formación más
densa que la mía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¿Cuál dirías tú que ha sido tu mejor trabajo? —preguntó a su vez
Valens.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—He logrado… —Pablo se contuvo—. En realidad no he sido yo, sino Dios
—murmuró—. ¡Es difícil librarse de la vanidad!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Un espasmo torció el semblante de Pedro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—En verdad difícil —dijo. Y seguidamente se dirigió a Pablo como si no
hubiera nadie más presente—. Verdad es que he comido entre gentiles y como
comen los gentiles. Aunque dudo de que fuese prudente en ese momento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Eso es agua pasada —respondió amablemente Pablo—. La decisión para la
Iglesia ya está tomada… esa pequeña Iglesia que tú has salvado, hijo mío. —Se
volvió hacia Valens con una sonrisa que casi cautivó el corazón del muchacho—.
Ahora, como romano y como oficial de policía, dime… ¿qué piensas de nosotros,
los cristianos?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Que debo mantener el orden en mi jurisdicción.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¡Bien! Es preciso servir al César. Pero, como siervo de Mitras, digamos…
¿qué opinión te merecen nuestras disputas por los alimentos?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Valens vaciló. Su tío lo animó con un asentimiento de cabeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Como siervo de Mitras yo como con cualquier iniciado, siempre y cuando
los alimentos sean puros —respondió Valens.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Pero ése es el quid —dijo Pedro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Mitras también nos dice —continuó Valens— que podemos compartir un
hueso cubierto de polvo si no encontramos nada mejor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¿No observáis entonces ninguna diferencia entre los pueblos en vuestros
banquetes? —preguntó Pablo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¿Cómo haríamos tal cosa? Todos somos hijos suyos. Los hombres hacen las
leyes. No los dioses —citó Valens del viejo Rito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¡Repite eso, hijo!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Los dioses no hacen las leyes. Ellos transforman los corazones de los
hombres. El resto es el Espíritu.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¿Has oído eso, Pedro? ¿Lo has oído? ¡Es la verdadera Doctrina!
—insistió Pablo ante su silencioso compañero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Ligeramente avergonzado por haber hablado de su fe, Valens siguió
diciendo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Me dicen que aquí los carniceros judíos desean el monopolio de la
matanza para vuestras gentes. Al final casi todo se reduce a intereses
comerciales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Puede que haya algo más —dijo Pablo—. Escucha un momento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Entonces se dispuso a relatar una curiosa historia sobre el Dios de los
cristianos, Quien, según dijo, había adoptado la forma de un Hombre, y a Quien
años atrás los judíos de Jerusalén prendieron y llevaron ante las autoridades
para que lo juzgaran por conspirador. Afirmó que, por su parte, puesto que en
esa época era un buen judío, se mostró de acuerdo con la sentencia y denunció a
todos los seguidores del nuevo Dios. Pero un día, la Luz y la Voz de Dios
llegaron hasta él, y en su corazón se produjo un cambio desgarrador…
exactamente igual que en el credo de Mitras. Más tarde conoció a ciertos
hombres, con los que se inició, que habían caminado, hablado y, sobre todo,
comido, con el nuevo Dios antes de que Éste fuera asesinado, y quienes Lo
habían visto después de que, como Mitras, hubiera resucitado de Su tumba. Pablo
y los demás hombres —Pedro era uno de ellos— intentaron predicar entonces su fe
entre los judíos, mas no tuvieron éxito; y, una cosa llevó a la otra, Pablo
regresó a su hogar en Tarso, donde su familia lo desheredó por haber abjurado
de su fe. Se derrumbó, de agotamiento y desesperación. Hasta entonces, dijo, nunca
se les ocurrió a ninguno de ellos enseñar la nueva religión a nadie más que a
los judíos, puesto que su dios había nacido judío. El propio Pablo no llegó a
vislumbrar las posibilidades de intentarlo en otros lugares sino poco a poco.
Ahora era el encargado de predicar en cualquier tierra extranjera, y con ello
esperaba transformar el mundo entero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Dejó entonces que Pedro concluyera el relato, y éste, hablando muy
despacio, explicó que años atrás recibió órdenes de Dios para predicar a un
oficial romano de los irregulares tierra adentro, a raíz de lo cual dicho
oficial y la mayoría de sus soldados quisieron convertirse al cristianismo. De
manera que Pedro los inició a todos la misma noche, aunque ninguno de ellos
fuese hebreo. Pedro concluyó:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Y comprendí que no hay nada bajo el cielo que podamos llamar impuro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Pablo se volvió hacia él como un rayo y exclamó:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¡Lo has reconocido! Ha salido de tu boca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Tembló Pedro como una hoja, y casi levantando la mano derecha, dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¿También tú vas a burlarte de mí por esto? —empezó a decir, pero cambió
de expresión y guardó silencio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¡No! ¡Líbreme Dios! ¡Y Dios me perdone una vez más! —dijo Pablo, que
parecía tan afligido como su compañero, mientras Valens observaba con asombro
el sorprendente estallido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Hablando de lo puro y de lo impuro —terció su tío con delicadeza—,
vuelve a oírse en la ciudad esa fea canción. Ayer mismo la estuvieron cantando
ante las puertas, Valens. ¿Te diste cuenta?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Miró a su sobrino, que captó la indirecta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Si se refiere a «Pescado en salmuera», señor, así es. ¿Causará eso
problemas?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Tan seguro como que esos peces —había un frasco sobre la mesa— producen
sed. ¿Cómo es? Ah, sí. —Serga tarareó:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">¡Aiaaiaa!<br />
La sardina y el escualo —el impuro y el más puro—<br />
y hasta el pescado en salmuera que se hace en Galilea,<br />
dijo Pedro, serán míos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Su voz vibró, arrastrando debidamente las palabras:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">(¿Có-omo?)<br />
Con las redes o la caña,<br />
hasta que los dioses vengan.<br />
(¿Cuá-ando?)<br />
¡Cuando el pescado en salmuera que se hace en Galilea<br />
ascienda hasta el Esquilino!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Y terminó diciendo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Para eso haría falta una buena inundación… ¡peor que peces vivos en los
árboles! ¿Verdad?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Eso sucederá un día —sentenció Pablo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Se apartó de Pedro, a quien había estado tranquilizando tiernamente y,
recuperando su tono natural, levemente áspero, dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Sí. Es mucho lo que le debemos a ese centurión por convertirse en ese
momento. Nos enseñó que el mundo entero puede recibir a Dios, y a mí me mostró
mi siguiente tarea. Vine desde Tarso para predicar aquí por algún tiempo. Y
nunca olvidaré lo bien que se portó entonces con nosotros el prefecto de la
guardia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Para empezar, Cornelius fue compañero mío —dijo Serga, esbozando una
amplia sonrisa por encima de su copa de vino fuerte—. Un compañero excelente…
¿cómo le va? Pasábamos el largo día de la Pascua bebiendo juntos. Además, sé
reconocer a un buen trabajador cuando lo veo. Esa tienda que me hiciste para
mis viajes por el desierto, Pablo, es perfecta. Y en tercer lugar, lo cual para
un hombre de mis costumbres es lo más importante, ese médico griego que me
recomendaste es el único que comprende mi hígado túmido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Le pasó una copa de vino casi puro, y Pablo se la ofreció a su vez a
Pedro, que tenía las comisuras de los labios blancas y escamadas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Pero vuestro problema —continuó el prefecto— será vuestra propia gente.
Jerusalén jamás perdona. Tarde o temprano os prenderán por <i>laese
majestatis</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Nadie lo sabe mejor que yo —dijo Pedro—. La decisión que hemos tomado
en cuanto a los banquetes del amor podría provocar la alianza de griegos y
hebreos en nuestra contra. Como ya te he dicho, prefecto, estamos pidiendo a
los cristianos griegos que no dificulten los banquetes de los cristianos hebreos,
por lo que deben abstenerse de comer carne que no haya sido matada según la
Ley. (Nuestras costumbres son en todo caso más saludables). Sortearemos ese
obstáculo. Sin embargo, hay un aspecto vital. Algunos cristianos griegos se
presentan en los banquetes del amor con comida que compran a vuestros
sacerdotes al término de sus sacrificios. Eso no podemos permitirlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Pablo se volvió imperiosamente a Valens.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¿Quiere decir que compran los restos de los altares? —preguntó el
muchacho—. Eso sólo lo hacen los más pobres; compran recortes de piezas
grandes. Los carniceros de los altares tienen la prerrogativa de la venta. No
les gustaría verse privados de ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Permitamos mesas separadas para hebreos y griegos, como ya propuse en
su día —terció Pedro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Eso terminaría por crear iglesias separadas. No debe haber sino una
sola Iglesia —repuso Pablo, hablando por encima del hombro; y sus palabras
sonaron como golpes de vara—. ¿Tú crees que podría haber problemas, Valens?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Mi tío… —empezó Valens.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¡No, no! —rió el prefecto—. Los mercados de la calle Singon son tu
Siria. Escuchemos lo que nuestro legado piensa de su provincia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Valens se sonrojó e intentó poner orden en sus ideas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Supongo que se trata principalmente de carne de cerdo. Los hebreos la
detestan.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Muy cierto. ¡A mí no me sorprenderán comiendo cerdo al este del
Adriático! No quiero morir por causa de los gusanos. ¡Dadme una buena pierna de
jabalí de la joven Sabina! ¡He dicho!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Serga se sirvió otra copa de vino y tomó un poco de pescado en salmuera
del Lago para reforzar su sabor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Aun cuando —dijo Pedro, inclinándose hacia delante como un hombre
sordo—, admitiéramos mesas separadas para hebreos y griegos deberíamos evitar…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Nada, excepto la salvación —lo interrumpió Pablo—. Hemos roto con la
Ley de Moisés. Vivimos sólo en, por y a través de nuestro Dios. Nada somos
aparte de eso. ¿Qué sentido tiene rememorar la Ley en las comidas? ¿A quién
engañamos? ¿A Jerusalén? ¿A Roma? ¿A Dios? ¡Tú mismo has comido con los
gentiles! Tú mismo has dicho…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Uno dice más de lo que desea cuando se deja llevar —respondió Pedro. Y
su rostro volvió a tensarse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Esta vez dirás precisamente lo que se ha de decir —dijo Pablo entre
dientes—. Habrá una sola Iglesia, en y a través del Señor. ¿No te atreverás a
negar esto?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¡Bien sabe el Dios que a nada me atrevo! Sin embargo, a Ello he negado…
lo he negado… Y Él dijo… dijo que yo era la Piedra sobre la que se habría de
edificar Su Iglesia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Y yo me ocuparé de que así sea; no seré yo, sin embargo… —Pablo bajó la
voz una vez más—. Mañana hablarás a la única Iglesia de una única Mesa en el
mundo entero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Eso es asunto vuestro —terció el prefecto—. Pero yo os prevengo de que
los problemas vendrán de vuestra propia gente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Pablo se levantó para despedirse, mas al hacerlo perdió el equilibrio,
se llevó una mano a la frente y, mientras Valens lo ayudaba a llegar a un
diván, se desplomó, atacado por la mortal malaria siria, que muerde como una
serpiente. Valens, que había sufrido la enfermedad, pidió que le trajeran su
pesada pelliza de viaje de sus habitaciones. Su joven esclava, a quien había
comprado en Constantinopla meses atrás, fue en su busca. Pedro arropó
torpemente con las pieles el cuerpo menudo y tembloroso; el prefecto ordenó
zumo de lima y agua caliente, y Pablo se excusó y les dio las gracias, mientras
sus dientes castañeteaban contra el borde de la copa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Mejor hoy que mañana —dijo el prefecto—. Bebe, suda, y pasa la noche
aquí. ¿Quieres que llame a mi médico?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Pero Pablo dijo que la enfermedad pasaría naturalmente, y en cuanto pudo
ponerse en pie insistió en marcharse con Pedro, pese a lo avanzado de la hora,
para preparar su anuncio a la Iglesia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¿Quién era el hombre grande y torpe? —preguntó a Valens su esclava
cuando se llevaba la pelliza—. Alborotaba más que el pequeño, que era el que
estaba sufriendo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Es un sacerdote de la nueva escuela que hay junto al Circo Menor,
querida. Cree, así me lo ha dicho mi tío, que una vez negó a su dios, quien,
según dice, murió por él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">La esclava se detuvo a la luz de la luna, sosteniendo sobre un brazo las
brillantes pieles de chacal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¿Eso hizo? Mi dios me compró a los mercaderes como a un caballo. Y pagó
demasiado por ello. ¿No es cierto? ¿Lo confesáis?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¡No, vos! —respondió Valens enfáticamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Pero yo jamás negaría a mi dios… ¡ni vivo ni muerto! ¡Que no muera! Mi
dios vivirá… para mí. ¡Vivid… vivid, sangre de mis venas, eternamente!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Mejor hubiera sido que Pedro y Pablo no dejaran a esas horas la casa del
prefecto, pues se rumoreaba en la ciudad, tal como el prefecto sabía y la
prolongada reunión parecía confirmar, que el mismísimo secretario del Estado de
César en Roma planeaba —sirviéndose de Pablo— un envilecimiento general de los
hebreos con ayuda de los cristianos griegos, una vez efectuado el cual, merced
a la promiscua ingestión de alimentos prohibidos, todos los judíos serían
indiscriminadamente tachados de cristianos, esto es, de miembros de una secta
de librepensadores, y dejarían de ser la peculiar y conflictiva «nación judía
en el seno del Imperio». Y, según se decía, perderían sus derechos como
ciudadanos romanos, y podrían así ser vendidos como esclavos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Naturalmente —le explicó Serga a Valens al día siguiente—, el rumor lo
ha propagado la sinagoga de Jerusalén. Nuestros judíos de Antioquía no son tan
listos. ¿Comprendes su juego? Pedro es un corruptor del pueblo hebreo. Tanto
mejor si esta noche algún joven fanático debidamente cebado lo acuchilla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Eso no ocurrirá. Yo cuidaré de él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Confío en que así sea. Sin embargo, aun cuando no lo apuñalen,
intentarán provocar disturbios en la ciudad alegando que, cuando todos los
judíos hayan perdido sus derechos civiles, él se convertirá en una especie de
rey de los cristianos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¿En Antioquía? ¿En el presente año de Roma? Eso es una locura, tío.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—El populacho siempre está loco. ¿Por qué si no nos pagan a nosotros?
Pero, escucha. Envía una patrulla de guardias a caballo detrás del Circo Menor.
Que obliguen a la gente a circular cuando la congregación salga de la iglesia.
Y que dos de tus hombres vigilen la entrada del recinto. Diles a Pedro y a
Pablo que esperen allí con ellos hasta que las calles se hayan despejado.
Luego, tráelos aquí. No lances una carga hasta que sea necesario. Y carga con
dureza antes de que empiecen a volar piedras. No permitas que mis caballos
sufran si puedes evitarlo, y estate atento al «Pescado en salmuera».<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Buen conocedor de su zona, al ponerse en camino esa noche Valens se dijo
que las precauciones de su tío eran excesivas. La iglesia cristiana estaba
abarrotada, como era de esperar, y un gran gentío aguardaba a las puertas la
decisión en cuanto a los banquetes. Parecían en su mayoría buenos cristianos,
pero había entre ellos algunos holgazanes, y, como suele hacer la multitud,
distraían la espera cantando canciones populares. Las cosas marchaban bien
hasta que un grupo de cristianos entonó un himno bastante explosivo que decía
así:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">¡Más ensalzado que César y Juez de la Tierra entera!<br />
Aguardamos tu llegada… ¡Ah, no te demores!<br />
Como los reyes de Oriente<br />
que empuñaron sus espadas cuando naciste en Belén,<br />
¡así nos armamos en esta noche de oprobio y afrenta!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Sí… y si un camello derriba alguno de los puestos de pescado… ¡la culpa
será mía! —dijo Valens—. ¡Ya han empezado!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Y así era. Se alzaban voces que entonaban «Pescado en salmuera», pero
antes de que Valens pudiera intervenir, alguien las acalló, gritando:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Callaos, si no queréis que os pongan en salmuera a vosotros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Casi anochecía cuando un grito se elevó desde la iglesia abarrotada y la
congregación salió para mezclarse con la multitud. Todos comentaban las nuevas
órdenes para los banquetes, y la mayoría coincidía en que eran sencillas y
sensatas. Coincidían igualmente en que Pedro (Pablo no parecía haber
participado gran cosa en el debate) había hablado como un hombre inspirado, y
se sentían profundamente orgullosos de ser cristianos. Algunos empezaban a unir
los brazos en el callejón y a entonar el «Más ensalzado que César».<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Y en este momento —dijo Valens al joven comandante de la patrulla
montada—, es cuando los enviamos a casa, ¡Ah! Y «dejad que la noche reciba
también su merecido himno», como diría mi tío.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">A espaldas del Circo Menor resonaron cuatro atronadoras trompetas, y un
estandarte apareció entre una docena de guardias a caballo. Sus sabias monturas
árabes, pequeñas y grises, empujaban suavemente a la multitud con hombros y
hocicos, como si buscaran caricias, mientras las trompetas ensordecían el
estrecho callejón. La presión se alivió pronto al llegar a una plaza cercana.
La patrulla se desplegó en cuatro grupos para tomar la plaza, saludando a las
imágenes de los dioses en cada esquina y en el centro. La gente se detuvo, como
de costumbre, a contemplar la habilidad con que lanzaban el incienso desde las
cruces de sus caballerías a los pebeteros; los niños se ponían de puntillas
para acariciar a los caballos, a los que decían conocer; las familias se
reencontraban en el humeante atardecer; los vendedores ambulantes ofrecían comida,
y el gentío no tardó en dispersarse por las avenidas principales. Valens volvió
a la entrada de la iglesia, donde aguardaban Pedro y Pablo custodiados por sus
lictores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Bien hecho —dijo Pablo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¿Cómo va la fiebre? —preguntó Valens.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Hoy me he librado. Y creo además que gracias a La Bendición hemos
conseguido nuestro propósito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¡Me alegra saberlo! Mi tío me pide que les transmita que son
bienvenidos en su casa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Sus deseos son órdenes —dijo Pablo, con el rápido gesto del país—. Será
un placer, ahora que su carga diaria ha concluido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Se sumó Pedro como un buey fatigado. Valens lo saludó, pero el otro no
dijo nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Déjalo —le susurró Pablo—. La virtud nos ha abandonado por el momento…
a los dos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">También él parecía cansado y estaba pálido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Encontraron la calle vacía, y Valens atajó por un callejón donde las
casquivanas se asomaban a las ventanas riendo. Avanzaban los tres a buen paso,
seguidos de los lictores, mientras oían a lo lejos las trompetas del Caballo
Nocturno, saludando a alguna estatua de César y marcando así el final de la
ronda. Pablo le decía a Valens cómo el acuerdo alcanzado por los cristianos al
respecto de sus banquetes transformaría el Imperio romano, cuando un descarado
chiquillo judío se plantó ante ellos, interpretando «Pescado en salmuera» con
una especie de gaita del desierto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¿Ninguno de vosotros es capaz de detener a esta joven peste? —preguntó
entre risas Valens—. No debéis permitir que se burlen de vosotros en vuestra
gran noche, Pablo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Los lictores retrocedieron unos pasos y le lanzaron una antorcha al
mocoso, pero éste la esquivó y les increpó. Oyeron entonces que Pablo gritaba
y, al regresar corriendo, hallaron a Valens postrado y tosiendo; su sangre
teñía el borde de la túnica de Pablo, arrodillado a su lado. Agachado junto a
ellos, Pedro agitaba una mano indefensa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Alguien ha salido a la carrera de detrás de ese pozo. Lo ha apuñalado
sin detenerse y ha seguido corriendo. ¡Escuchad! —dijo Pablo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Pero no se oía siquiera el eco de una pisada, y el niño judío había
volado como un murciélago. Valens dijo desde el suelo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¡A casa! ¡Rápido! ¡Lo tengo!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Arrancaron los postigos de un comercio para cargar y transportar al
herido, mientras Pablo caminaba a su lado. Lo tendieron en el patio iluminado
de la casa del prefecto y un lictor corrió en busca del médico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Pablo observaba el rostro del muchacho y, al ver que Valens temblaba
ligeramente, llamó a la esclava para que trajera la pelliza de la noche
anterior. Volvió ella con las pieles, agachó la cabeza y se arrojó junto a Valens.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—No es grave. No sangra mucho. No puede ser grave… ¿o sí? —repetía la
muchacha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Valens la tranquilizó con su sonrisa hasta que llegó el prefecto y
examinó la mortal puñalada ascendente bajo las costillas. Se volvió hacia los
hebreos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Mañana vuestra iglesia ya no estará donde estaba —dijo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Valens levantó la mano que la muchacha no le besaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¡No! ¡No! —jadeó—. ¡Ha sido el cilicio! ¡Por lo de su hermano! Lo ha
dicho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¿El cilicio al que dejaste ir para salvar a los cristianos porque yo…?
—Valens asintió con un susurro, mientras la muchacha le suplicaba que sacara
fuerzas de ella hasta que llegase el doctor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Perdóname —le dijo Serga a Pablo—. Sin embargo deseo que vuestro Dios
del Hades de una vez por todas… ¿Qué voy a decirle a su madre? ¿Ninguno de
vosotros, criaturas parlantes, podéis indicarme qué voy a decirle a su madre?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¿Y qué tiene ella que ver con él? —gritó la joven esclava—. Él es mío…
¡mío! ¡Juro ante todos los dioses que él me compró! Soy suya. Es mío.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Ya nos ocuparemos del cilicio y de sus amigos más tarde —dijo uno de
los lictores—. Pero ¿qué hacemos ahora?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Pese a estar acostumbrado al trabajo del carnicero, el hombre miró a
Pedro por alguna razón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Dadle de beber y esperad —dijo Pedro—. He visto heridas similares.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Valens bebió y su rostro recuperó algo de color. Indicó al prefecto que
se acercara.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¿Qué sucede? Dime qué te preocupa, queridísimo hijo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—El cilicio y sus amigos… No seas duro con ellos… Los han inducido. No
saben lo que hacen… ¡Promételo!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—No es cosa mía, hijo. Es la Ley.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Me da igual. Eres el hermano de mi padre… Los hombres hacen las leyes,
no los dioses. ¡Promételo! Ha llegado mi hora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Valens acomodó la cabeza en la anhelante almohada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Pedro parecía hallarse en trance. Su rostro dejó de temblar al repetir:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—«¡Perdónalos, Señor, porque no saben lo que hacen!». ¿Has oído eso,
Pablo? Lo ha dicho él, que es un pagano y un infiel.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Lo he oído. ¿Qué nos impide ahora bautizarlo? —se apresuró a responder
Pablo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Pedro lo miró como si acabara de salir de las aguas del mar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Sí —dijo al fin—. Habla el pequeño constructor de tiendas… ¿Cuál es su
orden esta vez?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Pablo repitió su propuesta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">El otro levantó dolorosamente la mano paralizada que otrora alzara en
una sala contra una acusación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—¡Calla! —dijo—. ¿Crees que quien pronuncia esas palabras nos necesita
para que lo avalemos ante algún dios?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Pablo se acobardó sin reconocer a su compañero, que de pronto se
revelaba autoritario y grande al cabo de tantos años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">—Como gustes… como gustes —balbució, pasando por alto la blasfemia—.
Además está la concubina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">La muchacha no prestaba atención, porque la ceja en la que tenía posados
sus labios ya empezaba a enfriarse mientras invocaba a su dios, que por haberla
comprado a tan alto precio debía seguir viviendo en lugar de morir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">El DISCÍPULO<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Él, que tuvo Evangelio<br />
para la Humanidad,<br />
y a conciencia lo cumple<br />
en cuerpo, alma y mente,<br />
Él, que vive a diario<br />
por su triunfo un Calvario,<br />
verá que Su Discípulo<br />
vuelve Su esfuerzo vano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Él que tuvo Evangelio,<br />
para la Tierra toda,<br />
y lo grabó en acero<br />
o lo talló en la roca<br />
a fin de evitar dudas<br />
en los días por venir,<br />
verá que Su Discípulo<br />
lo entiende a su capricho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Verá que Su Discípulo<br />
(aun antes de ser polvo Aquellos Huesos)<br />
modifica la Ley,<br />
y divide al Consejo,<br />
amplía distinciones,<br />
y simplifica la Orden,<br />
pretextando que así<br />
habría obrado el Maestro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Verá que Su Discípulo<br />
nos dice cuánto<br />
pelearía el Maestro si viviera,<br />
y cómo cambiaría<br />
ciertas cosas ya dichas…<br />
Esto y más<br />
ha de hacer Su Discípulo…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Él, que tuvo Evangelio<br />
para ganar el cielo<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 7.5pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">(camellero, ebanista<br />
o engañado hijo de Maya),<br />
habrá de ser herido por múltiples espadas<br />
que sangre y bilis mezclan;<br />
¡mas será la peor de Sus heridas<br />
la que de Su Discípulo reciba!<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 15.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 15.0pt; text-align: center;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">
</span><br />
<hr align="center" size="0" width="100%" />
<span style="background-color: #b6d7a8; color: black; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 15.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 15.0pt;">
<br /></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-59941921777407795432018-09-01T11:01:00.000-07:002018-09-01T11:01:16.269-07:00La mosca de George Langelaan<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLSrDyGPrnkYyjbVk12b59R3LVJj0GIHGnGhSw2hZlx6CghKLBLdP-OF2MOqo81Ar3nRoZRjXmBS3EJ_QqtzlRzk_CagwZycxMA7pkAqwcPckT_vFPvUmSAuvIz9TQVNNK1MoplK-yXsLk/s1600/Harperl13%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="319" data-original-width="400" height="255" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLSrDyGPrnkYyjbVk12b59R3LVJj0GIHGnGhSw2hZlx6CghKLBLdP-OF2MOqo81Ar3nRoZRjXmBS3EJ_QqtzlRzk_CagwZycxMA7pkAqwcPckT_vFPvUmSAuvIz9TQVNNK1MoplK-yXsLk/s320/Harperl13%255B1%255D.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="background-color: #b6d7a8;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">"A Jean Rostand, que un día
me habló largamente de mutaciones".<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="background-color: #b6d7a8;">Siempre me han dada horror los timbres. Incluso durante el
día, cuando trabajo en mi despacho, contesto al teléfono con cierto malestar.
Pero por la noche, especialmente cuando me sorprende en pleno sueño, el timbre
del teléfono desencadena en mí un verdadero pánico animal, que debo dominar
antes de coordinar lo suficiente mis movimientos para encender la luz,
levantarme e ir a descolgar el aparato. Y aun entonces, necesito hacer un
verdadero esfuerzo para anunciar con voz tranquila: «Arthur Browning al habla».
Con todo, no recupero mi estado normal hasta que reconozco la voz que se dirige
a mí desde el otro extremo del hilo y no me siento absolutamente tranquilizado
hasta que sé por fin de qué se trata.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">En aquella ocasión, sin embargo, pregunté con mucha calma a
mi cuñada cómo y por qué había matado a mi hermano, cuando me despertó a las
dos de la mañana para anunciarme el atroz asesinato y para pedirme por favor
que avisara a la policía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-No puedo explicártelo por teléfono, Arthur. Llama al
cuartelillo y ven después.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿No sería mejor que te viera antes?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-No. Es preferible prevenir a la policía sin perder un
minuto. De no hacerlo así, van a imaginarse demasiadas cosas y a hacer
demasiadas preguntas... Les va a costar bastante trabajo creer que lo he hecho
yo sola. En realidad, convendría decirles que el cuerpo de Bob está en la
fábrica. Tal vez quieran pasarse por allí antes de venir a buscarme.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Dices que Bob está en la fábrica?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Sí, debajo del martillo-pilón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Del martillo-pilón?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Sí, pero no preguntes tanto. Ven, ven de prisa, antes de
que mis nervios se nieguen a sostenerme. Tengo miedo, Arthur. ¡Compréndelo,
tengo miedo!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Y, cuando colgó, también yo tenía miedo. Hasta aquel momento
había escuchado y respondido como si se tratara de un simple asunto de negocios,
y sólo entonces empecé a comprender el verdadero significado de las palabras de
mi cuñada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Estupefacto, tiré el cigarrillo que había debido encender
mientras hablaba con ella y marqué, dando diente con diente, el número de la
policía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿Han intentado alguna vez explicar a un soñoliento sargento
de guardia que acaban de recibir una llamada telefónica de su cuñada para
anunciarles el asesinato de su hermano a golpes de martillo-pilón?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Sí, señor, le comprendo muy bien. ¿Pero quién es usted? ¿Su
nombre? ¿Su dirección?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">En aquel momento, al otro lado del hilo, el inspector
Twinker se hizo cargo del aparato y de la dirección de las operaciones. Él, por
lo menos, pareció comprenderlo todo y me rogó que le esperara para que fuéramos
juntos a casa de mi hermano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Tuve el tiempo justo de ponerme un pantalón y un jersey, y
de tomar al pasar una vieja chaqueta y una gorra, antes de que un coche de la
policía se detuviera frente a mi puerta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Tiene usted un vigilante nocturno en la fábrica, míster
Browning? -preguntó el inspector mientras arrancaba-. ¿No le ha telefoneado?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Sí... No. Efectivamente, es curioso. Aunque mi hermano ha
podido pasar a la fábrica desde el laboratorio, donde generalmente se queda
hasta muy tarde, a veces durante toda la noche.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Entonces Sir Robert Browning no trabaja con usted?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-No. Mi hermano realiza investigaciones por cuenta del
Ministerio del Aire. Como necesitaba tranquilidad y un laboratorio cercano a un
lugar donde pudiera encontrar en cualquier momento toda clase de piezas,
pequeñas y grandes, se instaló hace algún tiempo en la primera casa que hizo
construir nuestro abuelo, sobre la colina, cerca de la fábrica. Yo le cedí uno
de los talleres antiguos, que ya no utilizamos, y mis obreros, trabajando bajo
sus órdenes, lo transformaron en laboratorio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Sabe usted con exactitud en que consisten las
investigaciones de Sir Robert?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Casi nunca habla de sus trabajos, que son secretos. Pero
supongo que el Ministerio del Aire está al corriente. Yo sólo sé que se
encontraba a punto de terminar una experiencia en la que llevaba varios años
trabajando y por la que demostraba un gran interés. Algo relativo a
desintegración y reintegración de la materia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Frenando a duras penas, el inspector viró en el patio de la
fábrica y detuvo el coche al lado de un agente uniformado, que parecía
esperarle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Por mi parte, no necesitaba escuchar la confirmación de
labios del policía. Era como si supiera, desde mucho tiempo atrás, que mi
hermano estaba muerto. Al bajar del coche, me temblaban las piernas como a un
convaleciente en su primera salida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Otro policía, salido de la sombra, vino a nuestro encuentro
y nos condujo hasta un taller brillantemente iluminado. Alrededor del
martillo-pilón montaban guardia varios agentes, mientras tres individuos
vestidos de paisano se dedicaban a la instalación de pequeños proyectores. Vi
la cámara fotográfica dirigida hacia el suelo y tuve que hacer un violento
esfuerzo para apartar los ojos de él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Sin embargo, era menos espantoso de lo que había pensado. Mi
hermano parecía dormir bocabajo, con el cuerpo ligeramente atravesado sobre los
raíles que servían para la conducción de piezas hasta el martillo. Como si su
cabeza y su brazo estuviesen hundidos en la masa metálica del instrumento. Casi
resultaba increíble que hubieran sido aplastados por él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Después de cambiar unas palabras con sus colegas, el
inspector Twinker regresó junto a mí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cómo puede levantarse el martillo, míster Browning?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Yo mismo haré la maniobra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Quiere que vayamos a buscar a uno de sus obreros?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-No, no hace falta. Mire: el cuadro de mandos está ahí.
Fíjese, inspector. El martillo ha sido regulado para desarrollar una potencia
de cincuenta toneladas y su índice de descenso es de cero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿De cero?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Sí. O a ras del suelo, hablando más claro. Por otra parte,
se le ha puesto en funcionamiento intermitentemente. Lo cual quiere decir que
es preciso volverlo a subir después de cada golpe. No sé aún la versión de Lady
Anne, pero estoy seguro de que ella no habría sabido regular con tanta
precisión la caída del martillo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Tal vez se quedó así ayer por la tarde.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Imposible. En la práctica, jamás se utiliza el descenso a
cero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Puede alzarse suavemente?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-No. No existe ningún mando para regular la velocidad de
subida. Tal como está, sin embargo, es más lenta que cuando actúa de modo
continuado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Bueno. Hágame ver lo que es preciso ver. Sin duda, no
resultará un espectáculo agradable.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-No, inspector. Allá va.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Todos dispuestos? -preguntó Twinker a los demás-. Cuando
quiera, mister Browning.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Con los ojos clavados en la espalda de mi hermano, apreté a
fondo el voluminoso botón negro que ponía en marcha el mecanismo de subida del
martillo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Al prolongado silbido, que siempre me hacía pensar en un
gigante jadeando después de un esfuerzo, siguió la ascensión ligera y elástica
de la masa de acero. Pude oír, sin embargo, la succión del desprendimiento y
reprimí un movimiento de pánico al ver cómo el cuerpo de mi hermano se movía
hacia delante, mientras un borbotón de sangre inundaba el amasijo oscuro descubierto
por la ascensión del martillo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Hay algún peligro de que vuelva a caer, mister Browning?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Ninguno -dije echando el cerrojo de seguridad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Y, volviéndome de espaldas, vomité toda la cena a los pies
de un joven policía que acababa de hacer lo mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Durante varias semanas y después, en sus ratos perdidos,
durante varios meses, el inspector Twinker se entregó en cuerpo y alma al
esclarecimiento de la muerte de mi hermano. Más tarde me confesó que yo era uno
de sus principales sospechosos, aunque jamás pudo encontrar la menor prueba,
motivo o detalle revelador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Anne, a pesar de su increíble tranquilidad, fue declarada
loca y no hubo proceso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Mi cuñada se confesó única culpable del asesinato de su
marido y demostró que conocía perfectamente el funcionamiento del
martillo-pilón. Se negó, sin embargo, a explicar la causa de este asesinato y
la razón de que mi hermano viniera a colocarse, por su propia voluntad, bajo el
martillo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">El vigilante nocturno oyó funcionar el aparato; lo oyó, para
ser exacto, dos veces. Y el contador, que siempre se ponía a cero después de
cada operación, indicaba que el martillo había llevado a cabo dos golpes. A
pesar de todo, mi cuñada se obstinó en afirmar que sólo se había servido de él
una vez.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">El inspector Twinker empezó dudando de que la víctima fuera
realmente mi hermano pero varias cicatrices, una herida de guerra en el muslo y
las huellas digitales de su mano izquierda, terminaron por disipar todas sus
dudas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Finalmente, la autopsia reveló que no había ingerido ninguna
droga antes de su muerte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">En cuanto a su trabajo, los expertos del Ministerio del Aire
vinieron a hojear sus papeles y se llevaron varios instrumentos del
laboratorio. Todos ellos celebraron largos conciliábulos con el inspector
Twinker y le convencieron de que mi hermano había destruido sus documentos y
aparatos más interesantes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Los técnicos del laboratorio de la policía, por su parte,
declararon que Bob había tenido la cabeza envuelta en algo hasta el momento de
su muerte y Twinker me enseñó cierto día un andrajo desgarrado, que yo reconocí
inmediatamente como el paño de una mesa del laboratorio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Anne fue trasladada al instituto de Broadmoore, donde se
encierra a todos los locos criminales. Las autoridades me confiaron a su hijo
Harry, que contaba seis años de edad, y se decidió que su educación y
mantenimiento corrieran a mi cargo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Yo podía visitar a Anne todos los días. En dos o tres
ocasiones, el inspector Twinker me acompañó y pude comprobar que se había visto
con ella otras veces. Pero jamás consiguió sacarle una palabra del cuerpo. Mi
cuñada se había convertido, aparentemente, en un ser al que todo le era
indiferente. Rara vez respondía a mis preguntas y casi nunca a las de Twinker.
Empleaba parte de su tiempo en la costura, pero su entretenimiento favorito
parecía ser la caza de moscas, que examinaba cuidadosamente antes de dejarlas
en libertad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Sólo tuvo una crisis -una crisis de nervios, mejor que una
crisis de locura-, el día en que vio cómo una enfermera mataba uno de estos
animales. Para tranquilizarla, hubo que recurrir a la morfina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">En varias ocasiones le llevamos a su hijo. Anne le trató con
amabilidad, pero sin demostrar el menor afecto hacia él. Le interesaba como
podía interesarle cualquier niño desconocido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">El día en que tuvo la crisis por culpa de la mosca muerta,
el inspector Twinker vino a verme.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Estoy convencido de que ahí reside la clave del misterio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Yo no veo la menor relación. Creo que mi pobre cuñada lo
mismo hubiera podido coger otra manía. Las moscas son una simple fijación de su
locura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cree que está verdaderamente loca?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cómo puedo dudar de ello, Twinker?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-A pesar de todo lo que dicen los médicos, tengo la
impresión, muy clara, de que Lady Browning es absolutamente dueña de sus
facultades mentales, incluso cuando ve una mosca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-De admitir esa hipótesis, ¿cómo explica usted su actitud
con relación a Harry?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-De dos formas: o pretende protegerlo o le teme. Tal vez,
incluso, lo deteste.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-No le comprendo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Se ha fijado en que jamás caza moscas cuando él está
delante?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Es cierto... Resulta bastante curioso. Pero confieso que
sigo sin comprender nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Yo tampoco, mister Browning. Y seguramente seguiremos igual
hasta que Lady Browning se cure.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Los médicos no tienen la menor esperanza...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Estoy al corriente de eso. ¿Sabe si su hermano hizo alguna
vez experimentos con moscas?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-No lo creo. ¿Se lo ha preguntado a los expertos del
Ministerio del Aire?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Sí. Y se han reído en mis barbas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Lo comprendo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Tiene usted suerte, mister Browning. Yo, en cambio, no
comprendo nada, pero espero comprender algún día.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">*****<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Dime, tío Arthur, ¿viven mucho tiempo las moscas?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Estábamos desayunando y mi sobrino, con sus palabras,
acababa de romper un prolongado silencio. Le miré por encima del Times, que
había apoyado en la tetera. Harry, como la mayor parte de los niños de su edad,
tenía la costumbre, o más bien el talento, de plantear cuestiones que los
adultos no suelen hallarse en condiciones de responder con precisión. Harry me
preguntaba a menudo, siempre de forma inesperada, y cuando tenía la mala suerte
de poder aclararle alguna duda, ésta era inmediatamente seguida de otra,
después de otra y así sucesivamente, hasta que yo me confesaba vencido,
reconociendo que no lo sabía. Entonces, como un campeón de tenis que lanzara su
pelota definitiva, la que le convertía en ganador de juego y de partida, decía:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">«¿Por qué no lo sabes, tío?».<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Era, sin embargo, la primera vez que me hablaba de moscas, y
me estremecí ante la idea de que el inspector Twinker pudiera haberle oído.
Imaginaba perfectamente la mirada con que el infatigable sabueso me obsequiaría
y la pregunta que, a renglón seguido, dirigiría a mi sobrino. E intuía, al
mismo tiempo, cuál habría sido -de hallarse en mi caso- su respuesta. Respuesta
que, textualmente y no sin cierto malestar, tuve que repetir en voz alta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-No lo sé, Harry. ¿Por qué me haces esa pregunta?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Porque he vuelto a ver la mosca que mamá busca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Mamá busca una mosca?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Sí. Ha crecido mucho, pero a pesar de todo la he
reconocido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Dónde has vuelto a verla y qué tiene de particular?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Sobre tu despacho, tío Arthur. Su cabeza es blanca en lugar
de negra y su pata muy graciosa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cuándo viste esa mosca por primera vez, Harry?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-El día que se fue papá. Estaba en su cuarto y la cacé, pero
mamá llegó en ese momento y me obligó a dejarla en libertad. Unas horas
después, me pidió que la encontrara. Creo que había cambiado de idea y que
quería verla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-En mi opinión debe estar muerta hace mucho tiempo -dije
levantándome y yendo sin prisa hacia la puerta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Pero en cuanto la cerré, di un salto hasta mi despacho y
busqué en vano alguna huella de moscas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Las confesiones de mi sobrino y la seguridad del inspector
Twinker sobre la relación existente entre las moscas y la muerte de mi hermano
me turbaron hasta el desconcierto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Por primera vez, admití que el inspector tal vez supiera más
de lo que daba a entender. Y, también por vez primera, me pregunté si mi cuñada
estaba verdaderamente loca. Un sentimiento extraño, incluso
terrible, empezó a crecer en mí y, cuanto más reflexionaba sobre
ello, más me convencía de la cordura de Anne.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Un drama originado por la locura podía ser inexplicable y
horroroso, pero su horror, por grande que fuera, resultaba, a fin de cuentas,
admisible. Sin embargo, la idea de que mi cuñada hubiera sido capaz de
asesinar tan atrozmente a mi hermano en plena posesión de sus facultades
mentales, con o sin su consentimiento, me daba escalofríos.
¿Cuál podía ser la explicación de un crimen tan monstruoso? ¿Cómo se
había llevado a cabo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Pasé una y otra vez revista a todas las respuestas de Anne
al inspector Twinker. Éste le había hecho centenares de preguntas. Y mi cuñada
contestó con perfecta lucidez a las cuestiones relativas a su vida con mi
hermano. Una vida, al parecer, feliz y sin historia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Twinker, además de ser un psicólogo muy fino, tenía una gran
experiencia y estaba acostumbrado a sentir, a adivinar -por decirlo de alguna
forma- el engaño. También él estaba convencido de que Anne había contestado
honestamente a las preguntas que se había dignado contestar. Pero estaban las
otras, aquellas ante las que siempre reaccionó de idéntica manera,
repitiendo hasta la saciedad las mismas palabras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-No puedo aclararle esa cuestión -decía lisa y llanamente,
sin perder nunca la calma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ni siquiera la acumulación de preguntas de este tipo parecía
molestarle. Una sola vez, en el curso de los numerosos interrogatorios, le hizo
notar al inspector que ya le había preguntado anteriormente lo mismo. En las
restantes ocasiones, siempre contestó de igual forma: «No puedo aclararle esa
cuestión».<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Su estribillo se convirtió en un muro formidable, contra el
cual se estrelló una y otra vez la tenacidad de Twinker. Cuando el inspector
cambiaba el rumbo de sus interrogatorios y se interesaba por temas que no
guardaban relación directa con el drama, Anne respondía con lucidez y
amabilidad. Pero en cuanto la conversación se orientaba, por algún resquicio,
hacia el asesinato de Bob, mi cuñada se escondía nuevamente tras la
muralla del «no puedo aclararle esta cuestión».<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Deseosa de que no recayeran sospechas sobre ninguna otra
persona, Anne demostró prácticamente cómo había manejado el martillo-pilón. Nos
hizo ver, sin lugar a dudas, que conocía su funcionamiento y la forma de
regular la fuerza y la altura del golpe, y como el inspector adujera que todo
aquello no probaba su intervención en el asesinato de Bob, nos enseñó el lugar
donde se había apoyado con la mano izquierda, contra un montante del cuadro de
mandos, mientras manipulaba los botones con la mano derecha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Sus técnicos encontrarán aquí mis huellas digitales -añadió
con sencillez.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Y sus huellas, efectivamente, fueron encontradas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Twinker sólo pudo descubrir una mentira en sus declaraciones.
Anne afirmaba haber maniobrado el martillo una sola vez, mientras el vigilante
nocturno juraba y perjuraba haberlo oído dos. El contador, que siempre se ponía
a cero al terminar cada jornada, le daba la razón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Durante algún tiempo, Twinker confió en forzar el mutismo de
mi cuñada gracias a este error. Pero un buen día, Anne, con la mayor
tranquilidad del mundo, echó por tierra sus esperanzas, declarando:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Sí, he mentido, pero no, puedo explicarle los motivos de mi
mentira.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Sólo me ha engañado en eso? -preguntó inmediatamente
Twinker, con el propósito de desconcertarla y de adquirir así alguna ventaja
sobre ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Con gran sorpresa por su parte -pues esperaba el estribillo
habitual-, Anne respondió:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Sí. Ha sido mi único engaño.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Y Twinker comprendió que Anne había reparado con creces la
única fisura de su muro defensivo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">A la luz de las revelaciones de Harry, creció en mí un
progresivo sentimiento de horror hacia mi cuñada, porque, si no estaba loca,
simulaba estarlo para escapar a un castigo que merecía cien veces. En ese caso
Twinker tenía razón y la llave del drama residía en las moscas, a no ser que la
obsesión de Anne formara parte de su engaño. Y si, por el contrario, no estaba
en sus cabales, entonces Twinker seguía teniendo razón, porque tal vez a través
de las moscas pudiera un psiquiatra descubrir la causa del asesinato.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Diciéndome que Twinker seguramente sabría resolver aquel
rompecabezas mejor que yo, estuve a punto de ir a contárselo todo. Pero el
pensamiento de que atosigaría a Harry con mil preguntas, me retuvo. Existía
también otra razón para no acudir a él: me daba miedo que buscara y encontrara
la mosca mencionada por mi sobrino. Y ese miedo era, por incomprensible,
profundamente turbador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Pasé revista a todas las novelas policíacas que había leído
en mi vida. Este género literario no carece de lógica, incluso cuando presenta
casos muy complicados. En la historia de las moscas, por el contrario, no había
nada lógico, nada que pudiese encajar. Todo era sorprendentemente sencillo y,
al mismo tiempo, misterioso. No existía culpable alguno que desenmascarar: Anne
había asesinado a su marido, se había declarado autora del hecho e incluso
había reconstruido la escena.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Desde luego, no podía esperarse lógica en un drama provocado
por la locura, pero aún admitiendo que fuera así, ¿cómo explicar la extraña
pasividad de la víctima?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Mi hermano era el típico sabio partidario de la prueba
del nueve. Sentía horror por la intuición y por los golpes de genio.
Algunos científicos elaboran teorías que después se esfuerzan en apoyar con
hechos; trabajan a saltos en lo desconocido y no tienen inconveniente en
abandonar una posición avanzada si las experiencias acumuladas a continuación
no bastan para consolidar sus suposiciones. Mi hermano pertenecía, al contrario
y -cabe decir - por excelencia, al tipo del investigador receloso, que se
guarda siempre las espaldas con un sólido punto de apoyo, probado y
archiprobado. Rara vez se traía entre manos más de un experimento y no
participaba de ninguna de las características del sabio distraído, que se deja
calar por la lluvia con un paraguas cerrado en la mano. Era, en cambio,
profundamente humano. Adoraba a los niños y a los animales, y jamás titubeaba
en dejar su trabajo para ir al circo con los hijos de su vecino. Le gustaban
los juegos de lógica y precisión, como el billar, el tenis, el bridge y
el ajedrez.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿Cómo, entonces, explicar su muerte? ¿Por qué se había
colocado debajo del martillo-pilón? En modo alguno podía tratarse de una
estúpida jactancia, de un desafío a su propio valor. Jamás se jactaba de nada y
no soportaba a las personas aficionadas a apostar. Para vejarlas, siempre decía
que una apuesta es un simple negocio concluido entre un imbécil y un ladrón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Sólo existían dos explicaciones posibles: o se había vuelto
loco o tenía una razón para hacerse matar por su mujer de tan extraña manera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Tras largas reflexiones, decidí no poner al inspector
Twinker al corriente de mi conversación con Harry e intentar una nueva gestión
personal con mi cuñada. Era sábado, día de visita, y como Anne pasaba por ser
una enferma muy tranquila, me permitían llevarla a dar una vuelta al gran
jardín, donde le habían concedido una pequeña parcela para que la cultivara a
su antojo. Anne había trasplantado allí varios rosales de mi jardín.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Sin duda esperaba mi visita, porque llegó al locutorio en
seguida. Empezaba a hacer frío y, en previsión de nuestro paseo habitual, se
había puesto el abrigo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Me pidió noticias de su hijo y después me condujo hasta la
parcela, donde me hizo sentarme a su lado sobre un banco rústico, fabricado en
la carpintería del asilo por un enfermo aficionado a las actividades manuales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Yo trazaba vagos dibujos en la arena con la contera de mi
paraguas, buscando la forma de llevar la conversación al tema de la muerte de
mi hermano. Pero fue ella quien primero se refirió al asunto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Arthur, quería preguntarte una cosa...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Te escucho, Anne.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Sabes si las moscas viven mucho tiempo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">La miré estupefacto y estuve a punto de confesarle que su
hijo me había preguntado lo mismo unas horas antes, pero repentinamente
comprendí que por fin se me brindaba la posibilidad de asestar un duro golpe a
sus defensas, conscientes o subconscientes. Anne, entretanto, parecía esperar
con tranquilidad la respuesta, creyendo sin duda que me esforzaba en resucitar
mis recuerdos de escuela sobre la duración de la vida de las moscas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Sin apartar los ojos de ella, repuse:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-No lo sé con precisión, pero tu mosca estaba hoy por la
mañana en mi despacho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">El golpe había alcanzado su objetivo. Anne volvió
bruscamente la cabeza hacia mí y abrió la boca como si fuera a gritar, pero
sólo en sus inmensos ojos se dibujó un auténtico alarido de terror.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Yo conseguí mantener la impasibilidad. Me daba cuenta de que
por fin había adquirido alguna ventaja sobre ella y que sólo podría conservarla
adoptando la actitud de un hombre al tanto de todo, que no experimenta
rencor o piedad y que ni siquiera se permite emitir un juicio sobre los hechos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ella, finalmente, respiró y se tapó la cara con las manos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Arthur... ¿la has matado? - murmuró suavemente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-No.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¡Pero la tienes! -gritó alzando la cabeza- ¡La tienes ahí!
¡Dámela!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Un poco más y se hubiera atrevido a registrarme los
bolsillos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-No, Anne, no la tengo aquí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¡Lo sabes todo! ¿Cómo has podido adivinarlo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-No, Anne, no sé nada, excepto que tú no estás loca. Pero
voy a averiguar la verdad de una u otra manera. O me lo dices todo, y entonces
decidiré sobre el mejor modo de resolver este asunto, o...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿O qué? ¡Habla de una vez!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Iba a hacerlo, Anne... O te juro que el inspector Twinker
tendrá esa mosca antes de veinticuatro horas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Mi cuñada permaneció inmóvil un momento, con los ojos
clavados en las palmas de sus blancas y afiladas manos. Después, sin alzar la
mirada, dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Si te lo digo todo, ¿me prometes que destruirás esa mosca
antes de tomar ninguna otra decisión?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-No, Anne. No puedo prometértelo antes de saber el verdadero
significado de esta historia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Arthur, compréndelo... Le prometí a Bob que esa mosca sería
destruida... Tengo que mantener mi promesa... De otra forma, no te diré nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Comprendí que me estaba metiendo en un callejón sin salida;
Anne se recuperaba. Era absolutamente necesario encontrar un nuevo argumento,
un argumento que la empujara hasta sus últimos baluartes y que la hiciera
capitular.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">A la desesperada, confiando en un golpe de suerte, dije:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Anne, debes darte cuenta de que cuando esa mosca sea
examinada en los laboratorios de la policía, el inspector Twinker tendrá la
prueba de que no estás loca y...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¡Arthur, no! No lo hagas, por Harry, no lo hagas... Llevo
mucho tiempo esperando esta mosca, convencida de que terminaría por
encontrarme. Al parecer no ha sido capaz y te ha buscado a ti.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Yo observaba atentamente a mi cuñada, preguntándome
si fingía aún estar loca o si, a fin de cuentas, lo estaba. A pesar de
todo, loca o no, daba la impresión de sentirse acorralada. Era preciso
violentar aún su última resistencia y como, al parecer, temía por su hijo,
dije:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Cuéntamelo todo, Anne. Así podré proteger mejor a Harry.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿De qué quieres protegerle? ¿No comprendes que si yo estoy
aquí, es únicamente para evitar que Harry se convierta en el hijo de una
condenada a muerte, ejecutada por el asesinato de su esposo? Créeme, preferiría
cien veces la horca a la muerte lenta de este manicomio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Anne, estoy tan interesado como tú en proteger al hijo
de mi hermano. Te prometo que, si me lo cuentas todo, haré lo imposible por
defender a Harry. Pero si te niegas a hablar, el inspector Twinker tendrá la
mosca. De todas formas intentaré velar por el niño, pero tú misma debes hacerte
cargo de que entonces ya no tendré las riendas de la situación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Por qué estás tan empeñado en saber? -dijo lanzándome una
curiosa mirada de rencor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Anne, es la suerte de tu hijo lo que está en tus manos.
¿Qué decides?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Vamos dentro. Voy a entregarte el relato de la muerte del
pobre Bob.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¡Lo has escrito!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Sí. Lo tenía preparado, no para ti, sino para tu maldito
inspector. Suponía que, antes o después, terminaría por dar con parte de la
verdad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-En este caso, ¿puedo enseñárselo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Haz lo que te parezca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Me quedé en el locutorio mientras ella subía a su
habitación. Al volver, traía un abultado sobre amarillo, que me tendió
diciendo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Procura leerlo a solas y sin que nadie te moleste.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-De acuerdo, Anne. Lo haré en cuanto llegue y mañana vendré
a verte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Muy bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Y salió del locutorio sin despedirse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Hasta que algunas horas más tarde empecé la lectura, no
descubrí la advertencia escrita en el exterior del sobre:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">A quien corresponda - Probablemente al inspector Twinker.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Tras dar órdenes rigurosas de que no se me molestara bajo
ninguna excusa, hice saber que no cenaría y pedí té con bizcochos. Después subí
rápidamente a mi despacho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Una vez en él, examiné cuidadosamente las paredes, las
tapicerías y los muebles, sin encontrar el menor rastro de moscas. Luego,
cuando la criada me subió el té y añadió leña al fuego, cerré las ventanas y
corrí las cortinas. Finalmente eché el cerrojo de la puerta, descolgué el
teléfono -lo hacía todas las noches desde la muerte de mi hermano-, apagué las
luces, excepto la de mi mesa de trabajo, y abrí el grueso sobre amarillo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Tras servirme una taza de té, comencé la lectura del
manuscrito:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Esto no es una confesión, porque nunca he intentado ocultar
la responsabilidad que me incumbe en el trágico fin de mi marido y también
porque, a pesar de declararme única autora de su muerte, no soy una criminal.
Al actuar como lo hice, me limitaba a ejecutar fielmente las últimas voluntades
de Robert Browning, aplastándole la cabeza y el antebrazo derecho con el
martillo-pilón de la fábrica de su hermano.»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Sin haber probado una sola gota de té, volví la página.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Con alguna anterioridad a su desaparición, mi marido me
había puesto al corriente de sus experimentos. Ya entonces comprendía
perfectamente que el Ministerio se los hubiera prohibido como demasiado
peligrosos, pero confiaba en obtener resultados positivos antes de informar
sobre ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Aunque hasta el momento la ciencia sólo ha conseguido transmitir
a través del espacio el sonido y la imagen, gracias a la radio y la televisión,
Bob aseguraba haber encontrado el medio de transmitir la propia materia. La
materia - es decir, un cuerpo sólido - colocada en un aparato emisor, se
desintegraba y reintegraba instantáneamente en un aparato receptor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Bob consideraba que su descubrimiento podía ser de tanta
trascendencia como el de la rueda. Creía que la transmisión de la materia por
desintegración-reintegración instantánea, significaba una revolución sin
precedentes, de radical importancia para la evolución del hombre. La difusión
de su invento equivaldría al fin de los transportes mecanizados, no sólo para
los productos y mercancías que pudieran corromperse, sino también para los
propios seres humanos. Bob, hombre eminentemente práctico, que jamás se dejaba
llevar por la fantasía, vislumbraba ya un mundo desprovisto de aviones, trenes,
coches, carreteras y vías férreas. Todo esto sería reemplazado por
estaciones emisoras-receptoras, repartidas por toda la superficie de la Tierra.
Bastaría con situar a los viajeros y a las mercancías en el interior de una
cabina emisora, para que fueran desintegrados y casi instantáneamente
reintegrados en la cabina receptora del punto de destino.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Mi marido tropezó con algunas dificultades al principio. Su
aparato receptor sólo estaba separado de su aparato emisor por una pared. Como
sujeto de su primera experiencia, eligió un viejo cenicero, recuerdo de un
viaje que habíamos hecho a Francia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Cuando me trajo triunfalmente el cenicero, aún no estaba al
corriente de sus investigaciones y tardé un poco en comprender el significado
de sus palabras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-¡Mira, Anne! - dijo -. Este cenicero ha permanecido
totalmente desintegrado durante una diezmillonésima de segundo. Por un momento,
ha dejado de existir. Era sólo un conjunto de átomos viajando a la velocidad de
la luz entre dos aparatos. Y un instante después, los átomos se han unido de
nuevo para volver a formar este cenicero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Bob, por favor... ¿de qué hablas? Explícate.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Entonces me reveló el objetivo de sus experiencias y, al
ver que no le comprendía, empezó a esgrimir dibujos y a manejar cifras. Tras lo
cual, naturalmente, aún entendí menos sus explicaciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Perdóname, Anne - dijo al darse cuenta, riéndose de buena
gana-. ¿Te acuerdas de aquel artículo sobre los misteriosos vuelos de ciertas
piedras, que irrumpen sin causa aparente en algunas casas de la India a pesar
de que las puertas y las ventanas están cerradas?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Sí, me acuerdo muy bien. El profesor Downing, que había venido
a pasar el fin de semana con nosotros, dijo que -si no había algún truco - el
fenómeno sólo podía explicarse por la desintegración de las piedras en la calle
y su reintegración en el interior de la casa, antes de su caída.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Exactamente. -Y añadió: A menos que el fenómeno se
produzca por una desintegración parcial y momentánea de la pared atravesada por
las piedras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Todo eso es muy bonito, pero sigo sin comprender ¿Cómo
puede pasar una piedra, por muy desintegrada que esté, a través de una pared o
de una puerta?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Puede, Anne, porque entonces los átomos que componen la
materia no se tocan. Están separados entre sí por espacios inmensos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-¿Espacios inmensos entre los átomos que componen, por
ejemplo, una simple puerta?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Entendámonos: los espacios entre átomos son relativamente
inmensos. Es decir, inmensos con relación al tamaño de los átomos. Tú pesas
cien libras y mides cinco pies y tres pulgadas... Si todos los átomos que
componen tu cuerpo fueran comprimidos unos contra otros, sin que quedara el
menor espacio entre ellos, tú seguirías pesando lo mismo, pero no abultarías
más que una cabeza de alfiler.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Entonces, si no he comprendido mal, ¿tu pretendes haber
reducido este cenicero al tamaño de una cabeza de alfiler?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-No, Anne. En primer lugar, si los átomos de este cenicero,
que apenas pesa dos onzas, fueran comprimidos, el conjunto resultante sólo
sería visible al microscopio. En segundo lugar, todo esto era una simple
imagen. Lo que intento explicarte pertenece a otro orden de fenómenos. Este cenicero,
una vez desintegrado, puede atravesar cualquier cuerpo opaco y sólido, a ti
misma, por ejemplo, sin la menor dificultad, porque entonces sus átomos
separados no encuentran obstáculo alguno en la masa de tus átomos, que también
están separados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-¿Y tú has desintegrado este cenicero y lo has reintegrado
un poco más allá, después de hacerlo pasar a través de otro cuerpo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-A través, para ser exacto, de la pared que separaba mi
aparato emisor de mi aparato receptor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-¿Y puede saberse qué utilidad tiene enviar ceniceros a
través del espacio?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Bob inició entonces un gesto de malhumor, pero al darse
cuenta de que sólo le estaba gastando una broma, se dedicó a explicarme algunas
de las posibilidades de su descubrimiento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-¡Bueno! Espero que nunca me obligues a viajar así, Bob. No
me gustaría terminar como tu dichoso cenicero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-¿Cómo ha terminado?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-¿Te acuerdas de lo que había escrito en él?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Sí, claro. La inscripción «Made in France», que ahí sigue.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Pero, ¿te has fijado cómo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Cogió el cenicero con una sonrisa y palideció al darse
cuenta de lo que yo quería decir. Las tres palabras seguían, efectivamente
allí, pero invertidas, de forma que sólo podía leerse: «ecnarF ni edaM».<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Es inaudito -murmuró.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Y, sin terminar el té, se precipitó hacia el laboratorio,
del cual ya no volvió a salir hasta el día siguiente por la mañana, tras una
noche entera de trabajo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Algunos días más tarde, Bob sufrió un nuevo revés, que le
puso de malhumor durante varias semanas. Después de muchas preguntas, terminó
por confesar que su primera experiencia con un ser vivo había resultado un
completo fracaso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Bob, ¿ha sido Dandelo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Sí -reconoció a duras penas-. Se desintegró perfectamente,
pero no volvió a reintegrarse en el aparato receptor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-¿Y entonces... ?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Entonces ya no existe Dandelo. Sólo existen sus
átomos dispersos, que se pasean por alguna parte, Dios sabe cuál, del universo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Dandelo era un gato blanco que la cocinera había
encontrado en el jardín. -Una buena mañana desapareció sin saber cómo. Bob
acababa de aclararme lo sucedido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Tras una serie de nuevas experiencias y largas horas
de vigilia, Bob me anunció que su aparato funcionaba ya perfectamente y me
invitó a que lo viera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Hice preparar una bandeja con una botella de champagne y
dos copas para festejar dignamente su éxito, porque yo sabía que mi marido, de
no estar a punto el aparato, no me hubiera llevado a verlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Excelente idea - exclamó quitándome la bandeja de las
manos. ¡Vamos a celebrarlo con champagne reintegrado!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Espero que sabrá tan bien como antes de su desintegración,
Bob.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-No temas, Anne. Ven aquí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Abrió la puerta de un compartimento cuadrangular, que era
una simple cabina telefónica, debidamente transformada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Ahí tienes el aparato de desintegración-transmisión -me
explicó mientras ponía la bandeja sobre un taburete colocado en su interior.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Cerró con cuidado, me tendió unas gafas de sol y me hizo
situarme ante la puerta de cristales de la cabina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Tras ponerse él mismo las gafas negras, manipuló varios
botones en el exterior de la cabina, y de ésta se elevó el dulce ronroneo de un
motor eléctrico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-¿Dispuesta? - preguntó apagando la luz y haciendo girar
otro conmutador, que llenó el aparato de un resplandor azulado-. ¡Entonces,
fíjate bien!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Bajó una palanca y todo el laboratorio se iluminó
violentamente con un cegador destello anaranjado. Vislumbré, en el interior de
la cabina, una especie de bola de fuego, que crepitó un instante, y sentí un
repentino calor en la cara y en el cuello. Después sólo pude ver dos agujeros
negros bordeados de verde, como cuando se mira durante cierto tiempo al sol.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Puedes quitarte las gafas, Anne. La operación ha
terminado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Con un gesto teatral, mi marido abrió la puerta de la
cabina y, a pesar de que lo esperaba, fingí una gran sorpresa al comprobar que
el taburete, la bandeja, las copas y la botella habían desaparecido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Después me hizo pasar ceremoniosamente a la habitación
contigua, donde se encontraba una cabina idéntica a la que servía de aparato
emisor. Abrió la puerta ysacó triunfalmente la bandeja y el champagne que
descorchó al instante. El tapón saltó alegremente y el líquido burbujeó en las
copas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-¿Estás seguro de que se puede beber sin peligro?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Absolutamente -dijo Bob tendiéndome una copa-. Y ahora
vamos a intentar una nueva experiencia. ¿Quieres asistir a ella?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Pasamos a la sala donde estaba el aparato de desintegración<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-¡Oh, Bob! ¡Acuérdate del pobre Dandelo!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Es sólo un cobaya, Anne. Pero estoy convencido de que
ahora saldrá bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Colocó al animal en el suelo metálico de la cabina y me
obligó a ponerme las gafas de sol. Oí el ronroneo del motor, presencié de nuevo
el estallido de luz y, sin esperar a que Bob abriera el emisor, me precipité a
la habitación contigua. A través de la puerta de cristal pude ver al cobaya
corriendo de un lado a otro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-¡ Bob, amor mío! ¡Está aquí! ¡Lo has conseguido!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Un poco de paciencia, Anne. No lo sabremos con seguridad hasta
dentro de algún tiempo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Pero está tan vivo como antes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Es preciso comprobar que todos sus órganos siguen
intactos. Si continúa así durante un mes, podremos intentar otras experiencias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Ese mes me pareció un siglo. Todos los días iba a ver al
cobaya, que parecía portarse de maravilla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Cuando Bob se convenció de su buena salud, puso aPickles, nuestro
perro, en la cabina. No me avisó, porque jamás hubiera consentido que Pickles pasara
por una experiencia semejante. Al animal, sin embargo, pareció gustarle. En una
sola tarde fue desintegrado y reintegrado diez o doce veces y en cuanto salía
de la cabina receptora, se precipitaba al aparato emisor para repetir el juego.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Suponía que Bob iba a convocar una reunión de científicos y
especialistas del Ministerio como solía hacer cuando terminaba un trabajo, para
comunicar sus conclusiones y llevar a cabo algunas demostraciones prácticas. Al
cabo de algunos días, yo misma se lo hice notar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-No, Anne. Este descubrimiento es demasiado importante para
anunciarlo sin más ni más. Hay algunas fases de la operación que ni yo mismo he
llegado a comprender todavía. No puedo abandonarlo ahora en otras manos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»A veces, aunque no siempre, me hablaba de la marcha de su
trabajo. Desde luego, en ningún momento se me pasó por la cabeza la idea de que
fuera a intentar una primera experiencia humana con su propia persona y sólo
después de la catástrofe descubrí que un segundo cuadro de mandos había sido
instalado en el interior de la cabina emisora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»La mañana en que intentó su terrible experiencia, Bob no
vino a comer. Encontré una nota clavada en la puerta de su laboratorio:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-"Sobre todo, que nadie me moleste. Estoy trabajando."<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Ya en otras ocasiones había hecho lo mismo. Por otra parte,
no concedí importancia a la extraña y deforme escritura del mensaje.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Y fue precisamente algo más tarde, a la hora de la comida,
cuando Harry vino corriendo a decirme que había cazado una mosca con la cabeza
blanca. Yo, sin querer verla, le dije que la soltara inmediatamente. Ni Bob ni
yo soportábamos que se le hiciera el menor daño a un animal. Yo sabía que Harry
había atrapado aquella mosca sólo porque era rara, pero también sabía que su
padre no vería en ello disculpa alguna.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»A la hora del té, Bob continuaba encerrado en su
laboratorio y el mensaje clavado en la puerta. A la hora de la cena, las
cosas seguían igual y por fin, vagamente inquieta, me decidí a llamarle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Le oí moverse por la habitación y un momento después apareció
un segundo mensaje por debajo de la puerta. Lo desplegué y leí:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»"Anne: he tenido algunas complicaciones. Acuesta al
niño y vuelve dentro de una hora. B."<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Golpeé de nuevo y llamé varias veces a Bob, sin recibir
respuesta. Al cabo de un instante le oí teclear en la máquina de escribir y,
tranquilizada por ese ruido familiar, regresé a la casa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Después de acostar a Harry, volví al laboratorio y encontré
una nueva hoja de papel, que Bob había deslizado, como la anterior, por debajo
de la puerta. Esta vez, leí con espanto:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Anne:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Cuento con tu firmeza de espíritu para que no pierdas la
cabeza, porque sólo tú puedes ayudarme. Me ha sucedido un grave accidente. Mi
vida no corre peligro por el momento, pero se trata, a pesar de ello, de una
cuestión de vida o muerte. Me es imposible hablar: nada se consigue, por lo
tanto, llamándome o haciéndome preguntas a través de la puerta. Tienes que
obedecer mis instrucciones al pie de la letra. Después de dar tres golpes, para
indicarme que estás de acuerdo, vete a buscar una taza de leche y añádele una
copa colmada de ron. No he comido ni bebido nada desde anoche y tengo necesidad
de hacerlo. Confío en ti.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">B.<br />
<br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Con el corazón acelerado, di los tres golpes convenidos y
me precipité hacia la casa para satisfacer su petición.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»De regreso al laboratorio encontré un nuevo mensaje en el
suelo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Anne, sigue fielmente mis instrucciones:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Cuando llames, abriré la puerta. Pon la taza de leche sobre
mi mesa de trabajo, sin hacer ninguna pregunta, y pasa después a la habitación
donde se encuentra la cabina receptora. Una vez allí, mira bien por todas
partes. Es absolutamente necesario que encuentres una mosca. Aunque no puede
andar muy lejos, yo me he pasado horas buscándola en vano. Ahora tengo un serio
handicap y veo mal las cosas pequeñas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Pero antes de nada, júrame que me obedecerás en todo y que
bajo ninguna excusa intentarás verme. Me es imposible discutir. Tres golpes en
la puerta me demostrarán que estás nuevamente de acuerdo. Mi vida depende de tu
ayuda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Sobreponiéndome a la emoción, di tres golpes espaciados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Entonces oí que Bob venía hacia ella. Un instante después,
su mano buscaba y descorría el cerrojo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Al entrar, comprendí que se había quedado detrás de la
puerta. Resistiendo el deseo de volverme, dije:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»-Puedes contar conmigo, querido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Después de poner la taza en la mesa, bajo la única luz encendida,
me dirigí hacia la otra habitación, que estaba, por el contrario,
brillantemente iluminada. En ella reinaba el más absoluto desorden: había una
gran cantidad de fichas y probetas rotas por el suelo, entre taburetes y sillas
patas arriba. De una especie de enorme balde se desprendía un olor acre,
originado por la combustión de unos papeles que acababan de consumirse<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Antes de empezar, sabía yo que mi búsqueda no daría
resultado. El instinto me decía que la mosca deseada por Bob era la misma
que Harry había atrapado y puesto en libertad, por orden mía, aquella misma
mañana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Oí que Bob, en la habitación de al lado, se acercaba a la
mesa y de ella se elevó, al cabo de un instante, una especie de succión, como
si le costara trabajo beber.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Bob, no hay ninguna mosca. ¿No podrías ayudarme algo? Si no
puedes hablar, recurre a los golpes en la mesa. Ya sabes: uno para el sí y dos
para el no.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Aunque había intentado dar una entonación normal a mi voz,
tuve que hacer un esfuerzo terrible, cuando oí dos golpes secos en su
escritorio, para reprimir un sollozo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Puedo entrar en esa habitación, Bob? No comprendo nada de
lo que pasa, pero sea lo que sea sabré enfrentarme a ello con valor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Hubo un momento de silencio y, por fin, un solo golpe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Al llegar a la puerta me quedé paralizada de estupor. Bob se
había echado por la cabeza el paño de terciopelo dorado que generalmente se
encontraba sobre la mesa donde comía, cuando por cualquier motivo no
quería salir del laboratorio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Bob, seguiremos buscando mañana, a la luz del sol. ¿No
podrías ir a acostarte? Si quieres, te llevaré a la habitación de los huéspedes
y cuidaré de que nadie te vea.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Su mano izquierda surgió repentinamente del paño, que le
tapaba hasta la cintura, y dio dos golpes en la mesa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Necesitas un médico?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">"No", dijo con dos nuevos golpes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Quieres que telefonee al profesor Moore? Te sería más útil
que yo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">La respuesta fue, una vez más, negativa. Yo no sabía qué
hacer ni qué decir. Algo, sin embargo, me daba vueltas en la cabeza. Por fin
dije:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Harry encontró esta mañana una mosca muy extraña, que yo le
obligué a dejar en libertad. ¿No podría ser la que buscas? El niño me dijo que
tenía la cabeza blanca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Bob emitió un extraño suspiro, ronco y metálico. Y en aquel
momento tuve que morderme la mano hasta que brotó sangre para no gritar. Mi
marido había dejado caer su brazo derecho a lo largo del cuerpo y tenía, en vez
de mano y muñeca, una especie de artejo gris con ganchos, que le asomaban por
debajo de la manga.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Bob, amor mío, explícame lo que ha pasado... Seguramente
podría ayudarte mejor si supiera de lo que se trata... ¡Oh, Bob, es espantoso!
-dije tratando vanamente de ahogar los sollozos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Sacó la mano izquierda y, tras golpear una vez en la mesa,
me indicó la puerta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Salí por ella, la cerré y me desplomé en el suelo. Bob
echó el cerrojo, anduvo un poco por la habitación y finalmente se puso a
escribir a máquina. Al poco tiempo, una nueva hoja apareció bajo la puerta:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Vuelve mañana. Para entonces te tendré preparada una
explicación. Toma un somnífero y duerme. Voy a necesitar todas tus fuerzas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">B.<br />
<br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿No querrás nada durante la noche, Bob? - grité a través de
la puerta en cuanto conseguí dominar el temblor de mi voz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Dio dos golpes rápidos y nuevamente se oyó el tecleo de la
máquina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">El sol me hizo abrir los ojos. Había puesto el despertador a
las cinco, pero no lo había oído por culpa del somnífero. Eran casi las siete y
me levanté enloquecida. Había dormido sin un solo sueño, como si alguien me
hubiera arrojado al fondo de un oscuro pozo. Pero entonces, al regresar a la
pesadilla de la vida real y acordarme del brazo de Bob, rompí nuevamente a
llorar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Luego me precipité a la cocina y preparé, ante la sorpresa
de las criadas, una bandeja de té con tostadas, que llevé al laboratorio sin
perder un minuto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Bob me abrió al cabo de unos segundos y cerró a puerta tras
de mí. Aún llevaba el paño sobre la cabeza. Por el lecho improvisado y por las
arrugas de su traje gris, comprendí que había intentado descansar un poco. Una
hoja mecanografiada me esperaba sobre la mesa. Bob se encontraba junto a la
puerta de la otra habitación y comprendí que quería estar solo. Llevé, pues, el
mensaje a ella y, mientras lo leía, le oí servirse una taza de té. A
continuación, reproduzco sus palabras:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿Te acuerdas del cenicero? Me ha pasado un accidente
similar, aunque por desgracia mucho más grave. Me he desintegrado y reintegrado
yo mismo, una vez, con éxito. Pero, al intentar una segunda experiencia, no me
he dado cuenta de que había una mosca en la cabina de transmisión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Mi única esperanza se cifra en encontrar esa mosca y en
volver a "pasar" con ella. Búscala por todas partes. Si no la
encuentras, será preciso que idee un procedimiento, para desaparecer sin dejar
rastro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Yo hubiera preferido una explicación más detallada, pero Bob
debía tener alguna poderosa razón para no dármela. "Seguramente está
desfigurado", pensé. E intenté imaginarme su rostro invertido, como la
inscripción del cenicero, con los ojos en el sitio de la boca o las orejas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Pero era preciso conservar la calma y tratar de salvarle.
Ante todo, debía cumplir sus órdenes y esforzarme por encontrar aquella dichosa
mosca a cualquier precio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Puedo entrar ya?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Bob abrió la puerta que ponía en comunicación las dos
habitaciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-No desesperes. Voy a traerte esa mosca. Aunque no se la ve
por parte alguna del laboratorio, tiene que andar cerca... Supongo que
estás desfigurado y que por eso pretendes desaparecer sin dejar huellas. Pero
yo no lo permitiré. Si fuera necesario, te haría una máscara o una capucha y continuarías
tus investigaciones hasta que consiguieras volver a la normalidad. Incluso, si
no hubiera otro remedio, avisaría al profesor Moore y a otros sabios amigos
tuyos y entre todos te salvaríamos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Bob golpeó con violencia la mesa, y emitió el suspiro ronco
y metálico de la noche anterior.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-No te irrites, Bob. No haré nada sin prevenirte, te lo
prometo. Ten confianza en mí y déjame ayudarte. Estás desfigurado, ¿no es
cierto? Seguramente, de un modo terrible. ¿Quieres enseñarme la cara? No me
darías asco. ¡Soy tu mujer, Bob!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Dio dos rabiosos golpes, para indicarme su total negativa, y
me ordenó con la mano que saliera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Bueno. Voy a buscar esa mosca, pero júrame antes que no
harás ninguna tontería y que no tomaras la menor iniciativa sin consultarme.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Extendíó lentamente la mano izquierda y comprendí que ese
gesto equivalía a una promesa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Jamás olvidaré aquella espantosa jornada dedicada
íntegramente a la caza de moscas. Puse la casa patas arriba, obligando a las
criadas a participar en mi búsqueda. Aunque les expliqué que se trataba de una
mosca, escapada del laboratorio de mi marido, sobre la cual se había llevado a
cabo un importante experimento y que a toda costa era preciso recuperar viva,
creo que en más de un momento me creyeron loca. Eso fue, por otra parte, lo que
más tarde me salvó de la vergüenza de la horca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Interrogué a Harry. No comprendió inmediatamente y le sacudí
hasta que empezó a llorar. Entonces tuve que armarme de paciencia. Sí, se
acordaba. Había encontrado la mosca en el reborde de la ventana de la
cocina, pero la había soltado, obedeciendo mis órdenes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">A pesar de encontrarnos en pleno verano, en nuestra casa
apenas había moscas, porque vivíamos en lo alto de una colina donde
siempre hacía viento. De todos modos, atrapé varios centenares. Hice poner
jícaras de leche, confituras y azúcar en los rebordes de las ventanas y en
varios sitios del jardín. Ninguno de los insectos cazados, sin embargo,
respondió a la descripción dada por Harry. Los examiné personalmente con una
lupa y todos parecían iguales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">A la hora de comer, llevé al laboratorio leche y puré de
patatas. Por si acaso, dejé también algunas moscas, cogidas al azar. Pero mi
marido me dio a entender que no le servían para nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Si de aquí a la noche no aparece la mosca, estudiaremos el
procedimiento a seguir. Mi idea es ésta: me instalaré en la habitación de al
lado, con la puerta cerrada y te haré preguntas. Cuando no puedas contestar con
un sí o un no, escribirás la contestación a máquina y me la echarás por debajo
de la puerta... ¿Te parece bien?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">"Sí", golpeó Bob con su mano útil.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Al ponerse el sol, seguíamos sin encontrar la mosca. Antes
de llevarle la cena a Bob, titubeé un momento ante el teléfono. Sin duda
alguna, todo aquello era una cuestión de vida o muerte para mi marido. ¿Tendría
yo fuerza suficiente para oponerme a su voluntad e impedirle que pusiera fin a
sus días? Seguramente jamás me perdonaría que faltara a mi promesa, pero pensé
que su resentimiento era, a fin de cuentas, preferible a su desaparición y,
febrilmente, me decidí a descolgar el aparato y a marcar el número del profesor
Moore, su más íntimo amigo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-El profesor está de viaje y no volverá hasta finales de
semana -me explicó cortésmente una voz neutra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">La suerte estaba echada. Tendría que luchar sola y sola -
decidí - salvaría a Bob. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Cuando unos minutos después entré en el laboratorio, casi
había recuperado la tranquilidad y me instalé, como habíamos convenido, en la
habitación vecina para comenzar aquella penosa discusión, llamada a durar buena
parte de la noche.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Bob, ¿podrías decirme con exactitud lo que ha pasado?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Oí el tecleo de su máquina durante varios minutos. Después
apareció una hoja de papel bajo la puerta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Anne:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Prefiero que me recuerdes con mi aspecto anterior. No va a
quedar más remedio que destruirme. He reflexionado largamente sobre el asunto y
sólo se me ocurre un procedimiento, para el cual necesito tu ayuda. Al
principio pensé en una sencilla desintegración por medio de mi aparato emisor,
pero se trata de una idea descabellada porque algún sabio podría reintegrarme
en un futuro más o menos lejano y no quiero que eso suceda a ningún precio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Por un momento llegué a preguntarme si Bob se había vuelto
loco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-No quiero saber cuál es tu procedimiento, porque jamás
aceptaré esa solución, Bob. Por terrible que sea el resultado de tu
experiencia, estás vivo, eres un hombre, con un alma y una inteligencia. ¡No
tienes derecho a destruir todo eso!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">La respuesta fue de nuevo mecanográfica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Estoy vivo, pero no soy ya un hombre. En cuanto a mi
inteligencia, puede desaparecer de un momento a otro. Ni siquiera sigue
intacta. Y no puede haber alma sin inteligencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Tienes que poner a los otros sabios al corriente de tus experiencias
y trabajos. Ellos terminarán por salvarte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Casi me asusté al oír los golpes de Bob sobre la puerta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Por qué no? ¿Por qué te niegas a recibir una ayuda que
todos te prestarían de corazón?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Mi marido aporreó entonces la puerta con una docena de furiosos
golpes, y yo comprendí que por ese camino no iba a ninguna parte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Entonces le hablé de mí, de su hijo, de su familia. No me
contestó. Cada vez me sentía más desconcertada. Por fin me aventuré a lanzar un
tímido:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Bob..., ¿me escuchas?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Esta vez se oyó un solo golpe, mucho más suave<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-En una de tus cartas te referías al cenicero de tu primera
experiencia. ¿Crees que si lo hubieras metido otra vez en el aparato, las
letras habrían podido recuperar su primitivo orden?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Unos instantes más tarde, leí en la nueva hoja que acababa
de ser deslizada bajo la puerta:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Veo donde vas a parar, Anne. He pensado en ello y esa,
precisamente, es la razón de que tenga tanto interés en recuperar la mosca. Si
no nos transmitimos juntos, no hay esperanza alguna. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Inténtalo al azar. Nunca se sabe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-"Ya lo he intentado", fue esta vez su respuesta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¡Prueba una vez más!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">La respuesta de Bob me animó un poco, porque ninguna mujer
ha comprendido ni comprenderá jamás que un condenado a muerte se dedique a
gastar bromas. Un minuto más tarde, efectivamente, pude leer<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Admiro tu deliciosa lógica femenina. Podríamos repetir la
experiencia un millar de veces... Pero para darte ese placer, sin duda el
último, voy a hacerlo. En el caso de que no encuentres las gafas negras,
vuélvete de espaldas a la cabina receptora y tápate los ojos con las manos.
Avísame cuando estés dispuesta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¡Ya, Bob!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Sin molestarme en buscar las gafas, obedecí sus
instrucciones. Le oí mover varias cosas y cerrar la puerta de la cabina de
transmisión. Tras un momento de espera, que me pareció interminable, se escuchó
un ruido violento y pude percibir un brillante resplandor a través de mis
párpados cerrados y de mis manos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Me di la vuelta y miré.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Bob, siempre con su paño de terciopelo sobre la cabeza,
salió lentamente de la cabina receptora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿ Ningún cambio? - pregunté dulcemente, tocándole en el
brazo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Al sentir el contacto, retrocedió rápidamente ytropezó con
un taburete volcado. Entonces hizo un violento esfuerzo para no perder el
equilibrio y el paño de terciopelo dorado resbaló lentamente por su cabeza y
cayó al suelo tras él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Jamás olvidaré aquella visión. Grité de miedo y cuanto más
gritaba, más miedo tenía. Me metí los dedos en la boca, como si fueran una
mordaza, para ahogar los gritos y, tras sacarlos empapados en sangre, grité aun
con más fuerza. Sabía, me daba cuenta de que sólo apartando la mirada de él y
cerrando los ojos, podría dominarme.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Sin prisa, el monstruo en que se había convertido Bob volvió
a taparse la cabeza y se dirigió a tientas hacia la puerta. Por fin pude cerrar
los ojos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Yo, antes de aquello, creía en la posibilidad de una vida
mejor y nunca había sentido miedo de la muerte. Ahora sólo me queda una
esperanza: la nada total de los materialistas, porque ni siquiera en otro mundo
podría olvidar. No, jamás olvidaré aquel cráneo aplastado, aquella cabeza de
pesadilla, blanca, velluda, con puntiagudas orejas de gato y ojos protegidos
por grandes placas oscuras. La nariz rosada y palpitante, era también la de un
gato, pero la boca había sido sustituida por una especie de hendidura vertical
cubierta de largos pelos rojos y prolongada por una trompa negra y viscosa, que
se abocinaba en su extremo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Debí desmayarme, porque me desperté, algún tiempo más tarde,
tendida sobre las frías baldosas del laboratorio y con los ojos clavados en la
puerta, tras la cual se oía, una vez más, el tecleo de la máquina de escribir
de Bob.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Estaba atontada, como esas personas que - tras un accidente
grave - no se dan cuenta cabal de lo sucedido. Me acordaba de un hombre,
perfectamente lúcido, al que había visto cierta vez en una estación, sentado al
borde del andén, mirando con una especie de indiferente estupor su pierna, aun
sobre la vía por donde acababa de pasar el ferrocarril.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">La garganta me dolía atrozmente y temí haber arruinado mis
cuerdas vocales a fuerza de gritar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Al otro lado de la pared cesó el ruido de la máquina y una
nueva hoja apareció bajo la puerta. Estremecida, la cogí con la punta de los
dedos y leí:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Ahora ya lo comprendes. Esta experiencia ha sido un último
desastre, querida Anne. Sin duda habrás reconocido una parte de la cabeza
de Dandelo. Antes de la transmisión, mi cabeza era, simplemente, la
de una mosca. Ahora sólo tengo de ésta los ojos y la boca. El resto ha sido
reemplazado por una reintegración parcial de la cabeza del gato desaparecido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Supongo que hasta tú misma te das cuenta de que sólo existe
una solución. Debo desaparecer, como te decía, sin dejar rastro. Da tres golpes
en la puerta si estás de acuerdo. En ese caso, te explicaré el procedimiento
que considero más adecuado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Sí, Bob tenía razón. Era preciso que nadie supiera de él ni
de su triste destino. Comprendía mi error al proponerle una nueva
desintegración y, confusamente, me daba cuenta de que nuevas tentativas
sólo conducirían a transformaciones aun más horribles.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Me acerqué a la puerta e intenté hablar, pero ningún sonido
salió de mi garganta abrasada. Entonces di los tres golpes convenidos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">El resto puede adivinarse. Bob me explicó su plan por medio
de mensajes mecanografiados y yo lo aprobé.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Helada, temblorosa, con la cabeza a punto de estallar, como
un autómata, le seguí de lejos hasta la fábrica. Llevaba en la mano un papel
con todas las instrucciones relativas al funcionamiento del martillo-pilón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">La cosa fue más fácil de lo que parece, porque no tenía la
sensación de estar matando a mi marido, sino a un monstruo. El verdadero Bob
había dejado de existir muchas horas antes. Yo me limitaba simplemente a
ejecutar sus últimas voluntades.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Con los ojos clavados en su cuerpo, tendido en el suelo e
inmóvil, pulsé el botón de descenso. La masa metálica bajó silenciosamente,
aunque menos deprisa de lo que yo había supuesto. El golpe sordo de su llegada
al suelo se confundió con un crujido seco. El cuerpo de mi... del monstruo fue
recorrido por un estremecimiento y después ya no volvió a moverse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Entonces me acerqué y vi que se había olvidado de meter el
brazo derecho, la pata de mosca, bajo el martillo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">»Sobreponiéndome al asco y al miedo, y con prisa, porque
temía que el ruido del martillo atrajera al vigilante nocturno, puse en marcha
el mecanismo de ascensión de la máquina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Después, dando diente con diente y llorando de terror,
me vi nuevamente obligada a superar el asco y a levantar y empujar hacia
delante su brazo derecho, extrañamente ligero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Hice caer nuevamente el martillo y eché a correr.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ahora lo sabe todo. Haga lo que mejor le parezca. »<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">*****<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br />
Al día siguiente, el inspector Twinker vino a tomar el té conmigo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Me enteré inmediatamente de la muerte de Lady Browning y,
como me había ocupado de la muerte de su marido, me encargaron también de este
asunto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cuáles son sus conclusiones, inspector?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-La medicina no admite réplicas. Lady Browning, según el
diagnóstico del forense, se ha suicidado con una cápsula de cianuro. Debía
llevarla encima desde hace tiempo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Venga a mi despacho, inspector. Quiero enseñarle un curioso
documento, antes de destruirlo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Twinker se sentó ante mi mesa y leyó, al parecer sin
alterarse, la larga «confesión» de mi cuñada, mientras yo fumaba mi pipa al
lado de la chimenea.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Cuando volvió la última página, reunió cuidadosamente, todas
las hojas y me las tendió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Qué le parece? -pregunté mientras las arrojaba con cierta
delectación a la chimenea.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">En lugar de responder inmediatamente, esperó a que el fuego
devorara por completo las blancas hojas, que se retorcían y adquirían extrañas
formas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-En mi opinión, este manuscrito prueba definitivamente, que
Lady Browning estaba loca de atar -dijo clavando en mí sus ojos claros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Sin duda - asentí yo mientras encendía la pipa. Permanecimos
un buen rato mirando el fuego.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Esta mañana me ha pasado algo muy curioso, inspector. Fui
al cementerio, al sitio donde está enterado mi hermano. No había nadie.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Sí, había alguien, mister Browning. Yo estaba allí. No
quise molestarle en sus... trabajos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Entonces me vio...?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Sí. Le vi enterrar una caja de cerillas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Sabe lo que había dentro?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Supongo que una mosca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Sí. La encontré de buena mañana en el jardín. Había caído
en una tela de araña.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Estaba muerta? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-No del todo. Tuve que acabar con ella... La aplasté entre
dos piedras. Tenía la cabeza blanca..., completamente blanca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-83215933132186315512018-08-16T18:10:00.005-07:002018-12-17T10:57:18.295-08:00 Peces de Alfonso Orejel<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIrOtdGNBwiixXJn17lt_JV8NjHeR_hnibeIA8Jw1ZR-nY-QziF8CPiWmOzvug8pDBYE-uo8pKOjdOVUpVgEIIeHdYszi184BoEfgborVKxwnhIQ3-8dn1fqU5exQ7mEdjphAVGSEKlYYQ/s1600/texture-golden-fish-wallpaper-765221.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="800" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIrOtdGNBwiixXJn17lt_JV8NjHeR_hnibeIA8Jw1ZR-nY-QziF8CPiWmOzvug8pDBYE-uo8pKOjdOVUpVgEIIeHdYszi184BoEfgborVKxwnhIQ3-8dn1fqU5exQ7mEdjphAVGSEKlYYQ/s400/texture-golden-fish-wallpaper-765221.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-language: ES-MX; mso-no-proof: yes;"><v:shapetype coordsize="21600,21600" filled="f" id="_x0000_t75" o:preferrelative="t" o:spt="75" path="m@4@5l@4@11@9@11@9@5xe" stroked="f">
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<v:imagedata o:title="image_140731[1]. No te aburras , lee." src="file:///C:\Users\Alfonso\AppData\Local\Temp\msohtmlclip1\01\clip_image001.jpg">
</v:imagedata></v:shape></span><span lang="ES-AR" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">1<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br />
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Los gritos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de su padre se apagaron cuando cerró la
puerta. Bruno respiró hondo. Su cuarto era una burbuja, una pompa de jabón
frágil en la que se refugiaba cuando era necesario. Al menos aquella puerta era
un muro contra el inagotable mal humor paterno. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">2<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Fue a lavarse los dientes. Abrió la
llave y dejó correr el agua sobre su cepillo. Bajó la cabeza para enjuagarse la
boca pero al levantarla quedó atónito. En el interior del espejo que se
encontraba frente a él un pez pasó fugazmente. Parpadeó. Se miró en el espejo,
solo en el cuarto de baño.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">3<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">A la mañana siguiente su padre lo
llevó a la escuela en el auto. Se detuvo tras una larga fila de autos y empezó
a tocar el claxon. Por la ventanilla Bruno observó que en un vocho estacionado
y con las ventanas cerradas un pez dorado nadaba. Sonrió y soltó una leve
carcajada. - ¿De qué te ríes? Preguntó su padre.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>– Del pez que está ahí. Y apuntó al pequeño
auto que se iba quedando atrás al avanzar. Volteó por el espejo retrovisor pero
no vio nada y exclamó: - ¡Qué imaginación la tuya: te pasas!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">4<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">La maestra perdió la paciencia y
empezó a regañarlos con dureza porque no terminaron de resolver el
cuestionario, porque algunos no traían el uniforme completo o porque la estaba
torturando la gastritis. Se puso de mal humor y los castigó obligándolos a leer
cuentos durante media hora. Habló de su innecesaria entrega al trabajo escolar,
de su enorme paciencia y de los años dedicados a educar a malagradecidos. Bruno
miró hacia la ventana y vio pasar un pez, volando con suavidad, agitando las
aletas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">5<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Como todos los días, regresó a casa
caminando lo más lento que le fue posible. No deseaba llegar. Estaba cansado de
ser testigo de lujo en la primera línea de guerra. De contemplar a su mamá
levantando con la mano temblorosa su taza de café y fumando mientras miraba el
reloj en la pared. De ver a su hermana pequeña encerrada en su habitación y
huyendo por la pantalla de la computadora hacia otro mundo. De esperar la
llegada de su papá, con el rostro amargado<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>y ánimo intolerante. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">6<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Dentro de dos semanas sería el cumpleaños de
su mamá. Esa noche, sigilosamente se acercó su papá y le hizo una pregunta. -
¿Sigues ahorrando para el regalo de tu mamá? – Sí. – Hazle un buen regalo, para
qué sepa qué tanto la quieres: ¡qué reviente ese cerdo! Yo también estoy
tratando de reconquistarla, confesó en voz baja, guiñando el ojo derecho.
Abandonó la habitación. Bruno miró el foco que colgaba de la sala y alcanzó a
distinguir que el filamento era un pez dorado moviéndose en su interior. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">7<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">La tarde del sábado su papá llegó de
más mal humor que de costumbre a casa porque un joven fue designado como
gerente en el despacho donde laboraba. Alguien tenía que pagarla. Bruno veía un
programa en la tele. Razón suficiente para que él exclamara: -¡Eres un holgazán
bueno para nada. Yo a tu edad me mataba trabajando! Estoy harto de trabajar
como un burro para que ustedes se den la gran vida!¡Y tú mamá que no les dice
nada! Todo lo que estaba frente a él era arrastrado por su furia ciega. Su mamá
le contestó desde la cocina y se reanudó la guerra. Mientras él salía de la
sala, Bruno miró a un pez deslizándose dentro de la pantalla del
televisor.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">8<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">- Sólo dibuja peces. En las pocas
tareas que entrega aparecen peces, señora. – Me lo había dicho su papá.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Revisó los cuadernos y notó que algunas hojas
estaban salpicadas de peces de diversos colores. De inmediato sintió temor pues
pensó que tal vez su hijo estaba usando alguna droga. En casa le gritó: - Ni se
te ocurra estar probando cochinadas porque no te la vas a acabar. Qué vergüenza
que mi hijo ande metido en drogas. Me muero de pena si se enteran mis amigas.
Pero el que si se enterará es tu padre, bla, bla, blá.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">9<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">El domingo Bruno rompió el cerdo de
cerámica y contó las monedas. Apenas lo suficiente. Se echó el dinero en los
bolsillos y salió de casa. Sus papás irían al supermercado, de compras. Al
regresar, no había nadie. Un hermoso silencio se desparramaba por todos los
rincones. Llevó las cosas a su habitación y acondicionó la pecera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">10<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">La pecera resplandecía dentro de la
habitación en penumbras. La luz que caía sobre el agua iluminaba a los peces de
colores que <span style="color: red;">n</span><span style="color: red;">adaban</span> en su interior. Deslizándose
con suavidad un pez dorado serpenteaba, uno negro de cola amplia<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y dos más pequeños y azules ascendían. Bruno
sintió cómo una tibia paz lo iba inundando poco a poco.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">11<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Su padre entró de repente. Miró el
cerdo de cerámica despedazado y enseguida la pecera resplandeciendo. Le lanzó
una severa mirada a Bruno y al tiempo que lo tomaba de la playera le reclamó: -
¿Te gastaste el dinero de tu madre para comprar esta porquería, verdad? Lo
aventó al suelo y volteó la pecera, cuyo contenido, agua y peces se derramaron
sobre el buró y se precipitaron al piso. Los peces empezaron a boquear y a
mover la cola desesperados. Tras un portazo su padre desapareció. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">12<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Bruno cerró los ojos. Los abrió y notó
que el agua seguía manando de la pecera. Pero el flujo era tan abundante que
pronto los peces empezaron a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sentirse
mejor. El agua subió de nivel y mojaba su pantalón y zapatos. Se quedó quieto.
Sonrió satisfecho. De la pecera brotaba agua caudalosamente. Pronto el agua le
mojó la barbilla. Observó, feliz, cómo los pequeños peces nadaban con libertad
dentro de su habitación.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Uno de ellos se
acercó y con el dedo de la mano izquierda Bruno lo acarició. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">13<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Bruno ya se desplazaba muy lejos -
entre decenas de peces de colores, bajo un mar azul y apacible que le brindaba
serenidad a su corazón - cuando su mamá lo encontró en la tina y lanzó un grito
desgarrador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-8499274254832163432018-08-01T11:51:00.001-07:002018-08-01T11:51:25.829-07:00La estatua de sal de Leopoldo Lugones <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_BAh0lvVEyngr-W1Zlkvxp-lIsfJD5f2Fc__zuHmhOvY54R1GBglOyL5MHIu_EdZF4RUQFkkRhR6eUvGNDvUFQniCzHINlQpN0uMFDo8elvdYU6x9yPD6VLl6V6fTpQlniwfdHEdMBb9l/s1600/1101978068_univ_lsr_xl.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="1200" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_BAh0lvVEyngr-W1Zlkvxp-lIsfJD5f2Fc__zuHmhOvY54R1GBglOyL5MHIu_EdZF4RUQFkkRhR6eUvGNDvUFQniCzHINlQpN0uMFDo8elvdYU6x9yPD6VLl6V6fTpQlniwfdHEdMBb9l/s400/1101978068_univ_lsr_xl.jpg" width="400" /></a><b style="text-indent: 35.45pt;"><span style="color: #333333; font-family: Georgia, serif; font-size: 14pt;"><span style="background-color: white;"> </span></span></b></div>
<br />
<div style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">He
aquí cómo refirió el peregrino la verdadera historia del monje Sosistrato:<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-Quien no ha
pasado alguna vez por el monasterio de San Sabas, diga que no conoce la
desolación. Imaginaos un antiquísimo edificio situado sobre el Jordán, cuyas
aguas saturadas de arena amarillenta, se deslizan ya casi agotadas hacia el Mar
Muerto, por entre bosquecillos de terebintos y manzanos de Sodoma. En toda
aquella comarca no hay más que una palmera cuya copa sobrepasa los muros del
monasterio. Una soledad infinita, sólo turbada de tarde en tarde por el paso de
algunos nómadas que trasladan sus rebaños; un silencio colosal que parece bajar
de las montañas cuya eminencia amuralla el horizonte. Cuando sopla el viento
del desierto, llueve arena impalpable; cuando el viento es del lago, todas las
plantas quedan cubiertas de sal. El ocaso y la aurora se confunden en una misma
tristeza. Sólo aquellos que deben expiar grandes crímenes, arrostran semejantes
soledades. En el convento se puede oír misa y comulgar. Los monjes que no son
ya más que cinco, y todos por lo menos sexagenarios, ofrecen al peregrino una
modesta colación de dátiles fritos, uvas, aguas del río y algunas veces vino de
palmera. Jamás salen del monasterio, aunque las tribus vecinas los respetan
porque son buenos médicos. Cuando muere alguno, le sepultan en las cuevas que
hay debajo a la orilla del río, entre las rocas. En esas cuevas anidan ahora
parejas de palomas azules, amigas del convento; antes, hace ya muchos años,
habitaron en ellas los primeros anacoretas, uno de los cuales fue el monje
Sosistrato cuya historia he prometido contaros. Ayúdeme nuestra Señora del
Carmelo y vosotros escuchad con atención. Lo que vais a oír me lo refirió
palabra por palabra el hermano Porfirio, que ahora está sepultado en una de las
cuevas de San Sabas, donde acabó su santa vida a los ochenta años en la virtud
y la penitencia. Dios le haya acogido en su gracia. Amén.<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">Sosistrato era
un monje armenio, que había resuelto pasar su vida en la soledad con varios
jóvenes compañeros suyos de vida mundana, recién convertidos a la religión del
crucificado. Pertenecía, pues, a la fuerte raza de los estilitas. Después de
largo vagar por el desierto, encontraron un día las cavernas de que os he
hablado y se instalaron en ellas. El agua del Jordán, los frutos de una pequeña
hortaliza que cultivaban en común, bastaban para llenar sus necesidades.
Pasaban los días orando y meditando. De aquellas grutas surgían columnas de
plegarias, que contenían con su esfuerzo la vacilante bóveda de los cielos
próxima a desplomarse sobre los pecados del mundo. El sacrificio de aquellos desterrados,
que ofrecían diariamente la maceración de sus carnes y la pena de sus ayunos a
la justa ira de Dios, para aplacarla, evitó muchas pestes, guerras y
terremotos. Esto no lo saben los impíos que ríen con ligereza de las
penitencias de los cenobitas. Y sin embargo, los sacrificios y oraciones de los
justos son las claves del techo del universo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">Al cabo de
treinta años de austeridad y silencio, Sosistrato y sus compañeros habían
alcanzado la santidad. El demonio, vencido, aullaba de impotencia bajo el pie
de los santos monjes. Estos fueron acabando sus vidas uno tras otro, hasta que
al fin Sosistrato se quedó solo. Estaba muy viejo, muy pequeñito. Se había
vuelto casi transparente. Oraba arrodillado quince horas diarias, y tenía
revelaciones. Dos palomas amigas traíanle cada tarde algunos granos de granada
y se los daban a comer con el pico. Nada más que de eso vivía; en cambio olía
bien como un jazminero por la tarde. Cada año, el viernes doloroso, encontraba
al despertar, en la cabecera de su lecho de ramas, una copa de oro llena de
vino y un pan con cuyas especies comulgaba absorbiéndose en éxtasis inefables.
Jamás se le ocurrió pensar de dónde vendría aquello, pues bien sabía que el
señor Jesús puede hacerlo. Y aguardando con unción perfecta el día de su
ascensión a la bienaventuranza, continuaba soportando sus años. Desde hacía más
de cincuenta, ningún caminante había pasado por allí.<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">Pero una mañana,
mientras el monje rezaba con sus palomas, éstas asustadas de pronto, echaron a
volar abandonándole. Un peregrino acababa de llegar a la entrada de la caverna.
Sosistrato, después de saludarle con santas palabras, le invitó a reposar
indicándole un cántaro de agua fresca. El desconocido bebió con ansia como si
estuviese anonadado de fatiga; y después de consumir un puñado de frutas secas
que extrajo de su alforja, oró en compañía del monje.<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">Transcurrieron
siete días. El caminante refirió su peregrinación desde Cesarea a las orillas
del Mar Muerto, terminando la narración con una historia que preocupó a Sosistrato.<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-He visto los
cadáveres de las ciudades malditas -dijo una noche a su huésped-. He mirado
humear el mar como una hornalla, y he contemplado lleno de espanto a la mujer
de sal, la castigada esposa de Lot. La mujer está viva, hermano mío, y yo la he
escuchado gemir y la he visto sudar al sol del mediodía.<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-Cosa parecida
cuenta Juvencus en su tratado<i style="box-sizing: border-box;"> De Sodoma</i> -dijo
en voz baja Sosistrato.<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-Sí, conozco el
pasaje -añadió el peregrino-. Algo más definitivo hay en él todavía; y de ello
resulta que la esposa de Lot ha seguido siendo fisiológicamente mujer. Yo he
pensado que sería obra de caridad libertarla de su condena…<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-Es la justicia
de Dios -exclamó el solitario.<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-¿No vino Cristo
a redimir también con su sacrificio los pecados del antiguo mundo? -replicó
suavemente el viajero que parecía docto en letras sagradas-. ¿Acaso el bautismo
no lava igualmente el pecado contra la Ley que el pecado contra el Evangelio?…<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">Después de estas
palabras, ambos se entregaron al sueño. Fue aquélla la última noche que pasaron
juntos. Al siguiente día el desconocido partió, llevando consigo la bendición
de Sosistrato, y no necesito deciros que, a pesar de sus buenas apariencias,
aquel fingido peregrino era Satán en persona.<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">El proyecto del
maligno fue sutil. Una preocupación tenaz asaltó desde aquella noche el
espíritu del santo. ¡Bautizar la estatua de sal, liberar de su suplicio aquel
espíritu encadenado! La caridad lo exigía, la razón argumentaba. En esta lucha
transcurrieron meses, hasta que por fin el monje tuvo una visión. Un ángel se
le apareció en sueños y le ordenó ejecutar el acto.<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">Sosistrato oró y
ayunó tres días, y en la mañana del cuarto, apoyándose en su bordón de acacia,
tomó, costeando el Jordán, la senda del Mar Muerto. La jornada no era larga,
pero sus piernas cansadas apenas podían sostenerle. Así marchó durante dos
días. Las fieles palomas continuaban alimentándole como de ordinario, y él
rezaba mucho, profundamente, pues aquella resolución afligíale en extremo. Por
fin, cuando sus pies iban a faltarle, las montañas se abrieron y el lago
apareció.<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">Los esqueletos
de las ciudades destruidas iban poco a poco desvaneciéndose. Algunas piedras
quemadas, era todo lo que restaba ya: trozos de arcos, hileras de adobes
carcomidos por la sal y cimentados en betún… El monje reparó apenas en
semejantes restos, que procuró evitar a fin de que sus pies no se manchasen a
su contacto. De repente, todo su viejo cuerpo tembló. Acababa de advertir hacia
el sur, fuera ya de los escombros, en un recodo de las montañas desde el cual
apenas se los percibía, la silueta de la estatua.<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">Bajo su manto
petrificado que el tiempo había roído, era larga y fina como un fantasma. El sol
brillaba con límpida incandescencia, calcinando las rocas, haciendo espejear la
capa salobre que cubría las hojas de los terebintos. Aquellos arbustos, bajo la
reverberación meridiana, parecían de plata. En el cielo no había una sola nube.
Las aguas amargas dormían en su característica inmovilidad. Cuando el viento
soplaba, podía escucharse en ellas, decían los peregrinos, cómo se lamentaban
los espectros de las ciudades.<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">Sosistrato se
aproximó a la estatua. El viajero había dicho verdad. Una humedad tibia cubría
su rostro. Aquellos ojos blancos, aquellos labios blancos, estaban
completamente inmóviles bajo la invasión de la piedra, en el sueño de sus
siglos. Ni un indicio de vida salía de aquella roca. ¡El sol la quemaba con
tenacidad implacable, siempre igual desde hacía miles de años, y sin embargo,
esa efigie estaba viva puesto que sudaba! Semejante sueño resumía el misterio
de los espantos bíblicos. La cólera de Jehová había pasado sobre aquel ser,
espantosa amalgama de carne y de peñasco. ¿No era temeridad el intento de
turbar ese sueño? ¿No caería el pecado de la mujer maldita sobre el insensato
que procuraba redimirla? Despertar el misterio es una locura criminal, tal vez
una tentación del infierno. Sosistrato, lleno de congoja, se arrodilló a orar en
la sombra de un bosquecillo…<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">Cómo se verificó
el acto, no os lo voy a decir. Sabed únicamente que cuando el agua sacramental
cayó sobre la estatua, la sal se disolvió lentamente, y a los ojos del
solitario apareció una mujer, vieja como la eternidad, envuelta en andrajos
terribles, de una lividez de ceniza, flaca y temblorosa, llena de siglos. El
monje que había visto al demonio sin miedo, sintió el pavor de aquella
aparición. Era el pueblo réprobo lo que se levantaba en ella. ¡Esos ojos vieron
la combustión de los azufres llovidos por la cólera divina sobre la ignominia
de las ciudades; esos andrajos estaban tejidos con el pelo de los camellos de
Lot; esos pies hollaron las cenizas del incendio del Eterno! Y la espantosa
mujer le habló con su voz antigua. Ya no recordaba nada. Sólo una vaga visión
del incendio, una sensación tenebrosa despertada a la vista de aquel mar. Su
alma estaba vestida de confusión. Había dormido mucho, un sueño negro como el
sepulcro. Sufría sin saber por qué, en aquella sumersión de pesadilla. Ese
monje acababa de salvarla. Lo sentía. Era lo único claro en su visión reciente.
Y el mar… el incendio… la catástrofe… las ciudades ardidas… todo aquello se
desvanecía en una clarividente visión de muerte. Iba a morir. Estaba salvada,
pues. ¡Y era el monje quien la había salvado! Sosistrato temblaba, formidable.
Una llama roja incendiaba sus pupilas. El pasado acababa de desvanecerse en él,
como si el viento de fuego hubiera barrido su alma. Y sólo este convencimiento
ocupaba su conciencia: <i style="box-sizing: border-box;">¡la mujer de Lot
estaba allí!</i> El sol descendía hacia las montañas. Púrpuras de incendio
manchaban el horizonte. Los días trágicos revivían en aquel aparato de
llamaradas. Era como una resurrección del castigo, reflejándose por segunda vez
sobre las aguas del lago amargo. Sosistrato acababa de retroceder en los
siglos. Recordaba. Había sido actor en la catástrofe. Y esa mujer… ¡esa mujer
le era conocida!<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">Entonces un
ansia espantosa le quemó las carnes. Su lengua habló, dirigiéndose a la
espectral resucitada:<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-Mujer,
respóndeme una sola palabra.<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-Habla…
pregunta…<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-¿Responderás?<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-Sí, habla; ¡me
has salvado!<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">Los ojos del
anacoreta brillaron, como si en ellos se concentrase el resplandor que
incendiaba las montañas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">–<i style="box-sizing: border-box;">Mujer, dime qué viste cuando tu rostro se volvió
para mirar.</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">Una voz anudada
de angustia, le respondió:<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-Oh, no… ¡Por
Elohim, no quieras saberlo!<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-¡Dime qué
viste!<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-No… no… ¡Sería
el abismo!<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-Yo quiero el
abismo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-Es la muerte…<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-¡Dime qué
viste!<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-¡No puedo… no
quiero!<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-Yo te he
salvado.<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-No… no…<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">El sol acababa
de ponerse.<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-¡Habla!<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">La mujer se
aproximó. Su voz parecía cubierta de polvo; se apagaba, se crepusculizaba,
agonizando.<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-¡Por las
cenizas de tus padres!…<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">-¡Habla!<o:p></o:p></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; box-sizing: border-box; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 35.45pt; widows: 2; word-spacing: 0px;">
<span style="background-color: #b6d7a8; color: #333333; font-family: Georgia, serif;">Entonces aquel
espectro aproximó su boca al oído del cenobita, y dijo una palabra. Y
Sosistrato, fulminado, anonadado, sin arrojar un grito, cayó muerto. Roguemos a
Dios por su alma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-31642048644305386422018-07-15T08:35:00.000-07:002018-07-15T09:10:40.710-07:00Un visón propio de Truman Capote<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcH7sYOSNDzhymF2NRA0u7J9lKh8XaCX6it4Rvz35zqz8mYSkYKA3xadeoBK5THAQ5gn0DcWZvwf5fnT2c2JsgkyabbDjik2BDdiFHgKDU2ts0ftVGXNgYv756mAFIwbiz7FlqD9X4ZOik/s1600/vlcsnap-2015-04-18-16h22m03s202_opt.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="375" data-original-width="500" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcH7sYOSNDzhymF2NRA0u7J9lKh8XaCX6it4Rvz35zqz8mYSkYKA3xadeoBK5THAQ5gn0DcWZvwf5fnT2c2JsgkyabbDjik2BDdiFHgKDU2ts0ftVGXNgYv756mAFIwbiz7FlqD9X4ZOik/s400/vlcsnap-2015-04-18-16h22m03s202_opt.jpg" width="400" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Mrs. Munson terminó
de retorcer una rosa de lino en su pelo de color caoba y retrocedió unos pasos
desde el espejo para apreciar el efecto. Después se recorrió las caderas con
las manos..., el único problema era que el vestido le quedaba un poco estrecho. «Unos arreglos no volverán a salvarlo», pensó, furiosa. Tras una última
mirada de desdén a su reflejo, se volvió y entró en el cuarto de estar.<br />
Por las ventanas abiertas entraban gritos muy fuertes, sobrenaturales. Vivía en
el tercer piso y al otro lado de la calle estaba el patio de recreo de una
escuela. A última hora de la tarde el ruido era casi insoportable. ¡Dios, si lo
hubiera sabido antes de firmar el contrato de alquiler! Cerró las dos ventanas
con un pequeño gruñido y, si fuera por ella, podían quedarse cerradas durante
los dos años siguientes.<br />
Pero estaba tan emocionada que no podía disgustarse de verdad. Vini Rondo
venía a verla, figúrate, Vini Rondo..., ¡y esa misma tarde! Al
pensarlo sentía un aleteo en el estómago. Habían pasado casi cinco años y Vini había
estado todo ese tiempo en Europa. Cada vez que Mrs. Munson se
encontraba en un grupo que hablaba de la guerra, su anuncio era invariable:
«Bueno, como saben, en este mismo minuto tengo en París a una amiga muy
querida, Vini Rondo, ¡estaba allí mismo cuando entraron los alemanes!
¡Tengo auténticas pesadillas cuando pienso en lo que debe de estar pasando!» Lo
decía como si fuera su propio destino el que se pesaba en la balanza.<br />
Si había alguien en el grupo que no conociese la historia, se apresuraba a
explicar lo referente a su amiga.<br />
—Verá —empezaba—, Vini era la chica con más talento del mundo,
interesada en el arte y todas esas cosas. Bueno, como tenía un montón de dinero
se fue a Europa a pasar un año, como mínimo. Al final, cuando su padre murió
hizo las maletas y se fue para siempre. Caray, tuvo una aventura y se casó con
algún conde o barón o algún título. Quizás haya oído hablar de ella... Vini Rondo... Cholly Knickerbocker la
mencionaba continuamente.<br />
Y seguía perorando, como si fuera una lección de historia.<br />
«Vini, de vuelta en América», pensó, con un regocijo incesante por la
fantástica noticia. Amontonó sobre el sofá las almohadillas verdes y se sentó.
Examinó la habitación con ojos penetrantes. Es curioso que no veamos realmente
nuestro entorno hasta que esperamos una visita. Bueno, Mrs. Munson suspiró
satisfecha, aquella chica nueva, cosa rara, había restituido pautas de antes de
la guerra.<br />
De pronto sonó el timbre. Sonó dos veces antes de que ella pudiera moverse, de
tan emocionada que estaba. Por fin se serenó y fue a abrir.<br />
Al principio no la reconoció. La mujer que tenía delante no llevaba aquel
peinado tan chic, recogido en un moño..., por el contrario, lo llevaba más
bien lacio y parecía desgreñado. ¿Y un vestido estampado en enero? Mrs. Munson procuró
que su tono no delatase decepción cuando dijo:<br />
—Vini, querida, te habría reconocido en cualquier parte.<br />
La mujer seguía plantada en el umbral. Debajo del brazo llevaba una caja grande
de color rosa y sus ojos grises miraban con curiosidad a Mrs. Munson.<br />
—¿Sí, Bertha? —Su voz era un extraño susurro—. Qué amable, muy amable. Yo
también te habría reconocido, aunque has engordado bastante, ¿no?<br />
Aceptó entonces la mano extendida de Mrs. Munson y entró. La
anfitriona estaba azorada y no supo qué decir. Entraron del brazo en el cuarto
de estar y se sentaron.<br />
—¿Te apetece un jerez?<br />
Vini sacudió su cabecita morena.<br />
—No, gracias.<br />
—¿Un scotch, quizás? —preguntó Mrs. Munson, desalentada. El
reloj con forma de estatuilla encima de la falsa repisa de chimenea
sonaba débilmente. Hasta entonces no había notado lo fuerte que podía sonar.<br />
—No —dijo Vini, con firmeza—, nada, gracias.<br />
Mrs. Munson, resignada, volvió a recostarse en el sofá.<br />
—Ahora, querida, cuéntamelo todo. ¿Cuándo has vuelto a los Estados?<br />
Le gustaba cómo sonaba aquello: «los Estados».<br />
Vini colocó la caja grande y rosa entre sus piernas y enlazó las manos.<br />
—Llevo aquí casi un año —hizo una pausa y luego se apresuró, al ver la
expresión sobresaltada de su anfitriona—, pero no he estado en Nueva York.
Desde luego, me habría puesto en contacto contigo antes, pero estaba en
California.<br />
—Oh, California, ¡me encanta California! —exclamó Mrs. Munson, aunque
en realidad Chicago era lo más al este que había estado.<br />
Vini sonrió y Mrs. Munson advirtió lo irregulares que tenía
los dientes y decidió que no les vendría nada mal un buen cepillado.<br />
—Así que cuando volví a Nueva York la semana pasada pensé en ti al
instante. Me ha costado horrores encontrarte porque no me acordaba del nombre
de tu marido...<br />
—Albert —dijo, sin que hiciera falta, Mrs. Munson.<br />
—... pero por fin me acordé y aquí estoy. Verás, Bertha, la verdad es que
empecé a pensar en ti cuando decidí deshacerme de mi abrigo de visón.<br />
Mrs. Munson vio un rubor súbito en la cara de Vini.<br />
—¿Tu abrigo de visón?<br />
—Sí —dijo Vini, levantando la caja rosa—. Te acordarás de él. Siempre te
gustó mucho. Siempre decías que era el abrigo más bonito que habías visto en tu
vida.<br />
Empezó a desatar la raída cinta de seda alrededor de la caja.<br />
—Pues claro, sí, claro —dijo Mrs. Munson, dejando que el «claro» se
fuera apagando poco a poco.<br />
—Me dije: «Vini Rondo, ¿para qué demonios necesitas este abrigo? ¿Por qué
no se lo queda Bertha?» Ya ves, Bertha, me compré en París un abrigo
maravilloso de marta cibelina y comprenderás que no necesito para nada dos
abrigos de piel. Además, tengo mi chaqueta de zorro plateado.<br />
Mrs. Munson observó cómo Vini separaba el papel de seda
dentro de la caja, vio el esmalte mellado de sus uñas, vio que no llevaba joyas
en los dedos y comprendió de golpe muchas otras cosas.<br />
—Así que pensé en ti y si no lo quieres tú lo guardaré sólo porque no soporto
la idea de que lo tenga otra persona.<br />
Giró en el aire el abrigo, a derecha e izquierda. Era precioso; la piel
brillaba, suntuosa y muy tersa. Mrs. Munson extendió la mano y
pasó los dedos por ella, erizando a contrapelo la pelusa diminuta. Dijo, sin
pensar:<br />
—¿Cuánto?<br />
Retiró la mano rápidamente, como si hubiera tocado una llama, y escuchó la voz
de Vini, suave y fatigada:<br />
—Me costó casi mil. ¿Mil es demasiado?<br />
Mrs. Munson oía el griterío ensordecedor del patio de la escuela y
por una vez lo agradeció. Le ofrecía algo distinto en lo que concentrarse, algo
que aliviaba la intensidad de sus sentimientos.<br />
—Me temo que es demasiado. No puedo permitírmelo —dijo, distraída, mirando aún
el abrigo, con miedo a levantar los ojos y ver la cara de la otra mujer.<br />
Vini arrojó el abrigo sobre el sofá.<br />
—Bueno, quiero que te lo quedes. No es tanto por el dinero, pero creo que
debería recuperar algo de mi inversión... ¿Cuánto podrías pagar?<br />
Mrs. Munson cerró los ojos. ¡Oh, Dios, aquello era horrible! ¡Era un
auténtico horror!<br />
—Cuatrocientos, quizás —respondió con voz débil.<br />
Vini volvió a levantar el abrigo y dijo, con un tono animado:<br />
—A ver cómo te sienta.<br />
Entraron en el dormitorio y Mrs. Munson se probó el abrigo
delante del espejo de cuerpo entero del armario. Con unos pocos retoques y
acortando las mangas, quizás recobrase su brillo original. Sí, la verdad es que
no le sentaba mal.<br />
—Oh, creo que es precioso, Vini. Has sido un encanto al pensar en mí.<br />
Vini se apoyó en la pared y en su cara pálida había dureza a la intensa
luz del sol de las ventanas del espacioso dormitorio.<br />
—Puedes extender el cheque a mi nombre —dijo, con desinterés.<br />
—Sí, por supuesto —dijo Mrs. Munson, volviendo a la tierra de
repente. ¡Imagina a Bertha Munsoncon un visón propio!<br />
Volvieron al cuarto de estar y rellenó el cheque para Vini. Ésta lo dobló
con cuidado y lo depositó en su bolsito de cuentas.<br />
Mrs. Munson se esforzó en darle conversación, pero cada nuevo intento
se estrellaba contra una pared fría. Una de las veces dijo:<br />
—¿Dónde está tu marido, Vini? Tienes que traerle para que charle con Albert.<br />
—¡Ah, él! —había respondido Vini—. No le veo desde hace siglos. Que yo
sepa, sigue en Lisboa.<br />
Y ahí quedó todo.<br />
Por fin, Vini se marchó, después de haber prometido que telefonearía
al día siguiente. Cuando se hubo ido, Mrs. Munson pensó: «¡Vaya,
pobre Vini, no es más que una refugiada!» Luego cogió su abrigo nuevo y
entró en el dormitorio. No podía decirle a Albert cómo lo había
conseguido; estaba descartado. ¡Puf, se pondría furioso al saber el precio!
Decidió esconderlo en lo más recóndito de su ropero y un buen día lo sacaría y
diría: «Albert, mira qué maravilla de visón me he comprado en una subasta. Por
un precio irrisorio.»<br />
Tanteando en la oscuridad del ropero, colgó el abrigo en una percha. Dio un
pequeño tirón y escuchó horrorizada la rasgadura. A toda prisa encendió la luz
y vio que la manga estaba desgarrada. Sujetó el roto y tiró con suavidad. Se
desgarró un poco más y luego otro poco. Con una desolación rabiosa supo que el
abrigo entero estaba podrido. «¡Oh, Dios mío!», dijo, agarrando la rosa de lino
que llevaba en el pelo. «¡Oh, Dios mío, me han timado, timado como a una
incauta y no puedo hacer absolutamente nada!» Porque de pronto Mrs. Munson comprendió
que Vini no llamaría por teléfono al día siguiente ni nunca más.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3955198167834803472.post-29322666069784717422018-07-07T16:00:00.004-07:002018-07-07T16:00:51.532-07:00Vampirismo de E.T. A. Hoffmann<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghXe41KPcPIXzM21QSgvuQi4s1sPhkhLjzLNEUFDCYmhr8T1XfBC2Um_iwPBlpHjCycwayih_OmbxWbRdoIB0FzMdBZ8v-W51ZTnPW4nREpzsX4MbwRvh-OamgNTXrCRzLWcLsSTqgwxmS/s1600/vampirismoCarmenLopfb.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="992" data-original-width="706" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghXe41KPcPIXzM21QSgvuQi4s1sPhkhLjzLNEUFDCYmhr8T1XfBC2Um_iwPBlpHjCycwayih_OmbxWbRdoIB0FzMdBZ8v-W51ZTnPW4nREpzsX4MbwRvh-OamgNTXrCRzLWcLsSTqgwxmS/s400/vampirismoCarmenLopfb.jpg" width="283" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span style="background-color: #b6d7a8; font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">—Ahora
que habláis de vampirismo, me viene a la mente una historia que hace tiempo leí
o escuché. Creo que más bien lo último, pues ahora que recuerdo, el narrador
insistió mucho en que el relato era verdadero. Si la historia se ha publicado y
la conocéis, interrumpidme, pues no hay nada más fastidioso y aburrido que
escuchar cosas conocidas. —Creo que nos vas a ofrecer algo horroroso y
tremendo; así es que, por lo menos, piensa en San Serapio y procura ser lo más
breve posible, para que Vincenzo tenga la palabra, pues, según veo, está
impaciente por referirnos el cuento que nos prometió. —¡Calma, calma! —exclamó
Vincenzo— Nada mejor para mí que Cipriano tienda un tapiz negro que sirva de
fondo a la representación mímico-plástica de mis alegres, pintorescas y
saltarinas figuras. Empieza, Cipriano amigo, muéstrate seco, terrorífico,
incluso espeluznante, más que el vampírico lord Byron, al que por cierto no he
leído. —El conde Hipólito —comenzó Cipriano— había regresado de sus largos
viajes, para hacerse cargo de la rica herencia de su padre. El palacio estaba
situado en una de las regiones más bellas y agradables del país, y las rentas
que le proporcionaban sus posesiones bastaban para el costoso embellecimiento
del mismo. ...Todo lo que el conde había visto a lo largo de sus viajes, lo más
bello, atractivo y suntuoso, quería verlo de nuevo levantarse ante sus ojos.
Cortesanos y artistas reuníanse en torno a él y acudían a su llamada, de modo
que pronto comenzaron las obras del palacio, y el diseño de un amplio parque de
gran estilo, en el que se hallarían incluidas iglesia, cementerio y parroquia,
formando parte del artístico jardín. El conde dirigía todos los trabajos, pues
tenía conocimientos suficientes para ello. Se entregó en cuerpo y alma a estas
ocupaciones, de modo que transcurrió un año sin que se le ocurriese (según le
aconsejó su anciano tío) dejarse ver a los ojos de las jóvenes, para escoger
como esposa a la más bella, a la mejor y a la más noble. Una mañana que se
encontraba sentado ante la mesa de dibujo, proyectando un nuevo edificio, se
hizo anunciar una vieja baronesa, lejana pariente de su padre. Hipólito recordó
el nombre de la baronesa, y que su padre sentía una indignación intensa contra
esta mujer, e incluso que hablaba de ella con repugnancia, y a todas cuantas
personas trataban de acercarse a ella les aconsejaba que se alejasen, aunque
sin explicar jamás los motivos del peligro. Cuando se le preguntaba al conde,
solía decir que había ciertas cosas sobre las que más valía callar que hablar.
Con más razón, cuanto que en la residencia 1 corrían turbios rumores de un
extraño e insólito proceso criminal, en el que estaba implicada la baronesa,
que separada de su marido y expulsada de su alejado lugar de residencia, sólo
gracias a la intervención del príncipe se veía libre de encarcelamiento. Muy
molesto se sintió Hipólito por la proximidad de una persona a la que su padre
aborrecía, aunque los motivos le fuesen desconocidos. La ley de la
hospitalidad, que era privativa de toda esta región, le obligaba a recibir la
desagradable visita. Jamás una persona había causado al conde una impresión tan
antipática en su apariencia —aunque en realidad no fuese odiosa— como la
baronesa. Al entrar traspasó al conde con una mirada de fuego, luego entornó
los párpados y se disculpó de su visita, casi con expresión humilde. Se quejó
de que el padre del conde, poseído por extraños prejuicios, a los que le habían
inducido sus enemigos maliciosamente, la había odiado hasta la muerte, de modo
que, aunque languidecía en la mayor pobreza, y se avergonzaba de su estado,
nunca había recibido la menor ayuda. Al fin, como inesperadamente se hubiera
visto en posesión de una pequeña suma de dinero, le había sido posible
abandonar su residencia y huir hacia un pueblo muy alejado de aquella región.
Antes de emprender el viaje no había podido resistir el impulso de conocer al
hijo del hombre que le había profesado un odio tan injusto e irreconciliable,
aunque a su pesar le reverenciase. Fue el conmovedor tono de verdad con que
habló la baronesa, lo que emocionó al conde, cuanto más que lejos de mirar el
desagradable semblante de la vieja, hallábase absorta su mirada en la
contemplación de la adorable, maravillosa y encantadora criatura que la
acompañaba. Calló ésta y el conde pareció no darse cuenta: permanecía
abstraído. La baronesa pidió que la disculpase, pues al entrar sintióse
desconcertada, y se le olvidó presentar a su hija Aurelia. Sólo al oír esto
recuperó el conde la palabra, y juró, enrojeciendo totalmente, lo que sumió en
la mayor confusión a la adorable joven, que le concediesen enderezar lo que su
padre había ejecutado por error, y les suplicó que, conducidas por su propia
mano, entrasen en el palacio. Para confirmar estas palabras tomó la mano de la
baronesa, pero la respiración y el habla se le cortaron, al tiempo que un frío
enorme le recorría el cuerpo. Sintió que su mano era apresada por unos dedos
rígidos, helados como la muerte, y le pareció como si la enorme y huesuda
figura de la baronesa —que le contemplaba con ojos sin visión— estuviese
envuelta en la espantosa vestimenta de un cadáver. —¡Oh, Dios mío, qué
desgracia está sucediendo en este momento! —gritó Aurelia, y empezó a gemir con
una voz tan quejumbrosa, que su pobre madre fue presa de un ataque convulsivo,
de cuyo estado, como de costumbre, solía salir unos instantes después, sin
necesidad de valerse de ningún medio. Con gran trabajo se desprendió el conde
de la baronesa, y como tomase la mano de 2 Aurelia y depositase en ella un
ardiente beso, sintió que el dulce deleite del amor y el fuego de la vida
retornaban a invadir su ser. Próximo a la edad madura, sintió el conde, por
primera vez, todo el poder de la pasión, de tal modo que le resultó muy difícil
esconder sus sentimientos, y como Aurelia le manifestase su agrado de manera
ingenua, se encendió en él la esperanza. Apenas pasaron unos cuantos minutos
cuando la baronesa despertó de su desmayo, ignorante de lo que había sucedido,
y aseguró al conde que estimaba la invitación de permanecer algún tiempo en el
palacio, y que olvidaba para siempre todo el mal que su padre le había causado.
Así fue como, repentinamente, cambió el hogar del conde, hasta el punto que
llegó a pensar que, por un especial favor, el destino le había llevado hasta allí
a la persona más ardientemente adorada de todo el universo, para concederle la
mayor felicidad de que puede gozar un ser humano. La conducta de la baronesa
fue idéntica, permaneció silenciosa, seria, incluso reservada, y mostró siempre
que había ocasión favorable, un dulce talante y hasta una inocente alegría en
el fondo de su corazón. El conde, que ya se había habituado al extraño
semblante cadavérico y a su figura fantasmal, atribuyó todo esto a su
enfermedad, así como la tendencia a una intensa exaltación, de la que daba
muestras —según le había dicho su gente— durante los paseos nocturnos que
efectuaba por el parque, en dirección al cementerio. El conde se avergonzó de
que los prejuicios de su padre le hubiesen prevenido tanto contra ella y trató
de vencer el sentimiento que le sobrecogía, siguiendo los consejos de su buen
tío que le indicaba librarse de una relación que tarde o temprano le
perjudicaría. Convencido del intenso amor de Aurelia, pidió su mano y figuraos
con qué alegría la baronesa aceptó, viéndose transportada de la mayor
indigencia al seno de la felicidad. La palidez y aquel aspecto que denotaba un
interior extremadamente desasosegado, fue desapareciendo del semblante de
Aurelia. La felicidad del amor resplandecía en su mirada y daba a sus mejillas
un tono rosado. La mañana del día que se iba a celebrar la boda, un
acontecimiento sobrecogedor vino a contrariar los deseos del conde. Encontraron
a la baronesa inerte en el parque, caída en el suelo, con el rostro en tierra,
no lejos del camposanto, y la transportaron al palacio, precisamente cuando el
conde se levantaba dominado por el sentimiento de su felicidad inminente. Pensó
que la baronesa había sido atacada por su acostumbrado mal; sin embargo, fueron
vanos todos los medios de que se sirvieron para volverla a la vida. Estaba
muerta. Aurelia no se entregó a los desahogos propios de un intenso dolor, y
muda, sin derramar una lágrima, parecía haberse quedado como paralizada después
del golpe recibido. El conde, que temía por su amada, con gran cuidado y
suavidad se atrevió a recordarle su situación de criatura sola, de modo que
ahora más que nunca era necesario acep convenientemente acelerando la ceremonia
de la boda que se había diferido a causa de la muerte de la madre. A esto,
Aurelia, echándose en los brazos del conde, gritó, al tiempo que derramaba un
torrente de lágrimas, con una voz que desgarraba el corazón: Sí, sí, por todos
los Santos, por mi bien, sí!. El conde pensó que este vehemente desahogo era
debido a la consideración bien amarga de que se encontrase sola, sin patria, y
no supiese adonde ir, e incluso a las consideraciones sociales que le impedían
permanecer en el palacio. El conde se ocupó de que una dama honorable le
hiciese compañía hasta que el matrimonio se celebró, sin que ningún suceso
desgraciado interrumpiese la ceremonia, e Hipólito y Aurelia alcanzaron la
cumbre de su felicidad. Mientras todo esto sucedía, Aurelia se había mostrado
siempre en un estado de gran excitación. No era el dolor por la pérdida de su
madre lo que la desasosegaba, sino una sensación de miedo mortal que parecía
atenazarla continuamente. En mitad de los más dulces transportes amorosos,
sentíase sobrecogida de terror, palidecía como una muerta y abrazaba al conde,
derramando lágrimas, como si quisiera asegurarse bien de que un poder invisible
y enemigo no la llevase a la perdición. Entonces gritaba: ¡No, nunca, nunca!.
Una vez que se encontró casada pareció que el estado de excitación cesaba y que
se veía libre del miedo que la sobrecogía. Esto no impidió que el conde
adivinase que algún secreto fatídico se escondía en el seno de Aurelia, pero,
ciertamente, le pareció inoportuno preguntarle acerca de ello, en tanto que
persistiese la excitación, y ella misma se mantuviese callada. Hasta que un día
se atrevió a insinuarle la pregunta de cuál era la causa de su desasosiego.
Entonces Aurelia afirmó que suponía un inmenso bien para ella desahogar por
entero su corazón en su amado esposo. No poco se sorprendió el conde cuando se
enteró de que únicamente la fatal conducta de la madre era el motivo del
malestar de Aurelia. ¿Hay algo más espantoso —gritó Aurelia— que odiar a la
propia madre y tener que aborrecerla? De aquí se deduce que tanto el padre como
el tío no estaban dominados por falsos prejuicios y que la baronesa había
engañado al conde con una premeditada hipocresía. Como un signo muy favorable,
el conde consideró que la malvada madre se hubiese muerto el mismo día que se
iba a celebrar su boda, y no tenía ningún reparo en decirlo. Aurelia, en cambio,
dijo que precisamente desde el día de la muerte de su madre se sentía dominada
por los más lúgubres y sombríos presentimientos, que no podía evitar sentir un
miedo espantoso a que los muertos saliesen de sus tumbas y la arrancasen de los
brazos de su amado para llevarla al abismo. Aurelia recordaba (según refería)
los tiempos de su niñez, cómo una mañana, cuando acababa de despertarse, oyó un
tumulto espantoso en la casa. Las puertas se abrían y cerraban, se oían voces
extrañas. Cuando finalmente se hizo la calma, la doncella tomó a Aurelia de la
mano y la llevó a una gran estancia donde estaban muchos hombres reunidos, y en
el centro de la habitación sobre una gran mesa yacía un hombre que jugaba a
menudo con Aurelia, que le daba golosinas, y al que solía llamar papá. Extendió
las manos hacia él y quiso 4 besarle. Los labios que en otro tiempo estaban
cálidos ahora estaban helados, y Aurelia, sin saber por qué, prorrumpió en
sollozos. La doncella la condujo a una casa desconocida, donde estuvo durante mucho
tiempo, hasta que apareció una señora y se la llevó en un coche. Era su madre
que la trasladó a la Corte. Aurelia debía tener ya dieciséis años cuando
apareció un hombre en casa de la baronesa, al que ésta recibió con alegría,
denotando la confianza e intimidad de un amigo querido desde hace tiempo. Cada
vez venía más a menudo, y cada vez era más evidente que su casa se transformaba
y ponía en mejores condiciones. En lugar de vivir como en una cabaña y vestirse
con pobres vestidos y alimentarse mal, ahora vivían en la parte más bella de la
ciudad, ostentaban lujosos vestidos y comían y bebían con el desconocido, que
diariamente se sentaba a la mesa y participaba en todas las diversiones
públicas que se ofrecían en la Corte. Únicamente Aurelia permanecía ajena a las
mejoras de su madre, que, evidentemente, se debían al extranjero. Se encerraba
en su cuarto cuando la baronesa departía con el desconocido y permanecía tan
insensible como antes. El desconocido, aunque era ya casi de cuarenta años,
tenía un aspecto fresco y juvenil, poseía una gran figura y su semblante podía
considerarse varonil. No obstante, le resultaba desagradable a Aurelia porque,
a menudo, su conducta le parecía vulgar, torpe y plebeya. Las miradas que
empezó a dirigir a Aurelia le causaron inquietud y espanto, incluso un temor
que ella misma no sabía explicar. Hasta el momento, la baronesa no se había
molestado en dar alguna explicación a Aurelia acerca del desconocido. Ahora
mencionó su nombre a Aurelia, añadiendo que el barón era muy rico y un pariente
lejano. Alabó su figura, sus rasgos, y terminó preguntando a Aurelia que qué le
parecía. Aurelia no ocultó el aborrecimiento que sentía por el desconocido; la
baronesa le lanzó una mirada que le produjo un terror indecible y luego la regañó
acusándola de ser necia. Poco después, la baronesa se conducía más amablemente
que nunca con Aurelia. Le regaló hermosos vestidos y ricos adornos que estaban
de moda, y la dejó participar en las diversiones públicas. El desconocido
trataba de ganarse el favor de Aurelia, de tal modo que se hacía todavía más
odioso. Fue fatal para su tierno espíritu que la casualidad le deparase ser
testigo de todo esto, lo que motivó que sintiese un odio tremendo hacia el
desconocido y la corrompida madre. Como pocos días después el desconocido,
medio embriagado, la estrechase en sus brazos, de modo que no dejase lugar a
dudas de sus aviesas intenciones, la desesperación diole fuerzas varoniles, de
forma que le propinó tal empujón al desconocido que lo tiró de espaldas, tuvo
que huir y se encerró en su cuarto. La baronesa explicó a Aurelia fríamente y
con firmeza que el desconocido mantenía la casa y que no tenía el menor deseo
de volver a la antigua indigencia, y que, por consiguiente, eran vanos e
inútiles los melindres. Aurelia debía ceder a los deseos del desconocido, que
amenazaba abandonarlas. En vez de compadecerse de las súplicas desgarradoras de
Aurelia, de sus ardientes lágrimas, la vieja comenzó a proferir amenazas y a
burlarse de ella, agregando que estas relaciones le proporcionarían el mayor
placer de la vida, así como 5 toda clase de comodidades, y dio muestras de un
desaforado aborrecimiento hacia los sentimientos virtuosos, por lo que Aurelia
quedó aterrada. Viose perdida, de modo que la única salvación posible le
pareció una rápida huida. Aurelia se había hecho con una llave de la casa, y
envolviendo algunas cosas indispensables para su fuga, se deslizó a medianoche,
cuando vio a su madre profundamente dormida, hasta el vestíbulo iluminado
débilmente. Con sumo cuidado trataba de salir, cuando la puerta de la casa
chocó violentamente y retumbó a través de la escalera. En medio del vestíbulo,
haciendo frente a Aurelia, apareció la baronesa vestida con una bata sucia y
vieja, con el pecho y los brazos descubiertos, el pelo gris despeinado,
moviéndose airada. Y detrás de ella el desconocido, que gritaba y chillaba:
¡Espera, condenado Satanás, bruja endemoniada, que me las vas a pagar!, y
arrastrándola por los pelos, empezó a golpearla de un modo brutal en mitad del
cuerpo, envuelto como estaba en su gruesa bata. La baronesa empezó a gritar.
Aurelia, casi desvanecida, pidió auxilio, asomándose a la ventana abierta. Dio
la casualidad que precisamente pasaba por allí una patrulla de guardias, que
entraron al instante en la casa: ¡Cogedle! —gritaba la baronesa a los guardias,
retorciéndose de rabia y de dolor— ¡Cogedle y agarradle bien! ¡Miradle la
espalda! En cuanto la baronesa pronunció su nombre, el jefe de la patrulla exclamó
jubilosamente: ¡Al fin te cogimos, Urian!, y con esto le agarraron y le
llevaron consigo, no obstante resistirse. A pesar de todo lo sucedido, la
baronesa se había percatado de las intenciones de Aurelia. De momento se
conformó con agarrarla violentamente del brazo, arrojarla al interior de su
cuarto y cerrarlo bien, sin decir palabra. A la mañana siguiente, la baronesa
salió y regresó muy tarde por la noche, mientras Aurelia permanecía en su
cuarto encerrada como en una prisión, sin ver ni oír a nadie, de modo que pasó
el día sin que tomase comida ni bebida. Así transcurrieron varios días. A
menudo la miraba la baronesa con ojos encendidos de ira, y parecía como si
quisiera tomar una decisión, hasta que un día encontró una carta, cuyo
contenido pareció llenarla de alegría: Odiosa criatura —dijo la baronesa a
Aurelia—, eres culpable de todo, aunque te perdono, y lo único que deseo es que
no te alcance la espantosa maldición que este malvado ha descargado sobre ti.
Luego de decir esto se mostró muy amable, y Aurelia, ahora que ya aquel hombre
se había alejado, no volvió a pensar más en la huida, por lo que le fue
concedida mayor libertad. Pasado ya algún tiempo, un día que Aurelia estaba
sentada sola en su cuarto, oyó un gran tumulto en la calle. La doncella salió y
volvió diciendo que era el hijo del verdugo que iba detenido, después de ser
marcado por robo y asesinato, y que al ser conducido a la cárcel se había
escapado de entre las manos de los guardianes. Aurelia vaciló, asomándose a la
ventana, dominada por temerosos presentimientos; no se había engañado, era el
desconocido que, rodeado de numerosos guardianes, iba subido en una carreta. Le
conducían camino de la ejecución de la condena y de la expiación de sus faltas.
Casi estuvo a punto de desmayarse en su sillón, cuando la espantosa y salvaje
mirada del 6 hombre se cruzó con la suya, al tiempo que con gestos amenazadores
levantaba el puño cerrado hacia su ventana. Era costumbre de la baronesa estar
siempre fuera de casa, aunque regresaba para hablar con Aurelia y hacer
consideraciones acerca de su destino y de las amenazas que se cernían sobre
ella, presagiando una vida muy triste. Por medio de la doncella que había
entrado a su servicio el día después del suceso de aquella noche, y a la que
habían tenido al corriente de las relaciones de la baronesa con aquel pícaro,
se enteró Aurelia de que todos los de la casa compadecían a la baronesa por
haber sido engañada tan vilmente por un delincuente tan despreciable. Bien
sabía Aurelia que la cosa era de otro modo, y le parecía imposible que los
guardias que poco antes habían detenido a este hombre en casa de la baronesa no
supieran de sobra la buena amistad de la baronesa con el hijo del verdugo, ya
que al apresarle, la baronesa había proferido su nombre y había hecho alusión a
la marca de su espalda, que era la señal de su crimen. De aquí que, incluso, la
misma doncella a veces expresase con ambigüedad lo que se decía por todas
partes, y que insinuase que los jueces estaban haciendo averiguaciones, de
forma que hasta la honorable baronesa estuviese a punto de sufrir arresto,
debido a las extrañas declaraciones del malvado hijo del verdugo. De nuevo se
dio cuenta la pobre Aurelia de la situación tan lamentable en que se hallaba su
madre, y no comprendió cómo podría después de aquel horroroso acontecimiento
permanecer un instante más en la residencia. Finalmente, viose obligada a
abandonar el lugar, donde se sentía rodeada de un justificado desprecio, y a
dirigirse a una región alejada de allí. El viaje la condujo al palacio del
conde, donde sucedió lo que ya hemos referido. Aurelia se sintió extremadamente
feliz, libre de las tremendas preocupaciones que tenía, pero he aquí que quedó
aterrada cuando al expresarle su madre el favor divino que le concedía este sentimiento
de bienaventuranza, ésta, echando llamas por los ojos, gritó con voz
destemplada: ¡Tú eres la causa de mi desgracia, desventurada criatura, pero ya
verás, toda tu soñada felicidad será destruida por el espíritu vengador, cuando
me sobrecoja la muerte. En medio de las convulsiones que me costó tu
nacimiento, la astucia de Satanás..., y aquí se detuvo Aurelia, se apoyó en el
pecho del conde y le suplicó que le permitiese callar lo que la baronesa había
proferido en su furor demencial. Hallábase destrozada, pues creía firmemente
que se cumplirían las amenazas de los malos espíritus que poseían a su madre.
El conde consoló a su esposa lo mejor que pudo. Hubo de confesarse a sí mismo,
cuando estuvo tranquilo, que el profundo aborrecimiento de la baronesa, aunque
hubiese fallecido, arrojaba una negra sombra sobre la vida, que le había
parecido tan clara. Poco tiempo después se notó un marcado cambio en Aurelia.
Como la palidez mortal de su semblante y la mirada extenuada denotase
enfermedad, pareció como si Aurelia ocultase un nuevo secreto en el interior de
su ser, que se mostrase inquieto, inseguro y temeroso. Huía incluso hasta de su
marido, se 7 encerraba en su cuarto, buscaba los lugares más apartados del
parque, y cuando se la veía, sus ojos llorosos y los consumidos rasgos de su
semblante denotaban que sufría una pena profunda. En vano el conde se esforzaba
por conocer los motivos del estado de su esposa. Del enorme desconsuelo en el
que finalmente se sumió, la sacó un famoso médico, al insinuar que la gran
irritabilidad de la condesa, a juzgar por los síntomas, posiblemente denotaba
un cambio de estado, que haría la dicha del matrimonio. Este mismo médico se
permitió, como se sentase a la mesa del conde y de la condesa, toda clase de
alusiones al supuesto estado en que se hallaba la condesa. La condesa parecía
indiferente a todo lo que escuchaba, aunque de pronto prestó gran atención,
cuando el médico comenzó a hablar de los caprichos tan raros que a veces tenían
las mujeres que estaban en estado, y a los que se entregaban sin tener en
consideración la salud y la conveniencia del niño. La condesa abrumó al médico
con preguntas, y éste no se cansó de responder a todas ellas, refiriendo casos
asombrosamente curiosos y divertidos de su propia experiencia: También —repuso—
hay ejemplos de caprichos anormales, que llevan a las mujeres a realizar hechos
espantosos. Así la mujer de un herrero sintió tal deseo de la carne de su
marido, que no paró hasta que un día que éste llegó embriagado, se abalanzó
sobre él con un cuchillo grande y le acuchilló de manera tan cruel que pocas
horas después entregaba el espíritu. Apenas hubo pronunciado el médico estas
palabras, la condesa se desmayaba en la silla donde estaba sentada, y con gran
trabajo pudo ser salvada de los ataques de nervios que sufrió a continuación.
El médico se percató de que había sido muy imprudente al mencionar en presencia
de una mujer tan débil y nerviosa aquel terrible suceso. Sin embargo, pareció
que aquella crisis había ejercido un influjo bienhechor en el ánimo de la
condesa, pues se tranquilizó, aunque como de nuevo volviese a enmudecer y a
convertirse en una extraña criatura solitaria, con un fuego intenso que brotaba
de sus ojos, adquiriendo la palidez mortal de antes, el conde nuevamente volvió
a sentir pena e inquietud acerca del estado de su esposa. Lo más raro de él,
era que la condesa no tomaba ningún alimento, y sobre todo que demostraba tal
asco a la comida, especialmente a la carne, que más de una vez se alejó de la
mesa dando las más vivas muestras de aborrecimiento. El médico se sintió
incapaz de curarla, pues ni las más fuertes y cariñosas súplicas del conde, ni
nada en el mundo podía hacer que la condesa tomase ninguna medicina. Como
transcurriesen semanas y meses sin que la condesa probase bocado, y pareciese
que un insondable secreto consumía su vida, el médico supuso que había algo
raro, más allá de los límites de la ciencia humana. Abandonó el palacio con un
pretexto cualquiera, y el conde pudo darse cuenta de que la enfermedad de la
condesa parecía muy sospechosa al acreditado médico, y denotaba que la
enfermedad estaba muy arraigada, sin que hubiese medio de curarla. Hay que
suponerse en qué estado de ánimo quedó el conde, no satisfecho con esta
explicación. 8 Justamente por esta época un viejo y fiel servidor tuvo ocasión
de descubrir al conde que la condesa abandonaba el palacio todas las noches y
regresaba al romper el alba. El conde se quedó helado. Ahora es cuando se dio
cuenta de que desde hacía bastante tiempo, a eso de la medianoche, le
sobrecogía un sueño muy pesado, que atribuía a algún narcótico que la condesa
le administraba para poder abandonar sin ser vista el dormitorio que compartía
con él. Los más negros presentimientos sobrecogieron su alma; pensó en la
diabólica madre, cuyo espíritu quizá revivía ahora en la hija, en alguna
relación ilícita y adulterina, y hasta en el malvado hijo del verdugo. A la
noche siguiente iba a desvelársele el espantoso secreto, único motivo del
estado misterioso en que sehallaba su esposa. La condesa acostumbraba ella
misma a preparar el té que tomaba el conde y luego se alejaba. Aquel día
decidió el conde no probar una gota, y como leyese en la cama, según tenía por
costumbre, no sintió el sueño que le sobrecogía a medianoche como otras veces.
No obstante se acostó sobre los cojines, e hizo como si durmiese. Suavemente,
con gran cuidado, abandonó la condesa el lecho, se aproximó a la cama del conde
e iluminó su rostro, deslizándose de la alcoba sin hacer ruido. El corazón le
latía al conde violentamente, se levantó, echóse un manto y siguió a su esposa.
Era una noche de luna clara, de modo que, no obstante lo veloz de su paso, se
podía ver perfectamente a la condesa Aurelia, envuelta su figura en una túnica
blanca. La condesa se dirigió a través del parque hacia el cementerio y
desapareció tras el muro. Rápidamente, corrió el conde tras ella, atravesó la
puerta del muro del cementerio, que halló abierta. Al resplandor clarísimo de
la luna vio un círculo de espantosas figuras fantasmales. Viejas mujeres
semidesnudas, con el cabello desmelenado, hallábanse arrodilladas en el suelo,
y se inclinaban sobre el cadáver de un hombre, que devoraban con voracidad de
lobo. ¡Aurelia hallábase entre ellas! Impelido por un horror salvaje, el conde
salió corriendo irreflexivamente, como preso de un espanto mortal, por el pavor
del infierno, y cruzó los senderos del parque, hasta que, bañado en sudor, al
amanecer encontróse ante la puerta del palacio. Instintivamente, sin meditar lo
que hacía, subió corriendo las escaleras, y atravesó las habitaciones hasta
llegar a la alcoba. La condesa yacía, al parecer entregada a un dulce y
tranquilo sueño. El conde trató de convencerse de que sólo había sido una
pesadilla o una visión engañosa que le había angustiado, ya que era sabedor del
paseo nocturno, del cual daba trazas su manto, mojado por el rocío de la
mañana. Sin esperar a que la condesa despertase, se vistió y montó en su
caballo. La carrera que dio a lo largo de aquella hermosa mañana a través de
los arbustos aromáticos, de los que parecía saludarle el alegre canto de los
pájaros que despertaban al día, disipó las terribles imágenes nocturnas;
consolado y sereno regresó al palacio. 9 Como ambos, el conde y la condesa, se
sentasen solos a la mesa, y como de costumbre ésta tratase de salir de la
estancia a la vista de la carne guisada, dando muestras del mayor asco, se le
hizo evidente al conde, en toda su crudeza, la verdad de lo que había
contemplado la noche anterior. Poseído del mayor furor se levantó de un salto y
gritó con voz terrible: ¡Maldito aborto del infierno, ya sé por qué aborreces
el alimento de los hombres, te cebas en las tumbas, mujer diabólica! Apenas
había proferido estas palabras, la condesa, dando alaridos, se abalanzó sobre
él con la furia de una hiena y le mordió en el pecho. El conde dio un empujón a
la rabiosa mujer y la tiró al suelo, donde entregó su espíritu en medio de las
convulsiones más espantosas. El conde enloqueció. <o:p></o:p></span></div>
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